13ª. Huida a la desesperada.
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Ranma
y Akane habían salido del dojo huían. Sabían que posiblemente no tenían
escapatoria, ni podían volver al dojo. Corrían por los tejados, así
tendrían menos problemas.
Aunque con nombres falsos. No tenían ni
la mínima ocasión de huir de Japón, con toda seguridad Kyosuke había
mandado sus fotos por todo el país, no escaparían
-¿Dónde iremos?- preguntó Akane mientras corrían.
-No lo sé. Fuera de Japón. Lejos. Pero volveremos y acabaremos con tu tío, esos seguro.
Akane
asintió, pero sabía que Ranma sólo lo decía para animarla. Y los dos
chicos se perdieron entre los tejados. Iban en dirección al bosque,
hacía un destino incierto, de sabían perseguidos
-¡No vamos a
poder escapar de ellos!- dijo la chica- nos han hecho perder todo,
nuestra familia, nuestros amigos, nuestras vidas- la chica lloraba- ¿
Qué será ahora de nosotros?, ¿Dónde huir de esos? No tenemos sitio donde
ir.
-En el bosque no nos encontrará. Me he criado en él. Allí
nadie nos encontrará- el chico quería darle ánimo a su prometida, unos
ánimos que no sentía. Sabía que realmente no tenían escapatoria, que el
tío de su prometida no pararía hasta encontrarlos. Ese hombre tenía
muchos recursos. No podían escapar, ese hombre tenía vigilancia en todos
los sitios. Puertos, aeropuertos, estarían vigilados. – no nos pasará
nada, yo no dejaré que te pase nada. , siempre te cuidaré.
- No
podemos contra ellos, hasta hora hemos tenido suerte, pero creo que se
nos ha acabado- Akane lo miró con miedo- mi tío tiene muchos recursos.
- Si, pero sus hijos son su puntos débiles, tu primo es débil, los dos más fuertes son tu tío y esa bruja de tu prima.
-Nos seguirá, donde sea, incluso si huimos al extranjero nos encontrará..
- Donde yo iré no lo harán- contestó el chico.
-¿ Dónde iremos?
- Al bosque, a los más profundo del bosque, en la más alta montaña. Allí no llegarán.
Akane
en brazos del chico se abrazó a su prometido llorando. Ranma se
equivocaba, su tío y sus primos los encontrarían, no había escapatoria.
Los
dos prometidos sabían que eran perseguidos. Kyosuke había reclutado a
un ejército de cazadores, asesinos que perseguían años jóvenes.
Un grupo de cazadores de recompensas los esperaban en un edificio.
¡Mira quién viene por ahí!- dijo uno del grupo.
-¡Unos niños!, ¡ Un trabajo fácil!, nunca nos han pagada tanto por un trabajo tan sencillo.
Los dos prometidos se pararon al ver a ese grupo, era cuatro asesinos que creían que tenían un trabajo fácil.
-¡Quedaros
quietos y seguirnos sin hablar!, ¡Dejaros atar!.- dijo el que parecía
el jefe, y como sus tres secuaces sacó un machete- aunque me da igual
llevaros vivos o muertos las recompensas por vosotros se paga igual
vivos que muertos. Realmente vuestras vidas valen poco o nada.
-Sólo
o lo diré una vez, apartad del medio.-Ranma lo miró con furia, llevaban
una semanas horrible, y para rematar, habían tenido que enfrentarse a
asesinos, tened que huir de casa, y ahora los paraban cazadores de
recompensas, kyosuke les debía importar mucho que muriesen para mandar a
tanta gente a quitarlos del medio.- si no os apartáis- el tono de Ranma
se volví cruel- sois hombre muertos.
-Mira el niño se pone chulo- todos los cazadores se rieron
-Queremos
que le lleves un mensaje a mi tío- Akane miró a esos mercenarios, y se
rió-¿Cuántos de vosotros sois necesarios para llevar un mensaje a esa
basura que tengo por tío?
Los mercenarios la miraron y rieron.
Estaban preparados para luchar contra los peores enemigos. Habían
formado parte del mejor comando de fuerza especiales del ejército
japonés. Unos niños no podían vencerlos.
Dos minutos después ese
comando estaba noqueado, todos los hombres tenían varios huesos rotos.
Ranma sujetaba por el pie al jefe, y amenazaba con dejarlo caer desde lo
alto del edificio.
