"Ahora, ¿Qué haremos con este chico?" – dijo el asesino de Cindy, quien miraba al joven Luciel que sostenía el cuerpo sin vida de Cindy.
"Maldición, yo quería divertirme con la chica." – se volvió a quejar el tipo de la derecha.
"A mí me apetece jugar con el chico." – dijo el tipo de la izquierda que se acercó a Luciel.
"¡No!" – grito Luciel que trato de alejarse de los tres hombres. – "¡Aléjense!"
"¡Cállate! – grito el tipo que mato a Cindy. – "Y ustedes dos dejen de quejarse, ya hemos obtenido a bastantes jóvenes mujeres con las cuales divertirnos una vez terminemos a lo que hemos venido, pronto los Perros Salvajes serán aniquilados por completo, por lo que es mejor que hagamos rápidamente nuestro trabajo y nos marchemos de este lugar antes de que más guardias y aventureros vengan a enfrentarnos."
"Hm, sí tan solo otro Elite hubiera venido, este pueblo caería ante nosotros." - dijo el tipo a la derecha.
"Idiota, ya sabes que todavía no podemos hacer eso." – dijo el tipo a la izquierda. – "Al menos podemos divertirnos con este joven, se me hace algo atractivo."
Luciel comenzó a temblar.
"Hm." – el tipo en medio que parecía ser el superior de los otros dos sonrió al oír eso. – "Tal vez, sí tenemos algo de tiempo para divertirnos con este chico."
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"Pronto el resto de los guardias y aventureros vendrán hacía acá, es momento de irnos." – dijo un hombre, se trataba del líder del grupo de atacantes. – "¡Es hora de irnos! ¡No dejen evidencia de quienes somos!" – ordenó.
Cuando él junto con el resto de los hombres que estaban con él se disponían a irse, alguien se interpuso en su camino.
"Tú debes ser el líder de estos bastardos, ni creas que te dejare escapar." – dijo Kane, quien junto con los otros guardias bajo su comando ya habían acabado con algunos atacantes en el camino.
"Hm, y tú debes de ser el Capitán de los Guardias de este pueblo, creedme, no te conviene en enfrentarte a mí, después de todo, tú eres mucho más débil que yo."
"Tch, eso ya lo veremos, maldito bandido."
"¿Bandido?" – el atacante se mostró sorprendido. – "Tienes razón, pero, en serio, no eres rival para mí."
"¡Al Ataque!" – gritó el Capitán Kane que junto a sus guardias atacaron a los bandidos.
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En medio del comedor del Restaurante del Espadachín Carmesí, los tres atacantes veían con burla al joven Luciel que no paraba de temblar, el rostro pálido de Luciel mostraba su estado de miedo y preocupación.
"Ven aquí." – el sujeto de la izquierda que estaba interesado en Luciel lo tomó del pelo levantándolo fácilmente del suelo, Luciel trataba de zafarse del agarre del sujeto, pero no importaba que hiciera, era imposible para él en tratar de zafarse o de lastimas al tipo. – "Vaya que eres débil."
"¿En serio?" – preguntó el tipo de la derecha que veía con lástima el cuerpo inerte sin vida de Cindy al no poder divertirse con ella.
"Sí, sus golpes no duelen para nada."
"El chico debe de ser alguien muy débil entonces." – dijo el que acabó con la vida de Cindy mientras tomaba su hacha con el que mató a la joven. – "Hm, sí que sigo teniendo buena puntería."
"¡Suéltame!" – grito Luciel.
"Vamos, no te haré daño, mientras no me hagas perder mi tiempo." – dijo el tipo que cacheteo en ambas mejillas a Luciel.
"¡Ah!"
"¡Callad!" – esta vez el tipo aventó a Luciel hacia el techo haciendo que Luciel se golpeara contra el techo para luego caer al suelo.
El tipo de la derecha entonces se acercó al cuerpo de Cindy, tomando su cuerpo y rompiendo la ropa.
