5 ª. Una pelea después de la cena.
Ranma
iba para su habitación, estaba cansando, se había duchado, tuvo que
amenazar a Mana, esa loca le cortó el agua caliente. Recordó cuándo la
amenazó, fue como Ranko y vio que el pánico que Mana le tenía a Ranko,
era prácticamente idéntico al que sentía Akane por su prima. El chico
sonrió, iba utilizar ese pánico en contra de la chica. Le enseñaría a no
molestar a Akane, es más le enseñaría a temerla.
Llegó a la
puerta de su habitación y la abrió y desde el umbral de la habitación
vio algo que lo dejó clavado en el suelo. Su futón estaba extendido y
metido en él estaba la loca que tenía por prima su prometida. La ropa de
la chica estaba bien recogida al lado de la cama, el chico vio que la
ropa íntima de la chica estaba allí, lo que le hizo suponer que esa
chica estaba desnuda.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó el chico de
mala forma- sal de aquí si no quieres problemas. No estoy de buen humor,
no me tientes, puedes salir de aquí volando.
- ¡Venga! Ven conmigo lo pasaras bien. Todos lo que han estado conmigo se lo han pasado muy bien. Nunca he tenido quejas.
-
¡No me gustas! No pienso hacerlo con quien no me gusta… no soy como los
demás, ¡no soy todos! No me tienta tu oferta. Hay otras, con mejor
cuerpo que el tuyo, que me han hecho ofertas similares y no han
conseguido nada y tú iras por el mismo camino. Esta es una casa
respetable, no queremos problemas. ¡Te comportas como una ramera!
- ¡Tú harás lo que te ha pedido mi hija! - dijo Kyosuke. Se había colocado detrás del chico y lo empujaba hacía dentro.
Ranma
miró hacia fuera, en el pasillo vio a su padre y al señor Tendo. No
decían nada…pero parecían apoyar a Kyosuke. Kasumi asistía asustada a
los acontecimientos, pensaba que Ranma reaccionaria de mala forma.
Nabiki pensando cómo sacar rendimiento de esto. Akane estaba furiosa,
tal como reaccionase su prometido ella actuaría o una forma de otra.
Ranma miró a su prometida, y suspiró. Kyosuke le impedía salir.
-
¡Bien! Si es eso lo que queréis, os lo daré. - y para sorpresa de todos
entró en la habitación. El chico notó como subía la ira de Akane, pero
no iba rígida a él, ella sabía lo que se proponía el chico. Kyosuke
sonrió con maldad, ya era hora que el chico cumpliese sus designios,
pero…
Ranma miró a la ocupante de su futón con asco. Fue al
armario cogió un abrigo y su mochila y… salió por la ventana, cerrándola
al salir y se perdió en la noche.
Akane iba a su habitación, estaba enfadada. Su prometido tuvo que
salir de su habitación y de la casa, para no comprometer su honor. Lo
asombroso era que tanto su padre como el padre del chico no estaban en
contra que esa chica durmiera con Ranma, eso significaba que ella no
contaba como prometida de Ranma. Su estado de ánimo era malo, estaba
recaída muy cercana a la depresión. Pero sabía que su prometido no la
dejaría, a él si le importaba. Sabía que Ranma no andaba lejos.
Cuando
iba a entrar en su habitación, vio que la puerta no estaba cerrada y
habiendo visto la maniobra de Mana, se temió lo peor.
-Kasumi, Nabiki. ¿Podréis entrar? Os tengo que enseñar algo.
Al entrar Akane vio a su primo acostado en su cama y las cosas de chico ocupando un rincón.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó la chica.
-
¡Hola Akane! A partir de hoy compartiremos habitación, será nuestro
nidito de amor. Son ordenes de mi padre, el tuyo está de acuerdo.
- ¡Fuera! - gritó la chica- en diez segundos te quiero fuera.
-Ni hablar, yo soy tu prometido… ese niñato ya no lo es. Si quiere puede ser el criado de Mana, Sólo sirve para eso.
-No
haces un buen papel- dijo una voz. Yuta se asustó, en la habitación
entraron las hermanas de Akane. Eso no iba como esperaba. - ¡Akane te ha
pedido que salgas!, es por tu bien, no vas salir bien librado de esto.
- ¡Cállate Kasumi! No tienes nada que decir… o ¿tienes envidia? Yo tengo bastante para las tres- dijo el chico con orgullo.
Kasumi se puso roja, nadie le había hablado así nunca, se quedó un momento parada, iba a contestar al chico, pero…
-Eres
un fanfarrón. Compárate con Ranma, ya te gustaría ser la mitad de
hombre que él- dijo Akane. – Ranma nunca acosaría a nadie así. Puede que
para relacionarse con las chicas sea tímido. Algunas personas lo
llamarían cobarde… pero es más noble que tú.
-Este acoso se sabrá y
tendrás problemas. Ya los tienes- dijo Nabiki- no esperes que el
prometido de Akane se quede quieto. Has testamento, vas camino al
cementerio.
- ¡Ranma ya no es el prometido de Akane! Mi hijo puede
hacer con ella lo quiera. - dijo Kyosuke, entrado en la habitación. -
Yuta, ¡adelante! Haz con ella lo que quieras. – y sujetó por los brazos a
la chica, que forcejó con él. Pero el hombre le apretaba con fuerza y
la detuvo. Yuta se levantó de la cama y se dirigió a la chica.
-
¡Dejarme! No me toquéis- suplicó la chica- no sabéis lo que hacéis. Él
os matará, no tendrá piedad de vosotros. – y entonces llamó a su
prometido- ¡Raaanmaaaaa!
- ¿Te refieres a
tu ex prometido? - dijo Yuta con sorna- ¡llamarlo.! Lo siento, él no
vendrá. Ha huido, jajaja. Es un cobarde. Nadie te defenderá. Por qué a
todos le da igual lo que te pase. Ahora eres mí muñeca… - se calló.
Akane miraba la ventana, una sonrisa iluminó el rostro de la joven, en
sus ojos se veía una mirada confiada, la mirada de alguien que se sabe
protegida y a salvo.
- ¡Ranma! - dijo Kasumi con miedo y con la
esperanza de que Ranma le diera una paliza a su primo, el chico de la
trenza estaba abriendo la ventana, a Yuta no le quedaba mucho tiempo de
vida.
El chico de la trenza entró a la habitación. Había sido una
mala idea dejar la ventana abierta. Ranma se acercó al estúpido que
osaba acosar a su prometida.
- ¡Dejarla y baja al dojo! Te doy un
minuto para salir de esta habitación y dejar en paz a mi prometida. Y
cúbrete, que estás desnudo y delante de señoritas.
-No te haré caso. Akane es mía… para mi disfrute. Te cedo mi hermana, o las hermanas de Akane… pero a ella no…
No
pudo seguir Ranma lo cogió con una mano por el cuello y con la otra le
dio repetidos golpes en distintas partes del cuerpo, y después lo
abofeteo repetidas veces, se cebó con el idiota. Cuando paró, Yuta
estaba blanco y medio inconsciente Nadie le había pegado tan fuerte.
Ranma miró al chico con desprecio y lo arrojó por la ventana, después se
acercó a su prometida que seguía cogida por su tío.
- ¿Estás bien? -preguntó Ranma.
-Si, gracias… pero me duelen los brazos… ¿me puedes librar de ese dolor? – contestó la chica.
Ranma miró los brazos de la chica y como era detenida por el hombre.
-No
te preocupes en un momento te libro de ese dolor. - le respondió el
chico y miró al causante del dolor de la chica. - ¡suéltala y ser un
hombre! Te espero abajo.
- ¡No!, ¡ni bajaré ni soltaré a esta
chica! - dijo el hombre. Y el hombre gritó de dolor. Ranma le apretaba
los brazos como él apretaba los de la joven. El hombre sintió tanto
dolor que soltó la joven- ¿Cómo te ha atrevido? No sabes con quien
juegas….
- ¡Baja al dojo! O te destrozó aquí mismo- ordenó Ranma
enfurecido. Kyosuke vio que el chico cumpliría su amenaza. Sería mejor
bajar como le ordenó Ranma, pero miró a la pareja con odio, esa es la
pagarían.
Ranma se giró a su padre y a Soun.
