Tras el enfrentamiento con el Segador avanzado, el grupo avanzó con precaución, sus sentidos en alerta ante cualquier señal de peligro. El bosque, que había sido un refugio de calma en ocasiones anteriores, ahora se sentía como un enemigo silencioso, lleno de sombras que parecían moverse con vida propia.—Esto no es normal —murmuró Calla mientras observaba los alrededores. Sus ojos seguían cada pequeño movimiento en los árboles.—Están bloqueándonos —dijo Luthor en voz baja, apretando los dientes. —Alguien o algo quiere que sigamos un camino específico.Alex, que caminaba unos pasos detrás, se detuvo un momento para observar las hojas caídas en el suelo. Algo brilló fugazmente entre ellas, atrayendo su atención. Se inclinó y, al apartar las hojas, encontró un pequeño cristal que emitía un tenue resplandor azul.—¡Calla, Luthor! ¿Qué es esto? —preguntó, levantándolo para que lo vieran.Calla se acercó rápidamente, su expresión cambiando de cautela a sorpresa. Tomó el cristal con cuidado y lo giró en su mano, examinándolo.—Es un fragmento de una runa direccional —explicó. —Estas cosas suelen estar diseñadas para guiar a quienes tienen la clave correcta para activarlas.—¿Y cómo sabemos si tenemos esa clave? —preguntó Alex, mirando el cristal con curiosidad.Luthor se acercó también, observando el fragmento con detenimiento.—La energía que emite es familiar —dijo, con una leve frunción en el ceño. —Podría estar vinculado a las runas que activaste durante tu entrenamiento con el Sabio. Intenta canalizar algo de tu energía en él.Alex asintió, aunque el nerviosismo comenzó a invadirlo. Sujetó el cristal con ambas manos y cerró los ojos, concentrándose en las runas que había aprendido a manipular. Lentamente, dejó que un rastro de energía fluyera desde su interior hacia el cristal.Un destello cegador iluminó el bosque, seguido por un leve zumbido. Cuando Alex abrió los ojos, el cristal proyectaba un mapa en el aire, con una serie de símbolos y una ruta claramente marcada.—Increíble —susurró Calla, su expresión mostrando tanto asombro como preocupación. —Esto no es algo que se encuentre por casualidad.Luthor asintió, su mirada fija en el mapa. —Alguien nos dejó esto. La pregunta es: ¿amigo o enemigo?Alex bajó la mirada hacia el cristal, ahora apagado. —Sea quien sea, parece que quiere que sigamos este camino. ¿Qué hacemos?Calla miró a ambos, su expresión decidida. —No tenemos muchas opciones. Si esto nos lleva a una respuesta o una trampa, debemos estar preparados para enfrentarlo.El grupo siguió la ruta proyectada por el mapa, adentándose más en el bosque. A medida que avanzaban, los árboles parecían abrirse, revelando un sendero antiguo cubierto de musgo y grabado con runas que brillaban tenuemente al paso de Alex. La energía en el aire era casi tangible, y Alex podía sentir cómo resonaba con sus propias habilidades.Finalmente, llegaron a un claro donde se alzaba una estructura antigua, una torre de piedra parcialmente derruida. La vegetación la había reclamado en parte, pero las runas talladas en su superficie seguían brillando con una energía latente.—Aquí es —dijo Calla, observando la torre con cautela. —Es una de las torres de los antiguos alquimistas. Estos lugares fueron creados para proteger conocimiento vital.Luthor inspeccionó los alrededores, con su ballesta lista. —Y también para ocultarlo. Dudo que entremos sin problemas.Alex, sin embargo, sentía una extraña conexión con la torre. Como si algo dentro lo llamara. Dio un paso adelante, pero Calla lo detuvo colocando una mano en su hombro.—Ve con cuidado —advirtió. —No sabemos qué podría estar esperándonos.Alex asintió, pero la curiosidad lo impulsaba. Sosteniendo su bastón con firmeza, se acercó a la entrada, donde una puerta de piedra grabada con runas bloqueaba el paso. Instintivamente, levantó el cristal que había encontrado y lo colocó en un hueco que encajaba perfectamente.La puerta emitió un sonido profundo, como el eco de una maquinaria antigua despertando tras siglos de inactividad. Lentamente, comenzó a abrirse, revelando un pasillo oscuro que descendía hacia las profundidades.—Esto no es casualidad —murmuró Calla, con el ceño fruncido. —Algo o alguien nos está guiando.Luthor ajustó su ballesta. —Entonces deberíamos estar preparados para lo peor.Alex miró hacia la oscuridad del pasillo. Aunque una parte de él estaba aterrada, otra sentía que este era el lugar donde finalmente comenzaría a entender su papel en Elysium. Dio un paso al frente, decidido a descubrir lo que les esperaba al otro lado.