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Chapter 4 - Un dulce cántico a mi Hogar

Muchas voces curiosas y un ambiente algo tenso, se propagaba en torno al despacho público de la policía, varias personas, especialmente reporteros y periodistas se conversaban muy contrariados de la respuesta del Teniente.

—¿Como que no se puede hacer un reportaje al aparato? ¿Qué problema tiene?

—¿Cual es el motivo teniente? ¿Cual es el impedimento?

—¿Por qué hay tanta dificultad para publicarlo en la prensa? ¿Qué es lo que pasa?

El teniente miró de nuevo con seriedad y les repitió lo mismo.

—Ya les dije señores…, Mediante una resolución de la jefatura, por motivos de investigación, solo se que todavía no está apto para ser mostrado, filmado ni grabado al público general. Más tarde, se está reservando para un pronunciamiento público del superintendente sobre tal tema. Pero por el momento la jefatura no autoriza la inspección de los medios de comunicación a los objetos hallados que causaron conmoción en esta ciudad. Bien, eso es todo. No volveré a repetirlo de nuevo.

Los periodistas como los reporteros, exclamaron muy extrañados por tal determinación de la policía.

Detrás de todo el barullo y tumulto de personas, Meghan la hija del superintendente corría apresuradamente por la calle, pues había visto bastantes vehículos de la prensa y televisión cerca de la jefatura de policías. Muchos comentaban y murmuraban lo sorpresiva que era aquella noticia que le había dado el teniente de la Jefatura. Sorprendida se quedó viendo cómo algunos reporteros eran filmados para sus medios de comunicación.

—... Nosotros también estamos muy desconcertados por la respuesta del Teniente de la jefatura, respecto al derecho periodístico y transparencia ética de demostrar al público en general el aparato que conmocionó a toda la población de la ciudad de Krea, como algunas ciudades cercas de ellas y pueblos aledaños.

—¿Qué cosa estará pasando? —dijo ella muy curiosa viendo desconcertada todo.

—¡Hey! ¡Meghan!

—¡Ah! —exclamó sorprendida 

Ella se volvió para atrás, y se dio cuenta que un grupo de jóvenes se acercaba. Eran sus amigos.

Estaba Kevin, aquel extrovertido joven que había ido a su casa en la noche. 

Muy contento hacia cosas graciosas al verla, la señalaba y saltaba como un conejo, con una actitud desenfadada detras de unos lentos negros que tanto le gustaban andaba alocadamente. A su lado una joven algo bajita y con el rostro excitado de alegría, le alzaba el brazo y le movía la mano. Al costado de ella un hombre alto y fornido con un polo corto sin mangas andaba con una cajita de cartón donde comía muy divertido unas palomitas de maíz.

—¡Vaya! ¡Son ustedes! ¡Hola a todos!

—¡Y yaaa les dije! Si quieres encontrar a tu amiga, la mejor forma es ¡hallarla pensando en ella! —dijo la joven bajita con voz aguda haciendo un gesto de amistad a Meghan.

—¡oh, vaya! Buen dato… la próxima intentaré en ello —exclamó Kevin tocándose la cabeza muy sonriente.

—¡Holaaaa kariela! ¡Qué felicidad la mía al verte! ¡Ya se…! ¡Ya sé lo que pasó!

—Y yooo también conejita. ¡¡Mis felicitaciones!! ¡también!

Las chicas se abrazaron.

—¡Felicitaciones pues Meghan! ¡Me alegra que también hayas entrado con nosotros!

Dijo el otro joven dándole un beso en la mejilla.

—¡Gracias Omah! ¡ehh! ¿¡palomitas de maíz!?

—Es todo tuyo…querida amiga.

—¡Gracias! ¡no sabes como me encanta! —dijo ella echándose algunas palomitas en la boca.

—Meghan por el camino, les estaba comentando a Kariela y a Omah, sobre la fiesta y me dicen que… ¡también son parte de nuestro plan!.

—¡Excelente! —dijo Meghan contenta.

—¡Es una grandiosa idea también para todos! —dijo Kariela sonriendo— además cuantas veces no se ingresa a postular al Consejo Mundial de las Naciones. Pues creo que es una vez en la vida, y se merece su fiestecita pues… 

—¡¡Si!! ¡Es verdad!. —exclamó Omah contento.

—Les dije también lo que me comentastes, que se iba a celebrar en tu casa. Y les pareció. ¡Todo un éxito amiga!

—¡Oh! —exclamó Meghan sorprendida y algo ensimismada.

—Me parece muy buena tu idea Meghan —dijo Omah— En especial, es algo muy hermoso que también se lo dedicas a tu mamá. Que lindo por tu lado amiga.

¡Tu padre debe ser el señor mas feliz de todo Krea!

Meghan se quedó viéndolo, pero ella en su interior sentía algo.

—Cuando escuché de Kevin tales palabras, yo me quedé… ¡Qué lindo! ¡Que poético hermana! ¡Tu mamá debe estar feliz en cualquier parte del cielo!

—Mmm… —murmuró Meghan algo que quería decir.

—¡¡En especial tu papá!! ¡Su única hija! ¡¡A podido llegar a ser!! Y seguir… ¡Los pasos de su mamá! —exclamó a todo pulmón Kevin muy excitado.

