9 ª. Una tormenta inoportuna.
Las
dos amigas de Akane salieron del aeropuerto y cogieron un taxi en
dirección a Nerima. Al llegar al barrio bajaron y Yuka acompañó a su
amiga a su casa. Sayuri no se esperaba lo que le venía encima. Nada más
entrar en su casa. Se acercó su madre corriendo y la abrazó.
-
¿Estas bien? ¿Te han hecho daño? ¿ese chico te ha hecho algo? ¿Os han
dejado ir o habéis escapado? – dijo la madre de la chica abrazándola y
llorando- Hemos pasado unos días horrorosos sin noticias tuyas, ni de tu
amiga. Yuka. Temiendo que esos dos chicos os hicieran daño.
Sayuri miró a su madre asustada. No entendía nada.
-Mama,
¿De qué me estás hablando? ¿Quién se supone que nos debía hacer daño?
¿Quién nos tenía cogidas? No te entiendo, sólo he estado con mis amigas y
con Ranma, el prometido de Akane en Kioto en un parque temático.
-A
esos dos me refiero. A tu mal amiga… a esa tal Akane y a ese gamberro
de su novio. - dijo la mujer…- os secuestraron a ti y a tu amiga Yuka…
seguro que fue para algo malvado. No quiero que los vuelvas a ver. Tu
padre ha ido al dojo Tendo a hablar con los padres de esos dos
desgraciados. Él pondrá las cosas claras.
La chica miró a su madre con horror.
-Pero…
¿Qué habéis hecho? - preguntó con horror- Ni Ranma ni Akane nos
secuestraron… los invitamos nosotras. - aclaró la joven. - fuimos
nosotras dos quienes los llevamos a Kioto…ellos no querían ir, querían
ir a un parque de Tokio, los obligamos a seguirnos- la chica miró a su
madre- desde cierto punto de fuimos nosotras quienes los secuestramos.
Reunimos dinero entre toda la clase para pagar las entradas. Queríamos
darles una alegría. No están pasando un buen momento…nosotras fuimos
designadas a ser sus acompañantes
La madre de la chica la miró espantada. Iba a hablar, pero en ese momento entró su marido. El hombre miró sorprendido a su hija.
-Hija…
estas bien. Lo hemos pasado tan mal… sin noticias tuyas. Temiéndonos lo
peor… que esos dos- y el hombre se enrabió-…compañeros tuyos.
-Papá…
ni Ranma ni Akane me han hecho nada. Yo y Yuka los arrastramos con
nosotras. Ranma se opuso, no quería meternos en problemas…- la chica
bajó la cabeza y añadió con pena-y al final ellos tendrán problemas por
culpa nuestra.
El hombre miró a su hija y se enfadó.
-No
debes protegerlos. Son unos criminales, me han contado cosas horribles
sobre ellos. Que les han pegado palizas a los primos de esa chica… que
al tío también lo han hecho.
-Es verdad han hecho eso- dijo Sayuri.
- ¿Ves cómo debes dejar de relacionarte con esos dos? Son unos asesinos.
-Lo hicieron para defenderse…
-No quiero volver a verte cerca de esa…chica. Te está trastornando.
Sayuri miró a su padre con rabia.
- ¿No me crees? - dijo llorando la chica.
-No, no te creo. – dijo el hombre categóricamente. La chica se giró. - ¿Dónde piensas que vas? No he acabado contigo.
-A mi habitación… si crees más a otros que a tu propia hija…no tiene sentido que sigamos hablando.
La chica se fue a su habitación y sus padres la oyeron llorar desde el comedor.
- ¿En qué nos hemos equivocado? Era una buena hija, no nos dio problemas ¿Qué le ha pasado? – dijo el padre.
- En una cosa. No la hemos creído. - contestó con pena la mujer.
-Pero… quien me lo dijo…- su credibilidad se tambaleaba, ¿Y si su hija tenía razón?
Su mujer lo miró.
-
¿Has visto los ojos de Sayuri? Eran sinceros, ella decía la verdad… y
no la hemos creído. - entonces tuvo una sospecha- ¿Quién te contó que
nuestra hija fue secuestrada? - preguntó la mujer alarmada.
El hombre miró a su esposa asustado. No sabía porque estaba tan asustada.
-El comisario Tanaka. Fue él- contestó. La mujer se puso blanca. - ¿Qué te pasa? - preguntó el hombre asustado.
- ¿Qué hemos hecho? - dijo la mujer exaltada.
- ¿Qué pasa? - preguntó con exigencia el hombre.
-Rumores,
hechos que se comentan en el barrio-dijo la mujer- se comentan cosas
horribles sobre ese hombre. Desde que tiene bajo su control a bandas de
delincuentes, hasta que mantiene relaciones prohibidas con su hija. De
esta y del otro hijo de ese comisario también hay historias. Que
chantajean a la gente, que la utilizan como quieren. He oído cosas
horribles de esa familia.
