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Chapter 13 - Capítulo 12: La primera prueba de Ichiro

El sol apenas asomaba sobre las montañas cuando Ichiro llegó a la entrada de su clase en la academia ninja, con sus pequeños pasos llenos de tranquilidad y un toque de anticipación. Era solo su primera semana en la academia, y aunque sabía que aún tenía mucho que aprender, se sentía tranquilo ya que sabía que había mucho que aprender . Para él, el mundo de los ninjas no solo era fascinante; era un nuevo mundo y nuevas ambiciones que tenía que cumplir.

El reloj marcaba las ocho en punto, y ya varios de sus compañeros se encontraban reunidos en la entrada de la academia. Ichiro saludó con entusiasmo a algunos conocidos, aunque su mente estaba tranquilo, miró a su alrededor mientras buscaba a un nuevo amigo en particular: Asuma Sarutobi. Desde su encuentro está mañana , Asuma y él se habían reconocido como amigos, aunque la habilidad de Asuma superaba con creces la de Ichiro.

"¡Ichiro, por aquí!" gritó una voz desde el otro extremo del campo. Era Yuji, con una sonrisa tonta y tímida que siempre lo rodeaba.

Ichiro camino lentamente hacia el, devolviendo la sonrisa. A pesar de que ambos solo tenían cinco años, Ichiro era más alto y aunque Yuji no destacaba mucho, era mejor en Taijutsu y Kenjutsu en un amplio margen que él . En el fondo, Ichiro se sentía un poco molesto con Yuji, pero eso no le impedía acercarse a él ya que siempre había mantenido la frase de: "Siempre es mejor tener una buena espada, pero también es necesario un buen escudo por si este se rompe" —Solo el sabía el significado de esta oración.

Poco después, la delegada figura del profesor Kōsuke se hizo presente. Con su característico andar firme y su mirada siempre alerta, Kōsuke era un ninja veterano que imponía respeto. Vestía su habitual uniforme de instructor, y aunque su semblante parecía severo, todos sabían que era un maestro justo y paciente.

—¡Bienvenidos, estudiantes! Hoy, vamos a probar sus habilidades en una serie de enfrentamientos amistosos —anunció Kōsuke con voz fuerte y clara—. Quiero que den lo mejor de sí mismos, pero recuerden: este es un entrenamiento. La meta es aprender, no ganar.

Ichiro sintió cómo su corazón latía con fuerza. No era por nerviosismo, sino por pura exitacion y anticipo por su primera pelea aunque solo se tratase de un enfrentamiento amistoso. No había comenzado con sus habilidades en Ninjutsu como algunos de sus compañeros, pero estaba en el camino correcto con el Taijutsu y lo daría todo. Su emoción creció cuando Kōsuke comenzó a organizar los combates y escuchó que su primer enfrentamiento sería contra Asuma.

Asuma le lanzó una sonrisa confiada. No era una sonrisa de arrogancia, sino de camaradería. Sabía que Ichiro corría todas las madrugadas haciendo entrenamiento físico y no era tan arrogante como para menospreciar el esfuerzo de los demás.

—¡Buena suerte, Ichiro! —dijo Asuma, dándole una palmada en el hombro—. No voy a contenerme, ¿eh?

Ichiro sonrió de vuelta, tratando de ocultar sus nervios.

—¡Yo tampoco! —respondió, por primera vez sonrió verdaderamente, Ichiro se preguntaba si era un maníaco de la batalla.

Con la orden del profesor Kōsuke, ambos niños tomaron posición en el centro del campo de entrenamiento. Un círculo de compañeros se formó a su alrededor, algunos animando a Asuma, mientras tanto solo Yuji y Aoi animaban Ichiro. Kōsuke observaba con los brazos cruzados, atento a cada movimiento.

—Comiencen —anunció el profesor, dando inicio al combate.

Asuma no perdió tiempo. Dio un paso adelante y lanzó un puñetazo directo al rostro de Ichiro. Sorprendido, Ichiro apenas tuvo tiempo de reaccionar; levantó el brazo para bloquear, pero el golpe de Asuma aún le alcanzó ligeramente en el hombro, haciéndolo retroceder un par de pasos.

Sin perder el impulso, Asuma giró su cuerpo y lanzó una patada baja hacia las piernas de Ichiro, obligándolo a saltar hacia atrás para evitarla. Ichiro sabía que debía mantenerse en movimiento; si se quedaba quieto, Asuma lo superaría con facilidad.

Intentando tomar la iniciativa, Ichiro avanzó con un ataque directo, lanzando una serie de puñetazos rápidos. Asuma bloqueó y esquivó cada uno de ellos, manteniendo la guardia y esperando una oportunidad para contraatacar. Finalmente, encontró un hueco y, con un movimiento ágil, golpeó el estómago de Ichiro con un puñetazo certero.

Ichiro cayó al suelo, jadeando por el impacto. El golpe le había sacado el aire, y por un momento sintió que no podría levantarse. Aun así, con esfuerzo, se puso de pie, limpiándose el polvo de las manos y mirando a Asuma con determinación inquebrantable.

—Vamos, Ichiro, sé que puedes dar más que eso —lo alentó Asuma, tendiéndole una mano.

Ichiro asintió, aceptando la ayuda para ponerse de pie. No se sentía avergonzado por haber caído; más bien, sentía una renovada energía. Aunque estaba perdiendo, sabía que cada golpe y cada caída solo eran pequeños obstáculos con los que tenía que lidiar en su camino.