—¡Alégrate Meghan! ¡Yo estoy emocionada por eso! Mis padres no saben mucho de mi vocación. Pero me siento afortunada porque tengo una amiga especial. Tanto su mamá como tú. 

Dijo ella limpiándose una lágrima que salía de sus ojos.

—...Amigos… les tengo que decir. ¡La fiesta va de todos modos! Pero…, les tengo que decir una cosa…, ya no será en mi casa.

—¿Eh? ¿pero… como que no? —dijo Kevin.

—Lo que pasa es que mi papa, tiene sus principios públicos. Y yo le entiendo, no lo culpo. Es un hombre adulto y le gusta su forma de ser y le respeto. Por eso, creo que mejor va a ser en otro lugar.

—¡Vaya! ni modo. Habrá entonces que pensar. ¿donde podría ser? —preguntó Kevin.

—Quizás yo podría hablar con mis padres, ellos están muy emocionados por mi admisión. Además la casa es grande… —respondió Omah muy entusiasmado.

—¡Claro! .¡sale! ¡Es una gran idea! —exclamaron los jóvenes.

—Oigan… —respondió Meghan un poco sentida.

—¡Dinos Meghan! ¡Somos todo orejas para ti! —exclamó contento Kevin.

—Chicos…pueden acompañarme a la jefatura, lo que pasa es que… mi papá no llegó ayer en la noche y… he tratado de comunicarme con él, pero no me responde. Lo que pasa es que.

—A ver conejita… ¿pasa algo? Te veo intranquila —dijo su amiga.

—¿le pasa algo a tu papá? —dijo Omah

—Bueno… les diré… Lo que pasa…, es que yo estaba emocionada ese día, pero cuando le conté sobre la fiesta él no quiso que se realizará en la casa. Y como tiene sus principios sociales. Me moleste mucho con él, simplemente lo ignoré y me fui. Y temo que se haya enfadado conmigo y no quiera hablarme.

—¡oh! —exclamaron sus amigos.

—Meghan, no te preocupes, yo le diré a tu papá que fue una mala comunicación, resolveremos el problema todos juntos. Conozco a tu padre, el lo entendera cuenta conmigo.

—Gracias Kevin por tu ayuda, pero esa amargura me estuvo molestando toda la noche. Entonces lo pensé mejor. Y creo que le debo…. pedirle perdón. No está bien ignorarlo así, pues ese hombre al fin y al cabo me cuido toda la vida, desde niña cuando mi madre falleció hace diez años..

—¡ohhh! cariño… —dijo su amiga— es algo hermoso lo que has reflexionado, la verdad estoy sorprendida. Y está bien que pienses así.

—¡Por supuesto que sí! ¡Es perfecto lo que quieres hacer! —dijo Kevin juntando a sus amigos junto con Meghan— Acá, mientras estemos juntos… siempre te apoyaremos. ¡Además! Somos ya los cuatro aprendices de Protector!

—¡Gracias! ¡Ay ya no me hagan llorar!

—¡Vamos entonces a buscar a tu papa! ¡Seguro que debe estar concentrado en su trabajo y necesita silencio! —dijo Kevin muy efusivo.

—Espero… que sea así.

Las puertas electrónicas se abrían concéntricamente, mientras el superintendente y su comisión policial junto con la inspectora del imperio Austrial, Avanna caminaban conjuntamente con sus colaboradores, avanzando por unos grandes pasillos de las instalaciones en dirección a la sala de observación y estudio.

También unos agentes a su alrededor caminaban escoltandolos firmemente a aquel lugar.

El sargento de aquel lugar, hizo una seña a los guardias de puertas para entrar al recinto.

Cuando se abrió, una instalación muy extraña con muchos aparatos tecnológicos y que estaba bien iluminada se percibió.

Cuando la inspectora era llevada por el oficial del lugar. El superintendente, se puso unos lentes negros.

—Aquí está… vengan con cuidado.

Dijo el oficial encargado.

La inspectora entró junto con todos los presentes a una cabina hermética, donde había un personal allí mirando una ventana de vidrio especial.

La inspectora imperial al entrar, de repente se volvió y miró el vidrio. Y se quedó allí mirando al frente de ella.

Al otro lado había otra cabina menor y todas sus paredes tenían como un acolchado especial de color beige.

En el centro había una silla igualmente acolchada.

El sargento especial leyó un dispositivo con papeles importantes.

—Mi inspectora real Avanna, acá está la criatura hallada en la carroza de Vancelot Ben, se la encontró encerrada en una jaula de vidrio voltaica especial. También se han hecho las investigaciones correspondientes y se halló encima de la jaula, unos simples nodos direccionales eléctricos.

Y no solo eso inspectora, también se halló que la criatura estaba vestida con un traje de protección voltaico.

El superintendente Nathan ingresó a la cabina algo extrañado y nervioso tratando de ver lo más lejos posible.

Pero la inspectora miró seria todo, y no vio nada en la cabina. Simplemente cruzó los brazos.

—Sargento, disculpe. Pero acá no veo ninguna criatura.

El sargento se volvió a ver el vidrio pero en efecto. La criatura con orejas de zorro no estaba allí.

—¡Oh! ¡disculpe distinguida dama! ¡Por favor muevenla del lugar!