- ¡A vosotros
también os quiero abajo! -los dos hombres palidecieron, no iban a tener
un momento agradable. - pero antes. – miró a su prometida-Akane darme lo
que nos ha dado mi madre. Akane se buscó en un bolsillo y sacó un sobre
que le entregó a Ranma, este abrió el sobre y sacó unos documentos. Se
giró a su padre y le ordenó- ¡Firma! No me obligues a hacerte firmar a
la fuerza. – Genma iba a protestar, pero su hijo lo calló- no, no tienes
ningún derecho a decir nada, firma y ya está…-ordenó, su padre firmó
los documentos y el joven miró a Soun-y ahora tú este.
-Pero... no puede obligarme a…- decía Soun asustado.
- ¡Firma!
-ordenó Akane. Al ver que su padre se negaba le cogió la mano. Y le
hizo firmar a la fuerza. La chica se giró a Genma- Tú también ¡FIRMA!
Genma asustado firmó el documento. Ranma miró a su padre.
-El
documento que has firmado es el divorcio que te pidió mi madre. En las
otras renuncias a mi como hijo… pero no podrás quitarme el apellido… me
lo cedes. Ya no tienes ningún derecho sobre mí.
-Con eso estas renunciando a ser el prometido de Akane- dijo Soun.
-No,
te equivocas- dijo Akane- con el tercer documento, él que habéis
firmado los dos, os comprometéis a no meteros entre Ranma y yo. – se
fijó en su padre- tú te comprometes con Nodoka a respetar que Ranma y yo
sigamos siendo prometidos…porque es los dos lo queremos. La promesa que
le hiciste a Genma…ahora es como si se la hubieras hecho a Nodoka. Si
no la cumples, te demandaremos y nos quedamos con el dojo y te echamos a
la calle sin nada- la chica miró a Genma- a ti no te demandaremos, ya
te hemos quitado todo. Es algo que te mereces desde hace años, desde
separaste a Ranma de su madre, y los torturaste cuando lo entrenabas.
-No
sabéis lo que habéis hecho… os habéis condenado los dos. -dijo Soun con
tristeza. - nosotros no queríamos esto. Lo qué siempre quisimos es que
al menos Ranma sobreviviese.
-Entonces ¿Por qué permitisteis que
nos comprometiéramos? ¿Por qué me juntasteis con Ranma si sabíais que mi
tío volvería a reclamar mi vida? ¿Por qué? - preguntó Akane con rabia,
-Fue
voluntad de tu madre… ella me pidió que tú fueras la prometida de
Ranma. Pero tú ya estabas comprometida… te teníamos que dar en sacrifico
y si tenías prometido o novio y era hijo de Genma…al él también.
Vuestro destino es morir a manos de Kyosuke. Ranma sólo podía salvarse
si renunciaba a ser tu prometido.
-Si ese es nuestro destino…lo
aceptaremos- dijo Ranma. - pero si tenemos la menor oportunidad de
escapar a ese destino… lo haremos.
-Pero nadie logrará sepáranos.
Ni siquiera la muerte- continuó Akane. Y los dos chicos salieron de la
habitación y bajaron al jardín. Allí él se enfrentaría a cuatro
personas, mientras defendería su futuro.
Ranma miraba a sus rivales, nunca pensó que tendría a su padre y Soun
como enemigos. Durante las últimas semanas le habían demostrado que
eran unos auténticos cobardes, unos padres pésimos y que no se merecían
consideración. Eso ya lo sabía desde que llegó Happosai… pero traicionar
a sus hijos. Vender la vida de Akane no se lo perdonaba. No entendía
como Soun fue capaz de dar la vida de su hija a cambio… ¿A cambio de que
entregó a su hija? No lo entendía, no lograba entenderlo. Su propio
padre hizo lo mismo con él, pero por lo que entendió, Ranma daría su
vida si estaba prometido a Akane y se negaba a dejarla ir. Negó con la
cabeza, y la familia Tanaka. ¿Qué pintaba en eso? ¿Por qué querían a
Akane muerta? Debería averiguarlo.
- ¡Nabiki! ¡Vamos a establecer
unas normas para el perdedor! - dijo Ranma- escríbelas. Él que pierda no
volverá a molestar a Akane. Se alejarán de ella, si alguno la molesta.
Lo cogeré y lo castigaré. Al segundo intento… me los cargo, sin piedad-
los dos hombres lo miraron horrorizados. Soun miró a sus hijas, casi
pidiéndoles que detuvieran al joven, ellas lo ignoraron.
-Estamos
de acuerdo en eso- dijo Kasumi y miró a sus hermanas y esta asintieron,
Soun las miró asustado, sus hijas lo abandonaban- con la condición de
que Kyosuke y Yuta…cumplan lo firmado, fue algo que pidió mi madre si
atacaban a mi hermana menor. No sé lo que buscáis… pero no lo
conseguiréis. Nabiki que esos cuatro firmen el documento. Y Mana también
deberá cumplirlo… - pero no dijo lo que había hecho firmar su madre a
la familia Tanaka, aun no era hora de revelar eso.
-Si no firmáis- dijo Ranma- os pondremos unas condiciones peores.
- ¿Y si tú pierdes? - dijo Ranma.
-Si. Yo pierdo… esta noche me caso con Akane… es lo que siempre quisisteis.
- Haces trampas. - dijo Yuta. - ganes o pierdas, salvas a Akane.
-Si.
Pero así me aseguro que no la tocáis gané o pierda. - dijo el chico- no
os consentiré que le toquéis ni un pelo. Házselo y… - y poniendo un
tono siniestro- os mato.
Akane estaba roja. Su prometido había
proclamado su intención de casase con ella. Pero no sabía lo que pensaba
el chico si ganaba ¿se casaría con ella?
-Kasumi, da la señal de empezar el combate- dijo Soun.
- ¡Ranma vence! no pierdas - dijo Kasumi. Levantó la mano, cuando la bajase comenzaría la lucha.
Los cuatro rivales pensaban actuar a la vez, el chico no se podía defender de cuatro atacantes a la vez.
Kasumi bajó la mano y…Los cuatro esperaban el primer movimiento del joven de la trenza para atacarlo.
- ¿Qué hará Ranma? Daría cualquier cosa por preverlo. - dijo Nabiki.
-
Es fácil. Primero atacará al que es el más flojo… pero tiene las ideas
más claras de como derrotarlo. Después irá atacando del más fuerte y se
guardará para el ultimo al más débil. Y le hará sufrir… es él que más se
lo merece.
- ¿Cómo puedes saber eso? - dijo Mana- ¿También me dirás en qué orden atracará?
Las dos hermanas de Akane la miraban con asombro, era imposible que la chica supiera en qué orden atacaría el joven.
-Primero atracará a Yuta-dijo Akane.
Ranma se lanzó, nada más la señal Kasumi, sobre el chico. El primo de Akane no pudo evitar el Tenshin amaguri kendel
joven, y duró unos segundos frente al chico antes de caer derrotado.
Los otros atacantes quedaron paralizados, no se esperaban que el chico
actuase tan pronto y a esa velocidad ni con esa potencia.
-Ahora
ira por el más fuerte que es… su padre. Tío Genma va sufrir. Ranma le
dará su merecido. - parecía que Akane disfrutaba de la paliza que Ranma
sometería a su padre.
Ranma se abalanzó sobre su padre y lo miró.
-
¡Hola viejo! Hoy sufrirás por todo lo que me hiciste pasar esto años.
Tantas técnicas inútiles, en todos los problemas que me metiste.
-Era para hacerte un hombre digno de la hermana Tendo que quisieras.
-Y
¿si me hubieras hecho una buena persona? En lugar de un creído un y
prepotente, si hubiera sido educado mejor, había tenido menos problemas
con ella.
-Fuiste tú quien se volvió un insoportable.
-Puede ser. Pero tú nunca fuiste un buen ejemplo.
Genma
aprovechó que el chico estaba distraído con la conversación...y lo
atacó. Pero el joven conocía lo bastante a su padre para saber qué
jugaría sucio. Ranma saltó sobre su padre se puso detrás y…
-Un traidor como tú se merece que lo ataquen por la espalda- y utilizó el mismo ataque que utilizó con Yuta.
-Ahora
le toca a mi padre- dijo Akane, no le gustaba que Ranma le pegase a su
padre, pero Soun se merecía un escarmiento. Notaba el mal estar en sus
hermanas y en el chico.
