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Chapter 7 - 7 ª. Los rivales tienen un mal día.

7 ª. Los rivales tienen un mal día.

Habían

pasado varios minutos de la fuga de los dos jóvenes, cuando Kasumi se

levantó y bajó al baño, se aseó. Subió a su habitación y se vistió. Se

miró su cuerpo en el espejo, era bella y lo sabía. Pero no se alegraría

por ello. Y se preguntó como Tofu la había dejado. Desde que se fue, no

había recibido noticias de él, algo extraño rodeaba la huida del joven

médico.

La joven bajó y entró en la cocina. Lo captó al instante,

alguien había estado allí y se preparó unos desayunos, fueron varios.

Alguien cocinó algo y había unos boles y platos limpios. Le extrañó,

sólo podían ser o Nabiki, que seguía durmiendo, o los dos prometidos,

aún encerrados en la habitación de Akane.

Al poco bajó Nabiki y se encerró en el baño. Al salir.

-Hola Kasumi- ¿Qué tal el día?

-Buenos

días Nabiki. Bien…al menos por ahora- y se acordó de algo-hoy vendrá

tía Nodoka. Supongo que se llevará a Ranma… y como Akane no se querrá

separar de él, se irá también.

-No sé si está bien. ¿Por qué los

dejas dormir juntos? Es inmoral, no están casados. Están deshonrando el

honor de la familia Tendo.

- ¿Quién está deshonrando a los Tendo? - Nodoka entró por la puerta y miró a las dos chicas de forma inquisitiva.

Las dos chicas le contaron la promesa que hicieron los dos más jóvenes de la familia y que dormían juntos.

-Es algo inmoral. Ranma no se comporta como un hombre, deberían esperar a estar casados para dormir juntos.

Kasumi miró a su hermana y negó con la cabeza.

-Creo

que no has entendido algo Nabiki. Ranma y Akane puede que no superen

esta crisis. Ellos lo saben. - miró a las otras dos mujeres- Kyosuke va

empezar a usar todo a su alcance para destruir a nuestra hermana y con

ella… caerá Ranma. No quiero que desaparezcan sin que tengan un bello

recuerdo de su amor, que se lleven a donde vayan, un recuerdo de que

compartieron algo, que fueron marido y mujer. No le tengo nada que

decir- estaba llorando, y se puso sería- y si deciden dar el paso y

quieren expresar su amor de forma carnal… tampoco les diré nada. - vio

la cara de horror de su hermana, al comprender lo que estaba diciendo-

considéralo un último deseo a dos condenados.

- ¡Pero…!¡Son dos criajos! Para ellos es un juego. No pueden seguir…- dijo Nabiki.

-No,

para ellos no es un juego, saben lo que hacen. – dijo Nodoka- no son

tan niños, sólo tienen un año menos que tú. A su edad, tú los estabas

chantajeando. Yo también estoy de acuerdo con Kasumi. Dejaremos que

disfruten de su amor. Si ese día se hubieran casado…

-Me parece

que tardan mucho en bajar. No son tan dormilones-Kasumi subió y a los

pocos minutos bajó asustada. - no, no están, se han escapado.

Minutos después, las tres mujeres estaban en el comedor.

-No

se han llevado mucha ropa, ni mucho dinero- dijo Kasumi- no se han

fugado… han ido algún sitio, y piensan volver. Creo que han salido algún

sitio. Algún parque temático, centro comercial…o algo así.

- ¿No

te preocupan? No nos han dicho nada. Se han ido sin despedirse. Eso es

que no se fían de nosotras. -comentó alarmada Nabiki. Era extraño, para

ser la más abierta y alocada de la familia, últimamente se había vuelto

muy conservadora.

-Hay otra explicación- comentó Nodoka-no quieren

que tengamos líos. Por lo tanto, debemos respetar sus deseos. Cuando

vuelvan no quiero malas caras ni broncas. Se merecen un día en paz.

Están pasando por algo muy grave, y son muy jóvenes para sufrir tanto, y

no los hemos apoyado en nada. Se sienten traicionados y abandonados por

su familia. De ahora en adelante debemos apoyarlos.

Las tres

mujeres se miraron y de mutuo acuerdo decidieron no decir nada a los

chicos cuando volviesen. No los castigarían, no se merecían ningún

castigo. Eran los únicos inocentes en todo el asunto.

Horas después estaban preparando la comida, cuando llegaron unas visitas no agradables ni queridas.