Unos agentes con trajes de protección, de repente ingresaron a la otra cabina. Se miraron los dos y se acercaron a la ventana de vidrio y se agacharon.

En un rincón cerca de la ventana de vidrio allí dormía la chica de orejas de zorro, ojos de felino y cola de cervatillo, los agentes la levantaron rápidamente, mientras ella dormida se quejaba.

Uno de ellos simplemente la alzó con un brazo, y la mostró a los ojos de todos, muy cerca del vidrio donde estaba.

La chica de cabellos rubios tenía la cara adormecida, y tenía los ojos cerrados y la cara tan sucia de comida que el superintendente Nathan se quedó estupefacto tras verla así.

Los ojos de la inspectora se quedaron inmóviles.

La chica extraña entrecerraba sus ojos de sueño y había puesto una cara divertida y curiosa ante la vista de todos los presentes.

De repente un murmullo de voces asombradas se escucharon, cuando vieron sus orejas de zorro, y sus colmillos.

La inspectora como su colaboradores se habían quedado completamente asombrados.

Al parecer la inspectora Avanna se había quedado congelada de la impresión. Su rostro estaba conmocionado y tenía un gesto de sorpresa pero de seriedad a la vez.

El superintendente Nathan, la miró de soslayo viendo el rostro estupefacto de la inspectora.

—Ejem..., Inspectora Avanna, como verá, esta es la criatura que hallamos en el coche de la carroza. Es un ser mitad animal y mitad humano. Tiene a simple vista orejas de zorro, colmillos y hasta.. ¿qué más tenía…?

—Cola… cola de cervatillo. —dijo el sargento.

—Pfff, ¿cola de cervatillo? —dijo atónito el superintendente sin dar crédito a lo que dijo.— ¿¡pero como que cola!?

—Lo que pasa superintendente Nathan, es que las enfermeras ya lo han visto… Además se dirigió desnuda desde el almacén de ingenieros hasta el tópico de médicos de aquel lugar. Y por eso me lo han informado.

—¡¿Qué?! —exclamó algo avergonzado. Los presentes se empezaron a reír de aquella ocurrencia.

—¿Inspectora? qué le parece a usted este descubrimiento.—preguntó el sargento.

El rostro de la inspectora era una imagen de impacto como de impresión, y no salía de aquello pues se había quedado pensando.

Sus ojos parecían estar clavados en ella. Y la examinaba profundamente.

—No es posible.. —dijo ella regresando en sí y tomando una actitud serena y sería dijo— Superintendente, este hallazgo es… impresionante..., esta criatura mitad humana y mitad animal me ha asombrado. Dígame, me dice que este ser fue hallada dentro del coche de la carroza de Vancelot, ¿Cierto?

—Así es, y no solo eso inspectora, el sargento oficial de esta institución, le comento que está criatura llevaba puesto un traje de protección voltaico, que estaba herméticamente encerrada allí dentro.

La inspectora se quedó viéndola como ella de repente de golpe media dormida, abrió los ojos.

Sus ojos de felino soñoliento, asustaron un poco a la inspectora.

La chica extraña volvió a cerrar los ojos, y se quedó allí sostenida por el brazo del hombre.

El superintendente Nathan miró de nuevo a la inspectora sorprendida.

—Increíble...

—Inspectora Avanna, en cuanto lo que hemos visto y presenciado, la criatura puede hablar, incluso puede comunicarse con nosotros de una manera normal y corriente. dijo el sargento oficial.

—¿Comunicarse con nosotros?

—Así es, se pregunta mucho en donde está y también al parecer es media ingenua. También le hemos visto que come mucho pero de una manera salvaje y por el otro la hemos visto que es un ser sumamente ágil, como un gato.

La inspectora se quedó asombrada de lo que dijo.

—Vaya, curioso… Perdón caballero, me dijo usted, ¿que puede hablar?

—Así es, y también te responde como si estuvieras conversando con una persona normal.

—Interesante.

La inspectora Avanna se volvió al señor Nathan.

—Superintendente, me mencionaron también que la encontraron en esa jaula especial de vidrio con ¿un traje voltaico?

—Así es inspectora, el problema es que según los hechos, se tuvo que romper en partes, pues era la única manera de sacarla de allí. Se sabe que esta criatura estaba como sellada en ese traje. Tenemos las piezas en el almacén de ingenieros de la policía.

—Perfecto, de igual manera servirá para una investigación más profunda... pero..., hay algo que me intriga.

—Disculpe mi inspectora sino es mucho molestarla ¿Cual es el motivo? —dijo el señor Nathan.

La inspectora Avanna semi cerró los ojos muy extraña. Y se volvió a todos los que estaban detrás de ella. El señor Nathan sé quedó sorprendido.

—No es necesario tener mucha lógica para esto señor Nathan. No se halló un impulsor de electrones como se pensaba lógicamente, pero se ha encontrado una jaula de vidrio especial para contener electricidad..., unas antenas eléctricas apuntando hacia el cielo y un traje conductor eléctrico sellado.

—¡¿Eh?! —exclamaron todos anonadados.

—Y..., lo más impresionante... Un rayo va hacia el cielo, obviamente producido por una descontrolada fuerza y energía eléctrica que al parecer… dentro de todo, apunta también que ese… ser…. tuvo que ver en algo en todo esto.

