El polvo aún flotaba en el aire cuando Alex se desplomó de rodillas, dejando caer su bastón al suelo. Cada fibra de su ser estaba exhausta, pero una sensación de alivio comenzaba a abrirse paso a través del agotamiento. Había sobrevivido. Habían sobrevivido.Calla lo observó por un instante antes de extenderle una mano. Su rostro, habitualmente serio, mostraba una sombra de orgullo.—Levántate, Alex. Aún no hemos terminado aquí.Alex tomó su mano y se puso en pie con dificultad, tambaleándose ligeramente. Alrededor de ellos, los cuerpos de los Segadores estaban esparcidos por el suelo, algunos inconscientes y otros simplemente inmóviles. La energía que había invocado había dejado marcas en el piso de piedra, quemaduras en forma de runas que parecían seguir brillando con un resplandor tenue.Luthor se acercó, también jadeando. Su ropa estaba rasgada, y tenía un corte superficial en la mejilla, pero su expresión era de pura incredulidad.—¿Cómo hiciste eso? —preguntó, mirando a Alex con los ojos desorbitados. —Ese poder... nunca había visto algo igual.Alex abrió la boca para responder, pero se detuvo. ¿Cómo había hecho todo eso? Apenas entendía lo que había pasado. Había sentido las runas, las conexiones, pero era como tratar de recordar un sueño que se desvanecía rápidamente.—No lo sé —admitió, finalmente. —Fue como si... algo dentro de mí despertara.Calla entrecerró los ojos, analizándolo. Había algo en su mirada que indicaba que no estaba tan sorprendida como Luthor.—El Oráculo nos dará respuestas —dijo ella, volviendo a su tono habitual de mando. —Pero primero, tenemos que asegurarnos de que no quede ningún Segador en pie.Alex asintió, recogiendo su bastón. Ahora que la adrenalina comenzaba a desvanecerse, sentía cada dolor en su cuerpo, cada golpe y cada corte que había recibido durante la batalla. Sin embargo, sabía que no podía detenerse.Mientras inspeccionaban la sala, encontraron rastros de los rituales que los Segadores habían estado realizando. Había runas grabadas en las paredes, círculos de invocación parcialmente completados, y cristales oscuros que parecían pulsar con una energía ominosa. Calla los miró con desdén antes de destruirlos uno por uno con su espada.—¿Qué es todo esto? —preguntó Alex, observando cómo uno de los cristales se rompía en mil pedazos bajo la hoja de Calla.—Preparativos —respondía ella. —Intentaban amplificar su poder usando energía oscura. Si hubieran terminado, esta batalla habría sido muy diferente.Luthor frunció el ceño. —¿Por qué necesitarían amplificar su poder? Ya eran bastante fuertes.Calla suspiró. —Porque algo grande está ocurriendo en Elysium. Los Segadores no actúan por capricho; Alguien o algo les está dando órdenes. Y creo que Alex tiene un papel más importante en esto de lo que él mismo entiende.Alex sintió una punzada de ansiedad ante esas palabras. —¿Qué quieres decir con eso?Ella lo miró fijamente. —No es casualidad que tu llegada coincidiera con la inestabilidad creciente de este mundo. Tus habilidades son… especiales. Y los Segadores lo sabían. Por eso te atacaron.Antes de que Alex pudiera responder, un gemido suave los interrumpió. Uno de los Segadores, un hombre joven con el rostro cubierto de cortes y sangre, trataba de arrastrarse hacia la salida. Calla lo alcanzó en dos pasos, colocando la punta de su espada contra su cuello.—Habla —ordenó. —¿Qué estaban haciendo aquí? ¿Qué planean?El Segador levantó las manos temblorosas. —¡No sé nada! ¡Solo seguía órdenes!Calla presionó un poco más la espada, y el hombre gimoteó. —¡Estábamos reuniendo energía para el Ritual del Vínculo! ¡Eso es todo lo que sé!—¿Qué es el Ritual del Vínculo? —preguntó Alex, avanzando.El Segador lo miró con ojos llenos de miedo. —Un… un ritual para unir nuestro mundo con otro. Una convergencia. Pero no slos detalles. Solo querían que recolectáramos la mayor cantidad de energía posible.Calla lo observó por un momento más antes de apartar la espada. —Lárgate. Si vuelves a cruzarte en nuestro camino, no tendré tanta piedad.El hombre asintió frenéticamente y salió corriendo, tambaleándose. Luthor lo observó desaparecer antes de volver a Calla.—¿Crees que estaba diciendo la verdad?Ella asintió lentamente. —Lo suficiente. El Ritual del Vínculo… Si eso es lo que están intentando, entonces necesitamos llegar al Oráculo más pronto de lo que pensaba.Alex frunció el ceño. —¿Qué es exactamente el Oráculo? Siempre hablas de él, pero no has explicado qué es.Calla suspiró, pero su expresión se suavizó un poco. —El Oráculo no es una persona, Alex. Es una fuente de conocimiento, un lugar donde se almacenan los secretos de Elysium. Si alguien puede responder tus preguntas, está allí.Alex asintió, aunque aún tenía muchas dudas. Pero una cosa era clara: si quería entender lo que le estaba pasando y detener lo que fuera que los Segadores estaban planeando, necesitaba llegar al Oráculo.Mientras abandonaban la sala, el aire se sentía más ligero, como si la energía oscura que la había impregnado hubiera desaparecido junto con los Segadores. Sin embargo, Alex no podía evitar sentir que algo aún los observaba desde las sombras, algo que esperaba pacientemente su momento para atacar.Calla lideraba el camino, con Luthor y Alex siguiéndola de cerca. El silencio entre ellos no era de incomodidad, sino de concentración. Todos sabían que esta victoria era solo el comienzo de algo mucho más grande.Alex miró su bastón, las runas que ahora parecían más claras en su mente. Había sentido el poder, había sentido lo que podía hacer. Pero también sabía que era solo el principio. Si quería estar preparado para lo que venía, debía aceptar lo desconocido y aprender a dominar esa energía antes de que fuera demasiado tarde.