-Simples rumores, nada real- dijo el
hombre... Pero él también había oído rumores semejantes. - es un
respetable hombre de esta comunidad.
-Pues no es lo peor… se
rumorea que quiere…- y la mujer miró hacía la habitación de su hija, no
quería que supiera lo siguiente- se rumorea que… quiere… que Akane
Tendo… muera…y que su prometido también…que tiene la vista puesta en el
dojo Tendo… y esos dos chicos son un obstáculo para sus planes.
-Son rumores- dijo el hombre.
-
Hay algo más…el día que se fue Sayuri. Se cuenta en el barrio que ese
hombre fue a buscar a Akane con una orden judicial… se la quería
llevar…- la mujer no quería seguir. No le gustaba lo que iba a decir, si
se enteraba su hija…- se la quería dar a un amigo suyo… para
prostituirla.
-No puede ser verdad- dijo el hombre horrorizado.
-Me
lo contó tu padre… fue invitado por Kasumi Tendo… varias personas del
barrio asistieron a la reunión. Ese hombre quería llevase a esa chica a
la fuerza. Amenazó a todos los presentes.
El hombre se asustó.
Miró a su mujer y se llevó las manos a la cara. Comprendió que se había
equivocado. Que había tenido un error gravísimo.
- ¿Qué he hecho?
¿Qué he hecho? He traído la vergüenza a nuestra familia. ¿Cómo pude
hablar y humillar a esa familia como lo hecho?
Se levantó de la silla.
- ¿Dónde vas? - preguntó la mujer con miedo.
-Primero
a hablar con el padre de Yuka. Después a pedir perdón a la familia
Tendo. Lo que he hecho será una mancha en mi vida… que nunca borraré.
-¡Es
mentira…! ese hombre no puede querer a Akane para eso- Sayuri había
escuchado la conversación de sus padres- no es posible. Sólo queríamos
sálvalos y los hemos condenados. - la chica lloraba desconsoladamente.
-Lo
siento hija, perdóname por no creerte. Sé que he perdido tu confianza.
Pero intentaré ayudar a tu amiga y a su prometido. Voy a quitar la
denuncia contra ellos… pero vete preparando para lo peor. Ese hombre es
poderoso y… puede triunfar. He oído hablar de ese Ranma Saotome y lo
fuerte que es, pero puede que esta vez puede que fracasé… y no logré
salvar ni a su prometida, ni a él.
-No quiero perder a Akane- dijo
la joven- la conozco desde pequeña. No dejaré que ese hombre me utilice
contra ellos. Ellos jamás se han rendido contra sus adversarios… yo
seguiré su ejemplo.
Unas horas después, todo se había resuelto, El
padre de Sayuri y él de Yuka habían hablado y aclarado todo, la
denuncia había sido retirada, para enfado de Kyosuke. Los padres
pusieron una orden de alejamiento, el comisario no podía acercarse a las
dos chicas, ni sus hijos ni nadie vinculado a él. Los dos hombres
fueron al dojo a pedir perdón y Kasumi se lo concedió. Y al volver se
reunieron todos en casa de los padres de Sayuri.
-Está bien que
hayáis perdido perdón a la familia Tendo y a nosotras- dijo Yuka- pero
el honor y la respetabilidad de Akane y Ranma ha sido dañada y se ha
resentido, el barrio hablará mal de ellos, los creerá culpables. No
podrá reparar su credibilidad con facilidad. No entiendo como hicisteis
caso a lo que dijo ese hombre. Ya oísteis rumores de como es. Nosotras
hemos visto como los atacaban. Utilizan a los rivales de Akane y Ranma
en contra ellos. Y ahora lo han querido hacer con nosotras
Las jóvenes estaban muy furiosas.
-No
pensamos abandonar a nuestra amiga, nos necesita. Aunque no los sabíais
habéis actuado mal. Os avisamos que nos íbamos a un parque de Kioto y
que nos llevábamos a nuestra amiga y a su prometido. Y caísteis en la
trampa de ese hombre, sabiendo la verdad. Habéis visto fotos de nuestro
viaje. ¿pensáis que unas chicas se reirían estado secuestradas?
Los padres miraron a sus hijas.
-No,
tenéis razón, no se reirían. Esas fotos denuestan que decís la verdad.
Pero me preocupa esta foto-dijo el padre de Yuka y enseñó una foto de
los cuatro chicos que fueron al parque. En ella se veían a las tres
chicas reír…pero a Ranma mirando su prometida muy preocupado y con los
ojos tristes- este chico está preparado para lo peor, sabe lo que puede
ocurrir. No puede ocultar que está muy preocupado por su prometida…la
debe querer mucho… si a ella le pasa algo…si muere…- y miró a los allí
reunidos-…se vengará y después…él la seguirá. - miró a la dos jóvenes-
Debéis de aceptar lo que puede ocurrir… puede que estéis viendo los
últimos días de vida de esos dos chicos. Porque Tanaka utilizará todo lo
que este a su alcance… para destruir a esos dos jóvenes… y por
desgracia lo logrará.