Sabía que el joven estaba indeciso. Si
atacaba a Soun, provocaría rechazo en sus hijas. Pero si no lo hacía, el
hombre no aprendería. Y en ese instante los dos chicos supieron que
hacer.
Los dos jóvenes empezaron andar el uno hacía el otro. Al cruzarse, levantaron sus manos y se palmearon las manos.
-Todo tuyo Akane- dijo el chico.
-Gracias Ranma- dijo su prometida. Y la joven se encaró a su padre.
-
¿Cómo puedes desobedecer a tu padre? Eres una hija ingrata. Lo hago por
tu bien y él de tus hermanas. - preguntó un lloroso Soun.
- ¿Por
mi bien? ¿Por él de mis hermanas? ¿Cómo pudiste prometer entregar mi
vida? ¿La vida de tu propia hija? - preguntó exaltada Akane- Nunca has
pensando en nuestro bien, sólo en el tuyo. Me prometiste a alguien que
no conocía. No pensante en lo que sentía yo… lo que yo quería. Tú y
Genma nunca penasteis en lo que Ranma y yo queríamos, nos manejasteis a
vuestro antojo. Genma arrancó a Ranma de su madre y lo sometió a
entrenamientos infernales. Tú…tú me prometiste a mi…o a una de mis
hermanas a Ranma. Al comienzo nos llevábamos fatal. Nos hemos peleado
desde el principio…pero también éramos amigos…muy amigos- miró al chico y
le sonrió- amigos inseparables. Nunca dejasteis que nuestra difícil
relación fuera a mejor. Siempre nos presionasteis. Fue esa la razón que
siempre nos peleáramos. Cuando hacíamos un paso adelante aparecíais y
fastidiabais todo. Sin vosotros ahora ya seriamos una pareja de
prometidos normal.
-Siempre has dicho que no lo querías- dijo Soun- que no querías saber nada de la boda.
-Os
engañaba…me engañaba. No quería reconocer que lo quería- miró a su
prometido, el chico estaba sonrojado, pero tenía una sonrisa de orgullo.
Él tampoco escondería ya lo que sentía por ella- los dos os engañamos a
vosotros y a nosotros mismos.
-Estabas de acuerdo en morir. En hacer lo que tu tío quería- dijo Soun.
-He
cambiado de idea, me han hecho cambiar. No quiero morir sin saber
porque he de hacerlo. No quiero morir por una tontería o un capricho de
un loco. No quiero morir por una promesa hecha por dos o tres personas
sin que yo no contase para nada. No quiero morir porque eso me alejaría
de alguien- y miró a Ranma, ella leyó en los labios de él "No te dejaré
morir". Sonrió- no quiero dejarlo solo, sé que su vida no tendría
sentido y me seguiría. Como me pasaría a mi si a él le pasase lo mismo.
¡No te haré caso!, se lo debo a mi… a mi madre y hermanas, se lo debo
sobre todo a mi prometido.
- ¡No! - gritó Ranma- ¡te lo debes a ti misma! Es tu vida. Nada la debe apagar por un puto capricho. -Akane asintió.
-Si, Ranma tiene razón. Me lo debo a mi misma. - miró a su padre-Te venceré, no puedo morir, no caería sólo yo. Me juego mucho.
-Si esa tu decisión, lucha por tu vida… y la de tu prometido. Aunque no venceréis.
Y
empezó la lucha. Ranma observaba la lucha sonriendo, sabía de antemano
quien ganaría. Akane lo había visto combatir, de forma indirecta había
aprendido técnicas y prácticas suyas. Soun no era un rival para su hija.
El joven se percató que tanto Kyosuke como Mana se movían para atacar a
Akane.
-¡Moveos…! atacar a Akane… y será la última vez que podáis
moveos… porque os romperé la columna vertebral y acabaréis en una silla
de ruedas
Los dos atacantes sabían que el chico no amenazaba en vano. Ya habían aprendido a temerle. Pero creían que podían vencerlo.
Soun
respiró aliviado, su hija no era tan buena como Ranma, la vencería en
poco tiempo. El hombre atacó con todas sus fuerzas y la chica paraba los
golpes a duras penas. A Akane le costaba esquivar los golpes.
-
¿Qué haces Akane? ¿Se puede saber a qué estas jugando? -murmuró el
chico. Su prometida no peleaba al cien por ciento. Algo la detenía. Iba a
gritarle cuando descubrió la táctica de la chica. -No está mal, Soun no
se dará cuenta de la trampa- volvió a murmurar el joven.
-Akane. No puedes vencerme- dijo el hombre- soy más fuerte, tengo más experiencia, y mejor técnica que tú.
Entonces
Akane se empezó a mover más rápido. Su técnica era muy parecida a la de
su prometido. Se notaba que había aprendido de él. El chico la miraba
con orgullo, esa era la auténtica Akane.
- ¡Vamos Akane! ¡Da todo! ¡Tú puedes!, ¡eres la mejor!. -la animó Ranma.
Soun
no podía parar los ataques de su hija. La joven se había vuelto mucho
mejor desde la llegada de Ranma. El chico la había cambiado por
completo. No era la misma niña que el día que llegó Ranma, la Akane a la
que combatía luchaba por su vida, por la de aquel que ella quería… y
esa Akane no se rendiría.
Akane atacaba a su padre a una velocidad
creciente. La joven atacaba desde un punto, cuando Soun atacaba a ese
sitio, la chica ya no estaba allí, se había movido y estaba en otro
sitio, y atacaba desde esa nueva posición, cambiando de posición
continuamente. El combate duraba mucho, Ranma se impacientaba, notaba el
temor de Akane de darle a su padre el golpe de gracia.
-Tengo
mejor defensa que tú. En un momento acabaré contigo- decía Soun
convencido de su ventaja- Y serás la muñeca de Yuta como se lo he
prometido hoy.
Ese comentario enfureció a varias personas. A las
hermanas de Akane, no entendían como su padre le tuviera tan poco
aprecio a su propia hija. A Ranma, el chico deseó matar al viejo idiota,
nadie trataría de esa forma a su prometida. Y por último a Akane no iba
a plegarse a los deseos de su padre, no iba a ser una prostituta, antes
prefería morir. La joven miró a su prometido, estaba furioso por el
comentario de Soun. Y decidió atacar como el chico había atacado a
Genma. Como Ranma saltó sobre su padre se puso detrás y…
-Un
traidor como tú se merece que lo ataquen por la espalda- dijo utilizando
las mismas palabras que dijo su prometido- ¿Cómo pudiste venderme a esa
familia? Mi madre, donde este te odiará, ¡sacrificar a tu propia hija!,
¡no es propio del padre que me crio!. -y utilizó uno de los ataques de
Ranma, elTenshin amaguri ken, Soun cayó al suelo derrotado. Ranma se quedó asombrado, como todos, pero enseguida sonrió.
-No
me extraña que lo haya utilizado. Esta chica es excepcional. No me
extrañaría que utilizará el golpe de la explosión de Ryoga o mi Hiryu
Shoten ha. - se rió contento, se sentía eufórico y orgulloso de ser el
prometido de Akane. Notó algo dentro de él, deseaba abrazarla, besarla y
si ella le proponía matrimonio… decir que si… pero que fuera esa misma
noche el enlace.
Akane se acercó a su prometido con una sonrisa en los labios.
- ¿Has visto? Lo he ganado y usando una de tus técnicas- dijo ella de forma traviesa- ¿Te da rabia? - estaba jugando con él.
Él chico se puso serio y frunció el cejo. Parecía enfado, pero se rió, Akane lo miró extrañada.
-Para
nada, hace meses que esperaba algo así de ti, preciosa. Hace mucho que
podías hacer esto y más. Este no es tu limite, puedes seguir
progresando.
-No os dejaré hacerlo. Vine por ti Akane. Tu
prometido… se podía haber salvado, tenía pocas posibilidades… pero si
hubiera hecho caso a mi hija tendría alguna posibilidad. Pero ya no se
salvará. Sois muy peligrosos, extremadamente peligrosos. Para mis
objetivos sois unas molestias. Os he de eliminar, y lo haré ahora.
Y los dos chicos se prepararon para luchar contra Kyosuke, se jugaban la vida, debían ganar.
