Al final, los Creadores siguen siendo los diseñadores de todo lo que existe. No buscan aprender ni cambiar, pues su naturaleza es perfecta. Sin embargo, su infinita creatividad y su ciclo eterno de creación aseguran que el flujo de ideas nunca termine. En su perfección, los Creadores han establecido un equilibrio que trasciende todo lo que existe. No aprenden ni olvidan, pero su arte es el ciclo que nunca cesa: la creación constante, la expansión infinita, y el eterno renacer de los universos, las almas, y todo lo que se desprende de ellos. Y aunque ellos son conscientes de todo lo que sucede, en su perfección no necesitan saber más; simplemente continúan creando, como siempre lo hicieron, y siempre lo harán