-

¿Dónde está Akane? Que se presente inmediatamente ante mí. - Kyosuke

había entrado en el dojo sin pedir permiso, iba acompañado de dos

hombres, uno de ellos trajeado y de buena presencia, el otro, aunque

trajeado su aspecto era siniestro, miró a las dos jóvenes de forma

extraña, como quien mira un objeto pensando el valor que tiene.

-

¿Qué hacen aquí? Te ordené que no volvieras. Tienes una orden judicial

por la cual no puedes entrar. - pregunto Kasumi muy seria.

-Y yo

tengo una que me autoriza durante veinticuatro horas poder entrar y

llevarme a tu hermana. Si os oponéis os arresto-amenazó Kyosuke.

- ¿Para qué quieres a mi hermana? -inquirió Nabiki.

-Eso

no es asunto tuyo-contestó su tío, miró con maldad a sus sobrinas. -

pienso hacer negocio con ella. La pienso vender a mi amigo aquí

presente, y él la utilizará como una de sus chicas en uno de sus

burdeles, y… seguirá allí hasta el día que decida matarla.

Las dos hermanas miraron al hombre asustadas, su tío era una persona sin corazón. Pero Nodoka lo miró con frialdad.

-Estamos

de acuerdo- dijo Nodoka. Las dos hermanas la miraron sorprendidas, y se

asustaron, la mujer pondría condiciones… unas condiciones que no

gustaría nada a los tres hombres. -Primero firmaréis un documento

delante testigos diciendo lo que os proponéis hacer con Akane. Las demás

condiciones os la diré cuando firméis el documento.

Media hora

después los tres hombres estaban en el dojo con las tres mujeres y un

nutrido grupo de vecinos, todos ellos descontentos con el nuevo

comisario… y sus hijos.

Kyosuke miró la concurrencia.

- ¿Qué hace esa gentuza aquí? Creía que serían testigos respetables.

-Y

eso es lo que son, personas respetables… que han sido víctimas del

comisario Tanaka y sus hijos. Personas que han sido atacados, robados

por algún miembro de tu familia, y gracias a tu poder han salido no os

ha pasado nada- dijo Nabiki.

Kyosuke supo que iba a tener un mal día.

-El señor Tanaka, "un respetable comisario", "ejemplo para todos".

Ha decidido llevarse a Akane Tendo, como si fuera un objeto… y dársela a

su amigo, que la utilizará como mercancía en un burdel. Cuando lo

consideren oportuno la sacrificaran por unos motivos que el "señor" Tanaka se ha negado revelar.

-Tengo una orden judicial- dijo Tanaka. -Puedo hacer con Akane lo que me plazca.

Todos miraron a Kyosuke con odio.

- ¿Puedo ver esa orden? - dijo un hombre.

- ¿Quién eres tú? - preguntó Tanaka.

-También

soy juez. De otro distrito de Tokio. Me ha llamado la señora Saotome.

Es mi prima. Y le exijo que me entregue el documento. Lo hace por las

buena o le pongo una orden para que me la dé.

Kyosuke no tuvo más remedio, en contra de su voluntad, que entregar el documento.

El juez miró la sentencia, la leyó y miró al comisario.

-Primero

esta orden puede ser recurrida, y lo será. Sólo tiene vigencia

veinticuatro horas. La familia puede pedir a cambio lo que sea, un

ejemplo, si la señorita Kasumi Tendo pide sus cabezas… se la deberán

entregar, ¡De inmediato!, Deben darle todo lo que pidan, sea lo que sea.

Tanaka miró al hombre, el juez era listo. Había dejado claro que debía pedir la familia Tendo.

-Si pasado veinticuatro horas no ha conseguido a la señorita Akane, este documento pierde su validez.

- ¿Por qué razón debe morir Akane? - inquirió Nodoka.

Kyosuke miró a la mujer con odio. Y con mucha rabia dijo.

-Akane

mató hace doce años a mi hermana. Esa…- hizo un gesto de rabia- esa

"chica"- y escupió chica como si fuera un insulto- la mató.

-No puede ser… mi madre murió hace doce años, cuando Akane tenía seis años.

- Murió por culpa de ese monstruo que tienes por hermana es la responsable de la muerte de su madre.

Todos los asistentes miraron al hombre.

-

¡Es mentira! Eso es mentira- gritó Kasumi- no te entregaremos a Akane. Y

te pondremos unas condiciones para llevártela que no podrás cumplir.