Kyosuke
el comisario de policía. Kyosuke el maestro de artes marciales. El que
siempre conseguía lo que quería, menos una vez, ahora arreglaría ese
fallo que tuvo dieciocho años antes. Kyosuke un ejemplo para la
sociedad, la esperanza de mejorar la ciudad. Ese hombre estaba furioso.
Hacía
casi un mes que tenía que haber hecho desaparecer a su molesta sobrina.
y ese repugnante chico se metió por medio. No era un chico normal, su
hija trató de seducirlo y no consiguió nada. Ahora Mana debería llevar
una peluca para resto de su vida…la idiota de la prima de Ranma la dejó
calva. A su hijo le tuvo que llevar al dentista, se estaba gastando una
fortuna en dientes, ese idiota de Ranma le había roto media dentadura.
Akane
que había aceptado su muerte y hacía pocos minutos cambió de opinión, y
todo por Ranma. Lo odiaba, se estaba metiendo en medio, obstaculizando
sus planes. Lo mataría… pero antes le haría ver como mataba a Akane.
Fue
entonces cuando el hombre tuvo una visión. Contempló su propia muerte a
manos de Ranma. El joven convertido un ser enloquecido por el dolor, lo
mataba con crueldad poco después de matar con la misma crueldad a Mana y
Yuta. Pero el muy idiota no hizo caso del aviso y desafió a la pareja.
-Hoy
es vuestro último día de vida. Estáis viviendo vuestros últimos minutos
en este mundo. Nacisteis con pocos días diferencia… y moriréis con
pocos minutos de diferencia. - dijo el hombre- el monstruo nacido de mi
hermana, y el idiota nacido para ser su prometido. Dos seres que no
debían haber nacido. Un problema que no tardaré en resolver, y mañana el
mundo será mejor, porque no existiréis ninguno de los dos.
-Tú sí
que eres un monstruo. Quieres matar a Akane y no dices por qué, nos
ocultas algo. Te interesa hace desaparecer a mi prometida. ¿Qué ganas si
ella no está?
-¡Eso no es asunto tuyo!. - contestó Kyosuke.
-Lo
siento, ¡si es asunto mío! Todo lo que pone en riesgo a mi prometida es
asunto mío. ¿Por qué? ¡Eso si asunto mío! Pero a ti no te importa. Sólo
te debe importar una cosa, tocarla y te mato.
-No consentiré que
le hagas daño a mi prometido. Hazlo y acabaré contigo. Volvería de la
tumba para hacerte la vida imposible. - dijo Akane.
-Sois unos inexpertos, me resultará muy fácil acabar con los dos. Considerados vencidos.
Y
el hombre los atacó, se creía más hábil que Soun y Genma… pero pronto
se dio cuenta que los dos chicos eran mejores que él y se vio vencido y
decidió actuar sucio. Le hizo una señal a su hija y esta asintió.
Los
dos chicos no se esperaban el ataque traicionero que recibieron.
Mientras Kyosuke atacaba a los dos jóvenes. Mana se fue acercando y…
-Te
he vencido… te he vencido. -dijo eufórico el hombre. -la victoria es
mía… o he ganado y sin hacer un solo movimiento. Considera a tu
prometida…-dejo pasar unos segundos y añadió con mucha crueldad-
mu-er-ta.
Ranma oyó gritar a su prometida, y se giró, un
escalofrío le recorrió la columna. Akane había caído a cuatro patas.
Tenía una herida que le recorría la espalda. Mana la había atacado a
traición con un puñal. Su intención fue clavárselo, pero Akane la notó y
se movió y sólo pudo producirle un corte, ni profundo, ni mortal. Pero
ahora le tocaba acabar con la chica.
-¡Morirás Akane!, lo tenías
que haber hecho hace tiempo. Pero aquel niño lo evitó. Pero yo y mi
padre nos encargamos de él. - y la chica se abalanzó sobre Akane… pero
no acabaría con Akane…
Ranma vio a su prometida en peligro. Todo
el odio, toda la furia, toda la rabia acumulada en el chico durante los
últimos días estalló. Se preparó para salvarla, pero alguien lo detuvo.
Kyosuke lo cogió del brazo.
-Deja a Mana que haga su trabajo. No
intervengas- la locura de Kyosuke se hizo evidente. Hablaba con alegría,
como si matar a Akane fuera un buen para la humanidad. - Después
celebraremos la muerte de esa cosa. Es un bien para…
No pudo seguir, Ranma lo noqueó de un puñetazo. El joven cogió el cuerpo del hombre, y se giró hacía Mana.
-Mata
a Akane y tu padre la seguirá…y después acabaré contigo y lo haré muy
lentamente y con crueldad, me suplicarás que te mate a cada instante…
pero no lo haré- advirtió el chico, la miraba con odio, con un odio
inmenso, mayor que el que sintió en el monte Fénix…
Mana se paró
en el acto y miró a su padre y se dio cuenta que la vida de este le
importaba muy poco. A ella y a su hermano los había utilizado siempre
que quiso. Pero si algo le pasaba al hombre y ella no lo impedía tendría
problema. Kyosuke se lo hizo ver hacía mucho tiempo.
-No lo
harás, te falta valor… no tienes lo que se debe tener para ser un
asesino…- miró al chico y se calló. En el estado actual, ese joven, si
sería un asesino. Podía utilizarlo para que matase a su padre y librase
de su tiranía.
- ¡IDIOTAAA! ¿Se puede
saber qué haces? ¿No ves lo que pasará? -Yuta gritó a su hermana, se
había recuperado un poco, hablaba desde el suelo, tenía una pierna rota y
no podía moverse. Ya le daba igual que Mana descubriese que no era tan
tonto como aparentaba. -Si matas a Akane. No te saldrá tan bien como lo
que planeas. Primero matará a padre, después irá a por ti. Nadie te
salvará…y después por mí.
Mana miró a su hermano con sorpresa. No
parecía él, debía haberse golpeado la cabeza, tener esa idea no era algo
normal en él. Cuando acabase todo lo llevaría al hospital y que le
hiciera un… eso que se le hace a la cabeza a ver si está dañada. No
creía en la inteligencia de su hermano, eso era imposible.
-Sólo
dices tontería- contestó la joven. Y se rió. Yuta la miró con sorpresa.
Esa tonta los estaba condenando a los tres. Ranma se dedicaría a eso. Y
sospechaba que el chico saldría libre. Pero sabía que ese caso quedaría
como defensa propia. Pero Mana seguía sin ver las cosas- Ahora el señor
Yuta se vuelve inteligente, debe ser el golpe en la cabeza. Y dice
tonterías… pues no…, mataré a Akane y Ranma caerá rendido a mis pies.
Ranma
y la familia Tendo miraban esa escena expectante. Ranma esperaba el
momento adecuado para salvar a Akane. Tenía ganas de transformar esa
chica en polvo, y ese momento llegó, vio como Mana dejaba de prestar
atención sobre Akane, soltó a Kyosuke, que se estampó contra el suelo. Y
atacó.
Todo vieron como Ranma se volvía un borrón. El chico se
movió a una velocidad inhumana, un momento estaba en un sitio y al
segundo siguiente estaba golpeando a Mana, que cayó al suelo
inconsciente. Había hecho lo que prometió no hacer, golpear a una mujer,
pero esa no era una mujer, era una víbora.
Ranma se abalanzó sobre su prometida. La giró y la cogió con cuidado, la miraba preocupado.
- ¡Akane! ¡Akane! ¿Está bien? Responde. - preguntó alarmado el chico. La chica lanzó un pequeño quejido.
-Si. Estoy bien, solo es un arañazo… gracias. -contestó su prometida. Él lanzó un suspiro de alivio.
-Menos mal. No sabes el miedo que he pasado. Creía que… que te perdía.
Se quedaron mirando y ella lo abrazó y se puso a llorar. Él también le devolvió el abrazo.
-No me dejes… no me dejes sola, porque si lo hiciera esos me… matarían.
-No te dejaré nunca… yo siempre estaré a tu lado para cuidarte… para protegerte… aun a costa de mi vida.
-No debes morir por mí. No lo aceptaría. Debes vivir conmigo.
Los dos se miraron y fueron acercando sus labios para besarse y cuando faltaban centímetros.
