Koray y Yujiro llegaron al refugio temporal donde se resguardaban, una especie de búnker improvisado que había sido adaptado para entrenamientos y estudios. El aire estaba cargado de tensión, pero la determinación de Koray era palpable. Tenía que aprender a manejar el Sistema SCP antes de que cualquier otra situación desbordara el caos.
Al entrar, la luz tenue de las lámparas colgantes iluminaba las paredes, llenas de mapas, diagramas y una serie de notas dispersas. La mayoría de esos escritos eran sus propios estudios, sus intentos por comprender mejor el Sistema SCP. Aunque muchos de los SCP que había invocado eran criaturas poderosas, aún no tenía ni la más mínima idea de cómo integrarlos de manera eficiente en su vida.
Yujiro se acercó a una mesa en el centro de la sala, donde una serie de documentos estaban dispersos. Miró a Koray con seriedad.
—Vamos a empezar desde el principio —dijo, poniendo una pila de papeles frente a ella—. Necesitamos clasificar y categorizar todo lo que sabes hasta ahora sobre tus invocaciones. Saber qué tipo de entidades has traído de tu "mundo de bolsillo" y entender sus características, habilidades y, lo más importante, sus debilidades. Sin esa información, estarás en riesgo de que alguna de ellas tome control.
Koray asintió, sabiendo que Yujiro tenía razón. Sin esa organización, su poder solo sería una bomba de tiempo. El caos ya había comenzado a filtrarse en su vida desde que el sistema SCP se había activado. Cada invocación no solo alteraba el flujo de su día a día, sino que le dejaba una sensación constante de inseguridad.
Se sentó frente a la mesa y comenzó a hojear los papeles, cada uno representando diferentes SCP que había invocado a lo largo del tiempo. Los nombres variaban de lo común a lo esotérico. "SCP-682: El reptil inmortal" era uno de los más notorios, pero también había invocado a entidades mucho más extrañas. Unos más controlables, otros tan erráticos que apenas había podido contenerlos en su mundo de bolsillo.
—Aquí... —dijo Koray, señalando un documento que describía a uno de sus SCP más recientes, una criatura conocida como "SCP-173".— Este es uno que no puedo controlar bien. Es un ser que parece estar constantemente en movimiento, pero solo puede moverse cuando no lo observas. Eso significa que, si no le mantienes la vista fija, puede acercarse y atacarte de manera impredecible.
Yujiro frunció el ceño al leer la descripción.
—¿Y cómo lo has manejado hasta ahora?
—En realidad, no lo he manejado. Solo lo he invocado para ayudarme con el combate, pero nunca he llegado a aprender realmente cómo funciona. Solo lo uso como un "escudo" en combate, lo cual no es suficiente —admitió Koray, su voz llena de frustración.
Yujiro suspiró, reconociendo que la situación era más grave de lo que había imaginado. Había sido imprudente invocar a tantos SCP sin un plan a largo plazo. Sin embargo, no estaba dispuesto a dejarla caer en la desesperación.
—Vamos a empezar con lo básico. Necesitamos encontrar un método para controlar y aprovechar cada invocación. Primero, tenemos que asegurarnos de que comprendas el comportamiento de cada uno. No todos los SCP siguen la misma lógica. Algunos son impredecibles, otros pueden volverse tus aliados si los tratas con el debido respeto.
Koray asentía mientras Yujiro hablaba, ya más centrada en la tarea que tenía ante ella. El plan era claro: aprender a trabajar con sus invocaciones y no simplemente depender de ellas en situaciones de emergencia. Sabía que, si quería sobrevivir en el mundo de *Jujutsu Kaisen*, necesitaría más que solo invocar monstruos.
—Luego, necesitamos trabajar en tu capacidad de invocación. ¿Cuánto más puedes invocar al mismo tiempo? ¿Cuáles son los límites de tu poder en términos de cantidad y duración? —preguntó Yujiro mientras continuaba mirando los papeles.
Koray se detuvo por un momento, pensando en sus respuestas. El sistema SCP le daba una gran variedad de opciones, pero también tenía sus límites, tanto en términos de la cantidad de invocaciones que podía realizar, como en la energía que podía gastar en ellas. Cada invocación requería un costo emocional y físico, y si usaba demasiados SCP a la vez, podría colapsar.
—Creo que el límite está relacionado con la cantidad de energía que tengo disponible. A veces siento que me agoto más rápido cuando invoco demasiados... Pero nunca he probado a invocar solo uno y controlarlo completamente durante un largo período de tiempo. Tal vez eso me ayude a entender mejor las dinámicas del sistema.
Yujiro la miró con atención. Estaba claro que Koray tenía una comprensión básica, pero le faltaba experiencia. El hecho de que lo admitiera era un buen primer paso.
—Entonces, hagámoslo. Hoy nos concentraremos en una sola invocación, la más sencilla. ¿SCP-173 te parece bien? —preguntó Yujiro con un tono pragmático.
Koray miró el documento nuevamente y asintió con decisión.
—Sí, eso me parece correcto. Si puedo controlar a un ser como SCP-173, tal vez pueda manejar otros más complicados después.
Yujiro se puso de pie y dio una ligera sonrisa.
—Perfecto. Comencemos.
Durante las horas siguientes, Koray se dedicó a invocar repetidamente a SCP-173. Al principio, la criatura no respondía más que con movimientos rápidos y erráticos, lo que la mantenía a la defensiva. Pero, conforme pasaban los minutos, Koray comenzó a comprender el patrón en su comportamiento. SCP-173 solo podía moverse cuando no era observado, lo que significaba que debía mantener contacto visual constante sin dejarlo desviarse.
A medida que el entrenamiento avanzaba, Koray experimentó la sensación de tener algo más que un simple monstruo bajo su control. Por primera vez, realmente entendió la importancia de la observación, de entender los detalles de lo que invocaba. No solo se trataba de tener poder, sino de cómo gestionarlo.
Yujiro observaba en silencio, apreciando el progreso de su amiga. Había comenzado el día con una Koray llena de dudas y frustraciones, pero ahora, después de horas de entrenamiento, veía una versión más decidida de ella. El proceso iba a ser largo, pero ya estaba dando frutos.
—Bien hecho —dijo finalmente Yujiro, mientras observaba cómo Koray mantenía a SCP-173 inmovilizado en su lugar. Ella se giró para mirarlo, una sonrisa tímida en su rostro.
—Gracias, Yujiro. Esto no es fácil, pero voy a continuar hasta dominarlo.
Yujiro le devolvió la sonrisa con una mirada llena de aprobación.
—Lo sé. Y estoy aquí para ayudarte en cada paso del camino.
Con esa promesa entre ambos, Koray dio un paso más hacia el dominio completo de su poder, comprendiendo que, aunque su camino sería arduo, no lo recorrería sola.