—Las lágrimas corrían por sus ojos ahora.
—Del dolor y de lo que le esperaba si él tenía éxito. Estaba aterrorizada por lo que él podría hacerle considerando lo que ella le había hecho la última vez.
—Justo cuando él estaba a unos tres pasos de ella, cayó de rodillas, con las manos en el suelo para sostenerse, mientras salían gemidos de dolor de sus labios y él gruñía: "Quítatelo."
—¡No!—gritó tan fuerte que la despertó.
—Gotas de sudor cubrían su frente.
—Su pecho subía y bajaba, su respiración entrecortada y rápida.
—Sus manos se cerraban alrededor del collar nuevamente, como si fuera su salvación. Parpadeó, observando su entorno y asegurándose de que una vez más estaba a salvo.
—Cuando se recostó esta vez, no volvió a dormir.
—Pero su mente estaba cargada de pensamientos.
—¿Y si él regresaba?
—¿Podría escapar de él como lo había hecho esta vez?
—¿Cuánto tiempo podría seguir así?
—Y si, solo si, él la atrapaba, ¿qué le haría?