-Que
escena más tierna. ¡Me da asco! -Mana había recuperado la conciencia. Y
miraba la escena asqueada-A los hombres y a las mujeres se los utiliza…
y cuando no sirven se va por el siguiente. Amor, confianza, pareja son
términos desfasados. Aunque unos idiotas como vosotros, seguro que aún
creéis en esas tonterías. ¡Sois unos críos que aún creen en el amor!
-
¿No te gustan? Pues no mires. No te voy a intentar convencer que te
equivocas. Porque no lo entenderías, tratas a los demás de idiotas, para
excusar tu propia idiotez-Ranma miró a su prometida y esta asintió,
sabía que se proponía el chico. -Nos has interrumpido, no eres la
primera persona que lo hace… ni serás la última… pero si la primera que
lo haces de forma temporal. - miró a Akane- ¿Estás de acuerdo?
-Si, con toda el alma.
- ¿Qué vais hacer? - dijo Mana espantada.
Kasumi captó al instante lo que pretendían los dos jóvenes.
Ranma
y su prometida se volvieron a mirar, sus cabezas se acercaron. El chico
le cogió con una mano la cara… y se besaron. Fue un beso largamente
esperado por los dos., fue largo y apasionado. No deseaban separarse,
pero cuando le faltó el aire lo hicieron. Kasumi los miró alegre, por
fin lo habían hecho, estaba esperando eso desde hacía casi dos años.
Nabiki pensó en lo que podía ganar si vendía eso, pero pensó en los
problemas que causaría a los chicos y se lo pensó… pero tal vez…
Mana
chilló de horror durante todo lo que duró el beso. Eso no podía estar
ocurriendo, ese beso empeoraba las cosas. Los dos chicos habían hecho lo
único que los alejaba de los planes de Kyosuke, ese beso era la
libertad de los chicos... o su condena a muerte. Kyosuke no dejaría que
eso se interpusiera en sus planes. Pasaría de lo acordado e iría por la
vida de ambos jóvenes, y ahora con todas sus fuerzas, pero lo peor para
la familia Tanaka aún estaba por venir.
Los dos prometidos se
miraron muy serios. Lo que ocurriría a continuación dejaría pasmados a
todos los que lo vieron. Ranma levantó la mano abierta y Akane junto su
mano con la del chico.
-Con este beso sello mi futuro, desde ahora
te reconozco como mi prometida oficial… la única prometida. De ahora en
adelante te considero una Saotome. Eres mi esposa y yo soy tu esposo,
aunque no haya una unión legal, aun…, para mí sí que es legal. -Juró
Ranma, y esperó la respuesta de la que hasta ahora había sido su
prometida.
-Con este beso sello mi futuro, desde ahora te
reconozco como mi prometido oficial… el único prometido. Ahora en
adelante me considero una Saotome. Eres mi esposo y yo soy tu esposa,
aunque no haya una unión legal, aun…, para mí sí que es legal. - repitió
Akane.
Con esa declaración, los dos jóvenes más rebeldes de
Nerima habían desafiado a sus padres, a la familia Tanaka y a sus
rivales. Estaban diciendo que eran uno, que se apoyarían el uno al otro
en todo. Que se consideraban casados, aunque no había habido boda.
Habían dejado ver que nadie ni nada lo separaría.
Kasumi los miró
satisfecha. No esperaba esa reacción de los chicos. Pero no por ello se
iba a oponerse, todo lo contario. Eso beneficiaba a sus planes, a los
planes que trazó su madre mucho tiempo antes. aunque esta acción de los
dos chicos los cambiaba totalmente. Planes que le hizo prometer su madre
que cumpliría. Planes para alejar a Akane de las pérfidas manos de
Kyosuke y sus hijos.
-¡Me opongo a eso!. No lo consiento-dijo
Kyosuke, que se despertó de su sopor- eso no vale. Es una travesura de
dos niñatos, un juego de dos adolescentes idiotas. No dejaré que esos
dos legalicen su relación, la prohíbo.
-¡Y yo la autorizó!- dijo
Kasumi con firmeza y con mucha autoridad - Acabó de cumplir la mayoría
de edad. Mi madre me dejó como regente del dojo, hasta que se formalice
la boda de Akane y Ranma. A parte me dejó como su tutora, si mi padre no
estaba capacitado para defender a su propia hija. También me autorizó a
tomar las medidas pertinentes para defenderla y en caso que tú la
asesines… para llevarte al mismo sitio que lleves a mi hermana. Y si
matas a Ranma, también tengo instrucciones de acabar contigo. También
tengo que decirte que, si acabases con mis hermanos, tus hijos se verán
obligados a suicidarse… y de forma lo más vergonzosas posible.
-¡Eso es mentira!. ¡No me lo creo! - dijo Kyosuke-sólo quieres salvar a la idiota de tu hermana y a ese imbécil de Ran...
-
¡Nabiki! Darle a este hombre la copia de los documentos. -Nabiki le
entregó al Kyosuke los documentos que decía Kasumi - mi madre te los
hizo firmar. Tú pensabas que te promocionarían la victoria… cuando te
dieron la derrota. Jamás tendrás la vida de mi hermana. Si la tienes,
tus hijos deberán suicidarse. Y ahora fuera de "MI CASA". MÍA, DE MIS HERMANAS… Y DE MI HERMANO-chilló
la chica, estabafuriosa, nadie la había visto así- si no sales llamaré a
la policía y te haré arrestar por tus propios hombres. Estas invadiendo
una propiedad privada.
Kyosuke supo que había perdido, esa vez, miró a los cuatro jóvenes con rabia.
-Esto lo pagaréis caro- dijo enfurecido el hombre- os mataré a los cuatro, nadie se interpone entre un Tanaka y su objetivo.
-Ranma acompaña a este… "señor" y
a sus hijos a la salida… si se oponen …. Sacarlos como más te guste. -
cuando Ranma volvió. La hermana mayor se dirigió a la mediana- Nabiki,
llama a la policía. Un hombre borracho conduce su coche por las calles
de Nerima. Dice ser un comisario…pero es un mal ejemplo, deberá dar
explicación por tal comportamiento.
Esa noche el coche de Kyosuke
fue detenido. Los policías tuvieron que multar a su jefe, una fuente
anónima informó a los periodistas que un importante hombre seria
detenido y estos acompañaban en los controles que montó la policía. Al
día siguiente los titulares de los periódicos le provocaron un dolor de
cabeza al comisario, a parte de la fuerte resaca que tuvo.
Mientras Kyosuke eran multado por conducir bajo los efectos del alcohol. Dos hombres abandonaban el dojo Tendo, Kasumi los echó.
-Ya
que no queréis explicar nada, no tenéis nada que hacer aquí. No
volveréis hasta que Ranma y Akane se libren del problema que tienen. Si
no logran superarlo…será mejor que no volváis nunca. - amenazó Kasumi.
Nadie
los despidió, salieron del dojo como dos hombres destrozados. Habían
fallado a su familia, se merecían ese castigo. Pero lo que no sabía la
familia es que lo que hicieron lo hicieron por su bien, aunque no era lo
correcto, cuando empezó todo pensaron que era lo correcto. aunque ahora
pensaban que se equivocaron. Las hermanas Tendo y Ranma no sabían
posiblemente los equivocados que podían estar, que se podían dirigir a
su propia destrucción.
Ranma estaba en el comedor con Akane y sus hermanas. Se lo veía preocupado. Akane lo miró
- ¿Qué te pasa Ranma? ¿Qué te preocupa? - dijo la joven.
-Tengo
un mal presentimiento. Esto no acabado. Todo lo contario va a ir a
peor. Creo que tu tío no se rendirá. Intentará acabar con nosotros- dijo
Ranma.
Las tres chicas lo miraron ellas también pensaban lo mismo. Sus problemas habían subido de nivel.
Habían
pasado unas horas de que todo se calmó. Kasumi se despertó. Hacía horas
Ranma le pidió los documentos que hablasen sobre el trato que hicieron
sus padres con el señor Tanaka. Los dos más jóvenes se quedaron
levantados revisándolos. Habían pasados varias horas y no había oído
subir los dos chicos a dormir y se intranquilizó. A parte del documento
que había enseñado Kasumi, no parecía haber nada.
Bajó al comedor y vio al chico leer con la luz de una vela, pero no vio a Akane.
-Ranma… ¿Qué haces aún levantado? ¿Y Akane? ¿Lees con esa mísera luz? - preguntó la mayor de las hermanas.