Ese día había sido horrible. Por la mañana se presentaron dos
hombres, los padres de dos compañeras de Akane. Gritaron y amenazaron a
Kasumi, la chica aguantó el chaparrón. No entendía nada. Acusaron a
Akane y Ranma de secuestrar a sus hijas, Kasumi negó la culpabilidad de
los dos jóvenes. Los dos hombres salieron furiosos del dojo, expulsados
por Nodoka más furiosa que los dos hombres, Kasumi no había visto nunca
así a la mujer, le recordó a Ranma.
Una vez en la calle los dos
hombres amenazaron con demandar a toda la familia, usaron acusaciones e
injurias muy fuerte contra las dos hermanas mayores…y cumplieron la
amenaza. Hora después la chica recibió una citación para los dos más
jóvenes de la familia, acusándolos de secuestradores.
Salió a
comprar y volvió al poco… con las manos vacías… algunos de los
vendedores se negaban a vender a la familia de unos secuestradores… y
otros habían sido amenazados por la familia Tanaka.
-No te preocupes Kasumi- dijo Nabiki, - yo iré a comprar por ti, ya verás cómo regreso con algo y sonrió misteriosa.
-Te acompaño Nabiki- dijo Nodoka- conozco algunos comerciantes que deben favores a mi familia, ellos nos ayudaran.
Cuando
llegaron a la primera tienda, fueron recibidas con frialdad tanto del
vendedor como de la clientela. Pero las dos mujeres estaban preparadas
para lo peor.
-En esta tienda no vendemos a secuestradores- dijo el vendedor.
-Es
una vergüenza para el barrio que ustedes vivan aquí, la madre de un
secuestrador y la hermana de una secuestradora, ojalá la chica hubiera
muerto en lugar de su madre. - dijo una mujer de edad madura. Apestaba a
cerveza y colonia barata. Nodoka la miró sin ocultar su asco. Esa mujer
tenía pésima fama en el barrio. Nabiki se enrabió con la mujer, pagaría
caro su insolencia.
- ¿No me va vender? -preguntó Nabiki con
falsa ignorancia y con una sonrisa perversa en sus labios. Nodoka la
miró, la chica planeaba algo.
-No, ¿Estas sordas o qué? Y ahora fuera de mi establecimiento. - gritó el vendedor.
-
¿Entonces quiere que esto llegué a su mujer? - dijo Nabiki con
picardía. Y le entregó un sobre al hombre. El vendedor lo abrió, sacó
unas fotos y empalideció. Si esas fotos llegaban a su mujer estaba
acabado. Miró a la joven y a la mujer vestida con un kimono… y…
-Le venderé lo que ustedes quieran- dijo el hombre temblando de miedo y sudando fríamente.
Las dos mujeres salieron del local con la compra. Kasumi no volvería a tener problemas con ese hombre.
Habían
hecho la compra, Nabiki supo usar el chantaje para resolver el problema
que tenían. La chica tenía un sexto sentido para encontrar todo lo que
los comerciantes no querían que se supiera.
- ¿Has visto tía Nodoka lo fácil que es conseguir lo que quieres apretado ciertos tornillos?
La mujer miró a la joven y sonrió, sabía que la chica preparaba otra jugada.
Horas
después volvían a casa. Iban cargadas de bolsa, Nabiki consiguió la
mayoría de sus objetivos claudicasen. Nodoka recibió los favores que la
gente le prometió a su familia.
-Di la verdad, ¿No has jugado todas tus cartas? ¿A quién has mandado esas cartas? - preguntó Nodoka.
-Esa
gente que nos ha criticado… que han criticado o que han insultado a
Akane y Ranma van recibir un escarmiento. Esa gente, como la mujer que
deseó la muerte de Akane… va a tragar de su propia medicina.
- ¿Qué le has hecho? - preguntó asustada Nodoka.
-Nada…
sólo mandarle unas fotos suyas a su marido… este hombre va disfrutar
viendo la clase de mujer que tiene… es una lástima podría haberla
chantajeado.
Esa noche la mujer que criticó a la familia Tendo en
la tienda, fue puesta en la calle por su marido. La habían fotografiado
con su amante… un menor. Pasaría varios años en prisión por pederasta.
No fue la única persona que fue víctima de la cruel venganza de Nabiki,
una venganza que destrozó varios matrimonios. Nabiki no sintió
remordimientos, se lo merecían
Ya habían vuelto al dojo, habían
regresado de comprar. Estaban acabando de comer, cuando llegó Yuta, que
fue mal recibido por la familia Tendo.
- ¿Se puede saber qué haces aquí? - preguntó con furia Nabiki- sal inmediatamente.
- ¡No! Mi padre me ha mandado para que me llevé de aquí a Akane, no me iré hasta conseguir lo que me han ordenado.
-Pues
en estos momentos no está…y si estuviera…- dijo Kasumi, y miró a su
primo con crueldad-… sólo te llevarías una cosa… una paliza. Acuérdate,
Ranma siempre está con ella, siempre la apoya, siempre la protege… si
secuestras a Akane… más te vale que te suicides… porque Ranma te matará,
pero antes te hará sufrir.