-Para darle un mensaje a ese imbécil que os ha
mandado sólo se necesita a una persona, y podemos elegir a ti o a unos
de tus compañeros. Tú eliges, una respuestas no contestada, o si tardas
mucho y caerás y te sustituirá por uno de tus compañeros.
Los otros compañeros de ese hombre miraban a esos chicos, ahora comprendían por qué pagaban tanto por esos jóvenes.
Uno de ellos se levantó y cogió a Akane.
-¡Suelta a mi compañero! O ella sufrirá las consecuencias- amenazó el hombre.
Ranma lo miró y sonrió
-Tú lo has dicho- se giró al hombre que tenía cogido del pie- tu amigo me ha dicho que te suelte.
El hombre miró con horror a ese niño y supo lo que iba hacer..
-
No lo hagas por favor- pero Ranma lo soltó, el hombre gritó mientras
caía. Al llegar al suelo, abrió un agujero y se tuvo que llamar a los
bomberos para sacarlo. Cuando sacaron al hombre del suelo estaba
balbuceando- No zoy Zupermam- le faltaban varios dientes- no vueslo,
pesro algúm díaz vozlaré.- El pobre quedó medio loco. Por la noche
soñaba que un joven lo dejaba caer de un edificio, nunca se libro de esa
pesadilla.
Ranma miró al hombre que sujetaba a Akane.
-Has
cometido varios errores, debía haberte quedado tumbado. No debías
haberme dicho que lo soltarse… y el peor no debías coger a Akane por
rehén.
-¿ Y que me vas hacer?- dijo el hombre- esta niña sin pecho es mi víctima.
-Acabas de cometer otro error- dijo Ranma.
El hombre supo por qué no debió hablar.
Akane se escapó de él, se giró, y lo miró con furia salvaje y de un puñetazo lo mando a volar.
-Quedan uno- dijo la chica.
-Dirás dos, somos dos- dijo uno de los dos cazadores.
Ranma
de un puñetazo mandó a volar a uno de ellos, este voló por toda la
ciudad, y cuando vio como se acercaba el suelo empezó a mover los brazos
como si fuesen alas, pueden que pensara que moviendo los brazos volaría
y no se estrellaría contra el suelo. Estaba totalmente equivocado no
era un pájaro, lo supo después de besar el suelo, fue un beso de
tornillo contra el duro y áspero suelo, ese hombre también tuvo
pesadillas el resto de su vida. Se hizo florista, logró hacerse muy
famoso en ese campo.
Ranma y Akane se acercaron al superviviente, y lo miraron mal, los dos miraron y sonrieron.
-Habéis dicho que necesitáis a uno que le lleve un mensaje al señor Kyosuke.
-Y
eso harás le llevarás un mensaje a ese hombrecito, ¿o es un macaco.?-
dijo Ranma, y su cara adquirió un rictus siniestro- y claro que le
llevarás un mensaje.
-¡Escrito en tu cuerpo!- siguió la chica- no habéis hecho perder un tiempo precioso del que no disponemos.
Y los dos jóvenes se cebaron a golpes con el hombre que recibió más golpes que una alfombra vieja.
-No se debe matar al mensajero!- dijo el hombre mientras recibía la peor paliza de su vida.
-
No matar no te mataremos, pero si te dejaremos marcado-el joven le
pegaba con fuerza. Ese hombre en experto en lucha, había vencido a
cientos de hombres, había salido vivo en combates imposibles, se
enfrentó a una fuerza superior a lo que conoció en el pasado. Pero esos
dos jóvenes eran lo peor con que se había entregado nunca.
El
hombre añoró a su madre que lo protegía, a su padre que lo entrenó en el
combate. Ese duro hombre que nunca lloró, ni suplicó por su vida, ese
día lloró y suplicó por su vida, incluso se meó encima. Del miedo se
quedó calvo, perdió toda su melena de cantante heavy. Pidió a los dioses
que esos niños tuvieran prisa y lo dejarán en paz, y se volvería un
hombre de paz e ingresaría como seminario y se haría sacerdote, él que
era ateo cumplió esa promesa y se llegó a ser cardenal. No supo cuando
acabó su tortura, se vio volando, no era un pájaro, no era un avión, ni
siquiera era Son Goku,. Pero volaba y dirigido como un misil hacía la
oficina de quien lo había contratado. Atravesó la cristalera y vio a
Kyosuke delante suyo. No supo cómo frenar y golpeó al hombre, y
atravesaron la pared, y la oficina siguiente y la siguiente pared y al
final una pared los paró.
