Algunas horas después, pasada la hora de la comida, en una mansión cerca del centro de la ciudad, tan grande como una villa, lo suficientemente grande cómo para dar alojo a un pequeño ejército.
Habitación principal
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—Señora, por favor, piénselo con cuidado.
—No tengo nada que pensar, tenemos que hacer ésto si queremos proteger nuestras tierras y mejorar el estado de nuestra región.
— Pero señora, ¿no es mejor deshacerse de ellos directamente y enviar al ejército a encargarse de las minas?
— No podemos hacer eso Joseph, si hacemos eso y logran destruir las pruebas de todo lo que han estado haciendo en ésta Ciudad, podríamos perder toda la confianza de las otras ciudades en nuestro territorio, seríamos cuestionados abiertamente y eso complicaría mucho más la tarea de mi esposo Vincent.
— Si es así, mi señora, le juro que la protegeré de cualquier peligro que pueda correr su vida. Así tenga que sacrificar la mía.
— Te lo agradezco mucho Joseph, es agradable escuchar eso de alguien tan leal como tú. Jaaah, suspiró profundamente antes de responder.
— Necesito que hagas algo antes de ir a la mansión del señor de la ciudad en unas horas. Ve a la zona secreta en el pueblo exterior de la ciudad y entrega ésta carta al Comandante Ronan, asegúrate de que nadie te siga, si te ves en peligro de ser atrapado, desecha la carta.
— No se preocupe mi señora, no hay muchas personas en todo el reino que puedan seguirme y mucho menos atraparme.
— Algo más, necesito que envíes a un mensajero a Aden, entrega en sus manos una hoja en blanco, dile que busque el Cuartel general de Aden y le haga entrega de la carta al General Phillipe o al General Marcus. Estoy seguro que alguno de ellos habrá sido enviado a éstas alturas.
— Posiblemente ya estén en marcha, llegarán a ésta ciudad posiblemente mañana, calculando el tiempo que les toma llegar desde Aden.
— Es posible que los encuentre a mitad de camino, una que una vez entregue la carta, diga la siguiente frase: La luz de la luna entró a la cueva después del atardecer, para iluminar el camino del caballero.
— Su siervo hará la tarea según sus palabras, regresaré con buenas noticias. Descanse segura mi señora, volveré para acompañarla en su misión y protegerla.
Seredine asintió con la cabeza, girando lentamente hacia la ventana, se acerca a ella para mirar hacia la distancia, sonriendo a la calle que se extendía frente a ella, dónde se podía ver a una gran cantidad de personas caminando entre algunas tiendas y carruajes que iban y venian por la ciudad.
Levantó su mirada al cielo, imaginando la silueta de su amado esposo.— Querido, te estarás preguntando qué hago, confía en mí, me aseguraré de que Memphis sirva cómo ejemplo de lo que les pasa a los que traicionan a nuestra Familia y a nuestro Reino. Por un mejor futuro y por el bien de nuestros ciudadanos.
Se dió la vuelta y se recostó de la cama, cayendo dormida por el cansancio. Esperando que las horas hasta el atardecer transcurrieran rápidamente.
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5 Días antes, castillo de Aden.
A las afueras del castillo, llegó un pequeño ejército, comandado por el General de los caballeros Shwarts, Phillipe, su ejército de alrededor de 5 mil soldados, hicieron un campamento rápidamente alrededor de la entrada del castillo
5 jinetes ingresaron a la ciudad, siendo recibidos apresuradamente por un hombre grande con una armadura plateada y brillante.
— Caballeros, necesitan identificación para poder ingresar a la ciudad con sus armas. No está permitido portar armas en el interior de la ciudad, sin excepciones.
— Se acercó desde atrás uno de los caballeros a conversar. Soy el comandante de 2da categoría Heregor, mientras mostraba una insignia de plata con forma de escudo y un cristal de Aurora en su centro con el símbolo de los caballeros Shwarts arriba en la parte superior.
— Éstos hombres que me acompañan son miembros de los caballeros Shwarts de 2da y 3ra categoría.
— Una placa de los caballeros Shwarts no es suficiente. Necesito su identificación, sin eso, no los puedo dejar ingresar a la ciudad.
Sin dar una respuesta, Phillipe bajó de su caballo, se acercó a aquel hombre y dijo unas palabras.
— Podría cortarte la cabeza por no reconocer la insignia de los caballeros del Territorio Valen, tus superiores. No respetar la jerarquía de los caballeros, es una falta dentro de los caballeros, no soy cualquier caballero que quiere ser tu amigo, que puedes saludar tan casualmente.
— Pero no debes preocuparte, tú eres la representación de tu señor, si actúas así ante los caballeros del Duque, significa que tu señor no nos da cara y nos desprecia.
