—Tú... ¿cómo...?
Había demasiadas preguntas que tenía que hacer y se estaban estrellando unas contra otras.
—Escúchame —se apartó de la ventana, mirándola una vez más—. Una persona planeó un incendio para matar a toda la familia, uno sobrevive. Definitivamente el hecho de que uno aún viviera afectaría, de alguna manera, el plan de aquel que quería que todos ellos estuvieran muertos —luego su voz bajó y se volvió aún más oscura para enfatizar—. ¿Qué crees que sucedería si este asesino se entera de que uno ha sobrevivido?
—Venir por él —ella respondió inmediatamente.
—¡Exactamente! Así es como sé quién es el Ladrón de Novias. Su razón, ¡todo! Finalmente lo sé —luego su voz se volvió más baja mientras se perdía más profundamente en sus pensamientos—. Esa es la razón por la que no se iría. Me está torturando.