Kyosuke se levantó miró al lesionado
hombre que lo arrastró en su vuelo y gritó de rabia, leyó en el cuerpo
del lesionado hombre el mensaje que le mandaron los dos prometidos. El
mensaje mandado por Akane y Ranma fue claro, nos los pararía nadie, y
quien se pusiera delante, lo pagaría caro.
Esa noche por Nerima y
su alrededores llovieron hombres, y no fue para gritar aleluya. Eso
hombre caían del cielo muy heridos. Iban armados, pero parecía que no
habían tenido ni tiempo de defenderse. Todos parecían mercenarios, pero
quien los hirió era más fuerte que ellos.
La gente que los vio caer, y vio en el estado que estaban supieron quienes los dejaron así.
Si
algún vecino de Nerima quiso sumarse a la caza de los prometidos, al
ver el estado en que los dos prometidos dejaron a esos profesionales de
la guerra, resistió a la idea. Era preferible seguir siendo pobre, que
pasase la vida en una silla de rueda comiendo sopa.
Los dos
prometidos huían aparentemente sin rumbo, acabando con todos los
cazadores que se encontraban. No se tomaban la molestia de darle una
paliza larga, como tenían prisa nada ver a sus atacante, eran ellos los
que los atacaban, y en menos de cinco segundos eliminaban a sus
atacantes. La mayoría de esos mercenarios dejaron la profesión. El resto
enseñó a otros mercenarios a no luchar en batallas imposibles
Tener
que dejar la familia, su hogar, ser atacados como estaban siendo, dotó a
los dos prometidos de una rabia como nunca conocieron y esta rabia les
dio fuerza y velocidad. Esa noche antes de salir de su barrio habían
mandado al hospital a muchos rivales, y cuando se internaban al bosque.
-¡Akane!,
esto no ha acabado, aquí dentro nos esperan muchos más rivales, serán
peores por que nos prepararán trampas entre los árboles, ¿ Estás
dispuesta a entrar?
Ella lo miró y asintió.
-Si, lo estoy, y
aunque no lo estuviese debemos entrar. No podemos quedarnos aquí, por
que tarde o temprano nos atrapará o mataran.
-¿Cuándo estemos
tranquilos debemos hablar- dijo él muy serio- te tengo que preguntar
algo muy importante, algo que no me has contado.
Ella lo miró sorprendido.
-¡Jamás te he ocultado nada!- se defendió la joven casi llorando, no comprendía la pregunta del chico.
-Ahora no importa eso, lo importante es salvarnos y después ya hablaremos.
Y
se internaron en el bosque. Como dijo Ranma se encontraron a más
mercenarios y trampas, pero no fueron un impedimento en su huida.
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Kyosuke
Tanaka era un gran hombre, era un estratega genial. Le gustaba que sus
planes saliesen bien. Todo había sido así hasta que quiso deshacerse del
único impedimento que se interponía entre él y su objetivo, Akane
Tendo, era un impedimento, si ella no existiera, todo hubiera sido más
fácil, pero nunca supuso que esta chica tuviese un protector, ¡ese Ranma
Saotome!- pensó con rabia. Avisó al padre del chico que detuviera al
joven, que si no lo hiciera mataría al joven.
Genma no pudo
detener a su maldito chico, y este hacía fracasar uno tras otros sus
planes. Pero ese chico tenía dos puntos débiles uno eran los gatos, pero
si lo atacaba con ellos el joven mentalmente se convertía en gato y era
terroríficamente más fuerte e incontrolable salvo por Akane. El
siguiente punto débil era la propia Akane, pero Ranma se volvía igual de
incontrolable que si se volvía gato.
Ese día había mandado a sus
falsos policías a capturar a los dos jóvenes lo que provocó que los dos
huyeran y una revuelta popular que no pudo ser disuelta. A estas horas
seguían los disturbios contra sus hombres. La ciudadanía pedía su
dimisión, pero él no lo haría. Se pondría en contacto con sus conocidos
para que le mandasen si era necesario el ejército.