- ¡Decirlas! Y las cumpliré.- pero estaba decidido a inclumpirlas.

-Dejaremos

que su prometido decida-dijo Nodoka- mi hijo decidirá lo que pedir a

cambio. No estará nada contento cuando se entere. Os puede salir muy

caro, demasiado caro.

Kyosuke se quedó sin hablar. No estaba de

acuerdo con eso, no quería que esos utilizaran a Akane. Pero supo a qué

se refería Nodoka, lo que pediría Ranma a cambio de Akane.

-Pensáis que estamos locos, no dejaremos que ese muchacho decida. No nos la dará nunca.

-Y

tanto que lo haréis. Habéis entrado aquí a la fuerza. No sois

bienvenidos. Pidiendo a una chica que vive aquí como si fuera un objeto.

Nos habéis amenazado. O lo firmáis- dijo el juez- o pido una orden de

arresto por invasión de la propiedad privada. Y si ofrecéis

resistencia…- señaló a la gente allí reunida- somos más y estamos bien

preparados. alegaremos que fue en defensa propia.

- ¡No sabes a quien desafías! - gritó Kyosuke con rabia.

-Si.

Si lo sé. Él que no sabe con quién se mete eres tú. Aquí hay gente muy

influyente, haz algo y tendrás problemas. Estás bien protegido, pero no

tanto como imaginas. Te estas metiendo en un lio muy gordo

amenazándonos. Yo de ti iría con ojo.

Kyosuke y sus dos

acompañantes miraron a la gente allí reunida. Kyosuke se resistió a

firmar… pero sus dos compañeros lo hicieron enseguida.

Cuando al final Kyosuke firmó el documento.

-Ahora

vete, has firmado que no volverás a entrar aquí, ni tú, ni tus hijos ni

nadie mandado por ti o tus cómplices. Alejaros de Akane, no está

indefensa. Tocarla y el ángel de la muerte irá por vosotros. - dijo

Kasumi.

- ¿Que ángel de la muerte? ¿No me dirás que aún crees en

esas tonterías? - dijo riéndose Kyosuke, pero al ver es aspecto serio de

su sobrina se calló.

-He visto cosas que tú no creerás. -No diría

a su tío que había visto un gato humanoide, un toro volador o una

diosa. - alrededor de nuestra familia, los últimos años siempre ha

habido seres extraños. No puedo negar la existencia de nada. Pero ese

ángel ya te ha señalado e irá por ti si atacas a mi hermana. Vas a

sufrir todo el mal que le hagas a mi hermana. Lo he visto actuar antes…

no te espera un futuro agradable. Es el mismo futuro que tú quieres para

mi hermana.

Kyosuke se rió.

-Estas locas. Aunque seas hija de mi hermana… tú estás loca. Te debe venir de tu padre, los Tanaka no estamos…

-Mi

madre no tenía ese apellido de soltera- dijo Kasumi. Y recordó algo.

Cierta cosa que le contó su madre- ¡Tú no eras realmente el hermano de

mi madre…! ¡eras su primo…! mi abuelo te adoptó, tú eras hijo de la

hermana de mi abuelo.

Kyosuke se enfureció. ¡Ser adoptado por su

tío! Era un recuerdo que quería olvidar. No podía soportar la

humillación de ser adoptado por Yusuke Harada, el abuelo de Kasumi. Lo

que él quería era…, Kyosuke se contuvo un poco, estaba deseando saltar

sobre Kasumi y descargar sobre ella su furia e ira.

-No me lo

vuelvas a recordar. Hazlo y te mato- amenazó el hombre. Se giró y salió

con sus dos amigos, pero antes amenazó a Kasumi- esto no quedará así. Me

llevaré a Akane, acabará ejerciendo de prostituta y…

-Si te

ocurre hacer eso, por tu propio bien hazte el sepukku. Por que como te

coja mi hijo… tu muerte no será… muy agradable. Bueno la tuya y la del

tu amigo.

- ¡Oye pedazo de…! - dijo el amigo de Kyosuke. pero se

calló, al siguiente segundo se encontró vestido para la ceremonia del

sepukku, y a Nodoka con una katana en las manos.

-Sigue hablando y te obligó a hacerte el sepukku ahora mismo y si no quieres, paso de todo y te corto la cabeza.

El

hombre la miró con miedo. Fue la primera vez que vio que su

participación en ese proyecto de Kyosuke acabaría mal. Por suerte para

él no supo ver las señales que dijeron las tres mujeres o hubiera sabido

que podía acabar mucho peor que mal.

