En el vacío infinito, donde el tiempo y el espacio carecían de significado, Nyx'thoran, una entidad primordial, flotaba en silencio absoluto. Sus múltiples ojos brillaban como estrellas muertas mientras vigilaba los cubos que contenían a Karla'k, el dios del caos, y a Xal'Azar, el destructor de realidades. Cada cubo pulsaba con energía cósmica, encerrándolos en una prisión que solo Nyx'thoran podía romper.
A su lado, Kats, una humana transformada en un ser con poderes semi-divinos gracias a la voluntad de Nyx'thoran, permanecía en silencio. Sus ojos ahora reflejaban un abismo infinito, y su presencia exudaba un aura de poder que ninguna mortal podría haber alcanzado por sí sola. Ella no habló, solo observó a su maestro con devoción y un leve rastro de temor.
Nyx'thoran no necesitaba palabras para comunicar sus pensamientos. El vacío que lo rodeaba vibraba con su intención, y Kats pudo sentir la impaciencia creciente de la entidad.
—"¿Por qué esperar, maestro?" —preguntó Kats finalmente, rompiendo el silencio. Su voz resonaba como un eco en el vacío, cargada de respeto y curiosidad—. "Podrías destruirlos ahora mismo y acabar con esta existencia como deseas."
Nyx'thoran giró levemente, sus ojos centrándose en Kats. Su respuesta no fue verbal, sino una ola de pensamientos que la atravesaron como un torrente de fuego helado:
"No es el momento. El equilibrio aún tiene que quebrarse por completo. Ellos son piezas del tablero, y el juego no ha alcanzado su clímax."
Kats bajó la cabeza, entendiendo que cuestionar a Nyx'thoran era inútil. Aun así, no pudo evitar mirar de reojo los cubos que contenían a Karla'k y Xal'Azar. Las figuras dentro parecían inmóviles, pero ella sabía que no estaban completamente inertes. Podía sentir la lucha constante dentro de esas prisiones, el odio puro de Karla'k y la infinita ambición de Xal'Azar, esperando cualquier oportunidad para liberarse.
Mientras Kats regresaba a su puesto en el vacío, Nyx'thoran volvió a enfocarse en los cubos. El momento que esperaba estaba cerca, y cuando llegara, no solo esos dos serían destruidos, sino que toda la existencia sucumbiría bajo su voluntad.
Nyx'thoran dejó escapar un sonido profundo, similar a un suspiro que resonó en el vacío. Su voz, grave y omnipresente, se filtró a través de cada rincón de la nada.
—"Ese es el problema de los humanos..." —comenzó, sus múltiples ojos observando a Kats con una intensidad escalofriante—. "Son muy impacientes. Siempre deseando resultados inmediatos, incapaces de ver las ventajas de la espera."
Kats sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, pero no apartó la mirada. Sabía que había sido una imprudencia hablar fuera de lugar, y ahora solo podía escuchar con atención.
Nyx'thoran sonrió, una expresión que parecía imposible en un ser de su naturaleza, pero lo hizo. Era una sonrisa gélida, más perturbadora que cualquier amenaza verbal.
—"A veces esperar no es tan malo, después de todo..."
Mientras hablaba, todos los ojos en su cabeza comenzaron a girar lentamente, volviéndose hacia una dirección indefinida, como si observaran algo más allá de lo visible. Su sonrisa se ensanchó, y una energía antinatural empezó a irradiar de su forma.
Kats no pudo evitar preguntarse qué veía su maestro en ese momento. ¿Era una visión del futuro? ¿Una señal de que algo estaba cambiando en los cubos? O tal vez, simplemente disfrutaba del terror que su mera presencia inspiraba.
—"Todo llega a su debido tiempo," —añadió Nyx'thoran, su voz goteando con una paciencia inhumana—. "Y cuando lo haga, la existencia misma se arrodillará ante mí."
Kats permaneció en silencio, inmóvil, mientras la presencia de Nyx'thoran llenaba el vacío con su infinita autoridad.
Un portal oscuro y turbulento se abrió inesperadamente, interrumpiendo la calma tensa de la escena. Nyx'thoran dejó escapar un suspiro pesado, casi irritado, pero algo en la energía del portal le hizo detenerse. No era un portal común. Sus múltiples ojos giraron hacia él, analizando sus fluctuaciones caóticas.
—"Esto no es normal..." —murmuró, extendiendo una de sus garras etéreas hacia el vórtice—. "Es una conexión a otra línea de tiempo. Interesante."
Kats, que permanecía de pie a cierta distancia, observaba con aprensión. Nyx'thoran, con una sonrisa de inquietante fascinación, profundizó en el análisis hasta que la verdad salió a la luz.
—"Una línea donde un virus convirtió a todos en zombies..." —susurró, casi divertido—. "Y donde Victor, ese maldito, derrotó al mundo infectado, solo para caer él mismo al final. Qué patético destino."
De repente, algo emergió del portal. Un hedor nauseabundo llenó el aire, y un cuerpo putrefacto salió tambaleándose. Su carne desgarrada colgaba de su esqueleto, y en sus manos podridas llevaba las cabezas de Rigor y Evil Victor. Sus ojos, cafés pero apagados, brillaban con un poder ilimitado, un aura de caos sin restricciones.
—"Hambre..." —gruñó la criatura con una voz rota y gutural.
Kats dio un paso atrás instintivamente, su rostro palideciendo mientras miraba al monstruo que alguna vez fue Victor.
—"¿Es... Victor? No, no puede ser..."
Nyx'thoran, aunque poderoso y acostumbrado a lo grotesco, no pudo ocultar su reacción. Sus ojos se entrecerraron con una mezcla de repugnancia y desprecio.