Iba de un lado para el otro y se paró delante de las diez personas que estaban con él.
-SOIS
UNOS INÚTILES!, ¡NO SERVIS PARA NADA!- gritó. Se paró delante de Genma y
Soun-¡Son vuestros hijo!, ¡Tú debías haber matado a tu hija como
prometiste!, ¡Me debías ese favor!- miró a Genma- ¡Y tú debiste educar
mejor a tu hijo!, -señaló a las tres pseudo prometidas- ese chico tenía
tres prometidas más, haberlo obligado a casarse con una de ellas. Por
dejarlo elegir ahora lo tengo que matar. Te advertir hace años que si
Ranma se ennoviaba con Akane lo mataría, y tú no me hiciste caso- miró a
los dos hombre- no habéis cumplido con lo que prometisteis y por eso
mataré a vuestros hijos.
Los dos hombres bajaron la cabeza, no habían cumplido con lo pactado, no pudieron. Genma habló.
-No
puedo controlar a mi hijo, desde que está prometido con Akane se ha ido
volviendo un rebelde, ya no me hace caso. – El hombre bajó la cabeza-
piensa antes en Akane que en mi. Y tiene el apoyo de su madre- Genma
lloriqueó- Nodoka me ha pedido el divorcio, estoy solo y abandonado. Una
mujer que me desprecia y un hijo que no me hace caso.
- No has
sabido educarlo, debiste castigarlo mientras lo entrenabas, haber usado
castigo corporales, unos buenos latigazos a tiempo….- miró a sus hijos-
yo lo hice. Debiste haz que te temiera, imponerte sobre él.
-¡Ya
lo hice!, desde muy pequeño lo dejé sin comer cuando fallaba, dormir al
raso lloviera o hiciera frío, y con eso logré que se rebelara contra mí.
Cuando se dio cuenta que me había superado, no logré castigarlo.
-Te
faltó mano dura, hablarle pegado, molido a golpes. Influir miedo es la
mejor receta para que ten respeten- Kyosuke miró a Soun- te dije que
mataras a Akane, es un demonio- se enfureció- mató a su madre, no debió
nacer. Os ordené a ti y a Naoko que la abortarais, ¿ y que caso me
hiciste? ¡Ninguno! Por eso Naoko murió. Es más no debitéis tener ninguna
hija. Dejé pasar que naciera Kasumi, me opuse a que naciera Nabiki,
pero Naoko me convenció que debía nacer. ¡ Pero Akane! No debía nacer,
os ordené que no naciera. Esa chica es un monstruo, un demonio mandado
por el infierno, debe desaparecer del mundo.
-No puede ser parece
tanto a su madre que me es imposible matarla- Soun lloraba Akane es
idéntica a Naoko cuando tenía su edad. Es igual a ella- suspiró- su
misma estatura, su misma mirada, su misma sonrisa-Soun sonrió con
tristeza- incluso Akane heredó el mal genio de su madre.
Kyosuke se exaperó, esa conversación era absurda.
-¡Excusas!,
¡Excusas!- dijo el hombre- siempre te has dejado dominar por las
mujeres, ¡ Eres un calzonazos! Tu deber era matar a Akane, no haberlo
hecho me traerá problemas.- se dio cuenta que había hablado mas de la
cuenta y rectificó- nos puede traer problemas. Esto pasa por contar con
inútiles como vosotros. Por suerte he contratado a auténticos
profesionales que me harán el trabajo fácil.
Esto puso en guardia a los rivales de los chicos, ese hombre deseaba la muerte de Akane, y como añadido la de Ranma.
-¿Por
qué debe desaparecer Akane?, ¿Qué mal te ha hecho?- preguntó Ryoga, se
estaba cuestionando los intereses de Kyosuke. Ese hombre se traía algo
entre manos y Akane lo molestaba.
Mana se incorporó se acercó a ese chico y lo abofeteó.
-¡Jamás!,
¿Me has oído?, ¡ Jamás vuelvas hablarle a mi padre si no te
pregunte?-Ryoga miró a esa chica con odio, Mana iba a volver a pegarle
un bofetón, pero Ryoga le pasó la mano.
-No vuelvas a pegarme, o
te lo revuelvo. No eres la primera mujer que le pego- no dijo que esa
mujer a la que le pegó era realmente un hombre. Entonces el chico notó
una pistola en su cabeza.