Los tres hombres salieron

del dojo, y se encaminaron al coche que estaba aparcado allí, al llegar

descubrió que le habían puesto una multa, en ese lugar estaba prohibido

el aparcamiento, y unos gamberros le rayaron el coche. Kyosuke se

enfureció, pero en seguida recuperó su sangre fría.

-Mantendremos

aquí alguien vigilando, cuando aparezcan esos dos que nos avisen. - dijo

Kyosuke. - Esto no acabado, haré lo que os he prometido- se giró hacía

su amigo-Akane Tendo será durante un tiempo tu esclava. Y cuando

acabemos con ella entregaré su cuerpo a los perros.

Pasaron unas horas, las tres mujeres acababan de comer, y llegó la segunda visita del día, tan inoportuna como la primera.

-Airen quedar con Shampoo, nosotros tener cita- dijo la chinita entrando sin avisar.

-Yo debo hablar con mi futura suegra. Y planear una magnifica boda- Kodachi miraba a Nodoka esperanzada.

-Vosotras estáis locas Ranchan sólo me quiere a mí. - Ukyo se había unido a la refriega.

-Decidiremos en un combate quien se queda con Ranma- dijo Kodachi- aunque eso ya está decidido… se quedará conmigo.

Las otras dos la miraron con odio y se prepararon para la lucha.

Las

tres mujeres del dojo se miraron asustadas. Esas tres destrozaron la

casa de los Saotome. Habían destrozado mil veces, el recinto del dojo. Y

ahora se preparaban para volver a destrozar algo. No la podían dejar

actuar, y fue Nodoka la que actuó.

Se levantó y miró muy seria a las tres chicas.

- ¡Seguidme! - les ordenó y ella la siguieron esperanzadas.

Salieron a la calle. Y fue allí donde Nodoka puso sus cartas sobre la mesa.

-No

es de señoritas pelearse y menos destrozar las casas de otros. Con la

mía lo hicisteis y suerte del seguro y la demanda que os puse, aun me

debéis parte de esa demanda. En el dojo Tendo no os pelearéis. - las

miró sería- tenías razón en algo, mi hijo ya ha hecho su elección y creó

que os lo ha dicho-y mirándolas gritó furiosa- ¡Quiero que los dejéis tranquilos!

-Airen

es para mí. Akane embrujar a Ranma. Yo no creer que amar a joven

violenta. ¡Yo no abandonar nunca! Hasta que Airen volver conmigo. No

está enamorado de vosotras- dijo dirigiéndose a sus rivales. -sólo

sentir lastima por ella

-Yo no estoy de acuerdo tampoco y no

dejaré que Akane se lo lleve. Ella no ha hecho nada por él. Pero Ranchan

será mío, y de quien no está enamorado es de vosotras.

-Las dos os equivocáis, Ranma es mío. Jamás se enamorará de vosotras

Nodoka suspiró," ¡Que jóvenes más tercas y equivocadas!"- pensó.

-Las

tres tenéis razón y os equivocáis a la vez. Razón por que no estar

enamorado de… ninguna de las tres y equivocadas porque jamás dejará a

Akane, pase lo que pase siempre estará a su lado- se giró- y ahora os

dejo, tengo mucho que hacer y no estoy para conversaciones que no llevan

a ningún sitio. Haced caso y no os metáis por medio, no conseguiréis

nada, ellos se quieren desde que se conocieron. Hoy mismo han salido

juntos… y no sabemos dónde están ni cuando volverán…-y añadió con deje

de maldad- o si lo harán.

Y entró en el dojo, cerrándolo, dejando a

las tres chicas pasmadas, y sin saber que decir, la mujer se habría

posicionado al lado de Akane. No la tendrían por aliada.

Y fue en las calles de Nerima donde se pelearon por Ranma. Un combate que perderían las tres, ganase quien ganase.

Habían pasado unos minutos desde que Nodoka echó a las tres chicas,

cuando llegaron los tres rivales de Ranma. Venían por las mismas razones

que las chicas.

- ¿Dónde está Ranma Saotome? Lo echaré de esta casa. No tiene ningún derecho sobre la bella Akane Tendo, ella será mi esposa.

-No dejaré que ese imbécil de Ranma esté con Akane. No se la merece. No sabe tratarla- colaboró Ryoga.

-Perdona.