—"Admito que pocas cosas me perturban, pero esto..." —dijo, moviendo ligeramente sus tentáculos como si quisiera apartar el hedor—. "Esto es asqueroso. Una abominación repugnante, incluso para mis estándares."
Zombie Victor dio un paso más hacia ellos, dejando un rastro de líquido pútrido en el suelo. Su poder era innegable, pero su estado lo hacía una aberración difícil de comprender. Kats y Nyx'thoran se prepararon, no por temor a su fuerza, sino por la necesidad de eliminar aquello que no debería existir.
Zombie Victor, con un gruñido gutural y ojos brillando con hambre insaciable, salió disparado desde su posición con una velocidad inhumana. Su movimiento era errático, pero devastador, dejando grietas en el espacio a su paso.
Nyx'thoran, con su experiencia milenaria, reaccionó al instante. Sus múltiples ojos se abrieron por completo, destellando con un poder antiguo.
—"No tienes lugar aquí, aberración." —declaró con voz resonante, mientras sus garras se alzaban con precisión.
Con un movimiento rápido, invocó una técnica prohibida. Una red de energía dorada y negra se extendió en todas direcciones, capturando a Zombie Victor en pleno ataque. Este quedó inmovilizado, cada músculo y articulación paralizados al instante. Sus gruñidos se convirtieron en ecos ahogados mientras intentaba inútilmente moverse.
—"Una criatura como tú no merece ni la destrucción; merece el olvido."
Nyx'thoran juntó sus garras y, con un gesto controlado, comprimió la energía alrededor de Zombie Victor, formándolo en un cubo divino, brillante y sellado con runas arcanas. Dentro, la criatura golpeaba las paredes translúcidas con desesperación, pero su poder parecía inútil contra la prisión perfecta.
Kats, que había estado observando con una mezcla de horror y fascinación, finalmente exhaló.
—"Eso fue... más rápido de lo que esperaba. Pero, ¿es seguro mantenerlo ahí?"
Nyx'thoran desvió una mirada hacia ella, su sonrisa apenas perceptible.
—"Este cubo está diseñado para contener incluso a los dioses más corruptos. No hay escapatoria para él... a menos que alguien lo libere."
Kats asintió, aunque el brillo perturbador en los ojos de Zombie Victor dentro del cubo no dejaba de inquietarla.
Dentro del cubo divino, Zombie Victor sorprendió a Nyx'thoran y Kats al mover ligeramente sus extremidades, desafiando la parálisis que debería haberlo inmovilizado por completo. Sus ojos muertos, aún llenos de un brillo oscuro y antinatural, se fijaron en ellos mientras, con una lentitud perturbadora, levantaba la cabeza de Rigor que aún sostenía.
—"Tiene hambre... incluso aquí." —murmuró Kats, retrocediendo un paso mientras observaba con asco y horror.
Zombie Victor, ignorando todo a su alrededor, abrió su mandíbula deforme y hundió sus dientes podridos en la cabeza de Rigor, desgarrando la carne y el cráneo como si fuera un festín grotesco. Cada mordida resonaba con un eco sordo dentro del cubo, acompañado por el goteo de sangre coagulada que manchaba las paredes internas de la prisión.
Nyx'thoran observó con una mezcla de fascinación y repulsión, sus múltiples ojos parpadeando con curiosidad.
—"Interesante... incluso atrapado, su hambre trasciende las limitaciones de su prisión. Es una abominación que no sigue ninguna ley natural o divina."
Zombie Victor levantó su rostro manchado de sangre, con pedazos de carne aún colgando de su boca. Aunque no emitió palabra, su mirada parecía hablar, un mensaje de desafío y desprecio absoluto hacia ellos.
Kats apartó la vista, tratando de mantener la compostura.
—"¿Y ahora qué hacemos con eso? No parece que simplemente esperar sea suficiente."
Nyx'thoran, con una expresión fría, levantó una de sus garras y reforzó las runas del cubo, asegurándose de que cada movimiento de Zombie Victor fuera aún más limitado.
—"Lo observaremos. Estudiarlo podría revelar más sobre su naturaleza... o sobre cómo destruirlo de una vez por todas."
Mientras tanto, Zombie Victor continuó devorando la cabeza de Rigor con una calma perturbadora, como si supiera que el tiempo estaba de su lado.
Nyx'thoran, levitando sobre el vacío absoluto que lo rodeaba, cruzó sus múltiples brazos mientras observaba el cubo que contenía a Zombie Victor. Sus ojos giraban lentamente, reflejando un brillo de conocimiento insondable. Finalmente, rompió el silencio con una voz grave y resonante que hacía eco en la inmensidad.
—"En muchas líneas de tiempo, algunas están conectadas entre sí como ramas de un árbol, y pueden ser alteradas si se interfiere con una. Sin embargo, nuestra línea... esta línea donde Dios comenzó la vida y el orden, es única. No está conectada a ninguna otra."
Hizo una pausa, girando uno de sus ojos hacia Kats, que lo observaba con atención.
—"Por eso aquí no ocurren los mismos eventos que en otras líneas. Cuando una línea se altera, se crean nuevas posibilidades. Por ejemplo, Kats, si murieras en una línea, otra podría nacer donde sobrevives. Pero para nosotros, las entidades superiores, las reglas son distintas."
Nyx'thoran señaló el cubo con una de sus garras, como para subrayar su punto.
—"Seres como Jehová, los ángeles y nosotros, las entidades primordiales, somos únicos. No hay duplicados ni versiones alternativas de nosotros. Si una línea se fragmenta, pueden nacer nuevas posibilidades, pero nosotros seguimos siendo constantes en la eternidad. No hay versiones diferentes, no hay múltiples existencias de nosotros."