La inspectora volvió a mirar la ventana de vidrio, donde la chica de las garras se había quedado dormida en las manos del agente especial.

De repente un gran barullo de voces alteradas y una ola de murmullos se cernieron en la cabina.

Al superintendente Nathan, de nada le sirvieron los anteojos oscuros al escuchar y ver tal razonamiento. Pues el rostro que había puesto era algo indescriptible. Igualmente todos los presentes allí se quedaron impactados por su pensamiento, hablando entre ellos estupefactamente.

—¿Perdón inspectora? Nos está diciendo que está criatura mitad humana y mitad animal... ¡¡También ha sido el responsable de aquel rayo!!

—Superintendente Nathan, no es una afirmación, es sólo una suposición. Si no fuera cierto, esto sería un gran misterio y nada ocurre en esta vida si no tiene una explicación lógica.

Y si fuera cierto.... Muchas cosas… tendrán que cambiar.

—¡Oh! —dijeron todos los presentes unánimemente.

—Señor Nathan venga conmigo, necesito de su potestad para hacer los papeles correspondientes y tener la aprobación del alcalde.

Está criatura será llevada a la ciudad capital para su cuidado e investigación científica.

Es punto clave de todo esto al parecer. La verdad, me sorprende personalmente… Es un gran descubrimiento..

El superintendente Nathan se quedó pensativo, mientras la chica de cola de venado trataba de dormir acomodándose en el brazo del agente de seguridad. La Inspectora prosiguió.

—El imperio de nuestra majestad, y el magisterio en general estará encantado de conocerlo como imagen de autoridad sobre este descubrimiento.

—¡Ohh! —exclamó sorprendido el señor Nathan ensimismado.

—Sargento oficial, dígame… Esta criatura como se ha desenvuelto con sus agentes. Ha tenido problemas, ataques, agresiones ¿comportamientos negativos?.

—Para nada mi inspectora…Eso es algo curioso e intrigante para mi, eso mismo le iba a decir. Es todo lo contrario, parece mansa y algo ingenua. Y es más, ni se resiste para encerrarla y parece llevarse bien con todos, incluso con los reclusos.

—No subestimemos a esta criatura. Según su apariencia parece una adolescente de unos catorce años incluso se ve inofensiva, pero tened cuidado. Esas garras, esos colmillos, pueden funcionar en cualquier momento de arrebato. No bajen la guardia, tengan cuidado. Tratenla como una criatura salvaje. Por favor Sargento, separe y prepare a esta criatura en una celda portátil para ser llevado lo más pronto posible a la ciudad capital de Aurea Lumina. El imperio y el Magisterio estarán encantados con esto.

—Si mi inspectora real, así se hará

Dijo el Sargento mientras la inspectora Avanna miraba a la chica extraña, pero esta vez. Examinándola en silencio y parecía meditando profundamente.

La inspectora cerró un poco los ojos viéndola y al parecer pensaba mucho.

La hija del superintendente Nathan junto con sus amigos, habían ingresado al despacho principal de la jefatura de policía. Su hija conversaba con una mujer de administración la cual llamaba en su intercomunicador, pero nada, el señor Nathan no respondía.

—¡Vaya! ¿Qué extraño? Por lo general él siempre contesta. Supongo señorita Meghan que su padre, debe estar en una reunión o simplemente se le habrá apagado su telecomunicador.

—Oh, muchas gracias por su ayuda…, supongo que así debe ser.

—No se preocupe, puede esperarlo aquí, cuando tenga información de él se lo diré.

—Está bien. Muchas gracias…

la joven Meghan se dirigió donde estaban sus amigos, ellos viéndola un poco triste le dijeron

—Que pasa Meghan, ¿que te dijeron? —dijo su amiga

—No se ha podido rastrear dónde está, ni tampoco saben porque no responde a las llamadas de la administradora.

—Meghan, no te preocupes… seguro que tu padre debe estar en algo muy importante.—dijo Kariela

—Si es cierto— dijo Omah

—Ya ves, tranquila…,el buen hombre está que trabaja a diestra y siniestra

dijo kevin

—Así es conejita…no te desanimes. Ya aparecerá —dijo Kariela ayudandola.

De repente un hombre algo desaliñado, con barba y un rostro amable se impresionó al ver a Meghan, muy contento se acercó a ellos. Aquel hombre estaba vestido simplemente y cogiendo una maleta marrón donde unos folios grandes salian en desorden de ella dijo con una voz suave.

—¡Hola Meghan! Que gusto verte aqui. ¡Felicitaciones! Tu papá ya me dijo tu ingreso al servicio de Protectora. ¡Genial jovencita!

—¡Oh señor Pande! Que gusto verlo por aquí…¡Muchas gracias por la felicitaciones! ¡ah! Le presento también a mis amigos, así como yo también han postulado y han ingresado a la academia.

—¡Hola señor! —dijeron sus amigos.

—¡Oh! ¡Felicitaciones jóvenes! Me da mucho gusto. ¡estupendo! vaya, me sorprende y estoy admirado, no sabes como tu mamá estaría orgullosa de esto. ¡Cómo ha pasado el tiempo! Cuando tu papá, tu mamá y yo éramos amigos. No sabes cuantas veces les he ayudado. Y sigo hasta ahora.