Por un momento Ranma se sorprendió. Kasumi lo había pillado tan metido en lo que estaba leyendo que no la oyó.
-
¡Hola Kasumi! Lo siento me he metido tanto en lo que estaba leyendo que
ni te oído y no me he dado cuenta que hora era. ¿Akane? Esta aquí
conmigo- fue entonces cuando Kasumi la vio, dormía al lado de Ranma
usando las piernas del chico de almohada. Ranma le acarició la cabeza-
se durmió hace horas, estaba muy cansada, pobrecilla, ha sido un día muy
malo para ella.
-Mañana tenéis clase en el Furinkan. os quiero a los dos acostado ya.
-De
acuerdo. No he encontrado gran cosa, por no decir nada. Tu tío escondió
bien sus maniobras. Pero tu padre debería tener algo, firmaron un
documento debieron guarda una copia. Ni mi padre ni el tuyo serían tan
tontos de no tener una copia. En casa de mi madre no está, hoy se lo he
preguntado a ella. Mi madre ya la había buscado, pero no encontró nada.
-Yo
también creía que aquí había algo… pero si no estaba aquí… mi padre lo
debió esconder bien… ya es tarde, dejad el resto para mañana. Te estás
durmiendo. Tú también estas cansado.
-Ahora nos acostamos-dijo
Ranma- tienes razón no aguantaré mucho- el chico llamó a su prometida
con suavidad- ¡Akane! ¡Akane! Despierta hemos de subir a dormir
La chica se movió medio dormida y habló sin abrir los ojos.
-Un ratito más, por favor. Las piernas de Ranma son unas almohadas muy mullidas y calentitas. - pidió Akane.
-¡Akane vete a dormir!. Te refriaras si duermes aquí. -dijo Kasumi.
Akane se levantó y se agarró del brazo de su prometido. Kasumi vio que estaba asustada, que tenía miedo.
-Vamos Akane, hoy dormirás conmigo. Si tienes miedo.
- ¡Yo no tengo miedo! - exclamó la chica. - nunca he tenido miedo de nada.
-Mentirosa,
estas asustada. Noto como tiemblas- dijo Ranma. Al estar cogido por su
prometida notaba como temblaba - ¿Por qué no admites que estas asustada?
- ¡POR QUE NO LO ESTOY! - gritó la joven. Pero al ver como la miraban, lo admitió- un poco, sólo estoy asustada un poco.
-Si quieres puedo dormir contigo-le comentó Kasumi.
Akane la miró y después miró a su prometido.
De golpe apareció Nabiki.
-No
lo entiendes...y pensábamos que Akane era más cohibida que las otras
prometidas… no quiere dormir contigo… ¡lo quiere hacer con Ranma!
Los dos jóvenes se pusieron muy rojos.
-Creo
que estaría más segura…si Ranma durmiera… en mi habitación… en su
futón… pero si no puedo dormir con Kasumi. - dijo Akane con timidez.
-Por mi está bien- dijo el chico en voz muy baja, las tres chicas lo miraron sorprendidas.
- ¿Qué has dicho? - dijo Nabiki. Lo había oído bien… pero quería que el chico gritase, pero este no cayó en esa trampa.
-No
tengo ningún problema en dormir… con Akane…-se puso rojo al oírse decir
eso- quiero decir dormir junto a ella… - cada vez lo estropeaba más-…
en su habitación… pero no juntos… en mi futón…quiero decir…
-Te entendemos. Confío en ti. Pero no hagas nada de lo que después te puedas arrepentir.- contestó Kasumi.
-
¡No pienso hacer nada con…! - dejó pasar unos segundos. Las hermanas se
pensaron que iba a decir "marimacho" … pero no dijo eso- … con Akane.
No es… momento de pensar en hacer eso…. Sólo quiero que ella… se sienta
segura… nada más.
Akane miró a su prometido y suspiró, ni Ranma ni
ella estaban preparados para dar ese paso. Quizá dentro de un año o
más. Se puso roja y se abofeteó la cara, no era momento de pensar en
eso.
Sus hermanas la miraron asustadas. No lograban saber que le pasaba a la chica… por suerte.
-Me
refería a nada de hablar hasta muy tarde, que os conozco- entonces
comprendió lo que pensaban los más jóvenes- ¡pero qué mal pensados
sois!, ¿o es tenéis mucha imaginación?
Los otros tres jóvenes se miraron con incomodidad. Tal como lo dijo Kasumi llevaba a pensar lo peor, pero nadie dijo nada.
Pocos minutos después los dos prometidos estaban acostados en la habitación de Akane.
-No
es la primera vez que duermes aquí. ¿Recuerdas? Fue aquella vez que
hicimos creer a Ukyo que estábamos casados. -dijo la joven.
El joven arrugó la cara tenía malos recuerdos de ese día.
-No
me lo recuerdes. Esa noche dormí muy poco…si realmente dormí. Pero lo
mal que lo pasé esos días lo tuve merecido, por ser curioso de pequeño.
Akane se rió.
- ¡Pobre Ranma!, en esa época eras muy orgulloso. ¿Ya no lo eres?
-No
lo sé- notó que ella lo miraba extrañada- sí, no lo sé. Y más que
orgulloso fui… ¿idiota? ¿tonto?, todo eso vale para calificarme. No
sabía cómo acercarme a ti, te tenía miedo…
- ¿Tan terrorífica soy qué te daba miedo? - pregunto ella enfadada.
-No,
no es eso. Cuando llegué aquí a vivir… mi trato con chicas… había sido…
cero o cercano a cero. Bueno no sólo con chicas… con chicos tampoco
había tenido mucho trato. Sólo tuve dos "¿amigos?", si se
pueden decir así. Mi entrenamiento no me permitió hacer amistades… y
aquí me encontré viviendo con tres chicas sin haber tratado nunca con
mujeres, ¡No te puedes imaginar cómo sentí! ¡Me asustabais y atraíais a
partes iguales! No sabía nada de chicas… sólo las tonterías que decía mi
padre… que no te repetiré, pues son muy machistas. No sabía cómo
trataros. Y de golpe me encuentro prometido, eras la que más me
asustabas…por que eras la que más…las que más me atraías. Después
llegaron … esas tres, y yo como soy idiota me sentí alagado que me
siguieran… pero no podían con lo que sentía por ti. Podían ser más
majas… para los demás, podían tener mejor cuerpo… cocinar mejor…. Pero
tú estabas allí para vencerlas sin hacer nada. No pudieron…ni podrán
echarte de mi corazón, me lo robaste el primer día que te vi. Me colé
por ti nada más verte. Pero después, conociste a mi forma masculina en
circunstancias desagradables y nos empezamos a pelear. Si, fuiste la
única que siempre consideré mi prometida. Las otras fueron amigas… ahora
no sé ni lo que son… pero amigas…no lo son ya… su comportamiento
conmigo y contigo las alejado de ser ni siquiera eso.
Akane miraba
hacía su amigo. No sabía si reírse o llorar, la declaración de su
prometido la emocionó y la divirtió a partes iguales.
-Ranma ven siéntate en la cama, a mi lado.
El
joven se extrañó de la petición de la chica, pero le hizo caso. Una vez
al lado de su prometida la miró. Akane estaba extraña. Le iba a pedir
algo y el chico tenía miedo a esta petición.
- ¿Qué quieres? ¿Qué quieres pedirme? - preguntó él asustado.
Se miraron un instante sin decir nada. Y ella lo sorprendió cogiéndole la mano con las dos suyas.
-
Prométeme que no me dejarás, que me ayudaras, que no dejaras que me
dañen… Que si me pasa algo… si logran matarme… que no me seguirás. Que
me vengaras. Que se lo harás pagar.
-Te lo he prometido antes y te
prometo ahora, que no te dejaré nunca. Que no consentiré que te hagan
daño. Que si te hacen mal me vengaré… pero si te matan nada poda evitar
que te siga, ni siquiera que te lo prometa… tu vida y la mía son una, si
tú desapareces yo me apagaré. Me di cuenta en Jusenkyo... … cuando te
creí muerta. Notaba como poco a poco… se me iban las fuerzas y la vida.
Alguien dijo que nacimos con poca diferencia de días y moriremos juntos…
ese es nuestro destino. Sé que piensas en eso como yo, nadie evitará
que si tú mueres que yo te siga, ¡nadie!, ¡nadie!, ni yo mismo podé
evitarlo.
