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Chapter 52 - Am y Kuro.

-sucede algo, Arzelen- preguntó Kuro mientras jugueteaba con su espada y unas piedras que más bien parecían brazas. Bastante lejos Fary e Isz parecían estar dormidas bajo un domo de hielo que seguramente las protegía del calor insoportable de la montaña ardiente. Li y Fenrar no se veían por ninguna parte, mientras que Uxor se rascaba el lomo en el exterior del domo helado.

-creo que hay algo que tengo que decir, decirte- respondió la joven, con la voz algo temblorosa. Dio un suspiro y finalmente se acercó a Kuro, quien algo sorprendido notó como pegaba su pierna a la suya.

-dime- respondió el cazador, bastante enfocado esta vez en lo que la maga le iba a decir, algo le preveía lo que esta pensaba, un sentido bestial lo alertaba de lo agitada que estaba la respiración de Arzelen.

-tú me gustas- escupió de golpe, tan repentinamente como pegó sus labios a los suyos forzando un beso. Como Kuro no lo respondió, se separó avergonzada. Decepcionada.

-Arzelen- dijo decaído, de aquí en adelante debía decidir bien lo que diría, tenía en alta estima a la maga, pero sus ojos eran solamente para… ¿la hija del Dark Dreams?, y aunque era un mujeriego quería ser fiel a sus sentimientos esta vez.

-qué pasa, Kuro, yo- una lágrima se deslizo por su mejilla; -pensé que te agradaba, aunque sea un poco-.

-no es eso Am- volvió a juguetear con las piedras calientes, pegando la vista en lo rojas que estaban; - hay un paso entre el agrado y el gusto, no es que no seas guapa, o inteligente, me pareces un poco...niña- tal vez en otra circunstancia, habría sido más ruin, pero se sentía especialmente tocado por los sentimientos de la joven.

Las palabras de Kuro se clavaron en su corazón, había notado como Kuro miraba a Isz, acaso ella no era apenas un año mayor. Lo miró con rabia, "ya verás quién es una niña", pensó, repasó un poco lo que iba a hacer, tan solo unos segundos en el silencio, y lanzó su mano, apretando con fuerza la entrepierna de Kuro.

- ¡Arzelen! - exclamó soltando la espada sin saber qué hacer, pensó en apartarse mostrándose falsamente indignado, pero la firmeza de la delicada mano de Am le provocó placer, más de lo que debería- Am, no deberías-.

Am guardó silencio, concentrada, nunca había sentido eso, solo lo había estudiado en un libro de anatomía, siguió tocando, apretando y soltando. Kuro sintió un poco de miedo, más allá de que viera a la maga como una especie de hermana menor, estaba asustado de que Isz saliera del domo y viera la escena, pero, ya era demasiado tarde para apartar a Am de sí.

La joven abrió ampliamente sus ojos azules al notar la hinchazón. Ahora qué seguía, quiso abalanzarse sobre el guerrero, pero en el movimiento el montículo de piedra cedió deshaciéndose en arena y terminaron cayendo de espaldas. Ella encima de él. lo besó, él le respondió ya aceptando los riesgos de lo que eso significaba, ella continuó, fue un beso largo, temeroso por parte de ambos, Am pensó en quedarse ahí, besando a su príncipe por siempre, pero Kuro, ya demasiado excitado, la abrazó atrayéndola a su cuerpo, ella lo miró con un brillo en los ojos, ilusión, sonrió emocionada.

-estoy lista- le dijo la maga muy cerca de su cara, sus cabellos rubios, sudados por el calor del infierno, caían rosando el rostro de Kuro.

-lista para qué- le preguntó él, sabía a lo que se refería, pero pretendió ignorarlo.

-para que hacerlo- respondió ella con la respiración agitada.

Kuro posó sus manos en el trasero de Am y apretó sus caderas a la suya, comenzó entonces a levantar su pelvis, a empujar hacia arriba. Arzelen sintió el "bulto" de su querido príncipe rosando su pubis, no pudo aguantar un gemido que Kuro cayó de un beso, si pretendía aún algo con Isz no debía de hacer esto lo más silenciosamente posible. Siguió empujando, ella instintivamente abrió las piernas rodeando las de él, también comenzó a empujar, le estaba causando mucho placer, el sudor se volvió pegajoso e hizo traslucir la polera de Am, Corazón de Dragón lo sintió y apretón más el cuerpo de Arzelen al suyo para sentir la redondez de los pechos de la joven.

-Arzelen- le dijo al oído, irremediablemente excitado.

- ¿qué? - preguntó ella jadeando, mientras revolvía el desordenado cabello de Kuro con sus dedos.

-también quiero hacerlo- respondió invirtiendo los papeles levantándola del trasero para voltearla quedando sobre ella. Entonces comenzó a empujar su pelvis frenéticamente contra el traslucido pantalón blanco de la maga, que se deshacía moviendo su cabeza hacia arriba, enrojecida.

-te amo Kuro- su voz dulce parecía un eterno suspiro y su mente estaba siendo bombardeada por un millón de pensamientos, de conocimientos, de páginas de libros, imaginándose como sería el segundo siguiente.

