17ª. Un retorno.
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Kyosuke quería sacar la forma de conseguir la inmortalidad y decidió conseguirla por las malas
-Debe
haber un método- ese hombre había acabado de enloquecer. Señaló a uno
de sus sicarios- Tú coge a esa mujer- señaló a Nodoka- si dentro de tres
segundos no te han dicho como conseguirlo… la matas y después sigues
con otro hasta que hablen.
El sicario cogió a Nodoka y la apuntó.
Las hermanas Tendo se asustaron aunque Kasumi sabía como se debía hacer
el ritual, sólo lo podrían haber hecho los dos prometidos.
-¡No hay forma!- exclamó asustada Nabiki- ya te hemos dicho que…
Kyosuke empezó a descontar sin oír a su sobrina.
-Tres, dos, uno, ¡dispara!…
Sonó
un disparó y el sicario que apuntaba a Nodoka cayó al suelo chillando
de dolor, alguien le disparó y le hizo un agujero en la oreja, un poco
grande para un pendiente. Un segundo disparo le dio en el culo. El
disparo le hizo otro agujero en el culo.
Nodoka se miró, por un
instante creyó que el disparo fue contra ella. Se agachó cogió su
Katana, lucharía contra esos sicarios, aunque al final ella también
cayera, pero no moriría sola, mataría algunos de esos hombres.
Kyosuke se volvió a la puerta y vio a quien había herido a su sicario, y retrocedió asustado.
-¡No puede ser vosotros debíais estar muertos!- exclamó el hombre.
- Si, debíamos estar muertos, pero nos salvamos por suerte.
-Hemos vuelto para vengarnos. Tú y tus sicarios estáis acabados, no sois oponentes para nosotros.
Los allí reunidos miraron con asombro a los dos jóvenes que acababan de entrar. Unos con terror, otros con alegría.
-¡Akane!,
¡ Ranma!, ¡ Estáis vivos!- una emocionada Kasumi miró a los recién
llegados, e iba avanzar hacía ellos, cuando la detuvo uno de los hombres
de su tío.
-¡Quieta o te hago otro ombligo!- dijo ese hombre
amenazándola con la pistola. La joven sin dejar de sonreír golpeó a ese
hombre con una sartén que hizo aparecer de la nada. El sicario cayó al
suelo viendo estrellas, constelaciones y galaxias.
Todos miraron a
Kasumi con miedo. No había duda. Kasumi era una Tendo y por lo tanto
podía hacer aparecer armas de la nada. Akane hacía aparecer un mazo y
ella una sartén. Y Kasumi era una experta utilizando la sartén.
La joven libre de amenazas se lanzó sobre los dos recién llegados y los abrazó llorando.
-¡Estáis
vivos! – los miró y los besó con cariño- ¡sois malos!, ¡muy malos! , ¡
Cinco años creyéndoos muertos!, ¡ cinco años sin tener noticias vuestra!
Akane miró a su hermana sonriéndole.
-Era
lo mejor, hemos estado viajando por el mundo, entrenándonos, subiendo
de nivel. Nadie podía saber que estábamos vivos- a la joven se le
escaparon unas lágrimas – yo también os he echado de menos, cada día.
-Entiéndelo
Kasumi, este era nuestro hogar, pero si hubiésemos estado aquí,
hubiéramos puesto a la familia en peligro, al barrio. Ese asesino no
hubiera parado de seguirnos incluso si para ello hubiera de destruir
todo el barrio.- continuó Ranma.
-No podíamos quedarnos en Japón.
Gracias a las identidades falsas que nos dio tía Nodoka escapamos de
Japón. Ese bestia que dice ser nuestro tío bajó la vigilancia, al
creernos muertos.
Nodoka iba abrazar a su hijo, pero un matón se
interpuso en su camino. La mujer lo miró y desenfundó unos centímetros
su katana. El hombre tuvo un escalofrío y retrocedió y cayó al suelo
asustado temblando de miedo. Ese hombre notó que esa mujer era el
adversario más terrible al que se había enfrentado, y por primera vez en
su vida tuvo miedo y la dejó pasar.
Nodoka se detuvo delante de su hijo.
-¡Como
has crecido!, ¡ Eres todo un hombre!- sonrió, pero cambió su sonrisa a
una mueca de enfado- ¡ Deberías haberme dicho que estabas vivo¡, ¡ Soy
tu madre!- miró sería a su hijo-Debería haberte hecho firmar un
documento en que tenías haberte hecho el sepukku si no te ponías en
contacto conmigo.
-¡Mamá!- le reprochó Ranma- teníamos la
correspondencia y el teléfono intervenido desde que llegó ese hombre a
Nerima. Si nos poníamos en contacto con vosotros, él lo hubiera sabido y
os podríamos poner en peligro a vosotras. Si Kyosuke sabría que
estábamos vivos y nos hubiera seguido, y os hubiera amenazado para que
volviésemos.