Kasumi había empleado un tono muy cruel, Nabiki la miró asustada esa no era la Kasumi de siempre.
-Se hará como mi padre diga…lo que digáis me da igual. Y si ese chico se pone en el medio… lo mato-amenazó el joven.
-Yo
de ti los dejaría en paz, vas a perder mucho si te emperras a hacerle
daño a Akane…vas a perder tu vida, no la debes valorar. - Nabiki estaba
no menos furiosa que su hermana- ¿Qué es ese invento de mi hermana y
Ranma son secuestradores? Lo ha inventado tu padre y lo habéis esparcido
como la pólvora por Nerima. Tenéis colaboradores que os han ayudado.
Yuta
la miró sorprendido. Era cierto lo que había dicho la chica era verdad.
Habían inventado el burlo y habían utilizado a ciertas personas para
esparcirlo. Había sido un plan de su hermana, él no estuvo de acuerdo,
algo iba a salir mal.
-Si tienes razón. Se lo inventó mi hermana,
cuanto supo que habían huido con esas dos niñas tontas. Ahora la
reputación de Ranma y Akane caerá por los suelos. La gente los mirará
mal- el chico se rió. - de ahora en adelante, nadie se fiará de ellos.
Recibirán el justo castigo que se merecen.
- ¡FUERA! -gritó Kasumi furiosa- ¡MARCHATE YA! ¡SAL DE AQUÍ!
-
¡Me niego!… este dojo pertenece a Soun Tendo… y en el futuro a mi…
padre. Tú no tienes ni voz ni voto aquí…- se calló, una katana lo
apuntaba.
-Ya has oído a la señorita Kasumi, sal de esta casa o
tendrás problemas, no nos obligues a llamar a la policía. - dijo Nodoka
furiosa.
-No me harán nada. ¡Recuerda! Mi padre es policía. es el comisario.
-Entraste
aquí y permiso. Nos amenazaste y nos defendimos… fue en defensa propia.
Tienes varios casos de allanamientos de morada con robo. Esta vez no
escaparás. - dijo Nodoka amenazante. Le habían llegado rumores de los
robos cometidos por el joven.
-No lo podéis hacer- dijo el chico con miedo.
-Si
lo podemos hacer. Tu familia nos ha ofendido. Tu padre ha acusado
falsamente a mi hermana y a mi hermano- Yuta miró extrañado a Kasumi, su
prima no tenía hermanos- ¡Si…mi hermano! Ranma es mi hermano desde el
momento que fue prometido a mi hermana. No nos quedaremos quietas viendo
como matáis a mis hermanos pequeños. No te dejaré, antes te mato.
Ni Nodoka ni Nabiki habían visto nunca tan furiosa a Kasumi. Una Kasumi furiosa era algo nuevo para ellas.
-
¡Fuera! - repitió con exigencia Kasumi- ¡vete de aquí! O te hago sacar
por la fuerza. Y si no acabo contigo yo misma…. Lo estoy deseando. Mi
madre me encargo de proteger a Akane y lo voy hacer, si tengo que acabar
contigo y con tu familia- se calló, miró al joven con odió, y con mucha
rabia- lo haré, sin dudarlo.
-No saldré hasta que no me llevé a Akane. - contestó el chico desafiante.
-Nabiki llama a la policía, diles que se nos ha colado un ladrón… y nos está amenazando.
- ¿Piensas que me pasará algo? - dijo el joven riendo- mi padre me sacará de este jaleo.
Nabiki, fue a teléfono y llamó, al poco volvió.
-Ya
están en camino. Estarán aquí en unos minutos. – dijo Nabiki. Pero la
policía no fue a los únicos que avisó. - ya puedes ir saliendo o te
sacaran ellos. Tú eliges.
El chico miró a las tres mujeres
enrabiado y se levantó, fue entonces cuando Nabiki descubrió que el
chico antes de mostrase ante ellas, había registrado toda la casa.
-Me
niego a irme. Esta será mi futura casa, cuando muera Akane. Pasará a
manos de mi padre. - dijo el chico con chulería- Soy el hijo del
comisario, puedo hacer lo que me venga en gana.
-Eso está por ver.
Saldrás de este dojo, ¡Ahora mismo! O cumpliremos nuestra amenaza. Ya
te lo hemos dicho, has entrado sin permiso. Seguro que venías a robar.
Te hemos sorprendido y nos has atacado. Nos hemos defendido… y nos has
obligado a…- dijo Nabiki, insinuando lo que le pasaría. El chico tragó
saliva, pero siguió emperrado en sus chiquilladas- tú padre no podrá
hacer nada… sólo llorar tu perdida… eso si tiene sentimientos.
Yuta
miró a las mujeres, en ese momento se requería una retirada
estratégica, volvería y se llevaría a Akane, pasando por encima de quien
fuera.
