Tras la batalla, Luffy y Kaneki quedan profundamente marcados por las pérdidas. Pero entonces, en un momento de desesperación, ambos escuchan una voz familiar: la voz de Naruto.
"Nunca dije que el camino sería fácil... pero ustedes son más fuertes de lo que creen."
La voz los guía hacia un nuevo objetivo: un antiguo santuario llamado El Eterno Retorno, donde podría estar la clave para restaurar el equilibrio en el mundo... y quizás, traer de vuelta a Naruto.
Cuarto desafío: El camino al santuario está lleno de pruebas físicas y emocionales. Ambos hermanos enfrentan visiones de las personas que no pudieron salvar. Kaneki ve a Akira y a Hiro, mientras Luffy se encuentra cara a cara con la imagen de Naruto, quien le pregunta si está listo para sacrificarse por la paz.