Kats, intentando procesar la magnitud de sus palabras, asintió lentamente, aunque aún parecía abrumada.
—"¿Y Karla'k? ¿Por qué es la excepción?"
Nyx'thoran esbozó una sonrisa siniestra, todos los ojos de su cabeza fijándose en Kats.
—"Karla'k es un enigma, una anomalía. Su esencia trasciende incluso nuestra comprensión. Existe aquí y allá simultáneamente, pero siempre es la misma... aunque sus manifestaciones varíen. Es una paradoja viva, un recordatorio de que incluso nosotros no entendemos todo lo que el caos puede concebir."
El silencio volvió a reinar mientras Nyx'thoran regresaba su mirada al cubo, donde Zombie Victor seguía moviéndose inquieto.
—"Por eso debemos vigilar. No solo las líneas de tiempo, sino también a aquellos como él... que desafían las leyes mismas de la existencia."
Dos portales brillantes y oscilantes se abrieron en medio de la nada, el aire vibrando con una energía ominosa. Del primero emergió Dark Rigor, su presencia exudaba poder y determinación. Su apariencia era impecable: ropa negra con un cinturón rojo ajustado, un pendiente brillante en su oreja, y zapatos blancos que contrastaban con su atuendo. Su cabello castaño caía ligeramente desordenado, pero sus ojos morados destellaban con una intensidad inquietante, mostrando que su poder estaba en pleno apogeo tras su último combate, en el cual había salido victorioso.
Tras él, del mismo portal, salió Dark Dariel, su postura reflejaba la misma confianza y malicia que su compañero. Vestía idénticamente a Dark Rigor, pero sus detalles personales la diferenciaban: ojos azules brillantes que parecían perforar cualquier cosa que miraran, y un flequillo amarillo que caía sobre su frente, destacando sobre su cabello castaño. Juntos, era evidente que compartían no solo un vínculo profundo, sino una oscura afinidad, que dejaba claro que eran marido y mujer.
Sin embargo, ambos cargaban con un secreto perturbador. Aquellos no eran los verdaderos Rigor y Dariel. Eran entidades diferentes, seres desconocidos que habían tomado los cuerpos de la pareja para sus propios fines. Lo que antes eran dos almas nobles y bondadosas ahora solo eran recuerdos dentro de esos cuerpos, mientras las nuevas entidades los controlaban sin remordimiento.
Dark Rigor y Dark Dariel intercambiaron miradas cómplices, sus sonrisas reflejaban una mezcla de arrogancia y placer. Habían cruzado las dimensiones por un propósito desconocido, pero el aura de caos que los rodeaba dejaba claro que sus intenciones no eran pacíficas. Alrededor de ellos, el espacio parecía distorsionarse, como si la realidad misma temiera su presencia.
Sin decir una palabra, comenzaron a caminar, su paso sincronizado y calculado. Había un propósito oscuro detrás de su llegada, uno que pronto quedaría claro para quienes tuvieran la desgracia de cruzarse en su camino.
Nyx'thoran observó con una sonrisa enigmática mientras el segundo portal, que vibraba con una energía diferente, comenzaba a emitir un resplandor oscuro. La figura que emergió era alta y estaba encapuchada, con una máscara blanca y negra adornada con la marca ¥ en el centro. Su vestimenta, idéntica a la de Dark Rigor y Dark Dariel, reflejaba el mismo estilo, pero su aura era mucho más pesada, como si el mismo aire a su alrededor se volviera denso y opresivo.
La figura se detuvo un momento, levantó lentamente sus manos, y se quitó la capucha y la máscara con movimientos deliberados. Debajo de la máscara estaba el rostro de Dark Victor, un hombre que claramente provenía de una línea de tiempo distinta, donde la historia había tomado un giro completamente diferente. Sus ojos brillaban con una mezcla de determinación y oscuridad, y su cabello desordenado caía alrededor de su rostro con un aire despreocupado.
Dark Victor dirigió su mirada primero hacia Dark Rigor y Dark Dariel, analizando cada detalle de ellos. Su ceño fruncido indicaba que no tenía idea de quiénes eran. Tampoco mostró ningún reconocimiento hacia Nyx'thoran o Kats, que permanecían a un lado observándolo con cautela. Sin embargo, cuando su vista se posó en el cubo donde estaba el Victor zombie, un destello de comprensión pasó por sus ojos. Sabía quién era, o al menos entendía la amenaza que representaba.
"¿Quiénes son ustedes?" —preguntó con una voz profunda y directa, señalando a Dark Rigor y Dark Dariel con un leve gesto. Sus palabras estaban llenas de una mezcla de curiosidad y desconfianza.
Dark Rigor intercambió una mirada con Dark Dariel antes de responder con una sonrisa arrogante.
"Podríamos hacerte la misma pregunta. Pero me parece más interesante saber qué hace un 'Dark Victor' aquí. Aunque… supongo que el destino juega con nosotros de formas curiosas."
Nyx'thoran, que había estado observando todo en silencio, soltó una leve risa, como si disfrutara del espectáculo que se desarrollaba ante él.
"Ah, los caprichos de las líneas de tiempo… siempre traen sorpresas. Dark Victor, Dark Rigor, Dark Dariel… criaturas de un destino quebrado y reconstruido. Este lugar está lleno de rarezas, pero ¿no es acaso lo que lo hace fascinante?" —dijo con una voz suave pero cargada de autoridad.
Dark Victor ignoró al principio las palabras de Nyx'thoran y se giró hacia el cubo donde Victor zombie seguía devorando la cabeza de Rigor. Un destello de disgusto cruzó su rostro antes de mirar hacia Karla'k y Xal'Azar, quienes permanecían encerrados en sus propios cubos, desconocidos para él.
