Ethan caminaba por las bulliciosas calles de Z-City con la mente hecha un lío. La luz del sol brillaba en su rostro, pero ni siquiera eso lograba calmar el caos que sentía en su interior. No estaba soñando, no era una broma. Estaba en un mundo completamente diferente, uno en el que los héroes y los monstruos dominaban las historias de todos los días.
Mientras avanzaba entre la multitud, la gente pasaba a su lado sin prestarle mucha atención. Parecían acostumbrados a ver tipos como él por la ciudad. Sin embargo, Ethan sentía que no encajaba. No solo por ser un recién llegado, sino por la sensación extraña que tenía al estar aquí, como si el destino le hubiera dado un papel que aún no entendía.
El sistema que lo acompañaba se activó otra vez, como si tuviera vida propia.
"Misión secundaria: Encuentra tu clase de héroe y regístrate en la Asociación de Héroes."
Vale, pensó, supongo que tengo que hacer esto si quiero saber qué está pasando. Así que, sin mucha opción, Ethan se dirigió hacia el edificio de la Asociación de Héroes. La estructura era alta, moderna, y claramente muy diferente de todo lo que había visto en su mundo anterior. Las paredes de cristal reflejaban la luz del sol, dándole un aire de imponencia.
Al entrar, lo primero que notó fue el bullicio. Héroes de todo tipo, desde novatos hasta veteranos, se alineaban para registrarse o recibir misiones. Algunos lucían serios, otros despreocupados, pero todos parecían tener algo en común: sabían exactamente lo que hacían.
Ethan no estaba tan seguro de lo que hacía, pero decidió que no podía quedarse sin hacer nada. Se acercó a la recepción, donde una mujer de cabello corto y gafas oscuras lo miró con algo de desinterés.
— ¿Nuevo en la ciudad? — le preguntó sin mirarlo demasiado.
— Pues... sí — respondió, algo incómodo. No sabía cómo explicar que no solo era nuevo en la ciudad, sino que ni siquiera era del mismo mundo. Pero no quería parecer un loco, así que optó por algo más sencillo. — Vine a... registrarme.
La mujer levantó una ceja, claramente sorprendida por lo directo de su respuesta. Luego, sonrió ligeramente y le señaló una mesa cercana.
— Ve a allá, el registro está en ese lugar. Pero, ten cuidado, no todos los héroes son bienvenidos aquí tan fácilmente. — A pesar de la advertencia, Ethan vio que la mujer lo observaba con una mezcla de curiosidad y escepticismo.
Decidido a seguir adelante, Ethan caminó hacia la mesa y se acercó a un hombre corpulento, de cabello largo y una barba tupida. El tipo lo miró de arriba abajo con una ligera sonrisa.
— ¿Nuevo, eh? ¿Seguro que quieres hacerlo? Aquí las cosas no son tan fáciles como parecen. — dijo, casi como si intentara advertirle.
— Claro — respondió, con una sonrisa forzada, pero decidida. — No tengo mucho que perder, ¿verdad?
El hombre asintió lentamente y le entregó un formulario. Ethan lo completó rápidamente, algo extraño lo impulsaba a hacerlo con confianza, como si algo dentro de él ya supiera qué hacer. Al terminar, el hombre revisó el formulario y luego le entregó una tarjeta.
— Ya estás registrado, "Ethan Chen". Ahora solo falta que te asignen una clase de héroe. — dijo el hombre sin mostrar mucho entusiasmo. — Pero ten en cuenta, no todos consiguen una clase S o A al principio. No todos tienen el potencial para ser grandes héroes.
Ethan tomó la tarjeta, que tenía un chip pequeño y brillante en el centro, e inclinó la cabeza en señal de agradecimiento.
— Gracias, supongo. — dijo mientras se giraba para irse, pero antes de hacerlo, el hombre lo llamó.
— Ah, y una cosa más. Si de verdad piensas quedarte, te sugiero que entrenes y te prepares para lo que viene. Este mundo es más peligroso de lo que parece.
Con una ligera sonrisa, Ethan asintió y salió del edificio. Ahora solo tenía que averiguar qué significaba todo esto. Había sido registrado, pero eso solo era el principio.