- No nos podíamos dar el lujo que supiera que estábamos vivos.
-Te maté, te herí con la pistola- Mana no entendía nada. Miró a Akane- Saltaste al precipicio. No encontraron vuestros cuerpos.
- La herida de Ranma fue superficial, no afectó a ningún órgano vital y yo sí me tiré.
-Aunque
herido no caí mucho, me paró un árbol, y vi caer a Akane logré cogerla y
salvarla. Pero la rama de ese árbol se rompió y volvimos a caer, los
árboles y la ladera nos fueron amortiguado la caída, y llegamos al fondo
del barranco vivos pero muy heridos.
Kyosuke los miró satisfecho.
-Ahora haréis para mí el ritual- miró a Kasumi- enseñárselo a hacer a Mana o os mato.
-¡Sé
como hacer el ritual!- entre los papeles que me entregó Kasumi, había
unos documentos de mi madre dirigido a mi. – miró a Ranma- a los dos.
Ranma sonrió. Miró a Nabiki.
-No fuiste la única que espíate a escondida a tu madre como debía enseñarle a Akane a hacer el ritual.
-Mi
amigo de la infancia, o sea Ranma, y yo también lo vimos. Lo olvidamos,
pero al leer los documentos de mi madre, recuperamos los recuerdos de
esas noches.
- Tía Naoko, supo que la espiamos y nos hizo olvidar esa noche, hasta que leyésemos ese documento.
-
Ya que sabes como hacer el ritual, hazlo para mi, y darme la
inmortalidad. Nadie se la merece más que yo, soy el único que merece
vivir para siempre.
-¡No!-dijo secamente Akane.
-¡Hazlo!- y miró siniestramente a Ranma. Lo apuntó con un pistola-¡ Hazlo o lo mato!
-
¡Matarlo!- dijo Akane riendo- quiero ver como lo haces, - lo incitó
hacerlo la chica. Una sonrisa cruel apareció en la boca de Akane,
mientras miraba a su tío con maldad.
Todos la miraron asustados, esa no era la Akane que conocían, desafiaba a su tío para que matara a Ranma.
Ranma avanzó hacía Kyosuke, le cogió la mano donde tenía la pistola y la dirigió hacía su propio corazón.
-¡Venga
mátame!, ¿ O no eres lo bastante hombre para hacerlo? – lo desafió el
joven ante el asombro de todos-¿ O quieres matar a Akane?, No lo
impediré, como ella no impedirá si tú me matas.
Los presentes miraron a los jóvenes alucinados, ¿ Esos dos habían enloquecidos?
Kyosuke dudó, matar a esos dos, era lo que siempre soñó, y ahora cada uno ofrecía al otro, pero sabía que…
-¡No puedes hacerlo!, ¡No nos puedes matar!- se rió Akane- si lo haces no obtendrás lo que quieres.
-
Nos necesitas a los dos para el ritual. Si matas a uno de los dos el
otro no podrás hacerlo solo. Y te matará al siguiente momento.
-¿Creéis
que estoy solo?- dijo el hombre con prepotencia- tengo a mis hijos y a
mis hombres, no viviréis – lo pensó, no podía matarlos, los necesitaba-
os daremos tal paliza que me pediréis que os deje hacer el ritual para
mí.
Los dos jóvenes se rieron.
-¡Estás loco!. Ni tú, ni tus hijos ni tus hombres estáis a nuestro nivel.
-Hace
cinco años no lo estabais, y ahora mucho menos- el desprecio con que
habló Akane fue patente.- nunca nos superasteis, ni nos superareis.
Mana miró a su prima.
-Harás lo que te pide mi padre. O has olvidado que me tienes fobias. Te puedo obligar a hacerme caso.
Akane retrocedió asustada. Se refugió en Ranma, que la protegió y miró a esa chica con odio.
-¿Y
tú olvidas que me tienes fobia a mi? – dijo Ranma. Mana retrocedió
asustada, ese joven le daba más miedo que hace cinco años.
Akane dejó de refugiarse en su prometido y se rió. Se acercó a su prima y la miró con una sonrisa malvada.
-Ya
no te temo, tú me curarte al disparar a Ranma.- Le señaló la cara-
acuérdate que fui yo quien te hizo esas cicatrices. – se dirigió al lado
de Ranma- si te acercas de nuevo a mi, no te haré sólo cicatrices. Te
abriré en canal.
Mana retrocedió asustada, su prima ya le tenía
miedo. Recordó el instante en que Akane la atacó después de que ella
disparará sobre Ranma, fue en ese instante cuando su prima dejó de
temerla. En ese instante sus papeles se cambiaron fue ella la primera
vez que temió de verdad a su prima. Ahora era la segunda vez, pero
superaría ese miedo y mataría a Akane, después que su padre consiguiera
la inmortalidad, y ella… estaría con su padre para conseguir con su
padre la inmortalidad.
