El sol ya había desaparecido completamente, y la oscuridad envolvía las calles de Z-City con una calma inquietante. El aire estaba fresco, y las luces de los edificios iluminaban la ciudad, pero para Ethan, todo parecía irrelevante en ese momento. Sus pasos resonaban en las calles vacías, mientras pensaba en la misión que tenía entre manos.
Había derrotado al Xyphus, pero no se sentía como si hubiera alcanzado un gran logro. Al contrario, la victoria le dejaba una sensación de vacío. Sabía que no era suficiente, que aún quedaba mucho por hacer, y que las amenazas del mundo solo se volvían más grandes conforme avanzaba. Sin embargo, la realidad era que, por más que luchara y ganara batallas, no podía dejar de preguntarse: ¿Hasta cuándo durará esto? ¿Qué le esperaba al final de esta cadena interminable de misiones y desafíos?
Con cada monstruo que derrotaba, sentía que algo dentro de él cambiaba. No solo en términos de fuerza o habilidades, sino algo más profundo, algo que aún no lograba comprender. El sistema, con su frialdad, no ayudaba a responder esas dudas. A veces, se preguntaba si estaba perdiendo parte de sí mismo en el proceso, si la lucha constante contra monstruos y la búsqueda de poder lo estaban transformando en alguien que no reconocería al final.
Se detuvo frente a una cafetería que aún tenía las luces encendidas. La imagen del lugar, tan común, tan cotidiana, le pareció extraña en medio de todo lo que estaba viviendo. Era un recordatorio de lo que había perdido al llegar a este mundo. Las pequeñas cosas que antes daban sentido a su vida parecían tan lejanas ahora, como si fueran recuerdos de otra persona. Y, sin embargo, no podía deshacerse de la sensación de que ese lugar, como la ciudad misma, seguía siendo parte de su vida de alguna manera.
"Monstruo detectado. Distancia: 300 metros. Clasificación: Rango B."
El dispositivo en su mano vibró, sacándolo de sus pensamientos. El siguiente monstruo estaba cerca, y la misión debía continuar. Ethan suspiró, guardando el dispositivo en su bolsillo. Sabía que debía mantenerse enfocado. No podía darse el lujo de distraerse ahora. La misión estaba lejos de ser fácil, y no sería la última vez que enfrentaría algo peligroso.
Sin perder tiempo, comenzó a caminar hacia el punto indicado en el mapa. La zona industrial se encontraba en las afueras de la ciudad, lejos del bullicio y el ruido, donde la oscuridad se volvía más espesa. El área parecía desierta, pero Ethan sabía que las apariencias podían ser engañosas.
El dispositivo vibró nuevamente, indicando que se encontraba a menos de cien metros del objetivo. La señal de un monstruo más fuerte lo hacía sentir una ligera presión en el pecho, pero no podía permitirse mostrar debilidad. La zona era peligrosa, y él sabía que no podía subestimarla.
Al llegar al borde de la zona marcada, Ethan se agachó y avanzó entre los escombros de lo que había sido una fábrica. La estructura de concreto estaba semiderruida, y los restos de maquinaria oxidada y abandonada le daban al lugar un aire fantasmagórico. La luz de las farolas distantes apenas llegaba hasta aquí, dejando todo sumido en sombras densas.
"Monstruo detectado. Distancia: 50 metros. Clasificación: Rango B. Nombre: Valkor, bestia alada. Habilidad especial: Supresión de energía."
La información en la pantalla fue breve, pero suficiente para que Ethan comprendiera que este monstruo era diferente a los anteriores. No solo era más grande y más fuerte, sino que poseía una habilidad peligrosa: la capacidad de suprimir la energía de su alrededor. Eso significaba que las habilidades de Ethan, esas que había adquirido a través del sistema, serían mucho menos efectivas en combate cercano. La batalla sería mucho más complicada de lo que había anticipado.
La tensión creció a medida que avanzaba, con los sentidos alerta. Cualquier ruido podía ser una señal de que el monstruo estaba cerca, preparado para emboscarlo. De repente, escuchó un sonido suave, casi como un susurro en el viento. Al volverse, vio una sombra alargada deslizándose por el aire. Era el Valkor, una bestia alada de aspecto grotesco, con alas membranosas como las de un murciélago y garras tan grandes que podían desgarrar el acero.
Sin pensarlo, Ethan activó su habilidad [Reflejos Mejorados], aumentando su velocidad y agilidad. Apenas un segundo después, la bestia se lanzó hacia él, un rugido atronador resonando en sus oídos. Ethan saltó hacia un lado, esquivando el ataque por poco, y se preparó para contraatacar.
"Evade y busca una oportunidad para atacar. No pierdas el control."
Las palabras del sistema, siempre funcionales, resonaron en su mente. Mientras la bestia volaba en círculos, buscando la mejor manera de atraparlo, Ethan aprovechó para observarla detenidamente. Valkor no era solo un monstruo de fuerza bruta; su vuelo le daba una ventaja estratégica considerable. Además, la habilidad de suprimir la energía significaba que cualquier ataque directo sería mucho menos efectivo, como si la atmósfera misma estuviera en su contra.
El monstruo giró en el aire, lanzándose nuevamente hacia él. Esta vez, Ethan no esquivó. En lugar de eso, se lanzó hacia el suelo, utilizando su agilidad para evitar el ataque directo. El Valkor pasó por encima de él, pero no se detuvo. Sus garras rasgaron el aire a su alrededor, buscando a su presa.
Ethan se levantó rápidamente, analizando la situación. El sistema le había dado la clave: atacar con precisión, no con fuerza bruta. Si intentaba pelear a su nivel, la batalla sería mucho más difícil. Necesitaba aprovechar cada oportunidad, cada debilidad.
La bestia se detuvo brevemente en el aire, observándolo con sus ojos brillantes. En ese momento, Ethan vio su oportunidad. Con un movimiento rápido, activó [Fuerza Bruta], lo que le dio un impulso increíble de velocidad y poder. Se lanzó hacia adelante, deslizándose por el suelo con una velocidad impresionante. Con un giro, clavó su daga en uno de los puntos débiles del Valkor, justo donde sus alas se unían a su espalda.
El monstruo soltó un grito agudo de dolor y comenzó a caer hacia el suelo, pero aún no estaba derrotado. Con un último esfuerzo, intentó usar su habilidad de suprimir la energía, pero Ethan ya había anticipado su movimiento. La daga se hundió más profundamente, y con un giro final, cortó lo suficiente para paralizar al Valkor.
"Monstruo eliminado. 2/5 completado."
Ethan se quedó de pie, respirando con dificultad. La batalla había sido más dura que las anteriores, pero el resultado era el mismo. Sin embargo, algo en su interior no se sentía tan seguro como antes. Las victorias se acumulaban, sí, pero cada vez el costo parecía más alto. Cada combate lo llevaba más cerca de algo que no podía identificar, una sensación de vacío que no desaparecía.
Con una mirada hacia el horizonte, donde las luces de la ciudad parpadeaban en la distancia, se dio cuenta de que aún quedaba mucho por hacer. La misión no había terminado, y más monstruos lo esperaban. Sin embargo, algo dentro de él le decía que este viaje lo cambiaría de formas que aún no comprendía.
Era solo cuestión de tiempo.