Ryoga… ¿Desde cuándo tú decides por mi hermana? - saltó una enfurecida

Nabiki- No perteneces a esta familia. Tu opinión no vale nada-la chica

se fijó en la cara de asombro del chico y oyó la risita de Kuno- Kuno…

querido, tu opinión tampoco cuenta- Kuno se entristeció. -Ranma está

harto de vosotros tres y de vuestras cómplices. ¿No podéis dejarlos en

paz? Los estáis acorralando.

-Ya hemos echado a vuestras amigas-

dijo Kasumi- no sois bienvenidos, le habéis provocado muchos males de

cabeza a Akane y a Ranma. Ellos dos ya han decidido a quien entregaran

su corazón. Si los hacéis sufrir… me vengaré. No consentiré que nadie

los dañé, ni mi tío, ni mi padre, ni él de Ranma…ni vosotros.

Dos de los tres chicos la miraron enfadados. No estaban de acuerdo con la decisión tomada por los dos jóvenes prometidos.

-No

dejaremos que Ranma se case con Akane y que sigan siendo prometidos. No

es suficientemente bueno para ella, no está a su nivel- dijo Kuno.

-Juega con tres prometidas más. La insulta y se ríe de ella. Akane se merece a alguien mejor.

-

¿Alguien como tú? ¿Alguien que tiene una novieta y persigue a Akane?

-Nabiki miró a Ryoga con asco- eres un cínico, desprecias a Ranma porque

lo persiguen tres chicas… y tú…- y puso un tono irónico- persigues a mi

hermana y a Akari. Se te debería caer la cara de vergüenza… si

tuvieras, pero no tienes. Has traicionado a Ranma siempre que has podido

para quedarte con Akane, ahora tienes novia y lo sigues atacando. Ten

cuidado, Akane ya no está a tu alcance, nunca lo estuvo. Y puedes perder

a tu novia por ser idiota. Creo que siempre lo has envidiado, por ser

mejor que tú en artes marciales, por estar rodeado de chicas, no sólo su

prometida, y sus acosadoras, sino también Kasumi y yo. En realidad, te

gustaría estar en lugar de Ranma… ¡nooo! ¡te gustaría ser Ranma.!

Ryoga

bajó la cabeza, Nabiki tenia razón, siempre había envidiado a Ranma,

por vivir en casa de los Tendo y vivir con esas tres chicas que le

atraían tanto, por ser el mejor en artes marciales, por el éxito que

tenía con las mujeres, aunque él sabía que al chico sólo le importaba

Akane.

-Akane está en peligro, su tío la ha puesto en peligro.

Ranma ha salido en su defensa, dará todo por ella. Se ha puesto el mismo

en peligro para salvarla. Si ella muere…él la vengará y después irá a

buscarla. No la dejará morir o morirá con ella- Kasumi se calló y miró a

los tres chicos seria. Y le chilló enfadada- ¿Y VOSOTROS QUE HABÉIS HECHO? - los miró- ¡PONERLOS EN PELIGRO CONSTATEMENTE! ¡AYUDAR A MI TÍO Y MIS PRIMOS A ATACARLOS!

Decís que queréis a Akane… pero lo único que habéis hecho es

atacarla...- los vio sorprendidos, ellos no habían atacado a Akane, sólo

la querían liberar de Ranma y atacaron a este- ¡si atacarla! Si atacáis

a Ranma ella se sentirá atacada. Habéis hecho caso a lo que os ha

pedido mi tío. En semanas no los habéis dejado en paz, los estáis

acorralando. Si le pasa algo a Akane… y vosotros estáis implicados…

Ranma no tendrá piedad. Si le pasa algo a Ranma… será Akane quién os

matará.

-Si le pasa algo a los dos por vuestra culpa… seremos nosotras quien los venguen- dijo Nodoka.

-Ellos no se quieren- dijo Ryoga, no iba a cambiar su argumento, aunque sabía que estaba equivocado- es mejor que se dejen.

-Eres

idiota Ryoga… los dos lo sois- dijo Mousse mirando a los dos chicos,

hasta entonces había permanecido callado. Todos los miraron- Ellos se

quieren, más que eso se aman. Cuando llegué aquí me di cuenta de eso

enseguida. Pero eran demasiado orgullosos para reconocerlo. Nunca habéis

tenido nada que hacer, y ahora menos. No sé si os habéis dado cuenta,

no les queda mucho. Una sombra siniestra los sigue. Si nosotros seguimos

siendo idiotas, y no los dejamos en paz, esa sombra nos arrastrará a

nuestra destrucción.