-Deja a mi hija o te vuelo la cabeza.- Kyosuke lo apuntaba a la cabeza.
-Puedo notar cuando disparará y usar a tu hija como escudo.
Kyosuke rió.
-Me
gustas, lo tienes mejor puestos que mi hijo- te voy a proponer un plan,
no te voy a matar por que te necesito para algo. Pero una vez que
cumplas con tu cometido desaparece o no tendré piedad contigo-miró a los
otros chicos.
-En que consiste tu plan- preguntó Mousse aunque se imaginaba que les propondría ese loco.
-Debéis
cazar, y traerme las cabezas de esos dos monstruos, no lo quiero vivos.
Ya he buscado y contratado a caza recompensas, son los mejores no me
fallaran- y en ese instante el ventanal se rompió y entró un hombre que
chocó con Kyosuke.
La fuerza y velocidad que llevaba ese hombre fue tal que arrastró a ese comisario corrupto, y atravesaron varias paredes.
Cuando
Kyosuke volvió a lugar donde había hablado con ese grupo vio que lo
miraban asombrados. Todos supieron que era un aviso de los dos
prometidos.
Kyosuke supo que el mejor grupo de cazadores había
caído, miró al grupo de jóvenes y a los dos adultos con genio, si uno
hacía un comentario lo mataría, aunque fuese uno de su hijos.
Empezó
a sonar el teléfono y el comisario lo cogió, mientras escuchaba se puso
blanco. Otro grupo de cazadores habían caído. En poco tiempo sonó
varias veces el teléfono, sus cazadores de recompensas caían como ratas.
Kyosuke se fue enfadando.
-¿No
hay nadie que frene a esos niños?- preguntó furioso, y miró a los seis
jóvenes- iréis vosotros. Si me falláis os mato. Os acompañarán mis
hijos, ellos se asegurarán que acabáis con esos dos monstruos.- Los
miró- no perdonó a quien me falla, volver con la cabeza de esos dos, o
vosotros seréis los próximos en morir.
-¿ Y si fallar por culpa de
tus hijos? – Shampoo no se iba a morder la lengua- Shampoo recordar que
tu hija temer a Airen. Ellos ser más débiles que nosotros.
Mana la miró con rabia.
-Y
Akane me teme a mi- Mana temía reencontrarse con Ranma, pero no lo
dejaría ver- Ranma no puede cuidar de Akane y defenderse si lo atacamos
entre todos.
Kyosuke perdió la paciencia, estaban perdiendo tiempo, mientras discutían, esos dos fugitivos estaban cada vez más lejos.
-¡Ir de una vez! , ¡ Quiero que cojáis a esos dos chicos!, ¡Encontrarlos! , y traerme sus cabeza o una prueba que han muerto.
Los
ochos jóvenes salieron en busca de Ranma y Akane. Los que los seis
rivales no sabían que los dos hijos de Kyosuke no sólo los vigilarán,
iban con ellos por si huían, o fallaban matarlos, pero si conseguían
matar a los dos fugitivos, podían hacer con ellos lo que quisieran.
Aunque sabían que si esos dos lo atacaban no podían con todos y Mana y
su hermano caerían.
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En montaña casi inaccesible, había un bosque frondoso y en él dos jóvenes estaban cenando y discutiendo.
-Me has ocultado algo importante- el chico miró a su compañera muy serio, con rabia.
-Yo
no te he ocultado nada- Akane estaba asustada, el comportamiento de
Ranma se había vuelto muy extraño. Ranma la miraba con mala cara.
-Si
me has ocultado algo. Me has sido infiel, ¿ Con quien?, ¿ Con Ryoga?,
¿Con ese guardabosques?, ¿ O con el doctorcillo?,- Ranma estaba furioso-
¿ Con quien me has puesto lo cuernos?
Akane se sorprendió y asustó.
-Yo no te he sido infiel- empezó a llorar- yo sólo he estado contigo
Ranma la miró con desconfianza.
-Entonces, ¿ Cómo me explicas que no seas virgen? Puede que fuese mi primera vez, pero no soy tonto y tú no eras virgen.
Akane 1o miró espantada, se puso a llorar con más fuerza, no sabía porqué el chico le decía eso.
-Si, era virgen, fuiste tú mi primera vez.
