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Chapter 43 - Un Día Como Cualquier Otro

Año 9989, Día 41 del Mes de la Lluvia.

"Oye Luciel."

"¿Qué sucede Billy?"

"No te aburres de escuchar a mi abuelo contarte sus historias."

"No, para nada, son muy entretenidas."

"¿En serio?"

"Sí, a ti no te gusta."

"No, al contrario, siendo que a veces las cuenta para alardear de su pasado como aventurero."

"Bueno, yo no lo veo así."

"En serio."

"Sí, me encanta escucharle hablar de sus experiencias del pasado, de cómo era su vida en su juventud, y de aprender a no cometer los errores que él cometió."

"Sí tú lo dices."

"Oye Billy."

"¿Sí?"

"Hoy ya se cumple un año, ¿Lo sabías?"

"¿Un año de qué?"

"Desde que el doctor Aris se fue del pueblo."

"Oh… creo que tienes razón, vaya, que rápido pasa el tiempo, y pensar que un año ya ha pasado desde que se marchó."

"Sí."

"Aun así, es bueno que ya no te lastimen los mocosos tanto como antes."

"Bueno, eso es gracias a ti y Fred que me ayudan mucho."

"De que hablas, no hemos hecho nada."

"Sí tú lo dices."

"Ja." – Billy se río, mientras veía a los primeros clientes llegar. – "Bueno, es hora de comenzar a trabajar."

"Sí." – dijo Luciel que se dirigió a ver que el baño este limpio y tenga todo lo necesario.

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En la oficina del vicegerente en el edificio del Gremio de Aventureros.

"Entonces, pronto podremos realizar nuestra primera misión afuera del pueblo." – dijo Alec.

"Sí, el día 45 finalmente volverá el Gerente de su viaje a la capital del condado, y una vez él regrese, finalmente se les permitirá avanzar al Rango E."

"Vaya, yo pensé que al año ya se daba dicho rango, y ya llevamos muchísimas más misiones de lo que dice el límite para subir de rango." – se quejó Reus.

"Bueno, claramente, pero su caso era especial, no eran ni siquiera Village Novice, no podíamos permitirnos a dejarles ir a una misión a las afueras del pueblo, o subir de rango sin siquiera ser Village Novices."

"Al menos ya podremos realizar misiones que paguen mejor." – dijo Mía.

"…" – Tom asintió.

"Sí, aun así, debéis tener mucho cuidado, muchas misiones en las afueras son claramente misiones de caza, y será necesario que tengan mucho cuidado, recuerden que todo aventurero expone sus vidas en una misión de caza."

"Lo sabemos."

"Ya sé que lo saben Alec, pero es muy diferente en saberlo que en experimentarlo."

"Vamos Taylor, hemos estado bajo tú entrenamiento por más de dos años, claramente sabremos cuidarnos allá afuera." – dijo Reus.

"Sí, pero, aun así, tened mucho cuidado, lo más probable es que se les den misiones de recolección en el Gran Bosque Oscuro primero, son misiones fáciles pues usualmente los lugares de recolección son en los límites de la zona exterior del bosque, en donde usualmente hay monstruos débiles como Conejos Cuernudos o animales."

"¿No hay dragones?" – preguntó Reus.

"No, claro que no, en el Gran Bosque Oscuro no existe noticias de que vivan allí cualquier tipo de Dragones, usualmente los Dragones Voladores habitan las Montañas Blancas de Ganbus, los Dragones Marinos habitan el Gran Lago de Neptuno, y los Dragones de Tierra habitan el Gran Desierto Rojo de Osiris." – dijo Taylor. – "Además, no os preocupéis, los Dragones usualmente son rangos de peligro de Nivel S mínimo, algo que ni siquiera yo puedo inmiscuirme."

"¿Tan poderosos son?" – Reus se sorprendió al oír el rango mínimo que se requiere para poder cazar un dragón.

"Sí, aunque recuerden, hay dragones que son considerados monstruos, y dragones que son considerados bestias mágicas."

"¿Cuáles son más poderosos?" – preguntó Alec.

"Claramente aquellos que son Bestias Mágicas." – dijo Taylor. – "Pero, usualmente no nos mandan a cazar a esos tipos de Dragones."

"¿Y eso?" – preguntó Mía.

