Li Wang que había pasado la noche interrogando a Fenrar acerca de las debilidades y poderes de Gar'Dal, fue la única en prestar atención en los ojos hinchados de Am, "pobre chica", pensó, ya todos se habían dado cuenta durante el viaje como Am miraba a Kuro, y como este babeaba por Isz, "debió habérselo dicho" intuyó la arcanista. Decidió acercarse a la joven que ya consideraba una discípula.
- ¿qué te hizo ese patán? - le preguntó muy despacio, no quería que Isz escuchara nada, si lo hacía, solo le subiría más el ego a esa niña mimada.
Am miró a Li, era la única en esa compañía a la que podría confiar lo que había pasado la noche anterior. Pero antes que pudiera siquiera soltar una palabra se quebró en llanto, cayendo unos segundos más tarde desmayada en los brazos de la arcanista.
Kuro que estaba acompañado de Uxor se percató del suceso antes que el resto y corrió hacia la joven con la intención de quitársela de los brazos de Li Wang.
- ¡apártate! - le gritó la maga de ojos rasgados, ya había dilucidado todo, la chica rubia estaba envuelta por la cintura por un pergamino cuyas runas no eran buen presagio, una sutil y elegante forma de suicidio de la que Fary se apresuró de arrancar en tanto se dio cuenta de la situación.
-Resultó ser más diestra de lo que pensaba- dijo la dragona sorprendida de cómo había escrito por su cuenta aquel complejo hechizó que drenaba su energía vital a cada segundo que pasaba.
-su cabello- pronunció Isz sorprendida al notar como el hermoso color sol se había esfumado del pelo de Am, siendo reemplazado por un gris plateado. De ser un radiante sol había pasado a ser una triste luna.
- ¿qué le sucede? -preguntó Kuro desesperado, mirando tanto a Fary como a Li.
-Está muerta- pronunció Fenrar, que desde atrás sintió antes que el resto como el último atisbo de vida se desprendía de la joven maga.
Uxor lloró con tristeza al lado del pálido cadáver de Am, lamiendo una de sus manos como intentando que aquel acto de amor puro la reanimase. Isz no pudo aguantar el llanto, a pesar de su forma de tratar a la maga del consejo, le había adquirido bastante aprecio.
Li habría deseado fulminar a Kuro, de la forma más terrible posible, pero ya no conseguiría nada con aquello. Ahí estaba el mercenario, con los ojos llorosos, perdidos en el rostro aún bello de Arzelen.
Un lejano recuerdo se vino a la mente de Furiazul, "no", movió la cabeza, aquel hechizó le sería imposible de conjurar sin aniquilar su vida propia.
De pronto una voz hiso eco en las paredes del laberinto, llenando de un escalofrío helado a todos los presentes. "¡Age Zero!", se escuchó. Fary se negó a creer lo que había sucedido, el hechizó definitivo, el mismo con el que Gar'Dal había ganado la partida a la muerte hace miles de años, invocado ahora… ¿por Fenrar?