— Llévame con tu señor, él es el único que debe dar explicaciones. No hagas que pierda mi preciado tiempo. Expresó con muecas de disgusto, mientras sacaba una placa de oro con 3 incrustaciones de cristal de aurora, en un ángulo que sólo fue visible para éste caballero.
— ¡Gener... Dijo el hombre pero fue interrumpido
— ¡Shhhhh! Mantente tranquilo.
no era mi intención interponerme en su camino, sólo cumplo con las órdenes de mi señor, aunque no tengo justificación para semejante descaro, le suplico me perdone. Dijo apresuradamente el caballero mientras se arrodillaba y hacía una reverencia.
— Ésta acción lo dejaré pasar sólo está vez, pero lo tomaré cómo una deuda que tu señor tendrá que pagar, si fuese alguno de ellos, ya estarían recogiendo del suelo tu cuerpo sin cabeza. Finalizó mientras volteaba su mirada hacia sus compañeros caballeros, quienes tenían caras de enojo y muecas de psicópata.
— Aquél hombre no pudo evitar tragar saliva ante las palabras del Gene... Caballero de Shwarts —¿En que puedo servirle?
— Vamos con tu señor, no perdamos el tiempo.
— Sígame General, lo llevaré con el Señor Harris.
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Momentos después, Salón principal del Castillo de la ciudad.
— Señor, tenemos un problema, desde la entrada oeste nos llegó un mensaje urgente, dice que llevaron algunos caballeros Shwarts de 2da y 3ra categoría, ocasionaron algunos problemas y ahora se dirigen a ésta dirección.
— Bien, trae a los caballeros de la ciudad y rodeen el salón una vez entren, les mostraré que este no es un lugar al que puedes ir y venir cuando quieras.
— Entendido señor, saldré a organizar todo.
— Espero que este encuentro con los hombres del duque no cambie nuestros planes. Se escuchó una voz gruesa y suave, proveniente de un hombre de armadura color plomo y una capa negra.
Aquel hombre tenía una cicatriz en su ojo izquierdo desde su frente hasta su mejilla y en su ojo tapado con un parche rojo brillante, salió caminando desde atrás de un pilar, acercándose con pasos firmes, que producían un sonido metálico pesado, provocaban inconscientemente que tu corazón se acelere y te daba la sensación de que podrías ser pisado por él como un humano a una hormiga.
— No se preocupe General Dreyfus, todo saldrá según lo planeado, es muy probable que sólo sean unos cuántos caballeros arrogantes que vienen a ocasionar problemas, nada que un par de monedas no puedan solucionar.
— El Duque Valens es un señor muy predecible e inocente, no es alguien capaz, no debe saber ni siquiera, que su territorio está siendo controlado por Nórdic, nosotros, la unión de los 5 condados, somos fieles a su Reino, en lo que estalle la guerra, nosotros inmediatamente formaremos parte de Nórdic y proclamaremos la Provincia de Valen cómo nuestra.
— Me agradas, quizá terminemos tomando todo antes de lo planeado, pero nunca debes de tomar todo por hecho, muchas veces la excesiva confianza y su estimar al enemigo, es la principal razón del fracaso. Dijo el hombre lanzando una mirada amenazante con su ojo, para luego darse la vuelta y salir por la puerta del gran salón.
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Media hora más tarde.
— Señor, ya llegamos al Castillo de Aden, lamento mucho lo ocurrido, sólo lo podré acompañar hasta éste lugar, no tengo permitido ir más allá de éstas puestas.
— ¡Bien! Desde ahora me haré cargo yo, puedes irte. Dijo mientras agitaba su mano izquierda a aquel hombre, indicándole que se marchase.
— Señor, ¿Está seguro que sólo nosotros seremos capaces de obligarlos a obedecer?
— Mientras yo, Phillipe, caballero de categoría especial, esté aquí, nadie podrá detenerme.
— Entendido señor. Respondió aquel caballero mientras inclinaba la cabeza y retrocedía sin volver a discrepar en algo durante la caminata.
— ¡Alto ahí! ¡Quién se atreve a irrumpir en el castillo de Aden!
— Rápidamente fueron rodeados por decenas de caballeros de armaduras de hierro.
Uno de los compañeros de Phillipe rápidamente se puso adelante y sacó su insignia plateada con una incrustación de 1 cristal de Aurora.
— ¡Somos enviados del duque Valens, los caballeros Shwarts, insolentes caballeros de Cuarta categoría, se atreven a detenernos a nosotros caballeros de segunda categoría.
— Son órdenes de nuestro Señor, debemos detenerlos aquí y despojarlos de sus armas si quieren ingresar al castillo y hablar con él.
— ¡Es un insulto! Creen que deja... Después de intentar desenfundar su espada, aquel caballero sintió una mano en su hombro que lo detuvo.
