Apenas Cthulhu ha sido derrotado, otra presencia oscura emerge de las sombras cósmicas: Tsathoggua, el Primigenio de la inmovilidad y la putrefacción, una criatura de pesadilla que habita las profundidades olvidadas del universo. En contraste con Cthulhu, Tsathoggua es más bestial, una masa informe de carne oscura, con ojos que parecen bullir en su superficie. Sus movimientos son lentos, pero el aura de maldad que emana es abrumadora.
Sin mediar advertencia, Tsathoggua se lanza hacia Dextera Dei, no con la velocidad de un guerrero, sino con la inevitable presión de una fuerza imparable. Su cuerpo gigante se retuerce en el aire, vomitando bocanadas de oscuridad y putrefacción que corrompen todo a su paso. Cada gota de ese líquido viscoso que cae de su forma crea agujeros en el tejido de la realidad, dejando vacíos donde antes había cielo y luz.Dextera Dei despliega sus alas de fuego carmesí y esquiva el primer embate, lanzando un tajo rápido con su espadón. Pero Tsathoggua, a pesar de su tamaño y masa, parece ser invulnerable a los ataques convencionales. La espada de Dextera atraviesa su carne, pero el Primigenio simplemente regenera lo que ha perdido, sus heridas cerrándose en cuestión de segundos.Con un rugido gutural, Tsathoggua extiende sus apéndices amorfos hacia Dextera, envolviéndolo en un intento de atraparlo. Su carne es pegajosa y corrosiva, y pronto el cuerpo de Dextera empieza a ser cubierto por una capa viscosa que quema su armadura divina. El Primigenio emite un sonido que parece ser una risa gorgoteante, saboreando lo que cree será una victoria fácil.Pero Dextera Dei, imbuido con el poder de Dios, no cede. A pesar de la presión aplastante de la monstruosa masa, comienza a concentrar toda su energía en un solo punto. Sus alas de fuego brillan con más intensidad, y una explosión de poder celestial irrumpe desde su cuerpo, liberándolo de la trampa putrefacta de Tsathoggua.Dextera comprende que Tsathoggua no puede ser destruido por medios convencionales. Es una entidad que se nutre de la corrupción y la decadencia, una criatura cuyo poder proviene de la eternidad misma. En lugar de intentar cortarlo, Dextera opta por cambiar su táctica.Se lanza hacia las alturas, buscando un punto estratégico en el cielo mientras Tsathoggua lo sigue con lentitud, vomitando más de su corrupción. En lo alto, Dextera comienza a canalizar la energía divina de su espadón carmesí. La cruz que forma su arma comienza a brillar intensamente, atrayendo la luz celestial y condensándola en la hoja.Con un golpe devastador, Dextera Dei gira en el aire y lanza su espada hacia Tsathoggua, pero esta vez no busca cortar su carne, sino encadenar su esencia corrupta. La espada brilla con una luz tan intensa que atraviesa el cuerpo del Primigenio como una lanza de fuego divino. Al contacto, una reacción explosiva se desencadena, y la misma energía de Tsathoggua empieza a ser absorbida por la cruz de la espada.Tsathoggua se retuerce y aúlla mientras la luz divina lo consume desde dentro. Cada vez que intenta regenerarse, la luz celestial destruye más de su masa. Pronto, su cuerpo, antes imponente y abrumador, comienza a reducirse en tamaño, hasta que no queda más que un núcleo de pura oscuridad.