Yuta miró a su padre y a su hermana, se
estaban equivocando, no ganarían a esa pareja y no conseguirían ser
inmortales, ¿ Quien quiere vivir para siempre? La inmortalidad no era
una bendición, ¡ era una Maldición!, ¡ ver nacer, crecer y morir a la
gente que quieres!, ¿Cuándo empiezas a ver la vida como algo sin fin?
Inmutable, sin cambios, era como vivir el mismo día cada día. Él no
quería ser así. Su familia lo habían transformado en un despojo. Y ahora
él se vengaría. No seguiría a su familia en esa locura. Y cuando Ranma
estuviese distraído lo atacaría, lo vencería y Akane sería suya.
Kyosuke se vio ganador, estaban él y sus hijos, seguro que vencerían a esos dos chicos y si algo fallaba tenía a sus sicarios.
-Nosotros
lucharemos contra esos dos muertos. – se giró a sus hijos y estos
asintieron- vosotros nos ayudareis, si algo falla, matar a la familia-
dijo dirigiéndose a los matones, y lo que vio lo dejó con la boca
abierta.
Sus hombres estaban siendo vencidos, sus prisioneros
aprovechando que esos matones estaban mirando a los dos recién llegados,
atacaron a esos sicarios. Cuando se giró vio a Kasumi armada de dos
sartenes pegarle a uno de sus hombres. Nabiki armada de un ábaco se
dedicaba a dar a un hombre. Las dos chicas que dijo que fueron
secuestradas se unieron para atacar a un hombre. Este recibió un pique
en los ojos, que lo dejó ciego, y acto seguida sus partes noble
recibieron la caricia de los pies de las chicas, cuando cayó al suelo la
dos chicas se dedicaron a pisotéalo. Nodoka golpeaba con la funda de la
katana, con el arma dentro a un pobre sicario.
-¡Cáete!, ¡ Cáete de una vez! O desenfundo la kataba,- el hombre asustado decidió desmayarse.
Gonsonkugi
clavó un muñeco vudú en la espalda de otro sicario, el hombre intentó
quitarse ese horrendo muñeco, pero sus manos no llegaban a donde estaba
su nuevo adorno.
Y los amigos de Ranma golpeaban a otro hombre con unas jarras de cerveza.
Kyosuke
vio como sus hombres caían uno a uno. ¡Unos profesionales de la lucha
vencidos por un puñado de arreplegados que no sabían defenderse,
¡Inconcebible! . Tal vez fuera la rabia la que dio fuerzas a esas
personas para ganar a lo invencible.
Ese hombre se giró a la pareja que odiaba tanto.
-¡Es culpa vuestra!- el hombre hablaba con furia- por vuestra culpa esos han vencido a mis hombres.
-
No, es tu culpa- Akane señaló a su tío- los has amenazado, le has dicho
que los matarías. Los has acorralado, incluso el ser más indefenso se
defiende con furia cuando lo acorralas. Ellos mismo han luchado por sus
vidas. Tú lo has empujado a luchar.
- Eso no cambia las cosas. Me
haréis el ritual y con ello conseguiré la vida eterna- miró a sus hijos-
nos conseguirás la vida eterna a los... tres.
Yuta miró a su
padre, se lo había pensado. Su padre se pensó si era merecedor de la
vida eterna. Si él la conseguía, se alejaría de su padre, la
inmortalidad sería también su carta hacía la independencia de su familia
y si movía bien las fichas Akane sería suya, pero antes mataría a
Ranma, ese chico era una molestia.
-Veo que no aceptas tu derrota- dijo Akane.
-¡No
me venceréis!, ¡Nadie lo ha hecho!, ¡Kyosuke Tanaka siempre vence!- y
se dispuso a luchar! – y ordenó a sus hijos atacar a los dos prometidos.
Yuta atacó a Ranma, se veía ganador, el falso prometido de Akane no lo vencería.
-¡Te venceré y recuperaré a lo que siempre me perteneció!- dijo ese chico- Akane será mía.
Ranma lo miró.
-¡Nunca
fue tuya!, ¡ Nunca te quiso!, ¡ Te odió!- Ranma miró al chico y de un
golpe le arrancó la máscara,- estás peor de lo que pensaba- con esa
marcas por toda la cara- el chico rió- la maldición funcionó bien.
- ¿ Funcionó?- preguntó Yuta asustado.
-¡Si!,
mientras Akane y yo estuviésemos lejos o muertos, vuestros cuerpos se
desagradarían o en el caso de tu padre envejecería. Ahora que hemos
vuelto recuperareis vuestro aspecto sano, pero no os servirá de na, digo
de nada.