El combate continuó, y aunque Ichiro daba su mejor esfuerzo, Asuma siempre tenía la ventaja. Cada intercambio terminaba con Ichiro en el suelo, acumulando pequeñas magulladuras en sus brazos y piernas. Aun así, él seguía levantándose, motivado por la determinación de no rendirse, de seguir mejorando.

Finalmente, después de un intercambio particularmente intenso, Ichiro cayó una vez más. Esta vez, el dolor en sus músculos y las magulladuras en su cuerpo le pesaban demasiado para volver a levantarse de inmediato. Asuma lo miró con respeto y, en un gesto de camaradería, se inclinó hacia él.

—Eres fuerte, Ichiro. No cualquiera se levantaría tantas veces —dijo Asuma, dándole una sonrisa de admiración.

El profesor Kōsuke se acercó, poniendo una mano en el hombro de Ichiro.

—Buen trabajo, Ichiro. Has demostrado determinación y coraje, dos cualidades importantes para un ninja. —El tono de Kōsuke era serio, pero había una nota de aprobación en su voz que Ichiro no pasó por alto, Sabía que habia logrado sus propósitos. Una:la de demostrar una fuerte determinación por mejorar y ser reconocido, Dos: Mostrar una fuerte rivalidad con Asuma , y dejar que el profesor Kōsuke lo reconozca.

Mientras el grupo aplaudía y animaba a ambos niños, Ichiro sintió un enorme agotamiento en su cuerpo . Aunque había sido derrotado, sabía que ese combate le había enseñado y ayudado mucho más de lo que cualquier victoria podría haberle dado. Con ello se ganó el respeto y admiración de sus compañeros y el interés del sensei Kōsuke, sabía que necesitaba del apoyo de estos para superar su situación ya que al ser el 'hijo' de un enemigo tenía múltiples grilletes puestos en su cuello.

...

El profesor Kōsuke, quien había estado observando a cada uno de sus estudiantes, notó la expresión de Ichiro. Se acercó a él con pasos tranquilos, su sombra cubriéndolo mientras el niño alzaba la vista, sorprendido de ver al maestro acercarse a él, pensó:—¿Se...habrá dado cuenta de algo?

—Fue un buen combate, Ichiro —dijo Kōsuke, con una voz calmada pero llena de autoridad—. Te levantaste muchas veces, a pesar de la diferencia en habilidades. Eso no es fácil de lograr.

Ichiro bajó la cabeza, suspiró aliviado sabiendo que su sensei solo le estaba tratando de alentar. Ichiro suspiró y respondió con una sonrisa.

—Gracias, sensei… pero aún así perdí. Asuma es mucho más fuerte que yo… no importa cuánto lo intente, siempre parece que no es suficiente

Kōsuke escuchó en silencio, dejando que Ichiro sacara sus pensamientos. Cuando el niño terminó, Kōsuke se arrodilló para estar a su altura, mirándolo con una expresión que combinaba seriedad y calidez.

—Ichiro, déjame decirte algo que quizás aún no entiendes del todo. Ser un ninja no significa ser el más fuerte, sino tener la voluntad de seguir adelante, incluso cuando las cosas son difíciles. Hoy demostraste esa voluntad, esa capacidad de levantarte cada vez que caíste. Eso es lo que realmente importa.

Ichiro levantó la mirada, tratando de lucir sorprendido por las palabras de su profesor. En los ojos de Kōsuke, vio algo más allá del respeto: una chispa de comprensión, como si él mismo hubiera pasado por aquello que ahora describía, y supo que habría logrado ganar el reconocimiento de su sensei, había conseguido un poco de respaldo en la aldea.

—Pero… ¿cómo puedo hacerme más fuerte, sensei? —preguntó Ichiro, como si tratase de aferrárse a esas palabras y buscando su guía.

Kōsuke sonrió, y puso una mano en el hombro de Ichiro, dándole un apretón firme.

—La fuerza física y la habilidad vendrán con el tiempo y el entrenamiento constante. Pero la verdadera fuerza, Ichiro, viene de tu mente y de tu corazón. Practica cada día, no solo para ganar, sino para superarte a ti mismo. Con el tiempo, verás que los frutos de tu esfuerzo florecen cuando menos lo esperas.

Ichiro asintió lentamente, sus ojos brillando con una renovada determinación. Pero en su mente estaba feliz de haber confirmado sus afirmaciones anteriores

—Gracias, sensei. Prometo que no voy a rendirme —dijo tratando de imitar a un niño con tono firme y emocionado

Kōsuke asintió, levantándose y observando a Ichiro con una sonrisa de orgullo.

—Muy bien, entonces nos vemos mañana. Recuerda siempre lo que sientes ahora, Ichiro; la persistencia es el camino de un verdadero ninja.

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Acostado boca arriba, Ichiro se perdió en sus pensamientos, él recordó sobre lo que pasó hoy y una sonrisa orgullosa escapó de sus labios —Tos, tos...Jejeje no por nada sufrí toda esa golpiza, con la amistad con asuma y el apoyo del sensei Kōsuke podré vivir tranquilamente hasta que me gradué.

—Dicho esto, también necesito ir mañana a elegir un Ninjutsus adecuado para mí...—Ichiro desvío su mirada hacia el papel que mostraba signos de haberse mojado levemente.

—¡Agua!...eh—Dicho esto solo pudo suspirar, pero tampoco se sintió demasiado decepcionado con el resultado.