"No me interesa jugar a los enigmas," —respondió finalmente, con un tono cortante—. "Si saben algo útil, díganlo ahora. No estoy aquí para perder el tiempo."
Nyx'thoran inclinó ligeramente la cabeza, su sonrisa creciendo mientras sus ojos múltiples observaban cada reacción con interés.
"Ah, pero, Dark Victor, ¿acaso el tiempo no es lo único que tenemos en este lugar? ¿Por qué no disfrutarlo un poco más?"
Nyx'thoran, con su voz profunda y resonante, miró a Dark Victor, Dark Rigor, y Dark Dariel con todos sus ojos brillando a la vez. Se cruzó de brazos mientras flotaba ligeramente sobre el suelo de aquel espacio infinito, su aura irradiando una mezcla de serenidad y amenaza.
"Es extraño, ¿no creen? Verlos aquí, vivos, cuando en tantas líneas de tiempo sus destinos fueron sellados con muerte, caos y tragedia." Hizo una pausa, permitiendo que sus palabras calaran hondo. Luego, con una leve inclinación de cabeza hacia Dark Rigor y Dark Dariel, continuó: "Pero supongo que eso es lo fascinante de las realidades fracturadas… una pequeña decisión, un mínimo cambio, y he aquí que caminan nuevamente, portando las sombras de lo que una vez fueron."
Dark Rigor frunció el ceño y cruzó los brazos, como si no estuviera del todo cómodo con la observación de Nyx'thoran. Dark Dariel, por otro lado, sonrió con una mezcla de burla y desdén.
"¿Y qué importa lo que ocurrió en esas otras líneas de tiempo? Ahora estamos aquí, ¿no es eso suficiente?"
Nyx'thoran soltó una suave risa.
"Ah, querida, ese es precisamente el punto. En esta línea, ciertas cosas no sucedieron. En otras, sí. Y aunque ahora existan aquí, cada paso que den reverbera a través del tejido de lo que queda. Ustedes son excepciones… anomalías. Pero no se preocupen, aún tienen un papel que desempeñar en este gran teatro."
Dark Victor, impaciente, interrumpió.
"Si tienes algo que decirnos, dilo. No estoy aquí para tus discursos filosóficos."
Nyx'thoran giró su atención hacia él, su sonrisa desvaneciéndose apenas un poco.
"Directo al punto, como siempre. Muy bien, Dark Victor. ¿Te has preguntado alguna vez por qué sigues existiendo en una línea donde deberías haber perecido? O, mejor aún, ¿por qué fuiste traído aquí, a este lugar, en este momento exacto?"
Dark Victor entrecerró los ojos pero no respondió.
Nyx'thoran se acercó levemente, bajando su tono de voz como si compartiera un secreto.
"Es porque el equilibrio necesita ser restaurado. Cada uno de ustedes fue traído aquí no por azar, sino porque representan variables críticas. No importa lo que crean que son, su mera existencia aquí es… problemática. Pero también útil."
Se volvió hacia Kats, que permanecía en silencio pero claramente inquieta por las revelaciones de Nyx'thoran.
"Y ahora, veamos cómo estas anomalías deciden actuar en este intrincado juego. Después de todo, ¿qué sería del caos sin un poco de incertidumbre?"
Nyx'thoran, con su voz profunda y resonante, miró a Dark Victor, Dark Rigor, y Dark Dariel con todos sus ojos brillando a la vez. Se cruzó de brazos mientras flotaba ligeramente sobre el suelo de aquel espacio infinito, su aura irradiando una mezcla de serenidad y amenaza.
"Es extraño, ¿no creen? Verlos aquí, vivos, cuando en tantas líneas de tiempo sus destinos fueron sellados con muerte, caos y tragedia." Hizo una pausa, permitiendo que sus palabras calaran hondo. Luego, con una leve inclinación de cabeza hacia Dark Rigor y Dark Dariel, continuó: "Pero supongo que eso es lo fascinante de las realidades fracturadas… una pequeña decisión, un mínimo cambio, y he aquí que caminan nuevamente, portando las sombras de lo que una vez fueron."
Dark Rigor frunció el ceño y cruzó los brazos, como si no estuviera del todo cómodo con la observación de Nyx'thoran. Dark Dariel, por otro lado, sonrió con una mezcla de burla y desdén.
"¿Y qué importa lo que ocurrió en esas otras líneas de tiempo? Ahora estamos aquí, ¿no es eso suficiente?"
Nyx'thoran soltó una suave risa.
"Ah, querida, ese es precisamente el punto. En esta línea, ciertas cosas no sucedieron. En otras, sí. Y aunque ahora existan aquí, cada paso que den reverbera a través del tejido de lo que queda. Ustedes son excepciones… anomalías. Pero no se preocupen, aún tienen un papel que desempeñar en este gran teatro."
Dark Victor, impaciente, interrumpió.
"Si tienes algo que decirnos, dilo. No estoy aquí para tus discursos filosóficos."
Nyx'thoran giró su atención hacia él, su sonrisa desvaneciéndose apenas un poco.
"Directo al punto, como siempre. Muy bien, Dark Victor. ¿Te has preguntado alguna vez por qué sigues existiendo en una línea donde deberías haber perecido? O, mejor aún, ¿por qué fuiste traído aquí, a este lugar, en este momento exacto?"
Dark Victor entrecerró los ojos pero no respondió.
Nyx'thoran se acercó levemente, bajando su tono de voz como si compartiera un secreto.
"Es porque el equilibrio necesita ser restaurado. Cada uno de ustedes fue traído aquí no por azar, sino porque representan variables críticas. No importa lo que crean que son, su mera existencia aquí es… problemática. Pero también útil."
