Finalmente, Kaneki y Luffy llegan al corazón del santuario, donde descubren la verdad: la esencia de Naruto está atrapada en un cristal de energía pura, junto con las almas de todos los héroes caídos. Para liberarlo, uno de ellos debe entregar su propia alma, tomando el lugar de Naruto en el sello.
Kaneki, decidido a no perder a otro hermano, intenta sacrificarse. Sin embargo, Luffy lo detiene.
"Esto no es lo que Naruto querría. Él no quería que ninguno de nosotros muriera. Encontraremos otra manera."
En ese momento, una voz antigua resuena en el santuario: Erebus no está completamente muerto. Una parte de su poder yace dormida dentro del cristal, esperando el momento adecuado para liberarse. Si intentan revivir a Naruto sin un plan, podrían destruir el equilibrio del mundo.