Se levantó y se dirigió a la salida, seguido por las tres mujeres, no se fiaban de ese chico.
-No
hace falta que me sigáis, sé el camino- se paró y la encaró- volveré y
me llevaré a Akane… pero antes de dársela a mi padre- puso una sonrisa
malvada. Las tres mujeres supieron lo que iba a decir- gozaré con ella… y
lo haré delante de su prometido, que caerá bajo los golpes de mis
puños.
-Tú ven, intenta llevarte a Akane- dijo una Nodoka furiosa,
mientras echaba una mano a la Katana- y antes de andar medio metro mi
hijo te habrá arrancado tu cabeza. No los desafíes no tienes el nivel
para luchar contra ellos. Ranma o Akane te destrozarían sin esfuerzo.
Yuta miró a la mujer y sonrió con desprecio.
-Nadie
está por encima mío. Soy el líder del equipo de Japón de lucha. Nadie
me iguala. Ni Akane ni Ranma… ni nadie-no le gustaba que lo considerasen
inferior a alguien, estaba furioso. Se giró y fue a la puerta del dojo
donde le esperaba una sorpresa.
Cuando salieron a la calle. Había
un coche de la policía. Y dos policías, que al ver a Yuta suspiraron. El
chico se había metido en otro jaleo y ellos no podían hacer nada. Sólo
comunicar a los denunciantes su impotencia ante los hechos, aguantar el
malhumor de los demandantes al sentirse desentendidos, y evitar un
linchamiento, que ese chico tenía merecido.
-Ahora veréis como no
me pasa nada- dijo el chico con sorna. - dentro de cinco minutos volveré
al dojo y os tendréis que aguantar.
Kasumi miró al chico con desagrado.
-Eso está por ver- respondió Nabiki, estaba claro que planeaba algo.
El chico se limitó a reír con superioridad.
-Mi padre me ha mandado a buscar a mi prima a esta casa… y estas…" Señoritas" me ha echado sin miramientos. Deben escoltarme dentro y no permitir que eso se vuelva a repetir.
Los
policías se miraron. Si hacían los que les pedía el chico, los dueños
de la casa lo denunciarían por invasión de la propiedad privada y … si
no hacían caso al chico, el comisario los sancionaría. Hicieran lo que
hicieran saldrían perdiendo.
-Su padre firmó un documento en el
cual juraba no entrar en el dojo, ni él, ni nadie de la familia Tanaka,
ni nadie mandado por él. Y tú, Yuta no puedes entrar. Si lo intentas
serás recibido como un ladrón. - dijo Nabiki.
La escena era vista
por una multitud, Nabiki había llamado a vecinos y afectados por los
Tanaka, personas que habían sufrido alguna agresión de los hijos del
comisario.
- ¿Cómo puede llamarme ladrón la hermana de una
secuestradora? La hermana de alguien que ha secuestrado a dos niñas
inocentes. Y con la ayuda de su prometido vete a saber que le han hecho.
Los
allí reunidos empezaron a hablar de esos dos chicos que habían
secuestrado dos compañeras de la escuela. Esos dos niñatos eran la
vergüenza del barrio. Yuta consiguió lo que buscaba, poner a la gente en
contra de la familia Tendo.
- ¿Puede demostrarlo? - preguntó
Nabiki. Yuta se quedó blanco. No, no podía- si no puedes, cuando vuelvan
Ranma y Akane se lo diré. Y ellos tendrán dos opciones. O te dan una
paliza o te demandan a ti y a todos los que los han calumniado. Para ti
es mejor que te demanden… al menos saldrás más vivo.
-No he hecho
nada y es verdad tu hermana y ese idiota han secuestrado…- se calló,
Nabiki sacó una mini grabadora y la conectó. Y se oyó la conversación
que habían tenido dentro del dojo.
"-Yo de ti los
dejaría en paz, vas a perder mucho si te emperras a hacerle daño a
Akane…vas a perder tu vida. No la debes valorar. ¿Qué es ese invento de
mi hermana y Ranma son secuestradores? Lo ha inventado tu padre y lo
habéis esparcido como la pólvora por Nerima. Tenéis colaboradores que os
han ayudado.
-Si tienes razón. Se lo
inventó mi hermana, cuando supo que habían huido con esas dos niñas
tontas. Ahora la reputación de Ranma y Akane caerá por los suelos. La
gente los mirará mal. De ahora en adelante, nadie se fiará de ellos.
Recibirán el justo castigo que se merecen."
Yuta miró a Nabiki furiosa. Esa chica lo había engañado. Ya no podían engañar a nadie con eso del secuestro.
-No
pasará nada. Ni a mi padre, ni a mi hermana ni a mi se nos inculpará
por eso. Pero ni mi prima ni ese idiota que tiene por prometido podrán
recuperar la reputación que tenían- y se rió- no hemos fracasado del
todo.
Nabiki se acercó a su primo le metió la mano en bolsillo y
le sacó unos documentos y algo que había entre los documentos cayó al
suelo.
Nabiki miró los documentos. Y los leyó.