"No son realmente un peligro como lo son dragones monstruos."

"Ya veo."

"…" – Tom seguía sin decir nada.

"Aun así, recuerden tener mucho cuidado allá afuera, y no olviden en entrenar y cultivar cada día."

"Sí." – dijo Alec.

"Sin problemas." – dijo Reus.

"Me encargaré que ninguno flojee." – dijo Mía.

"…" – Tom asintió.

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En uno de los caminos que se dirigían rumbo a Cenes, Phillip, Onok y los tres terrícolas se dirigían rumbo a la Ciudad de Cenes.

"Hm."

"¿Ocurre algo malo?" – preguntó Onok al ver a Phillip.

"Tengo un mal presentimiento de que algo malo ocurrirá." – dijo Phillip.

"¿En serio?"

"Sí, puede que sea muy débil, siendo un City Elite cualquiera como tú, pero en la Iglesia de Rhun, yo soy uno de los que mejor presentimiento e instinto poseen." – dijo Phillip. – "Siento que algo malo sucederá en el norte."

"¿Norte? ¿El Pueblo de Esperanza?"

"Lo más probable."

"¿Nos regresamos?"

"No, ya estamos a medio camino, lo que pasará, pasará, y no podremos hacer nada para evitarlo."

"Sí estas tan seguro."

"Hm." – Phillip se puso a pensar en ese momento con los ojos cerrados. – 'Yo y Onok nos encontramos dirigiéndonos a Cenes, mientras que el Gerente del Gremio debe de seguir en la Ciudad de Mara, la capital del condado de Vermont… el dueño del Restaurante y de la Posada del Galeón de Oro se encuentra fuera del pueblo también, lo que quiere decir que su guardaespaldas no se encuentra tampoco en el Pueblo de Esperanza.'

En ese momento los ojos de Phillip se abrieron.

'Cuatro City Elites no nos encontramos en el pueblo, solo quedan, el Capitán y Vicecapitán de los Guardias, aquel hombre también, y el Guardaespaldas del Alcalde… solo queda la mitad… y los más fuertes nos hemos ido… será que acaso…'

"Onok."

"Sí Sacerdote."

"Cuando regresemos, esperemos que nuestra iglesia no esté hecha pedazos."

"¡!" – Onok se quedó callado, preocupado de lo que suceda a la gente del pueblo, que, aunque Onok suele ser arrogante, él es una persona de fe que realmente vela por la seguridad de la gente, en especial de aquellos que son fieles del Dios Rhun.

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"Nos vemos hasta mañana." – se despidió Billy que ya se iba con sus padres camino a casa.

"Hasta mañana." – dijo Luciel quien como siempre se quedaría en el restaurante.

"Luciel."

"¿Don Armando?"

"Te he contado alguna vez en como decidí ser el dueño de un restaurante."

"Sí, fue después de casarse con su esposa Doña Julieta."

"Así es, ella no quería que siguiera siendo aventurero, en especial después del accidente que sufrió Clinton, aun así, aunque ella tenía razón, aun en el fondo deseaba seguir siendo aventurero."

"¿Y porque no siguió?"

"Honestamente pensaba en hacerlo en secreto, pero cuando Julieta me dijo que sería padre, fue en ese momento que sentí que no quería alejarme de mi familia, que no quería dejar a mi futuro hijo o hija sin padre."

"Ya veo."

"Mi familia es lo más importante para mí, yo haría cualquier cosa por mi familia."

"¿En serio?"

"Sí, daría mi vida sin dudar."

"Pues que bueno que hay paz y tranquilidad."

"Sí, aunque nunca se sabe lo que puede pasar."

"¿Hm?"

"No es nada, solamente, no sé porque no me siento bien al pensar en el día de mañana."

"…"

"No te preocupes, lo más seguro es que solo este pensando de más, aun así, mañana vendré temprano, por lo que lo más probable es que te despierte más temprano de lo usual."

"No hay problema."

"Bueno, cuídate."

"Igualmente Don Armando, descanse bien."

"Sí, tú también, descansa y…"

"¿Sí?"

"Nada." – dijo Don Armando que acarició la cabeza del joven. "Hasta mañana."

"Hasta mañana."

Don Armando finalmente se fue, mientras pensaba las palabras que quería decirle a Luciel. – 'Te quiero.'