- ¡Eres un cobarde Mousse! - dijo enfurecido

Kuno- tú sales ganando. Si Ranma se queda con Akane, Shampoo puede ser

tuya. Pero yo no estoy de acuerdo. La bella Akane será mía y la chica de

la trenza también. La relación de Ranma y Akane es algo pasajero.

-Kuno,

o eres un idiota o estas sordo y ciego. Los últimos días los has visto

más unidos que nunca. Cogidos por la mano, agarrados por el brazo, se

han besado delante vuestro. No es algo pasajero y…-comentó Nabiki,

entonces Kuno la cortó. El chico cambió de estrategia.

-Nabiki. ¡No están aquí! - aunque parecía una afirmación era realmente una pregunta. Nabiki negó con la cabeza. - ¿Cuánto?

- ¿Cuánto?... ¿Qué? - preguntó Nabiki.

- ¿Cuánto quieres por decirme dónde están? - dijo el chico.

-Lo

siento Kuno, no sé dónde están… y está vez no te lo diría, aunque lo

supiera, y en ese caso no tienes dinero suficiente para pagarme. Te lo

digo de verdad, se han ido antes de que nos levantáramos Kasumi y yo. No

sé cuándo volverán.

-Ahora salid de esta casa. No quiero que volváis a ella. ¡Nunca! - dijo Kasumi.

Cuando salían Nabiki los detuvo.

-Kuno, Creo que Ranma te dijo que él y la chica de la trenza son la misma persona.

- ¡Eso es mentira!, Ranma nos drogó para tener una alucinación colectiva. Se hizo pasar por mi diosa.

Nabiki y los dos chicos lo miraron como si estuviera loco. Pero no dijeron nada. Y Nabiki los acompañó a la calle.

-No

volváis y dejad a mi hermana y a su prometido en paz, estáis cavando

vuestra propia tumba. - cerró la puerta del dojo y entró en la casa y

miró a su hermana y a la madre de Ranma- ¿Dónde estarán esos dos?

-Preguntó la chica. Pero no obtuvo respuesta.

Los tres chicos salieron del dojo se encaminaron al Neko Hanten,

tenían tantas dudas como cuando llegaron al dojo Tendo. Habían quedado

con las tres chicas, debían aclarar muchas cosas. Los tres jóvenes iban

en silencio, cada uno metido en sus oscuros pensamientos. Ninguno de los

tres se sentía a gusto con los que estaba haciendo, se habían

equivocado al pactar con esa familia, los Tanaka los estaba utilizando

para sus pérfidos planes. Esa familia no quería separar a los

prometidos, realmente querían aniquilar a Akane, y de paso a Ranma, y

ellos se estaban colaborando en ese crimen.

-Cada vez me gusta

menos esto-dijo Ryoga- esa familia nos ha traicionado, nos utiliza para

acabar con Ranma… y con Akane, deberíamos negarnos a seguir con esto, o

nosotros también seremos atraídos cuando caigan Ranma y Akane.

-No

podemos- negó Tatewaki- firmamos un acuerdo y sabéis que pasará si lo

rompemos. Ese hombre nos ató y bien. Me he informado sobre esa familia.

Cuando se propone algo lo consigue, utilizando todo lo que hay a su

alcance. Y salen impunes, son los demás los que pagan sus maldades, como

nos pasará a nosotros. Además, firmamos ese acuerdo es una cuestión de

honor cumplirlo.

- ¿Una cuestión de honor? - preguntó con ironía

Mousse- El honor no te hace sentir un miserable, que es como ahora me

siento, el honor no te hace sentir remordimientos. Si de verdad

tuviéramos honor, dejaríamos a eso dos en paz. Están condenados, no se

salvarán, Kyosuke es una rata rastrera, no parará hasta acabar con Ranma

y Akane, y de paso con nosotros.

Las tres chicas llegaron al dojo después de haberse peleado, y haber

pedido las tres. Llegaron al restaurante de Shampoo, tristes y abatidas.

Ukyo

y Kodachi se sentaron en una mesa, mientras Shampoo entró en el almacén

y sacó unas botellas y unos vasos. Y las tres chicas bebieron para

intentar hacer callar a los remordimientos que sentían en esos momentos.