Ranma
la miró furioso, ella lo engañaba, lo había engañado todo el tiempo
pero no la dejaría sola, cuando estuviera a salvo y fuera de peligro. Se
separaría de ella.
-¡No mientas!- gritó el chico- seguro que fue con ese guardabosques, ¿ Desde cuando me has mentido?
Akane se acabó por hundir, ella jamás había estado con nadie.
-Debes creerme nunca he… estado… con nadie… fuiste el primer...- de repente se quedó blanca-¡No!, ¡No!, ¡No!- gritó enloquecida.
Ranma la miró asustado. Esa chica estaba al borde del colapso.
-¡Akane!- gritó- -¡Akane!, ¿ Qué te pasa?.
Ella lo miró y se abalanzó sobre él enloquecida.
-No
puede ser, creía que fue una pesadilla, - miró a Ranma- ya recuerdo
como perdí la virginidad, fue algo horrible queenterere en mi mente y
olvidé-Akane lloraba horrorizada- y sé cómo perdí a mi amigo de
infancia.
Ranma estaba aterrado, por como lloraba la chica supo
que no lo engañaba, que ella nunca le fue infiel. Ahora esa mujer
necesitaba su apoyo.
-Cuéntame, todo lo que recuerdes, o creas recordar. Tómatelo con calma .
Y
Akane empezó a contarte. Mientras contaba se paraba, estaba ratos sin
hablar y llorando. Después seguía con su relato. Ranma escuchó la
historia cada vez con más horror, esa historia era un relato
perturbador.
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Hace unos catorce años:
Dos niños iban
de la mano, eran un niño y una niña, la madre de ella iba con ellos y
los vigilaba, esos niños éramos mi amiguito y yo
Mi madre nos
llevó a un prado, donde podíamos jugar tranquilos y en paz. éramos dos
niños muy amigos, se conocían desde siempre. Habíamos nacido con cinco
horas de diferencia, pero en días distintos. Él a las once de la noche, y
yo a las cuatro de la madrugada del ya día siguiente.
Nos criamos
juntos, íbamos al mismo jardín de infancia, y nunca nos separábamos,
entre nosotros había algo había algo más que una amistad, éramos algo
más que amigo, a pesar de ser sólo unos niños.
Estábamos jugando
bajo la mirada de mi madre. Le gustaba vernos jugar juntos, decía que
éramos adorables, nos reíamos, nos duchábamos y dormíamos juntos.
Nos
habíamos descalzado, nos quitamos la ropa, yo me quedé en braguitas y
él con calzoncillos y nos habíamos metido un poco en el río, como
hacíamos siempre que íbamos allí.
-¡Akane, no os metáis más en el
río! Aún no sabéis nadar, y hay mucha agua.- dijo la mujer.- mi madre
siempre nos decía lo mismo.
-¡Si mamá!- le conteste, y seguí jugando con el niño tirándonos agua.
Estábamos tan concentrados en nuestros juegos que no nos dimos cuenta que mi madre había desaparecido.
Entre
risa y juegos, el niño se me acercó y me empezó a hacer cosquillas y yo
se las devolví, los dos caímos al agua, el encima de ella.
Y nos
miramos, a pesar de ser tan pequeños estuvimos a punto de besarnos,
estábamos sintiendo algo que no debíamos sentir hasta años después.
-¡ Quiero estar toda la vida junto a ti!- me dijo el niño.-¿ Cuándo seamos mayores querrás ser mi novia?
Lo miré y me reí.
-¿No eres muy pequeño para pedirme eso?- dije.
- ¿Pero me dirás que si?- me preguntó el niño con insistencia.
-Si, quiero ser tu novia, y no quiero separarme de ti nunca.
Fue entonces cuando me di cuenta de la desaparición de mi madre.
-¡ Mamá!, ¡ Mamá!-La llamé varías veces salí del rio- mi madre desapareció. Empecé a llorar.
-Akane- me dijo mi amigo- estará escondida, vamos a buscarla.
No
pudimos encontrarla, nos salieron al paso unos matones. Llevaban cogida
a mi madre, y lo peor, mi tío Kyosuke era quien los mandaba.
Y entonces...
Akane
paró el relato. Miró llorando a Ranma, ese relato la había hecho
recordar hechos que había olvidado, que lo que vino a continuación la
traumó tanto que los olvidó para no quedar total dañada, pero algo en lo
que pasó no logró olvidar.