El intercambio de golpes entre los dos chicos era
constante. Yuta iba recuperando su energía y fortaleza de antes. Pero
Ranma se iba volviendo más fuerte.
-¡Me estás robando la vitalidad!- sentenció el rival de Ranma- estoy recuperando mi bello cuerpo, pero tu me quitas la energía.
Ranma se rió con ganas, ese chico seguía siendo idiota.
-No
te robo nada, sólo que mientras tú vas recuperando tus fuerzas, yo voy
dejando salir mi verdadera fuerza. Tú y yo siempre hemos estado a
diferente nivel. Siempre he sido superior a ti, y Akane a tu hermana.
Ranma
usó con Yuta sus antiguas técnicas y enseñó que no había estado cinco
años parado, tenía nuevas técnicas, y con ellas le estaba dando una
soberana paliza a su rival. El joven de la trenza era más rápido, más
fuerte, y sus técnicas eran más letales.
Mientras Mana se acercó a Akane.
-Me temes, siempre me has temido. Soy tu peor pesadilla.
Akane rió irónica.
-¿Quién
te teme? Yo no, ya no te temo. Te tenía miedo por lo que le hiciste a
mi amigo, a Ranma. Te voy a devolver los golpes que les diste con
intereses. Además creo que eres tú la que me temes.
-Eso no
ocurrirá nunca- no acababa de hablar cuando ya tenía a su prima encima,
que le dio un puñetazo que la hizo caer de espalda. Mana notó que Akane
le había roto la nariz, se llevó la mano ahí y noto humedad, se miró los
dedos y vio sangre. Esa niñata le había roto la nariz y hecho sangrar,
miró a su prima furiosa-¿ Cómo te has atrevido a mancillar...- Akane le
pegó en estómago y acto seguido en medio del pecho.
Mana cayó de rodillas, vomitando y medio asfixiada. Pero se levantó.
-No debiste pegarme, te costará caro.
-Eso te pasa por todo el daño que me hiciste, por el mal que le hiciste a Ranma cuando era pequeño.
- Se lo merecía, debía aprender a no estar cerca de ti.
-
Y ahora tu aprenderás a no desafiarnos, quien lo ha hecho lo ha pagado
caro. – Akane se lanzó sobre su rival, y le hizo el ataque estrella de
su prometido…..El tenshin amaguri ken. Mana recibió los golpes sin poder
defenderse. Esa joven cayó al suelo inconsciente.
A la vez cayó Yuta, había recibido el mismo ataque. Pero los dos se levantaron de nuevo
Kyosuke
miró la pelea, todo salía mal. La vuelta de esos jóvenes. No estaban
muertos, y encima ahora eran más fuertes que nunca. Se dio cuenta que
sus hijos eran débiles contra Ranma y Akane. Los había enseñado bien,
eran fuertes, pero esos dos jóvenes eran insuperables.
Los dos
prometidos jugaban con los hijos de ese ególatra como un gato con un
ratón antes de comérselo. Yuta y Mana no podrían vencerlos nunca.
Decidió
jugar sucio, muy sucio. Se acercó a uno de los sicarios caídos, cogió
una de las pistolas, se acercó a Kasumi y la apuntó con el arma.
-¡Parad ya!- gritó- ¡Dejad de atacar a mis hijos o mató a está bruja!
Ranma y Akane dejaron de luchar y se miraron. Debían hacer caso a ese animal, la vida de Kasumi corría peligro.
El hombre se dirigió a sus hijos.
-¡Darles
una buena lección!- ordenó. Y Yuta y su hermana se abalanzaron sobre
los dos prometidos, que no se pudieron defender por miedo que ese loco
matara a Kasumi.
Ranma y su esposa cayeron heridos al suelo.
Furiosos por las trampas de ese loco. Y decididos a encontrar una
vacilación en el hombre para vengarse.
-No los matéis o no lograremos nuestro objetivo.
Mana cogió por el pelo a Akane.
-¿Y que hacemos con estas mierdas?- señaló a los dos prometidos.
-¡Traérmelos!-
exigió ese hombre. Se giró a los demás que habían visto como pegaban a
los dos chicos- Ya veis lo que pasa a los que me llevan la contraria.
Los hijos de Kyosuke cogieron a los dos prometidos.
-Andando y sin hacer ningún movimiento- dijo Mana- si no Kasumi sufrirá las consecuencias.
Los dos jóvenes fueron llevados ante Kyosuke que sonrió satisfecho por su triunfo.
-Habéis
vuelto para nada- ese prepotente se regodeaba con su victoria – ¡os he
ganado!, y ahora me daréis la inmortalidad y luego os mataré y esta vez
de verdad.
Los dos prometidos miraban al suelo avergonzados por su derrota.
Mana se rió.
