—Luna, yo... Yo sé lo difícil que es tratar con él cuando se trata de comunicación, pero te pido que tengas paciencia. Él es muy distinto al resto de nosotros y tiene un... problema.
—¿Qué problema? —pregunto frunciendo el ceño ante sus palabras. ¿Qué desafío tiene mi macho del que no estoy consciente?
—Fobos no puede captar las emociones a la perfección como el resto de nosotros —me dice mientras la miro con interrogación. ¿Qué está asumiendo esta hembra? Él puede comprender las emociones, siempre lo ha hecho conmigo.
—No, sí puede. Quiero decir, lo hizo cuando yo era
—¿Una cachorra? —Ella pregunta y yo asiento lentamente en respuesta. —Bueno, perdió esa capacidad al madurar de un joven a un adulto. Su lobo lo subyugó en un punto cuando Fobos estaba débil mental y físicamente para despertar instintos animales en él que consumieron sus emociones crudas. Se ha vuelto mucho mejor ahora para leer los sentimientos pero le toma tiempo entender.