Se volvió hacia Kats, que permanecía en silencio pero claramente inquieta por las revelaciones de Nyx'thoran.
"Y ahora, veamos cómo estas anomalías deciden actuar en este intrincado juego. Después de todo, ¿qué sería del caos sin un poco de incertidumbre?"
Dark Victor suspiró con aparente cansancio, mientras pasaba su mano por su camisa negra, limpiando un poco el polvo invisible que no parecía molestar a nadie más. Su mirada fría, aunque cargada de un destello de curiosidad, se posó en Nyx'thoran.
"Supongo que lo que buscas es acabar con todo…" Su tono era sereno, casi indiferente, mientras hablaba con una calma desconcertante. "Pero no ahora, ¿verdad? No… eso sería demasiado simple para alguien como tú."
Hizo una pausa, dejando que sus palabras resonaran en el aire, mientras su expresión se endurecía un poco. "Algo me decía entrar al portal. No sé si fue instinto, curiosidad, o simplemente aburrimiento, pero aquí estoy."
Nyx'thoran lo observó con una ligera sonrisa, todos sus ojos brillando de manera inquietante.
"Ah, Dark Victor, incluso cuando no lo comprendes del todo, sigues las cuerdas del destino como un buen actor en esta obra. Pero dime, ¿realmente estás aquí por tu voluntad, o porque algo más te empuja a jugar tu papel?"
Dark Victor levantó una ceja, ligeramente molesto por el comentario, pero no respondió de inmediato. En lugar de ello, miró a Dark Rigor y Dark Dariel, quienes lo observaban en silencio, cada uno con expresiones tensas pero calculadoras. Finalmente, volvió su atención a Nyx'thoran.
"No me importa lo que creas sobre el destino o los papeles que todos jugamos," dijo con una sonrisa fría. "Estoy aquí, y si eso significa que tienes algún plan grandioso en mente, no esperes que sea tu peón sin cuestionarlo. Si hay algo que he aprendido, es que el poder no pertenece a los que esperan."
Nyx'thoran rió suavemente, inclinando la cabeza en un gesto que no revelaba si estaba complacido o entretenido.
"Por supuesto, Dark Victor. Después de todo, ¿qué sería de un universo sin individuos que cuestionen y desafíen las reglas? Tal vez, solo tal vez, esa es la razón por la que sigues existiendo."
Dark Victor cruzó los brazos, su mirada aún desconfiada pero llena de determinación.
"Bueno, entonces, veamos cuál es tu gran juego. Pero te advierto, Nyx'thoran… Si intentas usarme, seré yo quien acabe con todo, no tú."
La sonrisa de Nyx'thoran se ensanchó, como si acabara de escuchar exactamente lo que quería.
"Perfecto. Que empiece el juego."
Dark Dariel, con una expresión de profundo disgusto, frunció el ceño al observar cómo Victor Zombie seguía devorando la cabeza de Rigor dentro del cubo divino.
"¿De verdad vamos a quedarnos aquí mirando cómo este pedazo de carne podrida mastica como si estuviera en un banquete?" Su tono era cortante, cargado de irritación mientras señalaba al cubo con un dedo tembloroso de frustración.
Dark Rigor miró de reojo a su compañera, pero decidió no intervenir, sabiendo bien que cuando Dariel estaba molesta, cualquier comentario solo echaría leña al fuego.
Nyx'thoran, por su parte, no parecía perturbado por la reacción de Dark Dariel. Con todos sus ojos brillando, respondió con calma:
"¿Te irrita su existencia o simplemente no soportas su falta de decoro? Victor Zombie no sigue las normas de etiqueta, lo sé, pero su naturaleza es más útil de lo que parece."
Dark Dariel cruzó los brazos, sin intentar ocultar su disgusto.
"¿Útil? Ese engendro no es más que un recordatorio de lo repugnante que puede llegar a ser la existencia. Si tanto te interesa, ¿por qué no lo haces desaparecer ya? Su sola presencia es... asquerosa."
Victor Zombie, aunque aparentemente ajeno a la conversación, levantó la vista, su mirada vacía pero con un brillo ominoso, como si entendiera las palabras de Dark Dariel. Sin detener su acto grotesco, dejó escapar un gruñido bajo, casi como un desafío.
Nyx'thoran dejó escapar una risa tenue.
"Ah, Dark Dariel, tus palabras son afiladas, pero la paciencia es una virtud, incluso para aquellos que creen que todo está bajo su control. Él tiene su papel, y tú tienes el tuyo. Si sus acciones te incomodan, tal vez sea porque te recuerdan algo que intentas olvidar."
Dark Dariel chasqueó la lengua, girando su rostro con un gesto de desprecio.
"Bah, no necesito tus filosofías baratas, Nyx'thoran. Solo espero que lo que sea que estás planeando valga la pena, porque esto empieza a parecer más un circo que un juego de poder."
Dark Victor, al escuchar esto, dejó escapar una breve risa, llamando la atención de Dariel.
"Relájate, Dariel. Si Nyx'thoran está disfrutando de este espectáculo, tal vez deberíamos sentarnos y esperar a que las piezas se acomoden. Después de todo, lo único peor que el caos… es un caos sin propósito."
Dark Dariel lo miró con desdén, pero decidió no responder, aunque su irritación era palpable. Por ahora, lo único que podía hacer era contenerse, aunque la visión de Victor Zombie seguía revolviéndole el estómago.
Nyx'thoran, con todos sus ojos brillando intensamente, observó detenidamente a los presentes antes de tomar la palabra.
"Victor Zombie..." comenzó, con un tono pausado y frío, "es el resultado de una tragedia que escapa incluso a la lógica más cruel. Imaginemos, por un momento, que un Victor de otra línea temporal tuvo que enfrentarse al peor de los horrores: ver a sus amigos, aquellos que alguna vez fueron su familia, transformarse en monstruos sin alma."
