Chereads / Desideriis: "El Último Sacrificio" / Chapter 20 - Capitulo 20: EL Castillo Parte 5

Chapter 20 - Capitulo 20: EL Castillo Parte 5

Dextera Dei irrumpe en la habitación con una fuerza devastadora, su pie destroza la puerta, convirtiéndola en escombros que vuelan en todas direcciones. La oscuridad de la estancia lo envuelve como una manta espesa, pero él no vacila. Con un movimiento fluido, toma la cruz que lleva a su espalda y, en un destello de luz carmesí, la cruz comienza a desdoblarse, sus hojas emergiendo y extendiéndose hasta transformarse en el espadón colosal que porta con facilidad. El acero brillante emite un resplandor divino, irradiando un aura de poder puro mientras Dex sostiene el arma con firmeza.Sorprendido por su tamaño colosal de la habitación, casi como si todo un campo de batalla hubiera sido contenido dentro de esas paredes. Su mirada se fija de inmediato en el grupo de sectarios en el centro, criaturas desnutridas y deformes que parecen estar en el último aliento de vida, pero siguen murmurando con fervor insano. Un símbolo macabro está dibujado en el suelo, rodeado de velas rojas cuyas llamas parecen arder con una luz antinatural.El aire es pesado, y Dex puede sentir la maldad en cada rincón de la sala. Mientras observa, los sectarios completan su ritual con un último susurro, y en ese instante, sus cuerpos se desploman al suelo, despojados de toda vida. Sus almas, despojadas de sus cuerpos, son absorbidas hacia el centro del símbolo, donde una oscura energía comienza a tomar forma. Las velas arden con mayor intensidad, y el suelo bajo el símbolo se agrieta, como si algo monstruoso estuviera surgiendo desde las profundidades.Ante los ojos de Dex, una criatura se materializa. Un Masenshi, una abominación grotesca de carne putrefacta y extremidades desproporcionadas, toma forma. Su piel es viscosa, plagada de pústulas y heridas abiertas, y sus múltiples ojos, de diferentes tamaños y formas, parecen observar con un odio incomprensible. Su boca, que parece más una grieta en su rostro, se abre y cierra espasmódicamente, goteando una baba verdosa que se evapora al tocar el suelo.El Masenshi crece, retorciéndose y convulsionando mientras más partes de su cuerpo se forman. Unas garras enormes y afiladas emergen de sus brazos, y su cuerpo exuda un hedor nauseabundo que inunda la habitación. La criatura emite un gruñido bajo, un sonido gutural que resuena en las paredes, haciendo que las mismas piedras parezcan estremecerse.Las almas de los sectarios se han fusionado con la criatura, otorgándole un poder oscuro y caótico.El Masenshi lanza un rugido ensordecedor y, con una velocidad sorprendente para su tamaño, se abalanza sobre Dextera Dei, sus garras buscando despedazarlo. Dex, con una agilidad sobrehumana, esquiva el ataque en el último segundo, el viento cortante de las garras pasando peligrosamente cerca de su armadura. El suelo bajo ellos se agrieta con cada movimiento de la criatura.Atlok, desde el hombro de Dex, se ríe entre dientes. "Esta cosa es asquerosa... pero parece ser todo un desafío para ti, Dextera Dei. ¿Podrás con ella?"Sin responderle, Dextera Dei se lanza hacia el Masenshi, su espadón brillante cortando el aire. La hoja impacta contra el costado de la criatura, pero, aunque la herida es profunda, la piel del Masenshi parece regenerarse casi al instante. De su interior, un líquido viscoso y oscuro chorrea, pero la criatura no parece estar afectada."Esto va a ser más complicado de lo que pensaba," murmura Dextera Dei, ajustando su postura.El Masenshi se retuerce y lanza un nuevo ataque, esta vez golpeando con una de sus garras descomunales. Dex bloquea el ataque con su espadón, pero la fuerza de la criatura lo empuja hacia atrás, sus pies arrastrándose por el suelo mientras intenta mantener el equilibrio.Con un gruñido de furia, Dex decide cambiar de táctica. Canaliza el poder de la cruz a través de su espadón, y este comienza a brillar con una luz cegadora. Los ojos del Masenshi se centran en la espada, como si la luz misma lo debilitara, y aprovecha el momento para lanzarse hacia adelante, apuntando a uno de los ojos más grandes de la criatura.La hoja de su espadón perfora el ojo, y el Masenshi emite un chillido agudo que sacude la sala. El líquido viscoso brota de la herida, y la criatura se retuerce de dolor, pero Dex no se detiene. Aprovecha el momento de debilidad y comienza a lanzar una serie de cortes rápidos y precisos, buscando las partes más vulnerables del Masenshi.Cada vez que su espadón corta la carne pútrida, la criatura parece regenerarse, pero Dex sabe que la única manera de derrotarla es atacar sin descanso. Finalmente, al ver una abertura, Dextera Dei concentra todo su poder en un golpe final, elevando su espadón y apuntando al corazón del símbolo que la criatura lleva en su pecho, donde la energía oscura parece concentrarse.Con un grito de furia y determinación, Dextera Dei lanza su espadón hacia abajo, atravesando el símbolo. La luz divina de su espada penetra la oscuridad, y la criatura emite un último rugido de agonía antes de desmoronarse, su cuerpo grotesco desintegrándose en una nube de humo oscuro que es rápidamente consumido por el aire.La sala queda en silencio, el eco de la batalla aún resonando. Dextera Dei envaina su espadón, la cruz volviendo a su lugar en su espalda. Mientras Atlok abre su mandíbula y consume por completo los restos del Masenshi.Dextera Dei se queda en silencio por un momento después de escuchar el sonido grotesco de Atlok tragándose los restos del Masenshi. El hedor en la habitación sigue siendo intenso, pero se atenúa un poco a medida que la abominación desaparece por completo dentro de Atlok. El demonio en su hombro se relame, dejando escapar un suspiro de satisfacción.—"No está mal... tenía un toque de desesperación, con un leve sabor a desesperanza... aunque un poco seco," comenta Atlok con una risa baja y oscura.Dex no responde de inmediato. En lugar de eso, da media vuelta, sus botas resonando en el suelo frío y gélido mientras camina hacia la salida de la habitación. Sus ojos se dirigen hacia arriba, observando el techo alto y las escaleras que llevan al último piso. Aún podía sentir la corrupción en cada rincón de ese lugar.—"Un último piso," murmura con una determinación fría. "Vamos a descubrir quién es el dueño de este castillo tan pútrido."Mientras avanzan, la atmósfera se vuelve cada vez más pesada. El aire es denso, como si la misma maldad impregnara todo, y los murmullos y lamentos de las almas atrapadas en ese lugar parecen intensificarse con cada paso. El eco de sus pasos en las escaleras resuena como un tambor lúgubre, marcando el camino hacia lo desconocido.—"Cuando lo encontremos..." la voz de Atlok se vuelve más seria, casi solemne, "me dejas comérmelo."Dex se detiene por un momento en las escaleras, su casco ocultando cualquier rastro de emoción, pero sus manos apretando ligeramente la empuñadura de su espadón. Sin girarse, responde con frialdad:—"Veremos si merece algo peor que el infierno."Atlok suelta una risita malévola, satisfecho con la respuesta, mientras ambos continúan ascendiendo, un paso más cerca de desvelar los secretos oscuros de aquel castillo maldito. Cada peldaño los acerca a lo que podría ser una confrontación con algo aún más siniestro, algo que ha estado esperando la llegada de Dextera Dei.