-Es
como me gusta veros, caídos y derrotados. Os hemos vencido como hicimos
de niños, dentro de poco os mataré. Y no os salvaréis como las otras
dos veces.- y se volvió a reír.
Kyosuke se rió y sin darse cuenta
apartó durante un segundo la pistola de Kasumi. Ranma y Akane aunque con
cabeza agachada, pero vigilando a que Kyosuke cometiera un fallo y ese
ser lo había ahora. Los dos jóvenes se miraron, era hora de la venganza.
Los
dos jóvenes dieron un codazo a los dos hermanos que los cogían, Ranma a
Yuta y Akane a su prima. Saltaron por encima de ellos y los golpearon
en un punto de la espalda. Los dos hermanos sintieron mucho dolor en
todo el cuerpo y cayeron al suelo desmayados.
Kyosuke miró a sus
hijos caer y antes que volviese apuntar a Kasumi vio como era atacado
por sus dos presuntas presas. Y se puso en posición de defensa. Había
recuperado su verdadero cuerpo, ya no era un viejo, ahora vencería a
esos dos chicos.
Pero no tuvo la menor oportunidad contra los jóvenes, esos dos chicos eran muy buenos.
Ranma
y Akane atacaban totalmente coordinados, se movían a la vez utilizando
el mismo ataque, pero como si uno fuese el reflejo del otro. Si Ranma
utilizaba el puño izquierdo, Akane utilizaba el puño derecho.
-Te
vamos a dar la lección de tu vida- dijeron los dos chicos. Se movían a
las vez. Los dos se limpiaron las sudor en el mismo momento, parpadearon
en el mismo instante, y pusieron la misma sonrisa malvada, y
entrecerraron igual los ojos.
-¡Por la violación de Akane!- dijo Ranma.
-¡Por los golpe a Ranma!- continuó Akane.
-Por todo el mal que has hecho, hoy nos desharemos de ti- de nuevo hablaron juntos.
La
coordinación de esos dos chicos asustó y maravilló a su familia y
amigos. Nabiki estaba grabando la pelea, esa joven sacó de la nada una
grabadora. Tenía la misma habilidad que sus hermanas de hacer aparecer
cosas de la nada. Bueno Ranma también tenía esa habilidad, él era capaz
de hacer aparecer de la nada teteras de agua caliente.
Kyosuke cayó al suelo y se levantó, esos jóvenes no le venderían.
-Ahora
os enseñaré una técnica que no habéis visto nunca- dijo el hombre. Se
puso la manos en la cabeza, entendió los dedos índices, hizo para atrás
la pierna derecha.- la aprendí en España, yendo a ver los toros. Es una
técnica desarrollada por mí. La llamo "la técnica del toro'- y ese
hombre se lanzó sobre los chicos como un toro sobre un torrero.
Y
como él dijo arremetió como un toro sobre sus dos contrincantes, que lo
esquivaron, pero el hombre volvió a lanzarse sobre los dos jóvenes, que
lo volvieron a esquivar. Tarde o temprano ese hombre atraparía uno de
ellos y los destrozaría.
-¡Que técnica más bestia!- dijo Ranma-
bestia en el sentido literal de la palabra. Tu tío se ha convertido en
un toro con cuerpo humano. Contra él no vale las técnicas si no la
fuerza.
Akane lo miró con enfado.
-Esa persona no es mi tío.
Es un animal sediento de poder- suavizó su tono.- tienes razón hay que
golpearlo fuerte, y su punto débil es…
- ¡La espalda!- acabó Ranma.
Y
en la siguiente acometida de ese hombre le golpearon en la espalda,
Kyosuke se resintió, pero volvió a atacar, pero no caería en la misma
trampa. Los dos jóvenes lo miraron con tranquilidad y cuando ese hombre
estaba a punto de cornearlos, los dos chicos saltaron y le dieron una
patada en la espalda. Pero aunque herido no cayó.
El hombre siguió atacando, y sus dos rivales lo esquivaban cada vez de forma distinta y lo golpeaban en la espalda.
-Si le damos un golpe más caerá- comentó Akane- es su última oportunidad.
- Y la nuestra, estoy cansado. El viaje desde China ha sido largo y necesito dormir- miró a Akane- y tú también.
Ella asintió.
-¿Y ese ataque que..?- preguntó la chica.
-Es la única opción, pero es arriesgado, ¿ Estás dispuesta a asumir el riesgo?
-¡Lo estoy!
-¡Pues adelante!
Un
Kyosuke cansado se lanzó sobre los dos jóvenes. Estos corrieron a su
encuentro, y cuando tuvieron a ese hombre encima, Ranma se lanzó al
suelo resbalando sobre él y Akane saltó. El chico pasó por debajo el
hombre y la chica por encima, ella giró en el aire y… Ranma le pegó un
puñetazo en el estómago y a la vez la chica uno en la espalda. El
resultado de ese doble ataque fue demoledor. Kyosuke dio unos pasos, se
tambaleó y cayó al suelo se intentó levantar, pero Akane hizo aparecer
su mazo y Ranma la tetera y le dieron en la cabeza al hombre que cayó
desmayado al suelo.