— Cálmate Rock, deja que yo me encargue de éste asunto.
— Caballeros, yo soy el vizconde Marcus que trabaja para el duque Vincent Valens. Dijo Phillipe, haciéndose pasar por uno de los nobles más fieles a su señor.
— Mi deber es venir a supervisar y evaluar el cobro de los impuestos en la ciudad, para que tengan más confianza, dejaré que mis caballeros aquí sean despojados de sus armas, pero yo no puedo dejar la mía, es una herencia familiar y tengo miedo que alguien pueda dañarla o incluso robarla, tiene un valor sentimental muy grande.
— señor Rock, señor Heregor, señor Franco, señor Julius, dijo Phillipe agachando un poco la cabeza, mientras miraba a sus hombres. Por favor, entreguen sus armas a éstos honorables caballeros, venimos en paz después de todo, será sólo un momento mientras hacemos unas preguntas para retirarnos rápidamente de la ciudad sin ningún tipo de conflicto.
— Suspirando despreocupadamente habló el caballero Franco, aaagh, terminemos con ésto rápido, estoy cansado por el largo viaje, se acercó a los caballeros que estaban delante de ellos y entregó su espada. Deben de cuidarla adecuadamente, me la regaló mi esposa hace algunos años antes de morir, así que me molestaría mucho que le pase algo a mi preciosa Andrea.
—Uno tras otro los cuatro Caballeros entregaron sus espadas, aunque de muy mala gana.
— ¡Bien! Sigan mis pasos, los guiaré al salón principal del castillo. ¡Notifiquen al señor Sneijder! Envíale un informe sobre éstos caballeros y que nos de órdenes de qué hacer con ellos.
Pasaron alrededor de 10 minutos hasta que el mensajero volvió.
— Capitán Seris, Nuestro señor ha dicho que los guíe a su Palacio, los estará esperando.
— Entendido, te puedes retirar. Le respondió mientras agitaba su mano tal cómo si hubiera una mosca molesta.
— Adelante, los llevaré con el señor.
Caminaron por unos 5 minutos hasta llegar a la entrada del palacio, la puerta de hierro, de al menos 5 metros de alto, en él se podía ver dos caballeros, uno en cada puerta chocando sus espadas y en el centro una estrella brillante que representa el Aura de los caballeros.
Después de entrar al Salón, el caballero que los guiaba se arrodilló.
— Señor, aquí le he traído a los visitantes, esperaré afuera de las puertas por si necesita algo.
El hombre aquél con túnica plateada con incrustaciones de oro y piedras de aurora su ropa ajustada que lo hacían lucir de al menos 10 años menor. Recorrió la mirada en cada uno de los caballeros delante de él.
— Tu debes ser el Vizconde Marcus, ¿Correcto?preguntó después de fijar su mirada en Phillipe.
— Mmm, Respondió asintiendo con la cabeza, al mismo tiempo que sacaba de su cintura un pergamino.
Los caballeros que se encontraban a su alrededor de inmediato sacaron sus espadas y se preparaban para atacar.
— ¡Detenga se! Dijo Sneijder, no pueden ver que es un simple pergamino, adelante vizconde.
— Por decreto del Duque Vincent Neils Non Valens,
El señor Sneijder Drayfus de Aden, será despojado de su título cómo noble, por conspiraciones en contra del Reino, aliándose con Espías del Reino Nórdic y desestabilizando sistemáticamente la Región.
— Desde éste momento, todos los caballeros asentados en la ciudad, estarán bajo las órdenes del General de los caballeros Shwarts Phillipe Von Trier, los oficiales de los caballeros de Aden, de tercera categoría en adelante, serán puestos bajo arresto hasta que se descarte su participación a conciencia en la traición.
— Disculpe, ¿lo he escuchado bien?
Phillipe no respondió a la pregunta, en cambio saco su espada, apuntó a Sneijder, le dió la orden de soltar sus armas y pidió su rendición.
— Por decreto del Duque Valens, dueño y señor de éstas tierras, se les ordena a todos los caballeros de Aden, obedecer mis órdenes, ¡Yo soy el General Phillipe, caballero de categoría especial!
— ¡Los que se resistan serán castigados con prisión o la muerte!
— ¿Qué están esperando? ¡Ataquen! ¡son impostores!
Muchos caballeros titubearon a la hora de obedecer las órdenes, sin embargo, una vez el primero de ellos se lanzó al ataque, todos lo siguieron.
¡Clang! ¡Clang!... Los primeros golpes de espada sonaron rápidamente, el acero chocó con fuerza entre un caballero y el General Phillipe.
¡Zing!... Sonó un silbido de una espada, detrás de éste sonido, un disparo de sangre salió del cuello de aquel caballero mientras su cabeza se desprendía de su cuerpo y caía a los pies de Phillipe.