Minutos después llegaron los tres chicos y se unieron a ellas,

Horas

después, esos seis chicos habían vaciado varias botellas, ninguno de

ellos había hablado, sólo habían bebido. Los hermanos Kuno habían caído y

dormían en el suelo abrazados en un incestuoso abrazo, provocado por el

alcohol. Shampoo dormía en un rincón acurrucada como una gata y

maullaba de vez en cuando. Los otros tres habían iniciado una

competición para ver quien aguantaba más bebiendo, pero cayeron en el

sueño del alcohol en el mismo momento. No era la primera vez que se

emborrachaban, los hacían cada día, tampoco serían la última,

necesitaban acallar sus conciencias que les gritaban que no estaban

haciendo lo adecuado. Pero cuando se despertasen, y saliesen a la calle,

volverían a perseguir a esos dos, aunque sus molestas conciencias les

dijesen que no siguiesen los dictados de la familia Tanaka.

Horas

más tarde Cologne bajó al comedor y vio los despojos en que se habían

convertido seis chicos. Esa estúpida persecución a la que los habían

obligado a participar, estaba acabando con ellos. Debía acabar con la

participación en ella de Mousse y Shampoo, pero ese maldito hombre los

había atado con una estúpida promesa y no había forma de deshacerla.

La

llegada de la familia Tanaka se había vuelto una pesadilla y no sólo

para los dos jóvenes del dojo Tendo. En esa pelea todos los conocidos de

esos jóvenes sufrirían, pero esos seis chicos que ahora dormían el

sueño de alcohol, también sufrirían y lo harían por ser idiotas y dejase

llevar por una familia de locos.

Cologne miró a su restaurante,

estaba destrozado por la borrachera de los bellos durmientes. ¡Otro día

sin clientes! y ya era muchos días seguidos. Pero cuando esos se

despertasen arreglarían los destrozos que provocaron durante su

borrachera, ella se encajaría de eso, pensó con maldad la anciana.

Pensó

en los dos jóvenes del dojo Tendo, se habían ido, se habían fugado y

ojalá no volviesen, así se salvarían, pero no pasaría eso, sí que

volverían y se meterían de cabeza en el ojo del huracán, sintió pena por

esos dos chicos, realmente se merecían más su compasión que los seis

que ahora dormían borrachos en el suelo del Neko Hanten.

Kyosuke estaba furioso, ¡No! Más que furioso. Hoy nada le había

salido bien. Había conseguido un documento que le daba poder para poder

quedarse con Akane y llevársela, si era necesario a la fuerza. Y esa

niñata había huido con su prometido.

No sabía cuando volvería, y

peor, o si lo haría. Pero cuando volviese ese documento ya no tendría

vigencia. Daba igual, la podría secuestrar, nadie haría nada, nadie

podía hacer nada, ni siquiera ese idiota que tenía su sobrina por

prometido.

Empezó a hacer planes de lo que le haría a su sobrina

cuando se la regalase a su socio, el proxeneta, y como la mataría cuando

esa chica ya no le sirviese.

Entonces se acordó del juramento que

hicieron él, su socio y su abogado. De repartirse lo beneficios de… fue

entonces cuando recordó otros juramentos. El que le hizo a su hermana

moribunda, que no cumpliría y. Él que hizo esa mañana a la señora

Saotome, que tampoco cumpliría, y se rió de la inocencia de esa mujer,

era tan crédula como su exmarido. Pero fue en ese instante que tuvo un

escalofrío, ese juramento él que fue obligado a firmar por la señora

Saotome… ese, le daba escalofríos. ¿Por qué ese juramento?. La madre de

Ranma lo obligaría a cumplirlo… y si no ella misma ejecutaría ese

juramento.

Tuvo una idea, cogió el teléfono y hizo una llamada, y esperó unas horas…

Recibió

una llamada, los sicarios que mandó contra Nodoka Saotome habían sido

abatidos, Kyosuke recibió con un grito de rabia la noticia, ahora sabia

que la señora Saotome era intocable e implacable.

Pero de alguna forma cumpliría con sus planes, y escaparía del castigo de la señora Saotome.

Yuta andaba por las calles borracho, para él también había sido un

día terrible, nadie le oyó cuando opinó sobre la fuga de Akane y su

prometido, él vio a los dos prometidos y sus amigas coger el tren con

destino...

Mana sugirió que esos dos habían escapado a las montañas y Kyosuke le dio la razón.

Cuando

él dio su opinión y estaba a punto de decir donde iban los dos

prometidos, su padre y su hermana miraron como si estuviera loco y no le

hicieron caso. Por eso no dijo nada.

Cada vez veía que los planes

de su padre iban a salir mal, aunque triunfasen sobre Ranma y Akane, a

la larga esa victoria los llevaría a la derrota final.

