Chereads / Desideriis: "El Último Sacrificio" / Chapter 16 - Capitulo 16: El Castillo Parte 1

Chapter 16 - Capitulo 16: El Castillo Parte 1

Al entrar en el castillo, Dextera Dei y Atlok se encontraron rodeados de un entorno gótico, un lugar donde el tiempo parecía haberse detenido. Los techos abovedados y las columnas de piedra oscura sostenían una estructura que, a pesar de estar en penumbra, se mantenía sorprendentemente limpia, como si algo o alguien estuviera cuidando el lugar. La escasa luz que se filtraba a través de las estrechas ventanas daba al entorno una atmósfera inquietante.Sin dudarlo, Dextera Dei envainó su espadón, que rápidamente se transformó de nuevo en la Cruz Carmesí, volviendo a su forma original. Colocada en el centro de su espalda, la cruz comenzó a emitir una potente luz que iluminaba cada rincón del lugar, disipando las sombras cercanas y dejando ver más claramente el entorno sombrío.Mientras avanzaba, Dextera no mostraba temor ni vacilación. Abría puertas con brusquedad, golpeándolas contra las paredes con fuerza, mientras el eco resonaba por los pasillos del castillo. Cada movimiento suyo era decisivo y agresivo, como si no tuviera interés en la cautela.—¿No podrías ser un poco más cauteloso? —se quejó Atlok con su voz reptante, el desagrado evidente en su tono—. No sabes qué podría estar acechando en estos pasillos. Un poco de sigilo no te haría mal.Dextera Dei detuvo su marcha por un momento, giró la cabeza apenas lo suficiente para que la voz de Atlok retumbara en su mente, y respondió con voz firme y dominante:—Soy el Heraldo de la Venganza, un ser sin límites ni fronteras. No temo lo que este lugar pueda esconder.La respuesta fue suficiente para silenciar momentáneamente a Atlok, aunque su presencia siempre se hacía sentir, burbujeando con sarcasmo y desprecio. Dextera continuó avanzando, imparable, con cada paso resonando en los pasillos de piedra.Al abrir una puerta más grande que las anteriores, lo que encontraron fue perturbador. Dentro, un cuarto macabro se desplegaba ante ellos. En el centro, un altar de piedra manchado con sangre seca, rodeado por símbolos antiguos tallados en el suelo y las paredes. Sobre el altar, lo que parecían restos de sacrificios humanos, desgarrados y esparcidos grotescamente, formaban un cuadro blasfemo que era casi insoportable de ver. Los cuerpos mutilados y desfigurados parecían haber sido ofrecidos a alguna deidad oscura.Dextera no mostró emoción alguna, pero el hedor y la imagen eran tan intensos que incluso Atlok, acostumbrado a las atrocidades, se mostró inquieto.—Esto es... grotesco, incluso para mis estándares —murmuró Atlok—. Alguien aquí no tiene buen gusto. ¿Qué clase de abominación puede hacer algo así?Sin responder, Dextera continuó su exploración, abriendo más puertas y descubriendo más escenas horribles. Cada sala contenía altares diferentes, algunos con figuras humanoides desfiguradas que parecían estar en posiciones de adoración o agonía. Otros tenían objetos rituales imbuidos de una energía oscura y repugnante, como si cada centímetro de esos lugares hubiera sido profanado por antiguos y oscuros rituales.La atmósfera del castillo era cada vez más pesada, como si la misma estructura estuviera saturada de maldad. Atlok gruñía y murmuraba en voz baja mientras Dextera continuaba avanzando con una determinación inquebrantable.—Algo grande se oculta aquí, Dex. No son simples sacrificios, hay algo más. Puedo sentirlo... —Atlok se interrumpió, intrigado y expectante.Dextera sabía que no estaban solos. El castillo, con sus blasfemos altares y rituales antiguos, era solo la superficie de algo mucho más profundo y oscuro. Y pronto, lo que fuera que se escondía en la oscuridad, tendría que enfrentarse a él.El Heraldo de la Venganza estaba allí, y no tenía intención de marcharse sin descubrir al responsable de tan aberrante corrupción.