Puedo escuchar los crujidos de las ramas, los animales se alejan por mi presencia. Pueden sentir que soy peligrosa para ellos, no quieren correr el riesgo que yo vaya a lastimarlos. No me gusta el maltrato animal, son creaturas inocentes y merecen ser tratadas con respeto. A diferencia de los animales místicos, estos no son objetivos de cacería.
La última vez que estuve caminando por estas tierras, no había tantos árboles, estos años sí que pasan rápido, no me imagino cuanto cantidades se expandieron hasta llegar a esa aldea.
Estos bosques o tierras del este no se encuentran muchas bestias de maná, tampoco hay muchos depredadores. Ni siquiera hay goblins que intentan cazar comida, no podrán conmigo aunque intentarán en atacarme.
El sonido del río hace canción para mis oídos, el agua es uno de mis elementos favoritos del mundo. El agua es muy saludable para cualquiera, es un sabor refrescante, uno necesitaría refrescarse si estuviera cansado por algún ejercicio o corrida que dió para alcanzar un propósito.
Cuando iba a cruzar un puente de piedra que apareció a mi vista, oigo pasos de un caballo a mis espaldas. Mirando de reojo desde mi hombro, el sujeto que vino detrás bajo de su caballo, mientras le ofrecía una manzana como recompensa.
Su túnica verde fuerte se han manchado por la tierra, su cabello castaño está desordenado por la velocidad que debió pasar con su caballo. Un hombre viejo como él sigue fuerte para viajar por su cuenta.
—Por fin te alcanzo, Elenoir. —habla con su voz gruesa.
—¿Qué necesitas, Jack? —preguntó con una entonada frustrada por su repentina llegada—. ¿Acaso sucedió algo en la capital?
—La capital Arlong sigue bien, no habido ningún ataque de nuestros enemigos. —confirma en un suspiro de alivio, la capital ha estado sucediendo cosas extrañas, no lo culpo por su preocupación.
—Entonces, ¿qué haces aquí? —poniéndome una mano en mi cintura, ladeó mi cabeza curiosa.
—Sigo desaprobado esa idea, no me parece bien involucrar un
—Lo siento, no puedo perder tiempo con tus quejas, Jack. Sube tu caballo y regresa adonde has venido —dando la vuelta, ordenó fríamente y no deseando oír sus palabras—. Es mi misión, no el tuyo.
—¡¿Por qué tanta importancia?! Somos hechiceros, protegemos a tantos inocentes, no entiendo porque involucrar a un Necmogi en nuestro problema. ¡¿Qué tiene especial?!
Puedo entender sus palabras, Jack es un hombre que no le gusta meter vidas pobres en ésto. Como me gustaría explicarle todo, pero no es el momento correcto para explicar.
—Escucha bien idiota, el señor Warren esperaba este día más que nadie, no puedes cuestionar sus planes. Necesitas tener fe que las cosas cambiaran para nosotros, así que permanece calmado y vuelve a tu posición.
—¿… Porqué es tan valioso? —curioso pregunta por su importancia.
—Ya los verás, Jack —esbozo una sonrisa confiada—. Cuando lo conozca en persona, todo cambiará en tus comentarios. Hasta pronto.
Sigue dudando de mis palabras, me conoce que no voy a dar la vuelta y regresar con los míos. Este viaje ha sido largo, no puedo volver y repetir todo la caminata por nada. Hemos estado preparado para que llegara esté día.
Retomando mi viaje, me encuentro preparada por cualquier cosa que sucederá en el camino. Seguramente habrá tantas preguntas, estaré lista cuando llegue ese momento.
Será un nuevo inicio.
Mi querido amigo Warren estará muy contento, espero con ansías su reacción cuando regrese. Pero primero, buscar mi objetivo y volver a casa con él.