Capítulo: "La Carne de Orco: Nueva Misión, Nuevo Manjar"
En esta última misión de la academia, nos arrastran al Bosque de las Sombras, ese lugar donde uno espera enfrentarse a bestias salvajes… y, si tienes mi suerte, a un orco con la mirada de alguien que ya decidió que hoy va a ser tu peor pesadilla. Pero yo, con mi mezcla de frustración y sarcasmo, no puedo evitar ver al orco como algo más. Algo... útil. Porque, ¿quién dijo que los aventureros no pueden innovar un poco en la cocina?
Así que, después de varios minutos de intensa batalla, logro darle el golpe final al orco, y el mastodonte cae con un sonido digno de un saco de patatas de 500 kilos. Los otros estudiantes me observan, algunos con admiración y otros con esa mirada de "¿cómo rayos sobrevive este tipo haciendo lo que hace?". Pero yo tengo una misión en mente que va más allá de solo eliminar monstruos.
Lady Perfección se me acerca y pregunta, con esa voz cargada de superioridad que tanto le gusta usar: "¿Y ahora qué vas a hacer con ese orco? ¿No piensas, en serio, que…?"
Yo levanto una ceja, sonriendo. "Claro que sí. Hoy vamos a comer carne de orco."
Los rostros de todos los estudiantes cambian de la misma manera: ojos abiertos, bocas colgando, y una mezcla de horror y fascinación. Lady Inocencia incluso da un paso atrás, como si acabara de proponerles que comiéramos rocas. Pero yo no les hago caso. Después de todo, en este mundo medieval, uno tiene que adaptarse y aprovechar lo que tiene.
Me pongo manos a la obra, con las habilidades de Chef Mítico Nivel Platino activadas (aunque ni yo sé por qué tengo algo tan ridículamente específico), y empiezo a trabajar en el orco como si fuera un corte de carne de lujo. El aroma empieza a expandirse, y aunque todos los estudiantes están viendo de lejos, su curiosidad es más fuerte que su asco inicial.
Uno de los chicos, que usualmente no me dirige ni una mirada, pregunta con un tono de desprecio: "¿En serio planeas comer eso? ¿No es… asqueroso?"
Yo sonrío con todo el sarcasmo del mundo. "Pues, querido amigo, considerando que aquí no hay un restaurante cinco estrellas y que tenemos un orco caído que, por cierto, no sabe nada mal, creo que prefiero esto a morir de hambre."
Después de un rato, el aroma de la carne asada a fuego lento se vuelve innegable. Los estudiantes empiezan a mirarse entre ellos, y los estómagos comienzan a rugir. Lady Perfección, con esa mezcla de desdén y curiosidad, se me acerca de nuevo.
"¿Y estás seguro de que esto es… seguro de comer?" pregunta, observando el plato que he preparado con una mezcla de fascinación y terror.
Le doy un pedazo con una sonrisa confiada. "No te preocupes, Lady Perfección. Mis habilidades de chef garantizan que no te vas a morir... al menos no de esto."
Ella lo toma con algo de duda, pero después de un primer bocado, sus ojos se iluminan. Y entonces, la magia comienza. Uno a uno, los estudiantes van acercándose, atraídos por el olor y la curiosidad. Cada uno toma un pedazo, primero con reservas, pero después de probarlo, sus expresiones cambian. Ese "asco" inicial desaparece, reemplazado por una mezcla de asombro y satisfacción.
"¡Esto está… realmente bueno!" exclama Lady Inocencia, sus ojos abiertos como platos. "¿De verdad es carne de orco?"
Asiento, riendo internamente. "Sí, señoras y señores, están degustando la auténtica cocina de supervivencia."
Incluso el maestro, que al principio nos observaba desde lejos, con esa mirada de desaprobación, termina acercándose y probando un trozo. Luego me mira con una expresión de respeto, como si acabara de revelarle el sentido de la vida a través de un simple plato de orco.
Al final, todos terminan comiendo y disfrutando, como si estuviéramos en un banquete improvisado en medio del bosque. Nadie más parece recordar que esta carne proviene de un monstruo gigantesco que hace apenas minutos intentaba aplastarnos. Pero, sinceramente, ver a Lady Perfección y Lady Inocencia, entre otros, comiendo orco asado y sonriendo, hace que todo valga la pena.
Así que, para los que piensan que la carne de orco es asquerosa, déjenme decirles que en este mundo extraño, resulta que nada es tan malo si tienes suficiente hambre… y un toque de Chef Mítico Nivel Platino.