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Mi segunda oportunidad como dragona en otro mundo

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Synopsis
Tras una vida llena de dolor y arrepentimientos, una joven muere y se encuentra con una oportunidad inesperada: renacer como dragona en otro mundo. Ahora, con poderes que nunca imaginó tener, debe adaptarse a su nueva vida, enfrentarse a desafíos desconocidos y encontrar una razón para seguir adelante. ¿Logrará superar su oscuro pasado o se perderá en el caos de su nueva existencia?
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Chapter 1 - Mente Rota: Parte 1

Tan solo era una niña, pero el destino ya le había mostrado su cara más cruel. Regina nació en la Ciudad de México, un lugar vibrante y lleno de vida, pero también implacable para alguien como ella. Desde pequeña, Regina había aprendido que su mente jugaba en su contra. Su diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) no eran solo etiquetas; eran cadenas que la ataban a una lucha constante consigo misma.

A pesar de todo, Regina no era ajena a sus carencias. Sabía que había algo en ella que no funcionaba como debía. Intentaba, una y otra vez, salir de ese abismo interno, pero su propia mente le saboteaba cada paso. Los rostros enojados de los demás, las palabras hirientes que recibía a diario y la constante carencia de afecto real habían hecho mella en su alma. Sus padres decían amarla, pero su amor venía cargado de incomprensión y expectativas imposibles. Veían sus luchas como simples caprichos, como algo que podría superar con suficiente "fuerza de voluntad". Pero no ponían de su parte para ayudarla, ni siquiera en el ámbito médico. Para Regina, su hogar era una fuente constante de frustración y soledad.

Así pasó los primeros catorce años de su vida: perdida en un espiral de oscuridad, atrapada entre sus propios pensamientos y la indiferencia de quienes la rodeaban. Todo cambió el día que conoció a Gerardo.

Gerardo era un chico que también cargaba con sus propios problemas, aunque diferentes a los de Regina. Era alguien que aceptaba demasiado de los demás, incapaz de decir "no" por miedo a herir a quienes lo rodeaban. Este temor lo había vuelto empático, un rasgo que lo diferenciaba de la mayoría. Esa empatía fue lo que lo llevó a fijarse en Regina. Coincidieron en la escuela, y aunque al principio solo eran conocidos, pronto se dieron cuenta de que compartían varios intereses. Fue un encuentro casual, pero suficiente para plantar las semillas de algo más profundo.

Con el tiempo, Regina comenzó a abrirse con Gerardo. Por primera vez en su vida, encontró a alguien dispuesto a escuchar sus pesares sin juzgarla. Gerardo era un refugio, alguien en quien confiaba plenamente. Pero aunque él también compartía sus pensamientos con ella, rara vez lo hacía por completo. Siempre se guardaba una parte de sí mismo, una que nunca permitía que nadie viera.

Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses, y su relación se volvió cada vez más cercana. Para Regina, Gerardo era mucho más que un amigo; era su luz en medio de tanta oscuridad. Sin darse cuenta, empezó a enamorarse de él. Pero ese amor, aunque puro, era unilateral. Gerardo no sentía lo mismo. Para él, Regina era una amiga invaluable, alguien con quien podía hablar de todo, pero nada más.

Cuando cumplieron dieciséis años, Regina decidió confesarle sus sentimientos. Fue un acto de valentía, impulsado tanto por la esperanza como por el miedo. Gerardo la escuchó con paciencia y cuidado, pero su respuesta fue clara: "No puedo corresponderte de esa manera". No hubo rechazo cruel, ni palabras hirientes, solo una triste realidad que él intentó suavizar. Aceptó sus sentimientos, pero no podía ofrecerle más que su amistad.

Para Regina, aquello fue un golpe devastador. Aunque Gerardo seguía siendo amable con ella, su respuesta plantó una semilla de desesperanza en su corazón. La actitud de él, tan llena de calidez, le daba una esperanza ilusoria, una que solo la lastimaba más con el paso del tiempo. El espiral de oscuridad en el que había estado atrapada no hizo más que profundizarse.

Regina seguía adelante, pero cada día era más difícil. Su mundo se desmoronaba, y aunque Gerardo intentaba estar allí para ella, no podía llenar el vacío que había en su interior. En el fondo, Regina sabía que algo dentro de ella estaba cambiando, rompiéndose poco a poco, mientras su vida se deslizaba hacia un destino incierto.