Kyosuke

salió de casa con destino incierto. Fue de bar en bar, que le negaron la

entrada, lo conocían y temían que hiciera algún destrozo. Acabó

comprando licor en varios supermercados de 24 horas, y bebiendo sentado

en los bancos de diversos parques, la gente al verlo lo miraba con asco,

un hombre tan joven bebiendo por las calles.

Yuta se sentía un

desgraciado. Su familia lo tenía por idiota. Su padre lo despreciaba, no

lo creía al nivel de Mana, y esta lo veía muy inferior a ella.

Si

fuese por él, las cosas se hubieran hecho de forma muy distintas y ya

hubiesen ganado a Ranma y Akane. Pero nadie le hacía caso, ni siquiera

ese chofer que trabajaba para su padre. Pero él sabía lo que este

ocultaba, pero él no diría nada. Que su padre pagase por sus propios

fallos.

Debía hacer algo, debía mover ficha de forma que cuando

los planes de su padre y hermana se cumpliesen él debía estar fuera de

juego.

Miró la botella y la movió.

- ¡Vacía! ¿Por qué te

vacías tan deprisa? -preguntó a la botella, pero esta no le contestó y

decidió ir a buscar otra, esa noche durmió la borrachera en un sucio

callejón, sólo, como siempre había vivido, pero algún día, su padre y su

hermana pagarían sus desprecios hacía él.

Mana era la única que estaba satisfecha, en parte. Ese chico, Ranma

pasaba de ella, no le hacía caso, la despreciaba, ¡a ella!, ¡la mayor

belleza del mundo! Mana no concebía que alguien no la adorase, era la

mujer perfecta. Ese chico acabaría siendo su esclavo como todos los

demás. Notaba que algo fallaba en ese chico, Ranma la odiaba. Ese

sentimiento hacía ella era una herejía, debía cambiar el corazón del

chico,

Estaba en la bañera, se miró su perfecto cuerpo, era la

envidia de las mujeres y el deseo de los hombres, entonces por qué Ranma

no la miraba, deseaba con ansia que ese chico la cogiese en sus brazos,

la abrazase, la besase, la amase… pero ese idiota sólo miraba al

monstruo de su prima Akane.

No lo entendía, ese chico era

perseguido por tres chicas más guapas que Akane, ese chico debía tener

muy mal gusto, o estar ciego.

Y en cuanto a esa loca, la prima de

Ranma, se debía deshacer de ella, pero se imaginó a esa chica y se

asustó, esa chica era terrorífica. No se podía acercar a esa loca, la

temía. Debía buscar información sobre esa bruja, y eliminarla, mientras

esa chica existiese, ella no podía estar tranquila. Esa loca dominaba a

Ranma y Akane, sin ella estos dos no serían nada.

Notó el agua

fría, y salió se secó y se puso una toalla a su alrededor tapándole el

cuerpo. Nada más salir del lavabo vestida sólo con una toalla, se

encontró al chofer. Ella se quitó la toalla, el chofer, que podía ser su

padre, la cogió en brazos y la llevó a la habitación de ella, y allí

tuvieron una noche de… ¿pasión?, no, ella no disfrutó de esa relación, y

enfadada mandó al chofer afuera de su habitación. Mana no podría

sacarse de su cabeza a Ranma, y se sintió frustrada, debía hacer caer en

sus redes a ese chico en sus redes pronto, por qué si no, estaba

acabada. Necesitaba que ese chico le hiciera caso.

El proxeneta iba andando hacía su local, no sabía si había hecho un

buen negocio o no. Le atemorizaba esa mujer, Nodoka. Era extraña, tenía

buenos contactos, pero eso no salvaría ni a esa chica, Akane ni a su

prometido. Kyosuke tenía costumbre de cumplir lo que se proponía y esa

chica sería suya… y si tenia suerte la hermana mayor también…

Pero

no podía quitarse el miedo de encima, algo le decía que no debía

desafiar ni a Nodoka ni al hijo de esta o tendría problemas graves.

Pero

él era un hombre duro y no se asustaba por una mujer, ni por un

jovenzuelo y seguiría adelante con sus planes. En pocos días Akane Tendo

sería una de sus chicas.

- "Y días después estarás muerto"-

oyó que el decía su propia mente. Ese hombre tuvo un escalofrío y

aceleró el paso. Quería estar en casa y protegido por sus hombres cuanto

antes mejor.