Mientras hablaba, Nyx'thoran extendió una de sus muchas manos hacia el cubo divino donde Victor Zombie devoraba grotescamente lo que quedaba de Rigor, como si su explicación le diera más sentido a la escena.
"Este Victor no solo luchó contra ellos. No, él los derrotó, uno por uno, con todo el dolor que eso implicaba. Pero... la victoria fue amarga. En el último instante, en su intento por salvar lo poco que quedaba, fue mordido."
Nyx'thoran dejó escapar un suspiro, como si incluso para él, una entidad inmortal, esta historia fuera difícil de procesar.
"En su desesperación, lanzó un ataque tan devastador que destruyó toda la existencia... excepto su propio universo. Pero la ironía más cruel fue esta: al convertirse en zombie, su humanidad no solo se perdió, sino que lo llevó a un destino aún más oscuro."
Con un movimiento lento, señaló al cubo, donde Victor Zombie levantó la mirada, sus ojos apagados brillando brevemente con una mezcla de hambre y reconocimiento.
"Este Victor, ahora vacío, fue tras Rigor y Evil Victor en busca de algo, quizás un eco de lo que solía ser. Peleó con ellos, y como pueden ver, terminó devorándolos."
Nyx'thoran giró hacia Dark Victor, Dark Rigor, y Dark Dariel, su tono más sombrío que antes.
"Lo que ven aquí no es solo un monstruo. Es un recordatorio de que incluso los héroes más grandes pueden caer. Y si el tiempo lo permite, podría ser una amenaza mucho más grande de lo que cualquiera de ustedes imagina. Así que, pregunto: ¿realmente creen que el caos de sus propias líneas temporales los exime de caer en un destino similar?"
Un silencio tenso llenó el lugar. Dark Dariel, aunque claramente disgustada, no pudo evitar mirarlo con cierta curiosidad. Dark Victor, en cambio, cruzó los brazos, reflexionando en silencio, mientras Dark Rigor mantenía una expresión neutral, aunque sus ojos morados parecían analizar cada palabra con cautela.
Victor Zombie dejó escapar un gruñido bajo, como si la explicación de Nyx'thoran despertara algo en lo más profundo de su ser... o quizás simplemente confirmaba que seguía siendo un depredador, incluso encerrado.
Nyx'thoran, con su imponente presencia, dio un paso adelante, todos los ojos en su cabeza parpadeando al unísono mientras observaba el cubo donde Victor Zombie permanecía.
"Al final," comenzó, su voz resonando con un eco que parecía vibrar en el mismo tejido del espacio, "Victor fue visto como el elegido. Para ellos, un faro de esperanza. Pero para nosotros... terminó siendo algo más. Una herramienta, un arma."
Hizo una pausa, dejando que sus palabras penetraran la mente de los presentes.
"En su planeta, lo veneraban, lo necesitaban. Y sin embargo, esa misma necesidad fue lo que lo condenó. Cada elección que tomó, cada sacrificio que hizo, lo llevó a convertirse en esta... abominación que ven frente a ustedes. Una herramienta desgastada, rota, pero aún capaz de causar estragos inimaginables."
Nyx'thoran giró lentamente, observando a Dark Victor, Dark Rigor, y Dark Dariel.
"Lo que ustedes ven aquí no es solo un monstruo. Es el reflejo de lo que sucede cuando alguien carga con el peso de un mundo entero en sus hombros. Una vez que esa carga se vuelve insostenible, lo único que queda es destrucción."
Se volvió hacia Victor Zombie, quien aún devoraba con indiferencia la cabeza de Rigor dentro del cubo.
"Ahora es nuestra arma. Su hambre, su odio, su desesperación, todo lo que lo define, puede ser moldeado. Y si lo controlamos bien..." Nyx'thoran sonrió, sus ojos brillando con una luz siniestra, "podría ser el principio del fin de toda existencia."
Dark Dariel frunció el ceño, cruzando los brazos mientras mantenía su mirada fija en el cubo.
"¿Y si esa 'herramienta' se vuelve contra ti, Nyx'thoran?"
El ser cósmico dejó escapar una risa baja, profunda y resonante.
"Si eso sucede, querida... será una lección que ninguno de ustedes vivirá para presenciar."
Nyx'thoran, con sus múltiples ojos brillando con un destello de siniestra claridad, continuó su explicación mientras observaba detenidamente a Victor Zombie, quien se movía con inquietante lentitud dentro del cubo.
"Además..." comenzó, dejando que su voz resonara con calma en el espacio infinito. "Su cuerpo, tal como lo ven ahora, no es el de un simple infectado. El virus que lo consume está ligado a una mente colmena, una entidad que opera como un sistema perfecto y despiadado. Cuando Victor eliminó a los zombies de su línea, creyó haber triunfado. Pero en ese instante, el virus se activó completamente, liberando todo su potencial."
Hizo una pausa, dejando que sus palabras calaran en los presentes, antes de continuar.
"El virus lo engañó, manipuló sus sentidos y su mente. Le hizo creer que estaba intacto, que no había sido infectado. Le proyectó una visión falsa, una ilusión de victoria. Pero en realidad... había perdido desde el momento en que fue mordido. Ahora, esa mente colmena lo controla, le susurra mentiras constantes, diciéndole que es el único que puede detener la infección."
Dark Victor, con los brazos cruzados, frunció el ceño, procesando las palabras de Nyx'thoran.
"¿Qué intentas decir con todo esto? ¿Que en su mente él sigue luchando contra zombies?"
Nyx'thoran asintió lentamente, esbozando una sonrisa cargada de malicia.