—Ohhh, señor Pande, muchas gracias por eso.

 —Me encantaría ir a ver su integración a la academia, espero ser invitado.

—¡Por supuesto Señor Pande! ¡usted ya está invitado!

—Si así es —exclamaron sus amigos.

 —Bueno, me pondré mi mejor traje…¡ah! me olvidaba, ahora me acuerdo. Tu papá me dijo que si te encontraba te dijera esto. Que el en esta noche va a venir, pero muy de noche. Me dijo que ha tenido una reunión especial hoy con ciertas autoridades. Justo me estaba llevando su telecomunicador porque se olvidó en su saco antes de salir.

—¡Así!, ¡¿dónde está él?!

—Bueno, él está en la unidad de investigación especial. Por eso se pudo comunicar conmigo.

—¡Oh Señor Pande! Por favor…, me puede llevar hacia allá. Quisiera hablar con él. He querido como sea comunicarme con mi papá, pues tengo que decirle algo… importante.

—Bueno…vaya… ¿tienen tiempo ustedes? 

—Si señor Pande, por lo menos lo tenemos ahora. —dijo Meghan.

—Nuestra integración a la academia será en el siguiente mes de agosto.—dijo omah

—Estamos en nuestras felices vacaciones. —respondió Kariela.

—Excelente jóvenes... claro. ¡Vamos entonces.! Yo le diré que quieres hablar con él.

—¡Gracias señor Pande!

—Ya ves Meghan, todo está bien no te preocupes. Mientras tengas a Kevin de la suerte todo te irá bien.

—¡Ay! no seas presumido.., lo que pasa es que ella está con su mejor amiga, y las buenas vibras van hacia ella.

—Vaya…, ¿no han dicho lo mismo ustedes dos? —dijo Meghan dándoles una sonrisa

Omah se rió junto con Meghan.

—¡Vamos jóvenes! ¡Que se me hace tarde! ¿Qué esperan allí riendose?—exclamó el señor Pande dirigiéndose a la entrada.

La chica de orejas de zorro estaba sentada en una mesa metálica, media dormida y con la cabeza hacia abajo tenía las manos atrás y esposadas. Los agentes de seguridad de la unidad de investigaciones especiales tenían en sus manos un grillete especial y acercándose a la chica le colocaron aquel objeto en el tobillo izquierdo. Luego le sacaron el collarín de desarme que le habían colocado en el cuello en el pabellón de ejercicios. Uno de los agentes se quedó curioso mirando aquel colgante de color azul y verde que llevaba la chica, él agente llamó a otro y le mandó a quitárselo, simplemente lo cogió en sus manos y se lo arrancó rapidamente.

Cuando lo hizo, la chica de ojos de felino volvió en sí y se quedó completamente despierta, con los ojos abiertos y desconcertados, miró rápidamente todo a su alrededor.

—¡Hey! Me quedé dormida… ¿que paso aqui? ¡que está sucediendo!

Pero nadie le contestó nada

—¡¿Ay y esto?! ¿Por qué me ponen esta cosa en el pie? Ahora si todo está incómodo.

—¡Ya llevenla a la celda portátil!

—Oh, la verdad no entiendo nada, me pasan de aquí, luego para allá y me vuelven a poner de nuevo en otro sitio. Vaya juego mas raro, jajaja.

—¡Calla! ¡y levántate!

—¡Ay qué grosero! ¡ah! —dijo la chica extraña siendo bajada a la fuerza.

—¡Adelante!.

Un agente la cogió del brazo y la puso de pie. Los agentes que estaban allí, la llevaron hacia otro módulo.

La chica de cola de venado miró de un lado a otro a los dos agentes que se la llevaban escoltada por otros.

—Oigan, disculpen que les moleste…, pero ¿cuándo podré salir de este sitio?. Esto ya me está aburriendo.

Pero nadie le contestó.

—No entiendo porque no responden cuando hablo… ¿saben que es mala educación no contestar? ¡ohh!

exclamó la chica viéndolos que cada uno miraba a su lado.

—¡Ya me di cuenta!, ¡ay lo siento! me hubieran dicho antes, son algo tímidos… Mmm, ¡que tonta! ¡Pensé todo el tiempo en mi misma! Perdonenme.

Pero los agentes llegaron a un módulo, donde había delante de ellos una celda portátil muy angosta. No tenía barrotes, pues parecía una especie de caja de metal hermetica, solo había unos agujeros donde la luz y el oxígeno ingresaban. 

—¡vaya y eso! ¡Qué cosa más rara!

—¡Quítenle las esposas!

Y así lo hicieron.

—¡Ahh! ¡Muchas gracias de nuevo! Pero no me alegro mucho, pues supongo que de nuevo, me lo van a poner ¡jajaja! ¡ay!

—¡Ingrese a la celda! —dijo un agente empujándola con su lanza.

—¡Oye más cuidado con eso! ¡Solo tienes que decirmelo! ¡Se más delicado! ¿acaso nunca has tratado a una chica como yo?

Los dos agentes se miraron, uno de ellos levantó los hombros juntamente con las manos, luego el otro rascándose la cabeza viéndolo asintió. 

