# **CAPÍTULO 2 – Fuego en la Sangre**
Despierto antes del amanecer, como siempre. **Ser Alfa no es solo un título, es una carga, un peso que nunca desaparece.**
Me levanto de la cama, sintiendo la energía recorriendo mis músculos. No necesito mucho descanso, no cuando mi sangre arde con la fuerza de generaciones de Alfas antes de mí. Me visto rápido con ropa cómoda y salgo hacia el claro de entrenamiento. **La fuerza de una manada comienza con su líder, y yo seré la mejor.**
### **El Entrenamiento de una Alfa**
Cuando llego al patio central, los guerreros ya están reunidos, esperando instrucciones. Algunos apenas están calentando, otros ya están entrenando en combate cuerpo a cuerpo.
—¡Alfa! —me llama Caleb, uno de los entrenadores de lucha—. ¿Lista para tu sesión de hoy?
—Siempre —respondo con una sonrisa desafiante.
Liam y Axel están allí también, observándome con interés, pero no me distraigo. **No tengo tiempo para juegos.**
Caleb se lanza contra mí sin previo aviso, pero lo veo venir. **Mi velocidad es superior a la de cualquier lobo de la manada.** Esquivo su golpe con facilidad, girando sobre mi eje y golpeando su costado con una patada rápida.
—¡Maldita sea, Selene! —gruñe él cuando cae de rodillas—. ¿De verdad entrenas para matar?
—Entreno para ganar —le respondo, extendiéndole una mano para que se levante.
Varios guerreros observan el combate con asombro. No todos los Alfas entrenan con su manada, pero yo lo hago porque **nadie debería ser más fuerte que su líder.**
—¿Alguien más quiere intentarlo? —reto, mirando a los presentes.
Axel da un paso adelante con una sonrisa.
—Siempre es un placer pelear contigo.
Esta vez, la batalla dura más. Axel es rápido, y me obliga a usar algo más que fuerza bruta. **Mi poder.**
Cuando intenta atraparme en un derribo, canalizo mi energía interna y lo empujo con un estallido de fuerza invisible. **No todos los lobos pueden hacer esto.** Es algo que heredé de mi padre: la capacidad de manipular la energía a mi alrededor.
Axel aterriza varios metros atrás, sorprendido.
—¿Desde cuándo puedes hacer eso sin cambiar de forma?
Le doy una sonrisa peligrosa.
—Desde siempre. Solo que ahora lo controlo mejor.
Los murmullos entre los guerreros aumentan. **Saben que soy más fuerte que cualquiera de ellos.** Y eso me hace sentir más segura en mi liderazgo.
### **El Deber de una Líder**
Después del entrenamiento, me dirijo a la sala de reuniones de la manada. Las decisiones no esperan.
—Las fronteras del sur han tenido movimiento inusual —dice Liam, con el ceño fruncido—. Los exploradores han detectado presencias desconocidas.
—¿Otra manada? —pregunto, apoyando los codos sobre la mesa.
—Es posible —responde Axel—. Pero lo extraño es que se mueven con demasiada cautela. No han intentado cruzar ni han hecho contacto.
Frunzo el ceño. **Si fuera una manada vecina, ya habrían enviado un emisario.**
—Quiero patrullas extras esta noche. Quiero informes detallados. No me gusta que alguien esté merodeando cerca de nuestro territorio sin anunciarse.
—Hecho —dice Liam.
La reunión se alarga con más discusiones sobre suministros, entrenamientos y relaciones con otras manadas. **Cada decisión que tomo afecta a todos.**
Cuando finalmente salgo al balcón de la casa principal, la luna está alta en el cielo. Respiro profundamente.
**Ser Alfa es un peso enorme… pero no es un peso que esté dispuesta a soltar.**
Lo que no sé es que el destino tiene otros planes para mí.