"Exacto. En su percepción distorsionada, todos nosotros somos zombies. Cada movimiento que hacemos, cada palabra que decimos, lo refuerza. Él se ve a sí mismo como la cura definitiva, el salvador que erradicará la plaga... incluso si eso significa destruir todo lo que existe."
Dark Dariel dio un paso al frente, con el ceño fruncido.
"Entonces, ¿cómo lo controlas? Si realmente cree que somos enemigos, ¿qué impide que ese 'arma' se vuelva contra ti?"
Nyx'thoran soltó una risa profunda y retumbante.
"Lo que me impide caer ante él es mi capacidad de anticiparme a sus movimientos. Este cubo divino no solo lo encierra; también juega con sus percepciones, confundiéndolo. Él no sabe dónde está realmente, ni quiénes somos en realidad. Para él, está atrapado en un bastión zombie, y todo lo que haga aquí... lo verá como una victoria más en su cruzada."
Nyx'thoran giró para mirar a Victor Zombie nuevamente, quien seguía devorando restos con una expresión ausente pero intensa.
"Y mientras siga creyendo eso, será nuestra herramienta más devastadora... y la condena de todas las realidades."
Dentro del cubo divino, Victor Zombie se movía con una mezcla de lentitud y propósito inquietante, sus ojos muertos y opacos fijos en los restos de Evil Victor. Con una fuerza grotesca, comenzó a despellejar la cabeza del cuerpo decapitado, desgarrando la piel con sus dedos ennegrecidos y putrefactos.
La carne crujía bajo sus manos, y el sonido resonaba como un eco siniestro que se extendía más allá del cubo. Una vez que dejó el cráneo al descubierto, Victor Zombie arrancó la carne con voracidad, como si cada bocado le diera fuerzas renovadas. Finalmente, hundió sus dientes en el cerebro de Evil Victor, devorándolo con una sonrisa distorsionada que reflejaba un retorcido deleite.
Al terminar, levantó la cabeza de Evil Victor, ahora reducida a un casco vacío de hueso, y la dejó caer al suelo del cubo con un ruido sordo. Lentamente, dirigió su mirada a Nyx'thoran, Kats, y los demás. Su sonrisa se amplió, grotesca y escalofriante, mientras una risa baja y gutural brotaba de su garganta.
Nyx'thoran lo observaba con interés clínico, pero incluso él no podía ignorar la sensación de inquietud que emanaba de esa criatura.
"Curioso..." murmuró Nyx'thoran, como si hablara consigo mismo. "Incluso dentro del cubo, su instinto destructivo no se apaga. Su capacidad de manipular energía y fuerza no parece limitada por los parámetros de la mente colmena. Fascinante... y perturbador."
Dark Victor apretó los puños, disgustado por la escena.
"Es un monstruo. ¿Cómo puede esa cosa haber sido alguna vez yo?"
Dark Dariel, aún más irritada, miraba con asco el espectáculo.
"Esto va más allá de cualquier límite. Es repugnante."
Victor Zombie, como si comprendiera sus palabras, alzó un dedo esquelético y lo apuntó hacia ellos. Su sonrisa se torció aún más, mientras una voz áspera y rota emergía de su garganta.
"Vosotros... sois... los siguientes."
Aunque estaba encerrado, su amenaza resonó como una advertencia que nadie se atrevía a ignorar.
Nyx'thoran dejó escapar una risa fría y burlona, su voz resonando como un eco en la vasta nada que los rodeaba. Observó a Dark Victor con una mezcla de desprecio y diversión, mientras sus múltiples ojos brillaban con malicia.
"¿Tú? ¿Eres esa cosa que pretendes ser? ¡Ja! No me hagas reír, criatura." Su tono se volvió más incisivo, casi cortante. "Sé muy bien lo que eres. No eres el auténtico Victor. Le robaste su cuerpo, su esencia. Eres una imitación patética de lo que alguna vez fue."
Dark Victor entrecerró los ojos, sintiendo el peso de las palabras de Nyx'thoran. Su rostro se tensó, pero no perdió la calma.
"Hablas demasiado para alguien que no entiende lo que significa sobrevivir en mi línea de tiempo," respondió con un tono gélido. "No soy una imitación, soy una evolución. Lo que fui, lo que soy ahora, es mucho más de lo que tu mente limitada puede concebir."
Nyx'thoran se acercó un poco, su forma imponente eclipsando incluso al resto de los presentes.
"¿Evolución, dices? No confundas desesperación con progreso. Puedo ver las fracturas en tu ser, los fragmentos de lo que una vez fue Victor. Pero... supongo que no importa. Después de todo, incluso las sombras tienen su propósito en mi juego."
La tensión en el aire era palpable. Kats, que había permanecido en silencio hasta ese momento, miraba a ambos con cautela. La dinámica entre Nyx'thoran y Dark Victor era peligrosa, como dos fuerzas que podrían colisionar en cualquier momento.
Mientras tanto, Victor Zombie, aún dentro del cubo, continuaba observando la interacción con un interés oscuro. Aunque su mente estaba consumida por el virus, algo en su mirada parecía comprender más de lo que cualquiera esperaba. Su sonrisa torcida permanecía intacta, como si encontrara toda la situación... entretenida.
Nyx'thoran dejó escapar una sonrisa calculadora mientras sus ojos múltiples se enfocaban en Dark Victor. Su tono era burlón, pero cargado de certeza, como si acabara de revelar una pieza clave en el tablero.
"Joule... Ese es tu verdadero nombre, ¿no es así?" dijo con una sonrisa maliciosa, inclinando ligeramente la cabeza mientras disfrutaba de la reacción que provocaba. "Eres solo un parásito, un usurpador que se adueñó de un poder que no te pertenece. La máscara, la fachada... todo para ocultar tu fragilidad, ¿verdad?"