Los dos chicos se miraron, se abrazaron y se besaron.
-¡ Somos los mejores- Akane mirando a su esposo- Nadie puede con un bocaza y una marimacho.
-Vigila tu lengua Akane, que no estamos solos- contestó el joven.
- Y me lo dice alguien que ahora mismo me está tocando el culo, ¡Pervertido!
-¿ Quién es un pervertido? Yo sólo me defiendo, has empezado tú ha meterme mano.
-¡Yo puedo tocarte el culo cuando quiera!, ¡Soy tu esposa!. ¡Eres mi marido!, ¡te puedo hacer lo que quiera!
-¡Lo mismo digo yo!- contraatacó Ranma,-¡ Eres mía!
-Será mejor que saludamos a la familia y le expliquemos todo.
-Pero antes debemos deshacernos de esos tres. No debemos dejar que se escapen, serían un problema para el mundo.
Los dos jóvenes se acercaron a su familia.
-¿Dónde
habéis estado?- preguntó Nabiki- seguro que no sólo habéis entrenado,
seguro que me traéis al menos un sobrinito para que lo malcríe.
Los dos chicos sonrieron.
-Nunca dejaríamos a un hijo nuestro en tus manos, podrías volverlo un interesado como tú.
Nabiki miró mal a su hermana, y gruño por lo bajo.
-Ahora no es hora de contar nada. Primero daremos a esos tres lo que buscan- dijo Ranma.
La familia y sus amigos se alarmaron.
-No puedes darle a esas personas la inmortalidad- dijo Nabiki- Tal vez a mi- se calló al ver como la miraba su hermana.
- La han buscado durante tanto tiempo, no es bueno que se queden con las ganas.
Los dos chicos no hicieron caso a su familia y sacaron a esas tres persones al jardín.
Los seguían espantada las tres mujeres de la familia y los amigos, todos pensaban que se equivocaban.
Había
anocheciendo. Había una inusual lunar llena de color sangre. Los dos
jóvenes se miraron y asintieron. Despertaron a los que ahora eran sus
prisioneros.
-¿De verdad queréis comer carne de sirena?- preguntó solemne Akane.
-¡Si!- gritó con ansia Kyosuke.- Es el sueño de mi vida.
-A pesar que podéis morir, o convertiros en un monstruo, muy pocos logran la inmortalidad.
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-Si, déjate de tanto rollos y llevarnos a la carne de sirena.
-La inmortalidad no puede ser lo que vosotros queréis, si no una maldición.
-Me importa poco. ¡ Quiero ser inmortal!, ¡vencer a la muerte!.
-Si no os importa nada, os llevaremos hasta la carne de sirena. Pero recordad, en cuanto la comáis es un viaje sin retorno.
Akane
había dicho las palabras ceremoniales. Con ella debía hacer desistir al
incauto que quería ser inmortal. No lo había conseguido y debía
proceder a hacer la segunda parte del ritual.
Los dos esposos
entraron en la casa y al cabo de un rato salieron vestidos con unas
túnicas blancas con unas letras rúnicas escritas en color rojo.
Kasumi miró a su hermana extrañada.
-¿
Por qué os ponéis esa ropa?- meneo la cabeza- para hacer la ceremonia
no se necesita llevar una ropa tan extraña. Con ropa simple y sencilla
la podréis hacer.
Akane sonrió.
-Pero así queda más peliculera, así parece más un ritual.
Todos
miraron a la pareja. Esos dos chicos se habían metido demasiado en su
papel de la elegida y su protector. Se notaba que los dos disfrutaban,
parecían que eran dos actores en una película. Sobretodo por que Nabiki
estaba grabando con su cámara de video, lo hizo desde que aparecieron
los dos chicos disfrazados de esa forma tan extravagante.
-Yo Akane Tendo de la familia Saotome, la elegida como guardiana del secreto de mi familia, te invocó a ti piedra lunar.
-Yo
Ranma Saotome de la familia Saotome, protector de la elegida como
guardiana del secreto de la familia de mi esposa, te invocó a ti piedra
lunar.
-¿No están sobreactuando? – preguntó Sayuri.
-Y tanto que lo hacen- contestó Kasumi- no necesitan tanto teatro para invocar la piedra lunar.
Los
dos chicos elevaron sus brazos y del suelo se levantó una columna de un
metro de altura y unos treinta centímetros de diámetro.
-Me
pregunto por que tienen que hacer esto de forma tan litúrgica, una
simple palabras, y todo sería igual.- preguntó Kasumi, mirando a su
hermana. Los dos esposos no tenían que hacer tanto teatro.