—¡Ayyyy! —exclamó la chica extraña siendo empujada directamente por los dos agentes a la celda de metal, haciéndola gritar de sorpresa como caer sentada estrepitosamente dentro de aquella cárcel.

Los agentes de un golpe cerraron la celda que era una prisión, manipularon una perilla que parecía de una caja fuerte, mientras la chica extraña exclamaba adolorida.

—¡Grosero! ¡Por qué me hacen esto! ¡Eso sí dolió! ¡Y no fue divertido!

Dijo la chica dentro de aquella celda.

—¡Vamos llevenla al almacén de carga!

—Sí señor.

—Eso fue muy brusco yo no juego así, ¡No saben como me duele el trasero!

Decía la chica extraña lamentándose por el golpe que tuvo, mientras aquella celda era llevada por una máquina hacia el almacén.

El señor Pande había ingresado con su vehículo que se suspendida en el aire en un estacionamiento de autos dentro de aquellas instalaciones, y allí buscó un lugar, hasta encontrarlo sin saberlo cerca del almacén.

Todos bajaron del auto, Meghan como sus amigos estaban muy excitados y contentos por el paseo que habían tenido.

El señor Pande aseguro su auto y volviéndose a ellos les dijo.

—Meghan, ahora voy a ver a tu padre, le diré que estás esperando aquí en el estacionamiento, lo voy a traer ¿está bien?

—¡Claro señor Pande! ¡Le espero!.

El señor amigo de Nathan, se dirigió caminando hacia unos ascensores.

—Cuando Meghan quiere algo, no busca hasta realizarlo. —dijo Kevin muy contento.

—¡Oh! tampoco es para tanto…

—Sii…es cierto. —dijo Kariela— Vaya energía, eso te va a servir mucho, ¡como quisiera tener eso!. Apenas puedo moverme de mi cama. Veo en ti una buena aprendiz de protectora.

—Ustedes también chicos…, no solo yo. Ustedes también —dijo ella sonriendoles muy nerviosa.

—¡Ah! por cierto…. Ahora que lo recuerdo…. ya me estaba olvidando —dijo Omah revisando sus cosas en su mochila— acá lo debo tener. 

—¿Qué cosa poderoso Omah? ¿ahora con que nos va a sorprender hoy? —dijo Kevin.

—jajaja, pues…, a todos los que estuvieron en la preparación, les he dado como recuerdo ciertas cosas. Así, que al final…, estuve investigando algo de ti Meghan.

—¿investigarme? ¿a mi? jajaja ¿y? ¿de qué cosa?

—Quizás lo entiendas mejor así que ¡tómalo!. ¡Es un recuerdo de la preparación que tuvimos! ¡abrelo!

El chico fornido le entregó una bolsa. Meghan lo recibió viéndolo atontada, muy sorprendida al ver tal cosa en sus manos.

—¡Vamos es una sorpresa! ¡Abrelo!

Ella miró a sus demás amigos que le sonreían, Meghan lo desenvolvió rápidamente y al hacerlo se quedó de repente muy contenta y sorprendida.

Un pequeña mascota robotica redondeado con alas y patas de color plateado se veia en los ojos de todos sus compañeros.

—¡ohhh! ¡Omah! ¡No me digas que me lo estas regalando!

—Por supuesto que sí Meghan, es todo tuyo

—¡ehh! ¡gracias! —dijo ella muy emocionada tratando de prenderlo— ¡ay como se enciende!

—¿¡Queee y a mi Omah!? Aun no me han llegado tus beneficios. ¿Cómo es eso? ¿no somos amigos tio? ¡Qué pasó!.

—Jajaja espera. Que a todos los que estuvieron en la preparatoria me falta entregar. Además, creo que a mi amigo Kevin. Debo de buscarle algo para sorprenderlo más.

—Humm, buen punto mi querido Omah…¡Que sea grande y muy bueno por favor!

—Oye… es tu amigo y te está dando gratis y le pides de esa manera. ¡Qué mal educado Kevin!

—Es que es verdad… ¡Estoy emocionado! que yo recuerde…, ningún amigo me ha regalado cosas..—exclamó sorprendido Kevin.

—¡Eh miren lo encendí! —exclamó Meghan

—¡ohhh! —exclamaron todos.

El robot alado empezó a aletear de repente y a elevarse un poco más alto.

Pero su vuelo era torpe e inestable, y parecía que estaba fuera de sí.

Aquel robot empezó a revolotear de un lado a otro sin sentido.

—Qué le pasa está como loco —dijo Kevin

—¡Ay! creo que debí ver antes las instrucciones. —dijo Meghan avergonzada

—Que raro, espera un momento… ¡Tu! ¡recibe órdenes operativas! ¡Mascota alada! 

Pero el robot fue volando por otro sitio, de una manera errática. 

—¡Rayos! —dijo Omah y fue corriendo tras el robot alado.

—¡Espera Omah! ¡Ten cuidado! —dijo Kariela

—¡recórcholis! ¡Se escapa! —exclamó Omah—Por favor ayudenme es el regalo de Meghan…

—A ver muchachote, atrapar eso… que fácil. —dijo Kevin saltando y tratando de atraparlo pero fue inutil— ¡Ay!, ¡vaya, esto va en serio! ¿verdad?

