Reconocí las voces de las niñas, las nietas de la anciana Kuri, al adentrarme en el bosque.
"Son solo estas niñas que suelen... jugar por acá", respondí a Mirella en voz baja.
Vi a las dos discutiendo entre ellas. Ambas parecían estar muy agitadas."¡Eso no es justo, yo lo encontré primero!".
"¡No, tú no lo viste! ¡Fui yo!""Hey, hey. Cálmense", dije, acercándome a ellas con las manos en alto."¿Qué está pasando que están discutiendo así?"
La más malhumorada giró su cabeza hacia mí."¡Esto no es asunto tuyo!"
"Este... pero sus gritos me están molestando"."¿¡Qué dijiste, idiota!?"De pronto comenzó a caminar hacia mí con cara enojada; la escena de nuestro anterior encuentro parecía volverse a repetir.
Su hermana la tiró del brazo, intentando calmarla."Suminia, basta. No es su culpa".
Suminia, ese era el nombre de mi enemiga. Nunca le hice nada para que me odiara tanto, y sin embargo... ¡Maldición! ¡Es una mocosa arrogante que merece que le devuelvan cada golpe!Ella se detuvo, pero su expresión de enfado no cambió."Encontramos algo importante, y él no tiene que meterse. Solo es un estúpido niño entrometido".
"¿Y qué es eso tan importante? Digo, debe ser algo sorprendente como para que las haga gritar así, como locas".La niña llamada Suminia me miró de arriba abajo, su ceño fruncido cada vez más marcado. No podía evitar recordar cómo me había golpeado la última vez, dejándome inconsciente. Esa escena se repetía en mi mente una y otra vez cuando la veía, avivando el odio que sentía por ella. Esta chica es un problema. ¿Cómo alguien puede tener tanto veneno en su interior a tan corta edad? Apenas debía tener unos nueve o diez años, pero actuaba como si quisiera destruir todo a su paso, especialmente mi cara. No sé si es rabia, envidia o simplemente disfruta viéndome sufrir."Esta cosa", respondió mientras estiraba su mano mostrando una pluma, que reconocí al instante a pesar de que ellas parecían no saber qué era."La encontramos en el bosque, pero mi tonta hermana cree que solo ella debería tenerla".
"Ah... Esa cosa es una pluma del hombre pájaro".Mientras tanto, Mirella hacía ruiditos molestos cuando terminé de hablar; todo lo que ella no conocía parecía llamarle la atención."Una p-p-pul... ¿Qué cosa? No me estarás tratando de tonta, ¿no? ¡No entiendo cómo podrías saber qué es esto y yo no! ¡Nunca había escuchado esa palabra!"De nuevo los habitantes de esta zona no reconocieron lo que es una pluma. Lo mismo le había pasado a mi familia aquella vez que el hombre pájaro irrumpió en nuestra cueva.Mientras tanto, la otra niña miraba muy sorprendida la mano de su hermana; parecía que deseaba mucho tener esa pluma."Bueno, es que el hombre pájaro una vez nos visitó y... ¡Vi sus plumas! Las tenía por todo el cuerpo, era su pelaje"."P-P-Paj... ¿¡Qué!? ¡¿Qué estás diciendo, idiota?!"Su hermana, más curiosa, se acercó un poco a mí. En ese momento, las alas de Mirella empezaron a zumbar aceleradamente."¿Es verdad?" Preguntó con sus ojos negros llenos de asombro.
"Viste a un hombre... ¿Qué cosa?"
"¿En serio nunca vieron un pájaro? De esos animales que vuelan por el aire".Sus caras desconcertadas me confirmaban que en este mundo no había de ese tipo de animal, o al menos no en este lugar.
"Vámonos, hermana, este niño solo sabe decir mentiras... Parece que está buscando que le dé otra paliza".Y entonces, se fueron tomadas de la mano. *** Han pasado algunos días desde que tuvimos la encantadora oportunidad de hablar con las supuestas gemelas.Muchas noches mandé a Mirella a dormir sobre los árboles que hay al lado de la cueva, aunque siempre lo hace de mala gana. Únicamente quiere estar a mi lado y encima cuando duerme allá afuera, se despierta re tarde.Me sorprende lo rápido que Mirella se adaptó a estar conmigo. Se mueve por la cueva con una familiaridad inquietante, como si siempre hubiera estado a mi lado, a pesar de que apenas nos conocemos. A veces pienso que, quizás, al igual que yo, ella también fue traída aquí por Sariah por alguna razón.Ahora que lo recuerdo, mi diosa dijo que hubo otras dos almas que ella reclamó, pero creo que dijo que no habían elegido mantener sus recuerdos. Igualmente, eso no quita que ella tuviera la oportunidad de reclamar otras almas después de que yo reencarnara.Todo esto es un lío, y si me pongo a pensar en esas cosas, solo generaría desconfianza con los demás.