-Estos
documentos son la propiedad del dojo Tendo y otros documentos
importantes. Nos los has robado- el chico se quedó blanco- querías
falsificarlos y poner como beneficiario a tu padre. Qué vergüenza ser
prima tuya. - se dirigió a los policías- deténganlo por hurto- vio que
los dos agentes se quedaban parados- si no lo hacen los denunciaré a
ustedes por cómplices.
Los dos agentes se miraron.
-No podemos, el comisario nos expulsará del cuerpo.
-Y
si no lo hacen, los meterán en cárcel por cómplices de un robo-dijo
Nabiki. Se sabía ganadora, el chico no escaparía esta vez. Lo habían
pillado con documentos robados, y había una multitud de testigo.
Yuta miró a su prima, hoy perdería y sería por culpa de su padre, esto no podía salir tan mal.
Kasumi se acercó a los objetos que se le cayeron a Yuta y se puso roja.
-Pero…
esto… esto es mío- dijo la chica avergonzada- estas braguitas y estos
sostenes son míos. Eres un ladrón de ropa interior- y miró una foto y se
puso roja de vergüenza- me has fotografiado desnuda. ¡Eres un
pervertido!
Yuta se puso rojo. Si lo registraban encontrarían más ropa íntima de Kasumi… y fotos de Nabiki también desnuda
-Ya decía que me faltaba ropa, -dijo la chica sonrojada-… cada vez que vienes me quitas algo… eres tan pervertido como Happosai.
Yuta
se acercó a Kasumi y la abofeteó. La chica se quedó parada, del labio
le empezó a manar sangre. Todos lo que vieron la escena se quedaron
helados, estaban espantados. Ese chico era un cínico que actuaba por
instinto. Era capaz de todo, nada lo pararía.
Kasumi se tocó la
cara, miró a su primo con los ojos brillantes. No lloraría, no le daría
ese gusto a su primo. Nabiki se enrabió, ese imbécil pagaría cara su
osadía.
- ¿Cómo te has atrevido? - dijo Nabiki- ¡pegarle a una
mujer!, ¡eres un animal! Te arrepentirás de esto. Tienes suerte que ni
Ranma ni Akane estén aquí, no te lo hubieran permitido.
- ¡Cállate
mujer! - dijo Yuta con desprecio- el puesto de la mujer es servir al
hombre. Kasumi se ha ganado el golpe por insolente. Debía estar contenta
que alguien como yo le robé la ropa íntima, y en lugar de eso me
critica. Vosotras las Tendo no conocéis vuestro lugar en la sociedad y
es ser esclavas de los Tanaka… ¡de mi familia! - y el joven se rió, pero
calló cuando vio que las dos hermanas lo miraban muy mal. Había visto
esa mirada en alguien, después de momento lo supo donde vio esa mirada…
en Ranma y Akane, fue entonces cuando se empezó a atemorizar.
Los
allí reunidos empezaron a murmura en contra del joven. Si al principio
iban en contra de las hermanas Tendo, al descubrirse la verdad. que
todos fueron engañados, el joven fue víctima del comentario de la gente.
Al
descubrirse que era un ladrón, y protegido por su padre, el comisario,
entre los asistentes aumento el ya grande descontento contra el jefe de
policía. A parte había personas que habían sido víctimas de Yuta o su
hermana. Y empezaron a pedir que fuera detenido.
-No vais a poder hacerme nada- dijo riendo Yuta- mi padre…
Los
dos policías se miraron. Debían hacer lo justo, habría represalias,
pero nadie les negaría que hicieron su trabajo. Se acercaron al chico y
lo esposaron.
- ¿Qué estáis haciendo? Sabéis lo que os pasará. - dijo enojado el joven.
-Hacemos
nuestro trabajo, te han pillado con material robado, documentos y ropa
interior, fotos de desnudos. En una grabación reconoces que habéis
acusado de un delito que no han cometido a dos jóvenes, has agredido a
una joven. A parte como no lo hagamos habrá un tumulto y te intentaran
linchar, puedes salir muy perjudicado. Ya me importa poco lo que me
pase, volveré al periódico de mi padre. Tu padre no tiene jurisdicción
allí. -dijo uno de los policías.
Lo montaron en el coche a la fuerza, el chico se opuso a entrar, y lo llevaron a la comisaria.
-Vamos
Kasumi, ese idiota te ha roto el labio. Vamos a curarte y a presentar
una denuncia contra Yuta, se le quitarán las ganas de meterse con la
familia Tendo- dijo Nabiki.
Yuta iba en el asiento trasero del coche de la policía. Había
despotricado contra los agentes que lo detuvieron, los amenazó… pero en
realidad todo iba según su plan. Si no había fallos, de esta no lo
libraba ni su padre, estaría a la sombra una buena temporada. Cuando
pusieran en práctica el plan de su hermana, Ranma se enfurecería, y
atacaría a su familia, pero él estaría a salvo en la prisión. No quería
recibir otra paliza por un plan en el cual no estaba de acuerdo. Mana y
su padre no sabían a lo que se enfrentaban. No saldría perjudicado por
la imbecilidad de otros. El sabía el verdadero potencial de Ranma.