—¡Lo tengo! —dijo Kariela, pero el robot se fue disparado erráticamente hacia una entrada de otro lugar.— Cielos, es rápido.

—¡Oye tú que tienes! ¡eh!

—¡Ayyyy! Lo siento, señor, ya me retiro del camino. —dijo Kevin tratando de atraparlo pero se encontró con un auto de repente.

—¡O no! ¡Se ha metido a otro lugar! ¡Rápido! —exclamó Omah sorprendido— No entiendo lo que le pasa.

—Eso es jugar sucio. Ese robot no obedece a nadie—exclamó Kevin.

—¡vamos que se nos escapa!— exclamó Kariela.

Omah se dirigió corriendo junto con Meghan hacia la entrada de un sitio donde el robot se había metido.

—¡Allí está!, vamos por él —exclamó Kevin a todo pulmón.

Mientras corrían en aquel lugar, mirando y persiguiendo el vuelo errático del robot alado, entraron a un sitio diferente al anterior lugar, pues habían llegado sin querer al almacén principal y al avanzar entre cajas, contenedores de todo tipo y tamaños la hija del superintendente se quedó anonadada.

—Oigan… ¿este lugar no es restringido para nosotros? —dijo Meghan.

—Descuida…, es solo parte del estacionamiento. —dijo Omah viendo como el robot se metía más entre los inmensos estantes de objetos y cosas.

Kevin saltó unas cajas y otras y cuando ya lo tenía cerca, dio un salto.

—¡Estoy cerca! ¡muy cerca! ¡Te tengo! ¡Ayyyy! —dijo Kevin atrapando el robot pero este voló renegado escapando de su mano, Kevin por la velocidad que tuvo cayó resbalandose por el piso y arrastrándose sin querer quedando debajo de un estante de objetos. —¡Ay rayos! ¡cómo duele!

Exclamó el joven.

—¡¡Kevin!! —gritaron sus amigos, y ellos se dirigieron corriendo hacia él, pero de repente una máquina autómata se acercaba al punto de ellos, Meghan, Omah y kariela al presenciar eso, se quedaron absortos.

—¡Tengan cuidado! ¡Escondámonos! ¡Pronto! ¡a las cajas! —exclamó Omah protegiendo a sus amigas.

Y así lo hicieron nerviosamente, se ocultaron tras unas cajas.

La máquina cargadora, llevaba la celda metálica, mientras el aparato se acercaba al punto donde estaba Kevin.

—¡Kevin! —exclamó Meghan tratando de rescatar a su amigo

—¡Espera es peligroso! —dijo Kariela cogiendo a Meghan.

Kevin al ver a la tremenda máquina cerca de él y que parecía que lo iba a aplastar, tembló de miedo y sudo frío al ver como sus ruedas se acercaban más a él.

Y la máquina dejó la celda allí sin saber que debajo en una rendija estaba Kevin.

Los demás jóvenes miraban ocultos, muy aterrados como la máquina colocaba aquella celda pesada. Luego la máquina que era automática, regresó de nuevo a su sitio.

Cuando el aparato se alejaba cada vez más, una voz profunda y juvenil se empezó a escuchar en el lugar.

Kevin adolorido por el resbalón, como los ojos desorbitados y asustado por lo que había presenciado se calmó.

Meghan, Kariela y Omah fueron corriendo hacia Kevin.

—¡Kevin! ¡Kevin! ¡responde! —exclamó Kariela agachándose

—Estoy bien, estoy bien muchachos… Solo que un poco atorado y adolorido.

—¡Uff viejo! ¡Temía lo peor! —dijo Omah dándole una mano para salir de allí.

—¡Ay gracias al cielo! ¡Estás bien!... ¿uhh? —exclamó Meghan quedándose atontada.

Cuando Omah ya sacaba a Kevin de aquel lugar, se quedaron de repente en silencio.

Una voz juvenil y profunda cantaba, y cantaba canciones dentro de la celda. Era la chica extraña que al parecer se había puesto a cantar en la soledad.

Pero ellos no sabían qué era lo que pasaba, y se quedaron todos anonadados.

—¿Oigan? Y… ¿eso? —dijo Meghan.

Sus demás compañeros se quedaron atontados escuchando nuevamente.

—Hay alguien que está cantando. —dijo Kariela

—¿Cantando? ¡oh! pensé que ya había enloquecido. —dijo Kevin.

—¿De dónde viene? —se preguntó Omah

Pero la voz de la chica extraña seguía cantando.

—Oigan, me parece que hay alguien dentro de esa celda. —dijo Meghan atónita.

—¿¡cómo!? —se dijeron los demás.

Meghan muy sorprendida se subió por las cajas y llegó hacia donde estaba la celda.

—Oigan parece que de aquí procede

Ella señaló a sus amigos, aquella pequeña prisión. Aunque ellos no sabían de que era tal cosa. Ellos se miraron el uno al otro y también subieron.

En efecto en aquella celda, la chica extraña cantaba una canción desconocida, a lo cual los cuatro jóvenes se quedaron absortos.

—Oigan hay alguien aquí…—dijo Kevin acercándose y apoyando su oreja a la celda. 

