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Chapter 7 - El Ángel se apodera de mi cuerpo parte 2

Alex se alejó un poco, y yo noté cómo él bajaba una de sus manos hasta el cierre de mi falda. Con rapidez bajó el cierre, haciendo que la falda cayera al suelo, dejándome en ropa interior. Alex se babeaba al verme así, con ese conjunto que lleva ese día: el sostén era negro con bordes rojos y la tanga roja estampada con rosas negras. En ella se notaba lo húmeda que estaba por este encuentro.Alex se acerca a mí, poniendo sus manos en mis piernas y las fue subiendo hasta llegar a mi cintura, haciendo que sintiera una descarga de electricidad recorrer todo mi cuerpo. En ese momento, él me gira, de modo que mi trasero quede a la vista. Siento cómo sus dos manos se apoderan de mis nalgas y de cómo pasa un dedo por debajo de la tela de la tanga que divide a las dos, haciendo que se ajustara en mi zona íntima. haciendo que me estremeciera más cuando él me da una nalgada, provocando que escape un leve gemido de mis labios.Al terminar de darme unas cuantas nalgadas, Alex coloca sus manos en mi cintura, empujándome un poco hacia atrás, haciendo que me apoyara mis manos en el escritorio. En esa posición, él tiene la mejor vista de mi trasero. En ese momento, él hace mi calzón de lado y me estremezco de nuevo al sentir sus dedos en mi zona íntima, mordiendo mi labio inferior para ahogar mis gemidos. Después siento el peso de su miembro entre mis nalgas, restregándose contra ellas varias veces.Ya estaba deseando sentirlo dentro de mí; era la primera vez que lo haría con alguien que no fuera mi esposo. Pero, no importaba. Quería disfrutar de lo que estaba viviendo con este chico que me traía loca desde el beso.Me recuesto más en el escritorio, dejando que mi pecho se posará sobre la superficie del escritorio, y abrí más mis piernas para que él supiera que estaba lista porque quería ser suya por esta vez. De Inmediato el con su mano llevó su miembro hasta mi intimidad en empezó restregándose contra mi vagina y a mi humedad, le facilitó la penetración. Aunque su tamaño era más pequeño que el de mi esposo, era más grueso que el de Marcos, lo que hacía que, al tenerlo dentro de mí, me estremeciera aún más.Alex lo introdujo lentamente, provocándome que gemir más fuerte conforme iba entrando mi interior cuando ya la tenía dentro de mi . Él comenzó a sacarlo y meterlo, demasiado rápido y el roce de su miembro contra mis paredes íntimas me causaba algo de dolor. Al final, lo retiró por completo, pero en un impulso, lo metió de golpe, provocando un sonoro gemido mezclado de excitación y dolor. La intensidad de la penetración me llevaba al borde de las lágrimas, pero al mismo tiempo, eso me excitaba aún más porque este chico me estaba dominado.El choque de nuestros cuerpos se escuchaba en todo el estudio, mezclados con nuestros gemidos. Sentía todo mi cuerpo empapado en sudor mientras intentaba poner mi mano en su pecho, ya que con este ritmo, el chico podría llegar al límite muy rápido. Al poner mi mano en su pecho, él bajó la velocidad de la penetración. y así podía descansar un poco del dolor que sentía, y comenzar a disfrutar este encuentro con él la excitación que me provocaba. Al sentir cómo su grueso miembro llenaba toda mi vagina, haciéndome que me pegara aún más al escritorio, apretando mi pecho contra él escritorio y abriendo un poco más las piernas.Llevé mis manos a mis nalgas, separándolas un poco para facilitar la penetración. Los roces de su cuerpo y el mío eran cada vez más intensos. Ya no sentía aquel dolor de antes; la penetración se había vuelto mucho más placentera. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que estaba cerca de alcanzar el clímax y un murmullo escapó de sus labios, ya no aguantaba más. Entonces, siento que su miembro empieza a palpitar dentro de mi , y de repente, lo siento llenando mi ser con su esperma caliente.Cuando él se retira, una parte de su fluido baja por mis piernas. Me acomodo en el escritorio mientras él se aleja hacia el sofá, con la respiración aún agitada y algo cansado. No les miento que me decepcione un poco por adverse se viniera tan rápido; ya que los nervios le ganaron a Alex dejándome demasiada excitada.Él me miró, y sentí una ola de frustración porque aún no había llegado a mi clímax. Llevé un dedo a mi intimidad y recogí una parte de los fluidos de ambos, disfrutando el sabor que hacía al mezclarse los del con los míos, mientras lo miraba. Me acerqué a él y, con un movimiento decidido, me quité la tanga, dejándola en el suelo, llegando a la mesita que está junto al sofá. Me puse en cuatro y gateó hasta llegar a él, abriendo un poco sus piernas con mis manos.Su miembro había perdido la erección y había restos de su esperma en el grade de su herramienta de carne . Sin quitarle la vista, pasé mi lengua, recogiendo el resto de su semen y disfrutando su sabor. Con mi mano, lo empecé masturbar suavemente para que su miembro recuperara el tamaño adecuado. Lo miré de nuevo a los ojos y le dije:—Es hora de que pagues por haberme calentado, Alex.Al decirle esto, su miembro creció aún más en mi mano.—¿Cómo debo pagarte, querida Ana? —preguntó él.—Hoy serás mi potro; te voy a cabalgar como nadie te lo ha hecho —respondí, sonriendo.Me levanté del suelo hasta que nuestros labios se encontraron de nuevo en un beso lleno de lujuria. Sus manos se posaron en mi espalda, quitándome el sostén. Al separarnos, mi pecho ya estaba completamente desnudo ante él. Yo me senté encima de él mientras él acariciaba mis pechos. Con una mano, dirigí su miembro hacia mi intimidad, y lo fui introduciendo lentamente. Su esperma, mezclado con mi humedad, funcionó como lubricante. Sentí una punzada de dolor al meteoro de golpe haciendo un leve gemido de dolor , pero luego me quedé quieta para acostumbrarme ya que esta vez su miembro estaba más grueso que antes mientras él comenzaba a acariciar con su lengua mi pezón, haciéndome que me excitara mas de lo que estaba.Empecé a moverme arriba y abajo, con ritmo lento y luego aumentando el ritmo. Necesitaba ver las expresiones que él hacía. Junté mi rostro con el suyo, y sin dejar de moverme, nos besamos de nuevo. Nuestras lenguas se entrelazaron mientras yo aceleraba el ritmo de la penetración. El choque de mis nalgas contra sus piernas se escuchaba claramente en todo estudio, y los gemidos de ambos se perdían en el beso. En esta posición yo era la que dominaba, subía lento y baja de golpe haciendo que Alex se excitara más pegara subes gruñidos.Dejamos de besarnos un momento y él presionó su rostro contra mis pechos, empezando a chupar con intensidad haciéndome gemir sonoramente. En ese momento subí el ritmo de la cabalgada que le estaba dando el sofá estaba que se dañaba por intensidad; sentía que en poco tiempo tendría mi primer orgasmo. Me acerqué a su oído y le murmuré que ya me venía, y él respondió con deseo que también. Fue un momento mágico, y en ese instante, los dos llegamos al mismo tiempo al orgasmo. Quedé encima de él, descansando mi rostro en su hombro, sintiendo nuestras respiraciones agitadas.Sentí cómo su miembro salía de mí mientras él seguía acariciando mi espalda con sus dedos. Al levantar la vista, vi que un taxi paraba en la entrada de mi casa. Observé cómo mi suegra bajaba del vehículo y murmuré con voz grave:—Mierda, mi suegra acaba de llegarMe paro de inmediato, recojo la ropa que estaba en el suelo y me la pongo. Alex hace lo mismo. Ya con mi ropa puesta, me percaté de que en el sofá estaba mi sostén, así que lo tapé con un cojín. Mi rostro pasó fatigación a preocupación. Le indico a Alex que ponga unos libros sobre la mesa mientras organiza mi pelo y recojo las cosas que se cayeron del escritorio murmure " porque tenias que llegar tan pronto suegra cuando mejor la estaba pasado"En ese momento, mi suegra entra a la casa