Ranma la miró, el joven estaba furioso, sus ojos despendían chipas. Akane supo que debía seguir.
-Entre
los dos hombres nos cogieron a los dos, mi amigo me quiso defender,
pero era muy pequeño y no pudo hacer nada. Al él lo ataron a un árbol y
mi prima Mana le azotó con una barra, hasta dejarlo mal herido. Y a mí…a
mí… mi tío me, me…- no pudo seguir. La joven notó el aura de su marido,
estaba furioso.
El chico pegó un grito de rabia, sabia lo que Kyosuke le hizo a Akane, que ese hombre era un pederasta.
-Cuando
se cansaron de nosotros nos lanzaron al río, noté que me hundía y todo
se volvió negro y desde ese día me dio miedo el agua y no pude nadar-
paró un momento- note como me sacaban del agua y vi a mi amigo que me
ayudaba a salir, pero no tenía fuerza y cada vez tenía menos fuerza y
cuando se iba a hundir.
Akane calló, lloraba y notaba que Ranma estaba furioso como nunca lo había visto.
-Alguien
nos sacó del rio y nos llevó a la orilla, y no recuerdo más. Cuando
desperté en el hospital mi madre había muerto y mi amigo… no lo volví a
ver, su padre se lo llevó y no he vuelto a verlo nunca más. Desde ese
día no he aprendido a nadar y le tengo terror a mi prima.
Akane
miró a Ranma, el joven se apoyaba en un árbol, y le dio a este un
puñetazo y lo partió en tozos. La joven vio que esa historia afectó
mucho a su marido, le iba a preguntar…
-¿Sabes quien te salvó?,
¿Sabes por qué tu madre murió?, Fue por tu culpa.-Los dos jóvenes se
giraron y vieron a sus seis rivales y los primos de Akane.. Había sido
Mana la que habló- Fue tu madre la que os salvó a ti y a ese niño. La
habíamos secuestrado, para que no pudiera salvarte, pero se libró de su
raptores y llamó a la policía. No pudimos mataros.
-Asesina intentaste matar a Akane y…- dijo Ranma.
-
No me interrumpas- ordenó Mana- La madre de Akane, estaba débil, y
salvar a su hija le costó la vida, enfermó de neumonía y murió. Mi padre
se enrabió. Pidió a Soun que debía matar a su hija- miró a Akane-. En
cuanto al niño, le pidió a su padre que se lo llevase lejos, que
desapareciera. Tanto a Soun, como al padre del niño les hizo firma un
documento, los amenazó, habían hecho algún hecho delictivo. A tu padre
le hizo firmar un documento bajo amenazas para que te matase, pero no
cumplió. Al padre del niño le hizo firmar un documento que para que su
hijo nunca volviese a acercarse a ti si lo hacía…- no pudo seguir.
Mana
se sintió cogida por el cuello por alguien, miró a esa persona, y
estuvo a punto de morir de terror. Ranma la cogía por el cuello, notaba
que cada vez le apretaba más. La cara del joven era de un monstruo. El
joven estaba furioso.
-No sigas sé lo siguiente- dijo el joven en
un tono terrorífico, que asustó a todos, Ranma mataría a esa
chica-mataríais a ese chico si se prometía con Akane- Ranma sonrió
siniestro- ¿ Pues sabes una cosa? Una cosa sin importancia, no sólo se
prometió con ella, si no se casó con ella.
-¿Qué querer decir Airen?- Shampoo lo miró sorprendida.
-Que
el amigo pequeño de Akane. El chico a quien esa loca torturó
azotándole, el niño a quien arrojaron al río para que se ahogarse, el
niño al que su padre se tuvo que llevar para que no lo matasen- todos
adivinaron quien era,- Si, ese niño fui yo. Ahora comprendo porque te
odie nada verte, te reconocí subconscientemente.
Miró el asombro de todos, miró a Akane.
-No
puede ser- dijo la chica.-Tú eras el niño que fue mi amigo cuando fui
niña, ahora sé por qué te fuiste, lo que no sé cómo no te reconocí hace
dos años.