- Ya
sabes que Akane le gustó siempre la actuación. Recuerdas como hizo Romeo
cuando era una niña, y aquella loca representación que hicieron de
Romeo y Julieta. Akane se quedó con las ganas de actuar más, y Ranma le
sigue el juego.
Las dos hermanas se quedaron quietas mirando la forma absurda y exagerada de como los jóvenes hacían el ritual.
Los dos jóvenes alzaron sus cuchillos que brillaron con la luz de la luna.
-Bajo
la luz de la luna, nosotros la elegida y el protector realizamos el
sacrificio y entregamos nuestra sangre para abrir la primera puerta que
nos llevará a nuestro objetivo- dijeron los dos jóvenes y se hicieron un
corte en la mano.
Los dos jóvenes pusieron sus heridas manos en
la columna. Y de repente oyeron un crujido, el lago coi desapareció y en
el fondo de él apareció la entrada de un túnel.
-Debemos entrar,
este paraje sólo estará abierto mientras la luna este en el cielo- y
Akane señaló la luna- cuando la luna caiga sobre el horizonte, el lago
volverá a aparecer y si no hemos vuelto, quedaremos atrapados.
-Al
final del túnel hay una segunda puerta, la debemos abrir entre Akane y
yo. Si pensáis deshaceros de ella o de mi no conseguiréis vuestro
anhelado objetivo- continuó Ranma, había adivinado el plan de Kyosuke de
matarlos una vez consiguiera entra en el túnel.
- De nuevo os pregunto, ¿,De verdad queréis intentar conseguir la inmortalidad sabiendo los peligros que ello conlleva?
-¡Llévanos
ya!- ordenó Kyosuke, se impacientaba, quería conseguir inmediatamente
la inmortalidad- quiero estar de vuelta en medía hora. Cuando no pueda
morir, me haré emperador. Y lo seré toda mi vida- sonrió- al ser
inmortal seré emperador hasta el fin de los días.
-Ten en cuenta
que las heridas os afectarán, aunque no os mataran. Pero si os cortan el
cuello… será vuestro fin. A los inmortales sólo se los puede matar
contándoles el cuello.
-Ranma tiene razón, y aunque lo deseéis, a
parte no se conoce la forma de volverse de nuevo mortal, y en un punto
de vuestra inmortalidad deseareis ser de nuevo mortales.
Kyosuke perdió la poca paciencia que le quedaba.
-¡Vamos de una vez!- gritó furioso- ¡Darme lo que os pido!, ¡Es vuestra obligación!
Akane
negó con la cabeza. Por eso alargaron el ritual del una forma tan
teatral, sólo para impacientar a Kyosuke. Querían hacer creer a ese mal
hombre que el ritual era algo largo y tedioso.
-¡Damos ese poder a
quien queremos, no a quien nos lo exige!- dijo de forma teatral Akane,
aunque para la familia Tanaka parecía estar siguiendo un ritual.-
seguirnos y no os separéis. Ese túnel es en realidad un laberinto, como
uno se aleje del grupo se perderá y nunca encontrará la salida.
Y esa familia de locos con Akane en la cabeza y Ranma en la retaguardia se metieron en el túnel.
La familia y amigos vieron como ese grupo entraba en el túnel.
-La ceremonia era algo fácil de hacer, ¿ Por qué lo han complicado tanto? -preguntó Kasumi.
-Ya
hemos hablado de esto. A Akane le gusta el teatro, Ranma la apoyará. Y
nuestro tío no estaría contento si hubieran hecho el ritual de forma
sencilla. – se quedó pensativa- me apuesto que Akane se equivocará
varias veces de camino, aunque según mamá era sencillo de seguir. ¿ De
donde habrán sacado esos cuchillos?, ¿ Y esos trajes tan estrafalarios?
Para el ritual sólo necesitaban una gota de sangre o en su defecto agua
con sal.
-Ya lo has dicho tú. Akane ha decidido darle teatro a la ceremonia para alargarla.
.
En
la entrada de la cueva encontraron unas antorchas encendidas y cogieron
una Akane y otra Ranma. Yuta se preguntó el porqué en la películas y
videojuegos
siempre que se llegaba a una cueva o un templo que
nadie había visitado en años o siglos, siempre había encendidas
antorchas o otros objetos con fuegos. No dijo nada para que su padre o
su hermana se rieran de él, pero su hermana pensaba lo mismo.
Akane
se perdió varias veces, tantas que su tío se enfureció y le gritó, y
ella lo amenazó con dejarlo en medio del laberinto, y el hombre calló,
por ahora los prometidos eran quienes mandaban, pero una vez conseguida
la inmortalidad eso cambiaría. Ranma insinuó que se parecía a Ryoga en
eso de perderse, ella lo miró con vista malvada y sonrió. Ranma supo que
lo mejor era estar callado.