Empezaba a ser horas de huir de la tutela de Kyosuke, aprovecharía el
torneo mundial, para desaparecer.
Kyosuke estaba teniendo un mal día. Cada vez tenía menos personal,
ese día una sección entera fue destinada a otro barrio de Tokio. Esos
policías habían pedido el traslado… lo habían exigido y se lo habían
concedido. Otro grupo de policías había dimitido y lo habían demandado.
El servicio de limpieza llevaba una semana de huelga, y todo el personal
de la comisaría había pedido su destitución, o se sumaría a la huelga
del personal de limpieza. El personal de la comisaría había pensado en
hacer una huelga al estilo occidental.
Sus hijos no llevaban bien
el asunto de Akane y de su prometido. Su sobrina y el prometido de esta
siempre se escapaban de todas las trampas que les tendían, no pudo
entregar a la chica a su socio, el proxeneta, pero lo volvería a
intentar. La última trampa parecía ir bien, pero conociendo los dos
prometidos, podía fallar en cualquier momento.
Le acaban de
informar que sus pupilos del equipo de lucha habían recibido una paliza
por irrespetuosos, habían provocado un incidente, no sabía que habían
hecho ni con quien. Ya estaba cansado de los desmanes de ese grupo, al
final los echarían de la selección de Japón, con lo que le costó
entrenarlos y meterlos en la selección. Por suerte no se enteró la
prensa, si no su carrera como entrenador estaría acabada.
Se
encerró en su despacho y desde allí oyó mucho jaleo, al salir para ver
que sucedía, tuvo el susto de su vida. Dos policías entraban, llevando
esposado a un joven. El chico parecía muy seguro, como si supiera que su
estancia allí sería temporal.
Kyosuke se enfadó, esos dos agentes
estaban locos, el chico esposado era su hijo. En breves momentos
hablaría con esos dos hombres y los obligaría a soltar a su hijo, se
habían buscado un lio muy grande.
- ¿Se pueden saber que hacen? - preguntó Kyosuke con exigencia. Los dos policías lo miraron.
-Ha
entrado en el dojo Tendo sin el permiso de los dueños- dijo uno del
policía, iba a seguir, pero fue interrumpido por el comisario.
-Ahí puede entrar cuando quiera- dijo Kyosuke. Miró al policía con presunción- ¿y qué más?
Todos
los allí reunidos advirtieron el tono prepotente y fanfarrón del
comisario. El policía miró al comisario. Y se preparó para seguir. No le
gustaba como se dirigía ese hombre a él. Él se había hecho en las
calles, se había pateado todo Nerima, y ahora uno que era comisario
porque tenía buenos amigos… un repelente enchufado, que no sabía nada de
cómo funcionaba la comisaría y lo ponía en ridículo.
-Ha robado documentos, en ese dojo y ropa de una de su habitante, ropa íntima.
-Ese
dojo me pertenecerá en el futuro… puedo llevarme lo que quiera. - miró a
su hijo- en cuanto el robo de ropa íntima… la chica debería estar
orgullosa que alguien como mi hijo le robe la ropa.
Kyosuke vio el espanto en los rostros de sus subordinados, pero no por ello asumió su delito.
-Ese comportamiento no es normal y va contra las normas- dijo una detective.
-Aquí se trabaja según mi norma. Mi hijo saldrá en libertad- amenazó el comisario.
-
¡No he ha acabado! - exclamó el policía que llevó detenido a Yuta,
Kyosuke miró al insolente con mala cara, pero este no se dejó intimidar,
hoy Kyosuke se llevaría un buen susto. El policía estaba furioso ese
hombre no lo callaría ahora- su hijo le ha pegado a la dueña de la ropa
íntima… le ha partido el labio, lo ha hecho delante de testigos, entre
ellos nosotros dos- y señaló a su compañero. -La víctima y los testigos
no tardaran en llegar. La hermana de la denunciante ha amenazado de
demandar a toda la comisaría, si no se acepta la denuncia.
-No se aceptará esa denuncia- dijo Kyosuke.
-
Y tanto que se aceptará- dijo Nabiki entrando- vengo con testigos de
los hechos, con el abogado de la señora Saotome y con una orden
judicial. Su hijo será denunciado, por allanamiento de morada, por robo
de documento, por ladrón de ropa íntima, por hacer fotos indiscretas,
siendo las victimas Kasumi y yo, y por agresión. Tú eliges o pones la
denuncia… o te denuncio y te demandó y te dejó con una mano delante y la
otra detrás.
- No la pondré- dijo Kyosuke, se negaba a poner esa denuncia,.
-Entonces te denunciaremos por cómplice de todos esos delitos, y por culpar a Akane y Ranma de un delito que no han cometido.
-Sólo fue una broma- dijo sonriendo Kyosuke- diré eso y saldré libre.