- Yo como tú, enterré eso recuerdos en lo más profundo
de mi cerebro. Esa paliza fue un trauma. Y como tú anulé esos recuerdos,
y como tú los recuperé hoy, mientras me contabas su historia, nuestra
historia fui recordando esa pesadilla .- miró a Mana,- esta bruja nos
destrozó la vida, entre ella y su padre. – miró a su victima- y hoy
pagará la paliza que me pegó, la violación de Akane por su tío Kyosuke.
Hoy te mataré Mana Tanaka, y te haré sufrir. Mandaré tu cuerpo en
torcidos a tu padre.
-¡No podrás con todos nosotros!- dijo Mana- somos más que tú y esa.. no sé cómo mencionarla, no podréis con nosotros.
Ranma la miró, vio miedo en ella.
–
Aún te asustó, me temes.- dijo el joven- no bromeó, te voy a devolver
los golpes recibidos, y después iré por tu padre. Te lo juro por mi
honor de Saotome. Y cuando haya acabado con vosotros iré por tu hermano.
Sois los tres últimos de vuestra familia. Lo juro por lo más sagrado.
No escaparéis de mi.
-¿Y si mueres?- preguntó Yuta- Akane será mía.
Ranma rió.
-Akane
es mía y yo suyo-señaló a Mana, a la que cogía- te han prometido que
Akane será tuya. ¡ Eres un ignorante! Tu padre y tu hermana quieren
matar a Akane.
Yuta miró a su hermana y a Ranma.
-Pues me quedaré con Akane- y el chico avanzó hacía ella.- por encima de todos, no haré caso a mi padre
Ranma
vio su esposa en peligro y soltó a Mana y esta al verse libre sacó una
pistola y apuntó a Akane, que estaba al lado de un precipicio.
-Ahora te mataré y nadie lo impedirá- dijo esa chica, y disparó.
La bala iba contra Akane, pero Ranma la apartó de allí, y recibió la bala. El chico miró a Akane, la miró, sonrió.
-¡Adiós Akane!- y el chico cayó por el precipicio.
-¡Ranma!- gritó espantada Akane.
-Uno
menos- dijo Mana riendo- ahora morirás tú.- y apuntó a su prima, pero
Akane se movió veloz. Y cogió a su prima por el cuello.
- No sé
por qué te temía, si no eres nada.- Mana vio que ya no asustaba a Akane
era esta quien la asustaba- acabaré lo que Ranma ha empezado, acabaré
contigo- y arañó la cara de su prima- te maldigo, por toda eternidad a
ti y a tu familia. Jamás te curarás de esas heridas, y tu padre y tu
hermano sufrirán una mala muerte. Hoy te hemos maldecido dos veces, una
vez Ranma y otra yo. Estás maldita doblemente, y antes que acabe todo
recibiréis más maldiciones.
-Me rio de vuestras maldiciones- dijo Mana.
Akane la miró.
-Esos
arañazos no se te curaran nunca- dijo Akane- y se te entenderán por tu
cuerpo- los demás la miraron con horror-Este era el poder de la familia
de mi madre y es algo que quería tu padre, y nunca obtendrá, él lo
sabía, pero siguió luchando por ello. Sólo hay otra persona que lo tenía
y ese era mi esposo.
-Ahora Ranma no existe y dentro de poco tú morirás- dijo Mana.
-
Eres idiota Mana- la prima de Akane se sorprendió de que Akane le
hablase así, sin miedo.- Este poder no se transfiere, se hereda. Tu
padre te engañó. Él no buscaba eso, buscaba algo más material. – Mana la
miró asustada- ¿ Qué cómo se eso?, mi madre y la de Ranma, nos dejaron
una carta donde nos explicaron de nuestro poder y que realmente quería
Kyosuke quería otra cosa. Pero al igual que nuestro poder nunca lo
tendrá, es algo que sólo supimos Ranma y yo, y él ya no está y yo no te
contaré nada. El secreto se ha ido con nosotros, y el documento donde
explicó todo desapareció en el fuego. Tu padre ha luchado por nada.
Akane se dirigió al precipicio.
-Las
maldiciones que te hemos echado a ti y a tu familia sólo la pueden
quitar quien te la echado.- Akane miró a su prima con maldad- Ranma ha
muerto, y yo me reuniré con él ahora. Nadie os salvará, por que no
existieran nadie para quitarlas.
Akane se dirigió al precipicio,
miró a quien trato mal le habían hecho, y ante la contención de los seis
rivales saltó, para encontrarse en el otro mundo con su querido Ranma.
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