y se dirige al estudio, sin notar nada extraño. A ella no le gustaba que Alex estuviera en casa. La miro y, al ver mi tanga en el suelo, me paro de inmediato, piso la tanga con el pie y la tiró debajo del sofá. Le indico a Alex que ya es hora de irse. Él se despidió de mí, y yo no quería que mi suegra se diera cuenta de lo que había pasado, especialmente porque el sofá tenía rastros de lo que ocurrió entre él y yo.Salgo de mi estudio para que ella no entrara no se diera cuenta de lo que en verdad paso , al caminar sentía como baja por mis piernas los fluidos de Alex. Mi suegra nota que estoy demasiado nerviosa.—¿Te pasa algo, Ana? Te veo un poco preocupada. —pregunta mi suegra.—No, nada, suegra. Solo que me estresa mucho este proyecto de la universidad. —respondo.—Bueno, Ana, ¿y mi hijo sabe que este chico estaba aquí? —continúa ella.—Yo llamé a Marcos, que venía a la casa para seguir con el proyecto. —le digo.Mi suegra se va a su cuarto y yo me dirijo a la cocina, tomo un vaso de agua. En ningún momento siento arrepentimiento por haberle sido infiel a mi esposo con alguien más joven que yo. Vuelvo a mi estudio, limpio para eliminar las pruebas de lo que pasó en este lugar. Llevo mi sostén y mi tanga al cuarto de lavado y me doy un baño para eliminar cualquier rastro de mi primera infidelidad a mis 40 años.Después de darme el baño, me pongo ropa cómoda para estar en casa. Un rato después llegan mis hijos y mi esposo; cada uno los saludo de beso a mi esposo y sus besos no los siento como antes que en encantaban como el me besaba ya no me satisfacen sus beso. Cuando llega la hora de dormir, me quedo un rato en mi estudio, revisando los gastos de la casa. Al cerrar los ojos, recuerdo todo lo que pasó hoy en este lugar haciendo que me excitara.Voy a mi cuarto y mi esposo ya está durmiendo. Me pongo mi pijama y me acuesto a su lado. De repente, suena mi celular y veo que es un mensaje de Alex. Mi corazón late más rápido respondiendo su mensaje, que dice: "Me encantó lo que pasó hoy en tu casa."—A mí también me encantó lo que pasó entre los dos. —respondo.Entonces él responde:—¿Te arrepientes de lo que pasó entre nosotros, Ana?—Te digo la verdad, no me arrepiento de haber hecho el amor contigo. Ni siento arrepentimiento por haberle sido infiel a mi esposo, pero esto debe ser un secreto entre nosotros. —le digo.—Tranquila, nadie va a saber lo que pasó entre tú y yo. Me llevaré este secreto hasta la tumba . Me gustaría repetirlo de nuevo. —responde Alex.—Me encantó, pero casi nos pilla mi suegra. No sé si habrá otra ocasión. Esta puede ser la primera y última vez, porque si mi suegra nos hubiera pillado, sería un escándalo para mi familia. Y no quiero destruir esta familia, tengo que cuidarla, ¿entiendes, Alex? —le explico.—Entiendo . Jamás olvidaré lo que pasó entre nosotros. —dice Alex.—Yo tampoco lo haré, Alex, ¿con cuántas mujeres has estado? —pregunto.—Con una ex novia, y tú eres la segunda con la que he estado en mi vida. —contesta.Con la confesión de Alex de que yo era su segunda mujer con la que había tenido relaciones sexuales, me doy cuenta de por que él se avía comportaba como un novato. No se hasta que horas me quedé chateado con él.Después de lo ocurrido, los días pasaron y la relación entre nosotros seguía igual, como si no hubiera pasado nada entre los dos. Por lo sucedido no pudimos avanzar mucho en el proyecto. Le prestamos a la maestra lo que llevamos en el momento, y ella nos corrigió algunos detalles. Mientras yo explicaba el proyecto, sentía que Alex me desnuda con la mirada.Ese día, después de las clases, decidí desviarme por otro camino que normalmente tomaba para llevar a Axel a su barrio. Nos detuvimos en un parque cerca de allí y salimos con la excusa de tomar un helado juntos. Solo era para preguntarle algo; sentía que él tenía que decirme algo en estos días, pero no tenía valor. ¿Sería que se arrepentía de haberse acostado conmigo?