Antes de que algo existiera, solo había La Nada . Sin embargo, esta Nada no era una vacuidad total; más bien, era un espacio vacío, potencial, esperando para ser lleno. Dentro de esta Nada, siempre existieron los Creadores , seres infinitos, que no nacerán ni morirán. Su existencia es eterna, sin comienzo ni fin. Estos Creadores no se limitan a un número finito ni a un concepto de tiempo; su presencia es omnipresente, su existencia infinita en todos los puntos del vacío.
La esencia misma de los Creadores está ligada a la creación. Su poder es tal que pueden moldear cualquier cosa a partir de la Nada, pero no lo hacen sin una razón profunda: su propósito es la creación en sí misma. Se alimentan de ideas infinitas, las cuales fluyen sin cesar a través de ellas. Pero, aún siendo seres perfectos, no poseen un fin o propósito personal; son impulsados solo por el deseo de crear, por la eterna expansión de sus propias ideas. Esta naturaleza es la que los lleva a crear una cantidad infinita de universos, cada uno más grandioso que el anterior, un universo tras otro en un ciclo interminable.
El poder de los Creadores no se limita solo a la materia y la forma; poseer un conocimiento infinito de todas las cosas, desde lo más pequeño hasta lo más grande, incluso aquellos eventos que nunca han ocurrido y aquellos que jamás ocurrirán. No necesito aprender porque ya lo saben todo; no ignoran nada, pues están en posesión de todo el conocimiento posible.