Dark Victor, o más bien Joule, mantuvo su postura firme, pero su expresión mostró una pequeña fisura: una chispa de molestia que delataba que Nyx'thoran había tocado un punto sensible.
"¿Y qué si lo es?" respondió Joule, su voz fría como el acero, mientras apretaba los puños con fuerza. "El nombre no importa, Nyx'thoran. Lo único que importa es el poder. Y tengo más que suficiente para eliminarte si te interpones en mi camino."
Nyx'thoran soltó una risa profunda, llena de burla.
"¿Eliminarme? Oh, Joule, me subestimas. Tú ni siquiera eres el original, solo un eco débil de lo que Victor podría haber sido. Pero, por supuesto, eso no te detendrá de jugar tu papel en esta tragedia, ¿verdad?"
Kats, observando desde un lado, frunció el ceño. Aunque la conversación no iba dirigida a ella, sentía que algo oscuro y caótico estaba a punto de desencadenarse.
Mientras tanto, el Victor Zombie, aún dentro del cubo divino, dejó escapar un gruñido bajo. Su mirada vacía pero penetrante parecía clavarse directamente en Joule, como si algo en él recordara a su antigua existencia, alimentando su hambre y su odio.
Kats y Dark Rigor caminaron con cautela hacia el cubo donde el Victor Zombie estaba atrapado. La atmósfera era tensa, el aire pesado con una sensación de peligro latente.
Victor Zombie, con su cuerpo deteriorado pero lleno de una energía oscura y poderosa, levantó lentamente su mano ensangrentada y la presionó contra la pared translúcida del cubo. La sangre se deslizó por el cristal divino, dejando una marca inquietante.
Una sonrisa perturbadora se formó en su rostro desgarrado mientras inclinaba la cabeza hacia un lado, sus ojos muertos pero brillantes se fijaban directamente en los de Kats y Dark Rigor.
Con una voz grave, distorsionada como si hablara desde las profundidades de un abismo, Victor Zombie pronunció las palabras:
"I see you."
El escalofriante mensaje resonó en sus mentes como un eco, cargado de una amenaza que iba más allá de las palabras. Kats retrocedió un paso, sintiendo un escalofrío recorrerle la columna, mientras Dark Rigor apretaba los puños, claramente incómodo, pero tratando de mantener la compostura.
"¿Qué demonios... significa eso?" murmuró Dark Rigor, sin apartar la mirada de la figura aterradora dentro del cubo.
Nyx'thoran, desde su posición elevada, observaba la escena con una sonrisa sardónica, como si todo estuviera desarrollándose exactamente como lo había planeado.
"Significa," dijo con una voz calmada pero cargada de intriga, "que incluso dentro de su prisión, Victor Zombie sigue siendo consciente... más de lo que cualquiera de ustedes puede imaginar."
Un portal oscuro y vibrante se abrió en el vacío, dando paso a Nihil, el verdadero Evil Victor, pero con un giro. Este Nihil no era simplemente una versión retorcida de Victor; era el maestro absoluto de su dimensión, un ser que había dominado el caos y la destrucción, su presencia misma emanaba una energía oscura y opresiva.
Cuando Nihil apareció, su mirada fría y calculadora recorrió el lugar, observando atentamente a Nyx'thoran, Kats, Dark Rigor, y a Victor Zombie en su cubo. Sin decir una palabra, sus ojos brillaban con la sabiduría de aquellos que han visto más allá de la muerte misma.
"Así que este es el teatro de la destrucción," murmuró, su voz resonando como un susurro en la mente de todos. "Interesante."
En ese preciso momento, dos portales más se abrieron a su alrededor. Del primer portal emergió Evil Aracely, una mujer con una presencia que irradiaba peligro y una fuerza sombría. Su cuerpo no era el suyo propio; su alma había sido corrompida y desplazada por otra fuerza que tomaba control de su ser. Su mirada estaba vacía, como si ya no quedara nada de la persona que una vez fue, un cascarón vacío que obedecía a una voluntad ajena.
El segundo portal se abrió para revelar a Dark Murasaki, cuya presencia se sentía aún más inquietante. Su cuerpo, aunque intacto, estaba marcado por una maldición poderosa que lo mantenía bajo el control de una fuerza oscura. Murasaki caminó lentamente, su rostro impasible, pero había una chispa de dolor en sus ojos, un grito silencioso que pedía ser liberada, pero estaba atrapada en la maldición que le ataba.
Nihil, con su sonrisa enigmática, miró a las dos figuras y luego dirigió su mirada a Nyx'thoran. "Lo veo," dijo con calma. "El caos nunca tiene un solo rostro. Ya no hay vuelta atrás para ninguno de nosotros."
Dark Rigor observó a Evil Aracely y Dark Murasaki, su expresión de desconcierto evidente. "¿Qué diablos está pasando aquí?" preguntó, frunciendo el ceño.
Nyx'thoran, por su parte, sonrió de manera cómplice y, con una ligera inclinación de cabeza, respondió. "Bienvenidos a mi pequeño escenario. Aquí, las piezas son movidas por fuerzas más allá de la comprensión. Y todos ustedes son mis piezas ahora."
El aire se volvía más pesado a medida que las tensiones aumentaban. La presencia de Nihil y las entidades a su alrededor marcaban el comienzo de un nuevo capítulo, uno donde las fuerzas oscuras buscaban tomar el control completo. Victor Zombie, atrapado en su cubo, observaba todo con una intensidad perturbadora, como si tuviera algo más en mente.
Las piezas estaban colocadas, y la batalla por la supervivencia comenzaba.
Fin.