Chereads / Survivors of the End / Chapter 42 - Village Novice

Chapter 42 - Village Novice

Año 9989, Día 17 del Mes de la Lluvia.

Ha pasado ya casi un año desde que Atlantis y Elisa se marcharon del Pueblo de Esperanza, tiempo en el que Luciel siguió con su vida trabajando en el Restaurante del Espadachín Carmesí.

Luciel aun recordaba los días en los que pasaba a visitar a Atlantis para que le ayudase con alguna herida, o simplemente para charlar con él.

Él, quien ahora llevaba más de dos años en el Gran Mundo de Gea, ya se había acostumbrado a vivir tranquilamente en el Pueblo de Esperanza.

<><><>

En el Restaurante de las Hadas, Alec, Reus, Mía, Tom y Luciel celebraban que los cuatro miembros del Equipo de Aventureros de Unity han logrado finalmente ser todos personas del rango Village Novice. El último en lograr tal rango fue Reus que apenas en el día de hoy, cuando el Vicegerente del Gremio de Aventureros Taylor le checó, fue que finalmente se dio a conocer que Reus era un Village Novice.

Mía ya llevaba ocho días como Village Novice, Tom llevaba 57 días y Alec cumplía hoy 72 días como Village Novice.

Para celebrarlo, todos quisieron venir a checar el Restaurante de las Hadas, e invitaron a Luciel, que se sorprendió al ver a la joven que hace tiempo intento ayudar de los tipos que la molestaban, se trataba de Cindy, quien trabajaba como Mesera en el Restaurante de las Hadas, donde todos los empleados eran mujeres con excepción del dueño.

Cindy también se sorprendió al ver al joven que hace tiempo la había ayudado, ella no se había olvidado de él, y de vez en cuando visitaba el Carmesí donde él trabajaba para verle, por lo que cuando él vino el día de hoy, ella se encargo de atenderle, mientras otras meseras se encargaban de atender a Alec y los demás.

Cuando finalmente las meseras se habían ido, Reus se acercó a Luciel.

"Vaya, no tenía idea que un mocoso como tú era todo un galán." – dijo Reus que ya había bebido dos garras de cerveza. – "En serio, y pensar que alguien tan tímido como tú es capaz de gustarle a una chica tan bella."

"No le gusto, es solo que…"

"Nada, lo veo en sus ojos." – dijo Reus. – "¿O no chicos?"

"…" – Tom no dijo nada.

"Bueno, al menos lo puedo entender, Luciel es alguien tierno y muy lindo, contrario a un borracho débil, feo, estúpido y terco como tú." – dijo Mía a Reus.

"¿Cómo? Creo que no te he escuchado muy bien, acaso me has dicho feo, acaso no ves este guapo rostro o estos músculos encantadores."

"Por favor, Alec es muchísimo más fuerte que tú y no carga con músculos falsos como tú."

"¿Falsos?"

"Sí."

Mientras los dos seguían discutiendo, Alec charló con Luciel.

"Esa es la chica a la que ayudaste, ¿Verdad?"

"Sí, aunque ya ha pasado bastante tiempo desde eso, no puedo creer que aún me recuerde."

"Tal vez fue algo que la marcó."

"Pero, realmente no fue nada, al final descubrí que fue más gracias a Evans y Joanne que ella no le haya pasado nada."

"Sí tú lo dices." – dijo Alec.

<><><>

En el sótano que hay en la Iglesia de Rhun, Onok Hak, el Sargento de la Guardia de Fuego encargado de proteger al Sacerdote Phillip se enfrentaba a tres personas.

"JA." – un joven hombre de diecinueve años, 184 centímetros de altura, piel clara, ojos cafés, y que era calvo, lanzó un golpe al rostro de Onok, el Sargento fácilmente lo detuvo, pero detrás de él.

"¡Toma!" – una joven de diecisiete años, piel clara, pelo y ojos de color café, intento golpear al sargento, que fácilmente lanzó al hombre calvo a chocar con ella.

"Auch." – decía un joven algo gordo, piel morena, cabello café, y ojos de color café claro estaba en el suelo, su espalda siendo pisada por el mismísimo sargento.

"Débiles, realmente débiles, más de dos años, y todavía no han logrado asestarme un golpe." – dijo Onok. – "Más vale que sigan cultivando, cuando regrese no quiero verlos holgazaneando."

Y, de esa forma el sargento se retiro del lugar, subiendo al primer piso y dirigiéndose directamente a la oficina de Phillip.

El sacerdote se encontraba de rodillas rezando, Onok no dijo nada y espero a que el sacerdote terminará de rezar.

Cinco minutos después, Phillip finalmente terminó de rezar y sin siquiera ver a Onok, él le habló.

"¿Qué sucede Onok?"

"He regresado de enfrentarme a los terrícolas."

"Oh, ellos, cómo van."

"Es increíble, dos años y ya son Town Experts, no me sorprendería que en otros dos o tres años logren convertirse en City Elites." – dijo Onok.

"Bueno, más vale, que estamos usando mucho tiempo en recursos en su crecimiento, espero que para el año 9995 ellos ya sean al menos County Masters."

"Con su talento, es posible."

"¿Y qué tal?"

"Aun les falta mucha experiencia en combate, pero van mejorando a grandes pasos." – dijo Onok. – "Puede que en unos tres a cuatro años ellos ya me superen totalmente."

"Hm, nada mal, pronto nos iremos a visitar la Ciudad de Cenes."

"¿La Ciudad Sagrada?"

"Sí, me ha llegado una carta de Su Santidad ordenando a que todos los terrícolas vayan a la Catedral a recibir la bendición del Dios Rhun."

"Así que finalmente serán bendecidos."

"Sí."

"Esa es una buena noticia."

"Así es."

"Entonces, ¿Comienzo a hacer los preparativos?"

"Sí, nos vamos en diez días."

"Entiendo."

<><><>

En el sótano del Carmesí, Luciel se preparaba para dormir.

"Village Novice." – dijo el joven que a pesar de lo mucho que lo intento, no lograba ni acercarse un poco a tal rango. – "Realmente soy tan débil… ¿No tengo talento para cultivar?" – se preguntó el joven que no tenía respuesta alguna, pues, Don Armando nunca se armó de valor para decirle la verdad, él no podía darle tal noticia a Luciel, pues sentía que, al darle esa noticia, Luciel se hundiría en la depresión.

"Tal vez solo sea que soy muy joven." – dijo Luciel que apagó la vela que había a un lado de su cama, y se disponía a dormir.