El aire en la cueva se sentía pesado, cargado de incertidumbre. El grupo había acampado en un claro cercano tras la reveladora historia de Luthor. Cada uno de ellos estaba perdido en sus pensamientos, tratando de procesar lo que había sido revelado y lo que podría significar para el futuro.Alex, incapaz de conciliar el sueño, se levantó y se alejó unos metros del campamento. Sosteniendo su bastón en la mano, practicó los movimientos que el Sabio le había enseñado. Pequeñas esferas de luz azul danzaban alrededor de su bastón, pero el cansancio comenzaba a afectarle. El sudor goteaba por su frente mientras trataba de controlar el flujo de energía.—Aún luchas contra la corriente.— La voz de Calla lo sobresaltó. Estaba apoyada contra un árbol cercano, observándolo con los brazos cruzados.—Estoy intentando mejorar —respondía Alex, deteniéndose para tomar aire. —Pero esto no es tan fácil como parece.Calla se acercó, su mirada evaluadora. —Nadie dijo que lo fuera. Pero estás intentando imponer tu voluntad al mundo, cuando deberías estar trabajando con él. La alquimia se trata de equilibrio, no de fuerza.Alex frunció el ceño. —Eso mismo dijo el Sabio. Pero, ¿qué significa realmente? No puedo simplemente dejar que las cosas sucedan.—No se trata de pasividad, Alex. Se trata de escuchar. Mira.— Calla sacó una pequeña gema de su bolsillo, que comenzó a brillar suavemente al contacto con su piel. —La magia fluye como un río. Si te opones, te arrastrará. Si la sigues, podrás guiarla.Alex observó con fascinación mientras Calla movía la gema en el aire, creando pequeños patrones de luz. Había una gracia natural en sus movimientos que contrastaba con la torpeza que él sentía cada vez que intentaba algo similar.—Quizá deberías descansar. —Calla guardó la gema y se volvió hacia él. —Tu cuerpo y mente necesitan tiempo para adaptarse. La práctica es importante, pero también lo es saber cuándo detenerte.Alex asintió, aunque su frustración era evidente. Mientras regresaban al campamento, no pudo evitar preguntarse cómo Calla había llegado a ser tan habilidosa. Su propio progreso se sentía lento y torpe en comparación.A la mañana siguiente, el grupo reanudó su viaje. Los árboles del bosque parecían crecer más juntos, bloqueando la luz del sol y creando una atmósfera sombría. Alex se mantenía cerca de Luthor, quien lideraba el camino con una determinación silenciosa. Calla caminaba más atrás, con la vista fija en su mapa y sus pensamientos claramente en otro lugar.Fue entonces cuando lo sintieron: una presencia extraña en el aire, como una descarga eléctrica que erizó la piel de todos.—Algo no está bien —dijo Calla, deteniéndose en seco. Luthor levantó la mano, indicando que todos se detuvieran.Alex miró a su alrededor, pero no vio nada fuera de lo común. Sin embargo, el cosquilleo en su piel era inconfundible.—Estamos siendo observados —murmuró Luthor, sacando su ballesta con movimientos precisos.Antes de que alguien pudiera responder, una sombra se deslizó rápidamente entre los árboles. Alex apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que algo saltara hacia ellos desde las sombras. Un grito de advertencia de Calla fue lo único que evitó que el ataque inicial los tomara por sorpresa.La criatura que apareció ante ellos era como nada que Alex hubiera visto antes: una amalgama de metal y carne, con ojos rojos brillantes y extremidades afiladas como cuchillas. Emitía un sonido mecánico mientras avanzaba hacia ellos, moviéndose con una velocidad aterradora.—Segador avanzado —espetó Calla, desenfundando su espada. —Alex, atrás. Luthor, cubre su flanco.Alex no obedeció de inmediato. Había algo en la criatura que le resultaba hipnotizante, como si pudiera sentir las corrientes de energía que la impulsaban. Antes de que pudiera analizarlo más, la criatura se lanzó hacia ellos.Luthor disparó su ballesta con precisión, pero la flecha rebotó inútilmente contra el caparazón metálico del Segador. Calla esquivó un ataque con una agilidad impresionante, contraatacando con un golpe que apenas logró arañar su superficie.—¡Alex, haz algo! —gritó Calla mientras bloqueaba otro ataque.Respirando hondo, Alex levantó su bastón y trató de recordar lo que el Sabio le había enseñado. Cerró los ojos y se concentró en las runas, dejando que la energía fluyera a través de él. Cuando los abrió, una esfera de luz azul estaba suspendida en la punta de su bastón.—Vamos, tú puedes hacerlo —murmuró para sí mismo, lanzando la esfera hacia la criatura.El impacto fue directo, y la criatura retrocedió con un chillido agudo. Aunque no estaba destruida, el ataque había dañado uno de sus miembros. Alex sintió una oleada de esperanza y se preparó para intentarlo de nuevo.Calla le lanzó una mirada aprobatoria antes de volver a concentrarse en el combate. Mientras tanto, Luthor encontró un punto débil en la criatura y disparó otra flecha, esta vez perforando su torso.Finalmente, tras una serie de ataques combinados, la criatura cayó al suelo con un sonido sordo, su luz roja apagándose lentamente.El grupo se quedó en silencio, recuperando el aliento. Alex se dejó caer de rodillas, agotado pero triunfante. Había logrado usar sus habilidades en un combate real, y aunque aún tenía mucho que aprender, esto era un paso importante.—Buen trabajo, Alex —dijo Calla, ofreciéndole una mano para ayudarlo a levantarse. —Pero no bajes la guardia. Esto solo fue un aviso. Si estamos enfrentando a criaturas como esta, significa que algo mucho peor está por venir.Alex asintió, su determinación renovada. No sabía qué les deparaba el futuro, pero una cosa era clara: estaba listo para enfrentarlo.