El cielo se oscureció repentinamente, cubriéndose de nubes cargadas de electricidad. Thor, con su imponente figura y Mjolnir en mano, se presentó ante Sholan en el centro de un vasto campo de entrenamiento en Asgard. Su armadura brillaba bajo los destellos de los relámpagos, y su expresión era seria pero cargada de respeto.
—Sholan, hijo de Midgard —tronó la voz de Thor, resonando como un trueno lejano—. He oído hablar de tus progresos, pero un verdadero guerrero demuestra su valía en el campo de batalla. ¿Estás preparado para enfrentarme?
Sholan tragó saliva, su corazón latiendo con fuerza. Sabía que no podía vencer al dios del trueno, pero esta batalla no era para ganar; era para demostrar cuánto había aprendido. Dio un paso adelante, su mirada firme mientras activaba los Ojos del Infinito.
—No puedo dejar pasar esta oportunidad, Thor. Aunque pierda, aprenderé más de lo que imaginas. ¡Estoy listo! —respondió Sholan con determinación.
Thor asintió, levantando a Mjolnir con una sonrisa de desafío.
—Que así sea.
Thor atacó primero, lanzándose hacia Sholan con Mjolnir en alto. El aire silbó con la velocidad del martillo, pero los Ojos del Infinito de Sholan iluminaron su visión, permitiéndole leer el movimiento. Rodó hacia un lado en el último instante, evitando el golpe que partió el suelo y levantó una nube de escombros.
Sholan contraatacó rápidamente, utilizando su agilidad para lanzarse hacia Thor. Golpeó con una ráfaga de puños rápidos, pero Thor bloqueó con facilidad, su cuerpo envuelto en un aura eléctrica.
—¡Tu velocidad es buena, pero necesitas más fuerza! —rugió Thor, contrarrestando con un empujón que envió a Sholan volando varios metros.
En el aire, Sholan estabilizó su cuerpo utilizando lo que había aprendido sobre el control del ki. Aterrizó con gracia, jadeando pero sin perder la concentración. Recordó las enseñanzas de Frigga y calmó su mente, permitiendo que su serenidad guiara su próximo movimiento.
Sholan cambió de táctica, adoptando un enfoque más táctico inspirado por Loki. Alzó una mano, proyectando una serie de ilusiones para confundir a Thor. Las imágenes lo rodearon, mostrándole múltiples versiones de Sholan atacando desde diferentes ángulos.
Thor, aunque impresionado, no se dejó engañar fácilmente. Giró sobre sí mismo, liberando una explosión de electricidad que disipó las ilusiones.
—¡Buen intento, muchacho, pero necesitarás más que trucos para derrotarme! —exclamó Thor.
Sholan, lejos de desanimarse, usó el caos creado por las ilusiones para acercarse sigilosamente. Saltó hacia Thor, lanzando una patada dirigida a Mjolnir. El impacto no desarmó al dios del trueno, pero logró desviar brevemente el martillo, abriendo una pequeña ventana para un ataque directo.
Concentrando su ki, Sholan golpeó con todas sus fuerzas el costado de Thor. Aunque el impacto apenas lo hizo tambalearse, fue suficiente para arrancarle una sonrisa al dios.
—Tienes coraje, pequeño guerrero.
A medida que la pelea continuaba, Sholan empezó a incorporar lo aprendido de Sif, adaptándose al estilo de lucha de Thor. Movía su cuerpo con fluidez, esquivando ataques y buscando oportunidades para contraatacar. Cada intercambio era más dinámico, con Sholan usando su ingenio y astucia para mantenerse en pie frente a un adversario mucho más fuerte.
Thor lanzó un rayo desde Mjolnir, pero Sholan lo anticipó gracias a los Ojos del Infinito. Saltó alto, utilizando el impulso para acercarse rápidamente. Al estar cara a cara, lanzó un ataque sorpresa con un pequeño truco aprendido de Loki: un polvo cegador que desorientó brevemente a Thor.
Aprovechando la oportunidad, Sholan aterrizó detrás de él y lanzó una onda de ki dirigida a sus piernas. Aunque no logró derribarlo, obligó a Thor a retroceder, mostrando que el joven guerrero no era alguien a subestimar.
Thor, ahora visiblemente impresionado, decidió intensificar la batalla. Levantó a Mjolnir hacia el cielo, llamando a un poderoso rayo que iluminó todo el campo.
—¡Basta de juegos! ¡Demuestra si puedes resistir el poder del trueno!
El rayo descendió hacia Sholan con una velocidad aterradora. Por un instante, todo pareció detenerse. Sholan, sabiendo que no podría esquivar a tiempo, concentró todo su ki en una barrera protectora.
El impacto fue devastador. La explosión sacudió el campo, levantando una nube de polvo que ocultó a ambos combatientes. Cuando el humo se disipó, Sholan seguía en pie, su barrera apenas resistiendo. Estaba exhausto, pero su mirada seguía siendo desafiante.
Thor sonrió, levantando nuevamente a Mjolnir.
—Eres más fuerte de lo que pensé, Sholan. Pero, ¿cuánto más puedes soportar?
Antes de que pudiera responder, Thor se lanzó hacia él con toda su fuerza, Mjolnir en alto. Sholan, decidido a no retroceder, concentró todo su ser para un último ataque.