Kasumi lo miró y sonrió dulcemente.
-Eres
un mal tío, y un peor comisario. Sé lo que te lleva a acusar a mi
hermana y a su prometido. No lo puedo decir, pero…puedo alejarlos de ti,
vuélvelos a atacar sea como sea… y los caso, ellos estarán de acuerdo, y
ya no podrás tocarlos. Si intentas algo acabaré contigo… y para eso no
necesito tocarte. – Kasumi se acercó a su tío y le fijo algo en el oído.
El hombre se quedó blanco.
- No te atreverás- contestó el hombre.
-Desafíame…
y acabarás matándote tú mismo. Como Ranma se enteré serás hombre
muerto- dijo Kasumi sonriendo- y tarde o temprano Ranma se enterará. Lo
que hiciste te va costar muy caro, lo que le hiciste a Akane… te va
llevar donde tú quieres llevarlos a ellos.
-No tienes pruebas- dijo el hombre.
-Si
tengo, las dejó mi madre escondidas, solo las podía encontrar yo-
contestó Kasumi- Ranma estuvo a punto de descubrirlas… pero por suerte
para ti, yo las oculte… me lo pidió mi madre. Ranma quiere mucho a
Akane, desde que se conocieron si alguien la ataca… él se venga… si
Ranma se hubiera enterado lo que hiciste hace doce años… no estarías
vivo.
-Te voy a detener por amenazas- dijo el comisario.
-No
te está amenazando, te está avisando. Deja a esos dos en paz. Retira su
orden de detención por secuestro, sabes que es falsa y te costará tu
puesto. - dijo Nodoka. - y entonces mi hijo y su prometida irán por ti.
No creo que sobrevivas. - la mujer miró al hombre- te voy a dar un
consejo. Ves pensando en hacerte el sepukku. Si le has hecho algo a
Akane… Ranma se vengará de ti. Y tardará mucho en hacerlo. Pero creo que
Akane no es tú única victima, antes ya has atacado a otras personas.
Pero esto acabará pronto, si Ranma y Akane no te temen, otros tampoco lo
harán, y te lloverán las denucias.
-Mi puesto me importa poco,
sólo quiero que esos dos niñatos sufran por desobedientes. No les
perdono que…- se calló eso no lo podían saber… aún.
-Ocultas algo,
algo relacionado con Akane…y por raro que parezca con Ranma. - dijo
Nabiki- no hace falta que me lo cuentes… Ya que Kasumi tampoco lo hará…
yo misma lo averiguaré.
Kyosuke la miró burlón, jamás averiguarían
eso. Sólo lo sabían él, sus hijos… y la madre de Akane, y está ultima
no diría nada… de donde estaba no podía decir nada.
-Pero tu hijo
pagará hoy por lo que ha hecho. - dijo Nabiki- no sé si lo sabes, el
dojo Tendo ya no es de tu jurisdicción. Esta noche a las doce lo han lo
cambiaron. Ahora Nerima está dividida en dos sectores. El dojo ahora
pertenece a la comisaría norte. Y tú eres de la sur. Tu hijo ha cometido
un delito fuera de tu jurisdicción, será llevado a esa comisaría. No
puedes hacer nada por él. Sólo lo han traído para que te despidas de él,
tiene muchas denuncias. De ahora en adelante no te acerques a nuestro
dojo o acabaras haciendo compañía a tu hijo.
Y la familia Tendo abandonó la comisaría con todos los testigos, iban en dirección a la otra comisaría.
Kyosuke
se quedó blanco, nadie le había informado de ese cambio. De un día para
otro habían aparecido una comisaría más. Miró a sus subordinados con
odio. Y se prometió castigarlos. Fue entonces cuando se dio cuenta
porque cambiaron a sus hombres de comisaría, y se enrabió, sus
superiores no le habían informado de nada, no era normal. Pero se
enrabió más cuando se llevaron a su hijo. Y aún más cuando horas más
tarde los padres de las dos compañeras de Akane retiraron sus denuncias.
Y pidieron una orden de alejamiento en su contra.
Se quiso vengar
de los dos policías que detuvieron a su hijo, pero no pudo. Uno de
ellos fue trasladado a la comisaría norte, el otro presentó la dimisión.
Poco después el comisario supo donde trabajaba, en un importante
periódico, era el hijo del dueño. En poco tiempo se hizo un periodista
famoso. Y sus mordaces artículos en contra los Tanaka se hicieron muy
populares. Pero el comisario Tanaka no pudo hacer nada contra él, el
periódico estaba fuera del barrio de Nerima
Días después, estaba
en su despacho y se acercó al mapa colgado en su pared y miró los dos
sectores en que se dividía ahora Nerima. El dojo Tendo estaba en el
sector norte, por muy poco. Y vio algo muy interesante. Se empezó a
reír, ya sabía dónde atacar a esos dos. Había un lugar que estaba en su
sector, y los dos jóvenes pasaban allí muchas horas. Sería allí donde
daría su golpe.