- Sé que es verdad. Si uno… de los dos muere… el otro…
se irá con él. Pero no… no quiero ese destino para ti… debes vivir… por
ti…por mí. Hacer cosas que nos gustan a los dos. Yo siempre estaré
contigo protegiéndote y cuidándote, aunque no esté físicamente.
-No,
me niego a eso… yo te necesito aquí conmigo. - el chico casi no podía
hablar, sentía un gran dolor en el pecho-Que me cuides y protejas, pero a
mi lado, junto a mí. Afrontando juntos lo que nos deparé la vida.
Haciendo todo juntos, queriéndonos, amándonos… tener un futuro… cuidar
de nuestros hijos, educarlos, ser mejores padres que los nuestros. No
quiero… no quiero separarme de ti nunca… y no consentiré que nadie lo
haga. -Ranma estaba llorando., el sólo pensamiento de vivir sin Akane
era un tormento.
-Yo también quiero quedarme contigo para siempre.
Pero pueden que nos separen, es algo que no quiero. También quiero lo
mismo que tú- paró un momento de hablar- quiero tener hijos contigo.
Quiero vivir siempre contigo… pero para lograr ese futuro… debemos
superar esto. Si no lo logramos… caeremos los dos. – lo miró y puso cara
de preocupación- Abrázame, por favor abrázame, necesito que me
abraces-dijo ella llorando. - necesito que estés conmigo…te necesito
tanto… soy tan tonta, tan poca cosa y tú… tú eres tan fuerte… no sé cómo
estás a mi lado…
La chica se había sentado y lloraba e hipaba.
Ranma la miró compasivo y la abrazó con fuerza. Y ella le revolvió el
abrazo, Akane seguía llorando y el chico le acarició la cabeza.
-Estoy
contigo. Porque siempre me has importado, por qué no eres poca cosa.
Por qué siempre te has preocupado por mí. Lloras si tienes ganas, no me
reiré de ti. Porque yo también estoy llorando. No te sientas desvalida
ni menos que nadie, por qué yo estoy contigo y te protegeré, por qué
para mí eres la mejor, y la única, por qué nadie se puede comparar
contigo.
Los dos se quedaron mirando se abrazaron y se besaron.
Necesitaban ese beso, para darse fuerzas el uno al otro, para asegurarse
que seguían vivos…para no caer en la locura que los perseguía sin cesar
esos días. Al separar sus labios se miraron un rato y volvieron a
hablar.
-No te quiero soltar. No quiero dejar de abrazarte. Llevo
deseándolo desde que nos conocimos. Ahora que he vencido a mi timidez,
aunque puede volver, no quiero dejar este abrazo nunca… pero debemos
acostarnos… o mañana Kasumi nos reñirá. - dijo el chico.
-Si. Y Kasumi enfadada da mucho miedo. - contestó ella.
Los dos se rieron y se imaginaron a la hermana mayor enfadada.
-Me
voy a acostar- dijo Ranma. Y se iba a levantar de la cama cuando notó
que la chica lo cogía por la chaqueta del pijama. - ¿Qué te pasa Akane?
¿Quieres algo más?
-Si… yo… me gustaría- la chica estaba roja y hablaba entrecortada. - podías. esta noche…
Ranma se imaginaba lo que iba a pedirle y él se puso también nervioso y se sonrojo.
- ¿Qué... te pasa? ¿te encuentras bien? - pregunto el joven notaba que su cara muy caliente, debía estar muy rojo.
-Estoy
bien… sólo quiero… pedirte si…- y tragó saliva le costaba seguir.
Estuvo cerca de un minuto sin hablar-si… si... podía dormir esta noche
conmigo… en mi…ca…ma.
Ranma se quedó parado y muy rojo.
¿Dar…
dar… dormir… con … contigo? ¿y si nos descubre Kasumi? Peor y si… ¿Nos
descubre Nabiki?... yo… me…- y se quedó callado…no podía seguir.
Akane tomó el silencio de Ranma por una negativa y se enfadó.
-Vale
el señor sólo tiene boquita… pero es un cobarde… sólo te pido dormir…
tan vez si fuera una de tus prometidas…-no pudo seguir, su prometido le
tapaba la boca con la mano.
-No es eso… me gustaría mucho dormir
contigo… pero no sé cómo decírtelo… me da ¿vergüenza?... hacerlo. -
Akane vio el temblor de su prometido y lo comprendió todo, el chico si
quería dormir con ella… pero le daba mucha vergüenza hacerlo, era muy
tímido.
Ella lo miró y le acarició la cara con una mano.
-Sólo te pido que duermas conmigo.
Él trago saliva y la miró a los ojos… y se decidió.
-Vale. Dormiré… contigo.
Un rato después los dos chicos estaban acostados en la misma cama.
-Ranma ¿Te puedo… abrazar? ¿puedo dormir abrazada a ti? - preguntó ella con timidez.
-Duerme así si quieres. pero yo también quiero… dormir…- y la miró. Ella supo lo que él quería.
-De acuerdo, ¡hazlo!
Y los dos se abrazaron, así durmieron. Durmieron como nunca lo hicieron, se sintieron seguros y protegidos en brazos del otro.
Había amanecido Kasumi se levantó. Esa noche escuchó a los dos
prometidos hablar, no oyó lo que dijeron, pero estuvieron mucho tiempo
hablando. Hoy se levantarían con sueño.
Bajó y se duchó, preparó el desayuno, subió a los dormitorios a llamar a sus hermanas y al chico.
-Nabiki, despierta. Que es tarde.
Después fue a la habitación de la hermana menor y al abrirla.
-Akane…
Ran…- fue cuando los vio durmiendo juntos y abrazados. Se llevó las
manos a la boca sorprendida. Estuvo a punto de gritar… pero se contuvo.
Se notaba que sólo habían dormido juntos. No diría nada en contra de
eso. Sabía que Akane estaba muy asustada, y necesitaba alguien en que
apoyarse. Y si todo iba mal y acababan… si alguno de los dos acababa…
quería que se llevase un recuerdo bonito de su relación.
Salió de la habitación y vio que fuera estaba Nabiki.
-Han dormido juntos… déjame hacer una foto y…
-
¡No! No los molestes, dejarlos en paz. No lo metas en más líos, que ya
están metidos en uno y bien gordo. No necesitan que, por culpa de
alguien, sus problemas crezcan.
Nabiki la miró sería.
- ¿Kasumi?... ¿tú también crees que los vamos a… perder? ¿Qué nuestro tío y nuestros primos acabaran con ellos?
Kasumi la miró seria y le indicó con la mano que la siguiera.
Las dos chicas fueron al dojo y se sentaron en el suelo.
Kasumi
estaba muy sería. No parecía ella. Nabiki se asustó, tenía el
presentimiento que su hermana le diría algo que no le iba a gustar.
-No.
No tengo la menor duda. Akane será asesinada por nuestro tío y Ranma la
seguirá. No tienen muchas posibilidades de sobrevivir. Es más no tienen
ninguna… aunque siempre han sabido salir de todos los problemas que se
han metido. Esta vez … no sé…creo que no sobrevivirán, y en el fondo…
ellos los saben.
-Pero son fuertes… siempre han vencido a enemigos
fuertes… mucho más que estos. - se quejó Nabiki, la fría Nabiki estaba
desesperada, no podía creer eso. Su hermana pequeña y Ranma siempre
salían adelante.
-Si… pero estos no luchan como los demás. Estos
atacan a traición. Usan la inteligencia, no la fuerza. Ranma y Akane no
saben luchar contra ellos.
-Pero hasta ahora lo han hecho bien. Puede vencer.
-No
Nabiki. Están postergando el fin, han tenido suerte. Tu tío…nuestro tío
es un cobarde… y no ha utilizado todos los medios a su alcance y cuando
lo haga… será el fin de nuestra hermana- estaba llorando- y del que ya
consideramos nuestro hermano.
-Pero si uno de los dos sobrevive… se vengará.
-Si
lo hará… y nadie salvará a los Tanaka de su ira… pero si no sobrevive
ninguno de los dos… ya me encargaré yo de que esa familia sufra todo el
daño que nos han provocado. Nos han destruido como familia. Tía Nodoka y
Genma se han divorciado. Genma y nuestro padre se han comportado como
padres indignos, y he tenido que expulsarlos del dojo. Ni Akane ni Ranma
son los mismos, hacen semanas que no sonríen… están muy serios.