"¡Lucianoooooooooo!" Se escuchó; era ella, volando a toda velocidad para luego terminar estampándose contra mi frente."¡Mirella! ¿Qué haces...?"Mirella empezó a treparse por encima de mi pelo, pero de pronto sentí esa sensación estremecedora, una que solo había sentido dos veces en toda mi existencia. Mirella había tocado el pelo rojo.Esa enorme electricidad recorrió mi cuerpo por una fracción de segundos y luego desapareció. Cada vez la sensación es más dolorosa...Debo evitar que toquen mi cabello, a no ser que sea necesario. Aunque pensar en eso me aterra, porque para hablar con Sariah debería estar... muerto.Primero Rundia, luego Rin y ahora Mirella... Realmente no sé si necesito saber algún secreto sobre ellos. Prefiero gastar un pedido en mí.
"Luciano, ¿estás bien?" Preguntó, bajando su rostro hacia mis ojos, mirándome al revés.Pude ver sus hermosos ojos verdes de cerca. Ella era una belleza en este mundo."Yo... no es nada, creo que fue por el golpe que me diste"."¡L-Lo siento! ¡Perdóname! No me volveré a portar mal, ¡lo prometo!"Qué exagerada es esta señorita... Pero se me hace demasiado tierna como para enfadarme con ella."Está bien, está bien. Seguí siendo como sos, solo fue una tontería".
"Solo debes jurarme lealtad eterna", agregué, en forma de broma.Ella bajó hasta el suelo."¿Quieres hacer un pacto de no agresión?"
"¿Eh?""Sí, sirve para no atacarnos y... ¡Ser felices para siempre!"No sabía si tomarme en serio esto, pero respondí intentando tomarlo con el respeto que ella se merecía."¿Dices que existe un pacto así? Dejame que lo piense y te doy una respuesta".
"Está bien".¿De dónde conocería Mirella la palabra 'pacto'? Quizás ella misma no entendía del todo lo que implicaba un pacto. Tal vez solo repitió algo que alguna vez escuchó en su vida antes de conocerme. Claro, si es que tuvo una vida antes de quedar atrapada en esa piedra mágica. O tal vez la palabra 'pacto' tiene un significado completamente diferente para ella. Después de todo, es un hada, un ser mágico con conocimientos que podrían ser muy distintos a los nuestros.Tal vez estoy dándole muchas vueltas a lo que saben o no saben los demás; quizás sí existen los pactos en este mundo, solo me falta familiarizarme más con el tema de la magia y demás."¿Qué te parece si salimos un rato afuera y hacemos algunas cositas? Quiero probar algunas estrategias aprovechando que vos podés volar y tener una mejor vista desde arriba"."¡Siiií! ¡Voy a salir con Luciano!" Gritó y voló emocionada hasta ponerse de nuevo sobre mi cabeza.Esta chica es alguien que no se queda quieta.
Una vez fuera, hablamos."Primero necesito que vayas y encuentres el lugar en donde están mis padres, para no ir en esa dirección o van a descubrir que salí de la cueva.
Volvé cuando sepas su ubicación. Por lo general suelen ir en esa dirección", señalé hacia donde estaba; se iba al claro en el bosque.
Su pequeña figura se perdió entre los árboles mientras yo esperaba pacientemente. Observé el entorno, asegurándome de que nadie estuviera cerca.Después de unos minutos, Mirella regresó volando con una sonrisa en el rostro."Tus padres están buscando comida en donde dijiste. No están muy lejos, pero no parece que vayan a volver pronto, ya que vi que todavía no encontraron nada".
"Perfecto. Gracias, Mirella. Ahora vamos a explorar un poco, pero mantente siempre alerta, no quiero que nos descubran"."¡Sí!"Caminamos juntos por el bosque, con Mirella volando a mi alrededor y ocasionalmente posándose en mi hombro para descansar. Era una experiencia nueva y emocionante tener un hada como compañera, más sabiendo que hasta ahora siempre había salido en solitario.Mientras avanzábamos, le pregunté más sobre sus habilidades."Mirella, mencionaste que podés sentir la presencia de la oscuridad. ¿Hay alguna forma de usar eso para evitar peligros o enemigos?"
"Sí, puedo sentir cuando algo malvado está cerca. Y si hay algún peligro, puedo usar mi magia de luz para protegernos"."Eso suena increíble. ¿Entonces está todo bien por acá?""No siento nada malvado cerca. Estamos seguros por ahora"."Me quedo más tranquilo entonces"."Luciano, esto es hermoso", dijo Mirella, volando y admirando la naturaleza."Me siento tan libre..."
Comenzó a elevarse más y más entre las copas de los árboles."¡Luciano! ¡Encontré algo que se parece a tu comida!"
Mirella bajó con una cosa que tenía forma de huevo pequeño, pero de color morado. Luego me lo entregó en las manos."Ehm... Creo que esto no es algo que podría comer en este momento. Es posible que de acá nazca un animal".Realmente no sé si esto será lo que yo pienso que es. Si se supone que no hay aves, ¿cómo es que hay un huevo en un árbol? Qué curioso.