—¿Alguien? ¿Y por qué canta? —dijo Meghan

—Ni idea. Pero.. canta muy bonito por cierto. Que extraña voz, parece de un niño o una niña cantando —dijo Kariela

—Es una voz juvenil… como de una chica ¡que rayos! —exclamó Omah

—¡Hay una chica encerrada aquí! ¡quizás necesite ayuda! ¡oh cielos! —dijo Kariela sorprendida.

—¡Hay que hacer algo! ¡Hay que ayudarla! —exclamó Meghan asustada.

—Mmm… —Kevin se limpió la garganta— ¡Oiga…!, ¡Oye tu la que está cantando! ¿Se encuentra bien?

Pero no le contesto. Kevin miró a sus amigos y alzó los hombros y las manos.

—¡¡Oiga!! ¡La que está cantando! ¿¡Se encuentra bien!?

La voz dejó de cantar y luego de un rato la chica de cola de venado dijo.

—¿Y eso que? ¡Si al final al cabo! ¡Me están ignorando! ¡Y se portan mal conmigo!

Me empujaron de una manera vulgar y me duele el trasero. ¡acaso no sabes que mi trasero es muy importante para mi! ¡Grosero!

—¡¿Qué?! ¿qué cosa dijo? —exclamó Kevin riendose estupefacto como sus amigos que se quedaron también atontados por tal voz y respuesta.

—¡¿Oiga?! ¡Qué hace dentro de esta cosa! ¡Se encuentra bien!

—¡Claro que no me siento bien! ¡Me duele!. Aunque… prefiero estar así. Ya no me gusta el trato que me hacen en este lugar, quiero irme al bosque.

—¿Como? —exclamó Kevin atontado.

—Deseo ir al bosque… Ese es mi hogar. donde se encuentra ¡la divina naturaleza!

—¿Humm? ¿qué cosa? —se dijeron todos asombrados.

—Quiero irme a mi casa…, solo quiero irme allí. Para comer y dormir. ¡ah! También ver el rayo del sol y de la luna. Y el sonido de los pájaros, las flores, las arañas, los escorpiones, los gusanos y las mariposas. ¡ah! me olvidaba ¡los peces!

—¡ohhh! —exclamaron atónitos los jóvenes.

—¡Estás atrapada! Ahora mismo vamos a sacarte de allí, espera. —exclamó kariela 

—Quisiera salir, ¡si! e irme a mi hogar. Como lo deseo.

—Creo que necesita ayuda —dijo Meghan a los demas y exclamó— ¡Ten paciencia! ¡ahora mismo vamos a sacarte!

—Gracias… esperare entonces.

—¿Qué hacemos? —dijo Kevin tocándose la barbilla.— ¿tienen algún plan?

—¿Mmm? —dijeron todos, mirando y pensando en aquella celda.

—Oigan parece una caja fuerte gigante, y tiene una perilla de combinación. —dijo Kariela muy curiosa.— ¿Qué extraño no? ¿cómo fue a parar allí?

—Ni idea amiga —dijo Kevin

—Eso es algo muy complejo ¡Tenemos que buscar ayuda!—dijo Meghan

—¿Ayuda? ¡creo que si!— respondió Kariela

—No se preocupen en eso, no es necesario. Justo aquí en mi bolso tenía una sorpresa, la verdad quería sondear qué regalo deseaba Kevin, si era lo que él quería o no, así que tengo esta cosa.

Omah sacó de su mochila un aparato circular y se lo mostró a todos.

—¡Oh! ¡un influidor de procesos!. ¡Rayos Omah pero como! —dijo Kevin sorprendido

—¿un influidor de procesos? —preguntó Meghan.

—Así es, bueno como Kevin un día me dijo que quería abrir el baúl de su abuelo, le compre esto. Pero no estaba seguro si lo necesitaba de verdad o no.

Kevin se quedó con la boca abierta muy sorprendido de lo que veía.

—Oye… ¿Qué es lo que quieres saber de tu abuelo Kevin? —dijo curiosa Meghan

—Jajaja. No es nada, solo algo de investigación. Nada más. Si

Meghan puso una cara de desconcierto y extrañeza.

Omah puso en la perilla de combinación aquel artefacto, y lo presionó contra ello y lo encendió.

—Ahora vamos a saber si esto funciona, a la perfección.

—¡Que! ¡Lo vas a usar! —exclamó Kevin anonadado.— Mi regalo, pero.. pero, pero.

—Necesitamos rescatar a la chica Kevin. Recuerda que vamos a ser protectores. Respondió Kariela muy directa.

—Mmm —murmuró Kevin tristemente.

Omah puso su dedo en un lector de huellas del aparato circular y dijo.

—Bueno… ahora si. ¡Abre! ¡Perilla combinatoria!

Cuando dijo aquellas palabras. El aparato empezó a generar una luz brillante y a temblar. Una parte del aparato giraba y giraba tan rápidamente que luego de un momento como si fuera un imán se pegó a la perilla, como si fuera una olla a presión, y empezó a fundir electrónicamente los datos del aparato, como si lo estuviera dejando inservible.

Y no solo eso, también dejó inservible la cerradura electrónica interna, haciéndola ceder sin sentido alguno. Hasta que Omah sacó el aparato que automáticamente su fundidor de datos empezó a apagarse emanando tanto humo que hizo toser a los jóvenes.

Y al hacerlo la puerta se abrió.