Necesito oír sus risas, una risa verdadera… no esa risa falsa que tienen
ahora. Daría cualquier cosa por saber qué pasó hace doce años… que es
lo que busca Kyosuke… seguro que es algo malo. Sólo sé lo que me contó
nuestra madre y no me contó todo.
-Ayer Ranma miró todos los documentos ¿no encontró nada?
-No. Me dijo que no había nada. Pero le faltaba algunos papeles más por ver… pero creo que no hay nada. - dijo Kasumi.
Nabiki
miró a su hermana, Kasumi sabía más de lo que decía… pero tampoco debía
saber mucho. Kasumi debía tener información para destruir a los Tanaka,
pero no para salvar a los dos prometidos.
- ¡Kasumi!¡Nabiki! Ya nos hemos levantado-oyeron gritar a Akane, y las dos chicas fueron a la casa.
Ranma se despertó y al abrir los ojos, vio algo que lo asustó, dormía
junto Akane, él estaba abrazándola… y ella a él. Además, las manos de
la chica cogían la camisa del pijama del chico con fuerza.
-No
preciosa, no me voy a escapar, tú no me dejaras hacerlo… y yo no quiero
hacerlo. Me estoy dando cuenta que me gusta verte así. La forma que
respiras mientras duermes, el leve movimiento de tus labios. Eres
encantadora. No me cansaría de verte así. - le acarició la cara con el
dorso de la mano, con el contacto ella se movió- no despiertes aun,
déjame contemplarte más en ese estado, tranquila y sin los problemas del
mundo real. No he dormido tan bien y a gusto en toda mi vida, porque
estaba contigo…ojalá lo pudiera repetir otra vez esto. Quiero volver a
dormir contigo cada día del resto de mi vida.
Se quedó mirándola
durante un rato, cuidándole mientras ella aun dormía. Al cabo de unos
minutos ella abrió los ojos, y vio a su prometido junto a ella, se
asustó.
- ¿Qué haces durmiendo conmigo? ¿Cómo te atreves a meterte
en mi ca...? - y recordó la noche anterior- …yo te lo pedí. Lo siento
Ranma- y le sonrió con timidez y con la cara roja.
-Intenté levantarme, pero no pude…alguien me lo impidió.
-
¿Alguien te lo impidió? ¿No insinuaras que fui yo? - y entonces vio que
aparte de abrazarlo lo tenía cogido por la chaqueta del pijama. La
chica entrecerró los ojos, y puso una sonrisa de circunstancias, su
prometido supo que le estaba pidiendo disculpas- lo siento. -pero la
joven no soltó a su prometido.
-No tienes que discúlpate… no me
escaparé… no quiero hacerlo. Me tienes más atrapado de lo que imaginas, y
no sólo me tienes atrapado con las manos.
Estuvieron unos minutos
mirándose sin deshacer el abrazo, no querían separarse. Cada uno
hechizado por el otro. Allí sólo existían ellos dos, el resto del mundo…
había desaparecido. Allí eran uno… como habían dicho la noche anterior,
para ellos ya estaban casados… no querían volver al mundo real… pero
debían hacerlo… y fue el chico quien rompió el hechizo.
-Akane,
debemos levantarnos… no quiero sepárame de ti… pero debemos ir al
Furinkan. - al él lo apenaba dejarla de abrazar. Le gustaba tenerla
entre sus brazos- no nos debemos rendir. Hay que seguir adelante.
La chica se enfadó lo soltó y se giró, dándole la espalda.
- ¿Ahora qué te pasa? ¿porque te enfadas? -preguntó el chico sin comprender el comportamiento de la chica.
-No
quiero ir al Furinkan… allí me acosaran… nos acosaran… podemos
quedarnos en casa. Aquí no vendrán. Estaremos juntos. Tú quieres que
esas me persigan… quieres ver a tus prometidas. No me quieres… eres un
egoísta. Ya te puedes ir tú…pero no vuelvas. No te quiero ver.
El chico se levantó con tristeza de la cama. No entendía el enfado de su prometida.
-Si es lo que tú quieres. -dijo el chico y se levantó de la cama iba a coger el futón, cuando su prometida lo abrazó por detrás
-Lo
siento Ranma. No quería decir eso. Estoy muy nerviosa. Y sólo digo
tonterías, no me hagas caso. No quiero ir a la escuela. Hagamos campana.
Vayamos a cualquier sitio. – dijo la chica llorando.
Él se giró y la cogió por los hombros.
-No
podemos quedarnos aquí. Si hiciéramos eso, estaríamos diciendo que
tenemos miedo. Que nos doblegamos a su voluntad. Nadie ha conseguidos
doblegamos. Debemos demostrarles que no nos ganaran.
-Pero ¿y si no nos dejan en paz?, si como tú dijiste ¿hoy es un día nefasto?
-Pues
mañana haremos campana y hoy… les enseñaremos a esos lo que es el
terror- dijo Ranma con un tono siniestro. -Ahora salgamos por que Kasumi
se temerá que estamos jugando a juegos para adultos.
-Ranma, ¿te
tengo que recordar que mañana es sábado? Y por lo tanto es… ¿fiesta? -
dijo ella sonriendo. No comentó nada de lo que el chico dijo del juego
de adultos
Los dos chicos salieron de la habitación y bajaron al comedor y al no ver a las dos hermanas mayores las llamaron.
- ¡Kasumi!¡Nabiki! Ya nos hemos levantado- gritó Akane.
Se ducharon y se prepararon para desayunar.
Durante
el desayuno, las dos hermanas mayores no dijeron que los vieron dormir
juntos. Nabiki no tenía ánimos para preguntarles como habían pasado la
noche. El desayuno se desarrolló en un total silencio. Nadie estaba de
humor para hablar. Todos tenían malos presagios, todos preveían que la
tormenta estallaría pronto… muy, muy pronto.
Tanto Kasumi como
Ranma se equivocaban… entre los documentos que no miraron se encontraba
él que buscaban… pero no lo vieron hasta tiempo después.
Llegó la hora de ir a Furinkan, al salir del dojo se pararon en la
puerta. Los dos chicos se miraron, tenían miedo. Temían que sería un mal
día.
-Ranma ¿Qué nos pasará hoy? ¿Nos perseguirán esos seis? ¿Lo
harán mi tío y mis primos? ¿Tendremos un poco de tranquilidad? -
preguntó ella asustada.
- ¿Si no perseguirán esos seis? Me
apostaría algo y ganaría, lo llevan haciendo desde que los conocemos.
¿Qué si nos atacaran tus primos? Son tan tontos como eso seis… ninguno
de esos ocho aprende, los hemos vencido ciento de veces, y siguen
volviendo… creo que en el fondo son extraños… y les gusta que les
aticemos. Creo que será un día un poco movidito.
Se miraron y
Akane le ofreció la mano. Ranma se quedó un rato parado mirando el
ofrecimiento de la chica y sonrió, puso cara de tonto feliz… y estiró su
mano. Sus manos se tocaron y se cogieron con fuerza. Fueron todo el
camino cogidos de la mano, sabían que por eso tendrían problemas, pero
tal como estaban las cosas, ya les era igual.
El presentimiento
que tuvo Ranma la noche anterior se cumplió, durante la ida al Furinkan a
él y a Akane no sólo lo acosaron los seis rivales, si no que a la "fiesta" se añadieron los dos hermanos Tanaka.
-Si no teníamos bastante con seis locos, se añaden a la juerga dos imbéciles más. - dijo Ranma con cansancio.
-No
los llames imbéciles-contestó Akane. Ranma la miró con extrañeza. - que
los imbéciles te demandaran al sentirse insultados al ser comparados
con esos personajes que nos siguen.
Los dos se empezaron a reír. Al final lograron que sus perseguidores se pelearan entre ellos, y ellos se pudieron escabullir.
Minutos
después iban tranquilos para el Furinkan, parecía un día tranquilo. La
gente que los conocía los miraba, no iban ni corriendo ni discutiendo…
iban cogidos de la mano y muy tranquilos…y muy, muy serios.
Giraron una esquina cuando se toparon de nuevo con sus rivales, no habían logrado despistarlos.