Al final llegaron a un callejón sin salida.
-Otra vez nos ha vuelto a traer a un lugar equivocado.
Akane examinó una de las paredes y vio algo extraño había un hueco con una forma extrañamente familiar.
-Me recuerda algo- dijo el chico- pero me produce dolor de cabeza sólo mirarlo.
Akane miró el hueco y sonrió, ahí encajaba su..
-Tengo
una idea- dijo la chica, y de la nada sacó su mazo, y lo puso en el
hueco. Fue el turno de Ranma, el joven giró el mazo, se oyó un ruido de
engranajes y en el supuesto callejón sin salida se abrió un hueco.
Detrás
de esa puerta había un sala iluminada por altares con fuego, en el
centro en medio de esa sala había una mesa y encima de ella, resto de
una sirena, no eran los primeros en llegar.
Los Tanaka apartaron a
los dos jóvenes y entraron corriendo en la sala. No se dieron cuenta
que no eran los únicos que había allí.
Kyosuke y sus hijos cogieron un trozo de esa carne que los llevaría a la inmortalidad y comieron.
Desde
el umbral de la puerta Ranma y Akane, vieron como esos locos se
abalanzaban sobre ese asqueroso manjar, vieron como unos monstruos se
acercaban a esa familia de locos. Los dos chicos quitaron el mazo de su
lugar y la puerta se cerró. Ranma golpeó la pared, y el túnel se empezó a
derrumbar. El chico cogió en brazo a su esposa y salió corriendo en la
dirección correcta hacía la salida. Fuera la familia estaba impaciente
temiendo lo peor, oyeron un ruido en el túnel que los asustó, vieron
como el túnel se iba a derrumbar y de repente vieron salir a los dos
jóvenes. Akane en brazos de Ranma.
.
Nadie se dio cuenta que
otra persona salió y huyó de dojo. Yuta no había comido carne de sirena
y escapó de la cueva y siguió a los dos jóvenes hasta la salida. Al fin
era libre del yugo familiar, desde el muro miró al grupo de Ranma y
sonrió.
-No nos volveremos a ver. Procuraré no acercarme a vosotros. No quiero recibir más golpes vuestros.
Huyó
al extranjero y con el dinero que tenía su padre escondido en paraísos
fiscales , un nuevo aspecto y nombre se hizo un empresario famoso, nunca
más volvió a cruzarse con los nadie de Nerima.
.
Los dos
jóvenes salieron al aire, miraron la luna. Para ellos había pasado
horas, pero para el resto del mundo sólo un par de minutos.
-Ha estado cerca- comento riendo Ranma- un poco más y no lo contamos.
-Si, está vez ya creía que caeríamos- bromeó ella.
Y se rieron. Eso sacó de quicio a Nabiki.
-¡Temíamos
por vuestra vida!, ¡ Os creíamos muertos!, ¡Y vosotros sólo os reís
como unos niños en una atracción, o habiendo tenido éxito en una
travesura
Akane la miró y sonrió.
-En estos cinco años te has vuelto una vieja amargada.
-¿ Dónde está la Nabiki bromista que vivía la vida de forma alegre?.- siguió Ranma.
-Esa Nabiki murió al creer que su hermana y su cuñado murieron. Esos seis nos dijeron que os enterraron.
- Dentro de una cueva, pero con vida. Sepultaron la entrada, como les dijimos, y cuando salimos….- decía Ranma.
-¿Y Kyosuke y su familia?- preguntó Kasumi-¿No me diréis que llegasteis a la sala de la sirena?
-Si llegamos- y Akane le contó todo lo que pasó desde que entraron al túnel hasta que salieron.
-¡Pero habéis dejado a esa familia encerrada!- exclamó Nodoka.
-
¡Mamá!, no podíamos dejar que saliesen de allí. Se hubieran convertido
en inmortales o en monstruos, almas perdidas como lo llama el libro de
tía Naoko, si hubieran salido serían un peligro para la humanidad.
El chico se acercó al pilar lunar
que había hecho aparecer el túnel y lo rompió de un golpe
-Así nadie volverá a buscar la sirena- dijo el chico. El lago volvió a aparecer como si nada hubiera ocurrido
Todos
estuvieron de acuerdo con lo que dijo Ranma. Y esa noche celebraron la
vuelta de los dos esposos, no habían muerto y estaban contentos.
Pero la curiosa Nabiki…
-¿Cómo supisteis del ritual? Y ¿ Cómo os salvasteis de la caída y lograsteis huid?
Ranma y Akane se miraron, y Ranma empezó su relato…
-Veréis
hace mucho tiempo, en un dojo lejano , muy, muy lejano, vivía una
princesita llamada Akane, que era visitada con frecuencia por su amado
princesito llamado Ranma. Los eran muy felices jugando juntos….