Él no pensó en la declaración de Am, o pretendió no hacerlo pues haberlo hecho le habría hecho retractarse de todo, se quitó la camiseta y pego su pecho contra el sudado torso de la maga. Sintió sus senos, eran relativamente grandes, redondos, joviales, la volvió a besar y una serie de espasmos parecieron inundar la espalda, piernas y brazos de Arzelen que no paro por unos segundos de tiritar nublando su mente en un placentero trance del que no habría deseado que nunca terminase.

-esto- jadeó Am; - es delicioso-.

Kuro sonrió. Acto seguido, despegó las manos de las piernas de la maga y se bajó el pantalón.

-Kuro- pronunció Am, sus pupilas se contrajeron, estaba sintiendo el pene de él sobre la delgada tela humedecida de su pantalón. No quiso ver de qué se trataba, solo se dejó levantando sus caderas en un desesperado intento de que su vagina recibiese ese pedazo de carne lo antes posible.

Kuro volvió a pegar su cuerpo al de ella, tomando sus manos y apretando su miembro entre las caderas de ambos, logrando que otro espasmo subiera de la parte baja del cuerpo de Am hasta su cuello, haciéndola tiritar, con más fuerza, escapándosele varios gemidos, que al oído de Kuro parecieron deliciosos.

Estaba ya exhausta, pero esto estaba recién empezando, Kuro se arrodilló frente a Am, y tiró el pantalón de ella bajándoselo hasta las rodillas. Arzelen no se dio cuenta del siguiente movimiento, estaba con la mente en blanco o muy convulsionada, hasta que el pene de Kuro rosó sus labios vaginales, casi lo detiene asustada, pero lo deseaba tanto que lo dejó introducir su sexo en el de ella, gimió ahogadamente, nunca había sentido eso, su vagina se contrajo y dilato repitas veces y muchos espasmos volvieron a invadirla, esta vez dejo escapar un poco de saliva, Kuro se preocupó, tomo con delicadeza su rostro y la miró a los ojos.

-sigue- dijo la joven bastante abstraída- no te detengas-.

Kuro comenzó a empujar y retroceder, las contracciones vaginales de Am le estaban causando demasiado placer, necesitaba más de eso, durante su extensa vida sexual había estado con mujeres más atrevidas y exuberantes que Am, pero nunca había sentido algo tan excitante como esta vez. Am ya se había venido muchas veces, aun así el mago quiso verla retorciéndose de placer una vez más.

Arzelen no podía controlar los temblores en sus piernas, y entre espasmos y gemidos tomó a Kuro del trasero empujándolo con fuerza hacia ella lo que lo enloqueció, ya no podría aguantar mucho más, pero no le importaba, si el acto era tan placentero el clímax lo sería aún más.

-Am, te amo- se le escapó de los labios, quiso retractarse al acto, al decir eso se estaba comprometiendo a estar con ella y abandonar la ilusión de Isz, pero, podría disfrutar de esta pasión de nuevo, de este placer descomunal; -Arzelen, voy a eyacular- gritó sin poder medir la voz, la joven abrió ampliamente la boca entre jadeos, sus pupilas se contrajeron aún más clavándose en los ojos de Kuro y comenzó retorcerse en movimientos descontrolados

-yo igual te amo Kuro- pensó con un poco de lucidez en lo que pasaría si él se venía dentro de ella, quedaría embarazada, tendría un hijo con el hombre que amaba, pero luego no perdió todo raciocinio, una última serie de espasmos la dominó al sentir como el pene de Kuro se endurecía y se movía mucho más rápido, su mirada se perdió, su boca comenzó a tiritar y su vientre a convulsionarse, sus brazos no pararon de moverse. Kuro no contó los segundos, pero aquel lapsus de placer desmesurado estaba durando demasiado. De pronto lo que Am había ansiado hace un momento no sucedió, Kuro sacó su pene y ella sintió como un líquido espeso salpicaba sobre su vientre, senos y cuello. Un último espasmo retorció su espalda obligándola a curvarse.

Ambos quedaron exhaustos, de espalda, mirando la nada, Kuro deslizo su mano por el vientre de Am e hizo algo que no había hecho mientras hacían el amor, paso la mano por debajo de la polera de la maga y toco sus senos, jugueteando con ellos por largo rato mientras ella, temerosa volvió a acercar su mano hacia el bulto de su amado, se miraron a los ojos mientras se tocaban perdiendo todo miedo.

-qué hacemos ahora- preguntó Arzelen, pasado un rato de haber hecho correrse nuevamente a Kuro.

Él la vio de costado, era muy hermosa, su pelo rubio estaba desordenado y su pequeña nariz se delineaba perfectamente de costado. Pero la idea de no estar con Isz, le aterró.

-supongo que nada- respondió con tristeza.

Ambos se sentaron, Am se sintió avergonzada al ver sus senos desnudos, vio a Kuro y lo golpeó con una cachetada, apenas lo lastimó, físicamente, porque por dentro quedó devastado.