"Diablos, mirad que cuerpo, está chica era fantástica, demonios, ¿Por qué tuviste que matarla?"
"Ya basta, no tuve opción."
"Aja, mirad este cuerpo."
"¡Déjala!" – gritó Luciel.
"¿Eh? El bastardo se atrevió a gritarme."
"Tal vez él conocía a la chica." – dijo el tipo que se volvió a acercar a Luciel, pero en ese momento el asesino de Cindy le detuvo y se acercó él a Luciel.
"Dime joven, ¡¿Quién crees que eres para ordenarnos?!" – y entonces tomo el rostro de Luciel y le dio un golpe que rompió la nariz de Luciel, para luego agarrándole de su pelo, levantarlo del suelo, y golpearle dos veces en su estómago.
Después de eso, el sujeto soltó a Luciel quien cayó al suelo.
"Basta… por favor…" – decía Luciel entre lágrimas y sangre que brotaban de su rostro, sus pantalones ya llevaban un rato desde que fueron manchados por su propia orina, y no podía ver bien debido al golpe que sufrió en su rostro. – "No más… golpes… por favor��"
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En la entrada del pueblo, Glover, Evans, Kyle y los demás guardias ya habían acabado con todos los perros salvajes.
"Es hora de entrar, ¡Vamos!" – gritó Glover que encabezaba a los pocos guardias que sobrevivieron.
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En la parte oeste, en el Gremio de Aventureros, Taylor y los otros aventureros habían llegado para ayudar y defender a la gente que venía de la parte norte.
Ellos habían decidido venir primero aquí, y al ver a toda la gente que llegaba aquí, decidieron reforzar las defensas de aquí y preparar a los demás, cuando finalmente todo estaba listo, Taylor se preparaba junto con los otros aventureros para atacar a los bandidos que se encontraban en la parte norte.
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En la Mansión del Alcalde, el Alcalde Malvin Rogers se divertía con la terrícola y una sirvienta en su recamara, mientras que su esposa Carmen pasaba el rato junto con Orlando.
"Señor, ya todas las entradas están aseguradas." – dijo un guardaespaldas de rango Town Expert bajo el mando de Derka.
"Bien, no dejemos que la basura que esta atacando a este pueblo de mierda entre aquí." – dijo Derka.
"Entendido." – el guardaespaldas fue a su lugar de vigilancia, mientras que Derka regresaba al salón al lado de la recamara de Malvin. – "Hm, me preguntó sí ese tonto de Kane estará muerto."
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"No más… golpes… por favor…" – Luciel dijo.
"Jajaja, oyeron a este idiota." – dijo el asesino de Cindy. – "Claro que no chico, aun no hemos ni comenzado a jugar realmente contigo, esto es solo el aperitivo de lo que esta por venir." – luego de decir eso, volteo a ver a los otros dos. – "Hey, tomen todas las cosas de valor."
"Sí." – dijo el tipo que soltó el cadáver de Cindy.
"Claro, pero por favor, no arruine más el rostro del chico." – dijo el otro tipo.
"Ahora, en que estábamos." – dijo el tipo que puso su pie sobre la cabeza de Luciel. – "Dime chico, ¿Quieres morir? ¿O vivir?"
"Yo…"
"¡Vivir o morir! ¿Qué deseas?"
"¡Quiero vivir!" – gritó Luciel.
"Bien, entonces, ya que estas en el suelo, porque no lames mi zapato que están sucios de mugre y sangre."
En ese momento Luciel levantó la mirada, mirando el zapato que hace poco estaba sobre su cabeza.
"No… por favor…"
"Chico, acaso no me escuchaste, sí deseas vivir, más vale que hagas lo que dijo." – y al decir eso, él pateó a Luciel.
El tipo entonces agarró el pelo de Luciel, y puso el rostro del chico cerca de su zapato. – "¡Limpia mi zapato!"