Inmediatamente después, Rock se apresuró a tomar la espada del caballero caído mientras Phillipe se abalanza en dirección a Sneijder cortando a los caballeros que se interponen en su camino.
— ¡Ten! Grito Rock, mientras arrojaba la espada a Heregor y se hizo rodar en el suelo para esquivar una espada. ¡Ting! Sonó la espada al golpear el suelo y fallar a su objetivo, Rock recogió la siguiente espada y con una vuelta rápida, cortó la pierna de aquel caballero. ¡Aaagh! Se escuchó el grito, interrumpido por un ¡Clash! De una espada que atravesó su pecho, ¡Zish! Se escuchó, cuando Heregor sacó la espada de aquel hombre.
Rock siguió inmediatamente a Phillipe, sin dejar que ningún caballero lo atacara por la espalda. Heregor y Julius se quedaron a mitad del salón juntos defendiendo su posición, los caballeros del castillo caían uno tras otro ante sus espadas.
Franco por su parte se dirigió rápidamente hacia la salida, tenía que asegurar la ruta de escape mientras los demás se encargaban de atacar.
Al principio en el salón habían alrededor de 40 caballeros del castillo, todos fieles a Sneijder, Phillipe avanzó sin problemas y derribó a 10 de ellos en menos de 5 minutos. Rock tenía 5 cuerpos a su alrededor, Julius y Heregor estaban resistiendo bien y entre los dos habían derribado a 8 caballeros más.
Franco, quién es un caballero asesino, muy ágil y que utiliza como arma una daga y pequeños cuchillos arrojadizos, avanzó sin resistencia, al tomar por sorpresa a todos los caballeros delante de él, acabando con más de 7.
Los caballeros que estaban cerca de la entrada se apresuraron a abrir la puerta, pero más que por refuerzos, lo hicieron por miedo, en tan poco tiempo casi 30 de ellos habían caído muertos o heridos sólo con 5 enemigos al frente, eran monstruos, no iban a quedarse ahí a perder su vida.
Los caballeros al exterior del castillo vieron cómo estos hombres salían apresuradamente.
— ¡Huyan! ¡Son unos monstruos! ¡No podremos contra ellos!
— ¡No huyan! ¡Cobardes! Todavía no termino con ustedes, dijo Franco quién inmediatamente se detuvo al ver alrededor de 40 caballeros fuera del castillo mirándolo directamente.
Se dió la vuelta y corrió hacia adentro del palacio. ¡Ataquen! Gritó uno de ellos abalanzando su espada hacia el palacio y corriendo, todos lo siguieron por inercia, hasta que entraron al salón y vieron algo que los dejó impactados.
40 caballeros de segunda y tercera categoría que defendían el salón, aún con esa cantidad de personas, más de 30 de ellos estaban en el suelo, muertos o heridos de gravedad.
— ¡Aaagh! ¡Desgra..! ¡Aaagh! Se escucharon gritos detrás de ellos, caían uno tras otro, entraron en pánico, pues al estar tan pegados unos de otros en ese pasillo se les complicaba mucho utilizar sus espadas de manera correcta.
— ¡Si no quieren morir! ¡Suelte sus armas y arrojenla lejos!
¡Clang! ¡Clang! ¡Clang! ¡Clang!... Se escuchaban como todas las espadas eran arrojadas al centro del salón.
Todos los caballeros restantes se rindieron al ver la masacre que había estado sucediendo unilateralmente.
¡Wish! Se escuchó en todo el palacio, ¡Aaagh! Seguido por un grito.
— ¡Bastardo! ¡Cómo te atreves a atacarme!
— ¡Estás arrestado en nombre del Duque Vincent Valens!
Era Sneijder, quién se sujetaba su hombro mientras que la sangre brotaba sin parar, de dónde se supone, debería estar su brazo derecho.
Sneijder al ver a Phillipe acercarse, inmediatamente se dirigió a una puerta en la parte lateral del salón, llamó a sus caballeros y les ordenó entrar a luchar.
Alrededor de 10 caballeros entraron pero en lugar de defenderlo, apuntaron sus espadas hacia él.
—¡¿Qué están haciendo?! ¡Yo soy su señor! ¡Los enviaré a qué les corten la cabeza, traidores!
Put... Se escuchó un sonido amortiguado, era Phillipe, quién con el mango de su espada, provocó que se desmayara.
—Ve arriba y toca la campana del castillo 7 veces. Ordenó a Franco.
—Si señor. Afirmó sin hacer preguntas.
Después de aquel evento, todos los caballeros de alta categoría, habían sido arrestados y puestos en investigación por parte de los caballeros de Shwarts, quienes habían realizado un ataque sorpresa con 3 mil jinetes, mil caballeros de infantería y mil arqueros. Tomando completamente desprevenidos a los caballeros de Aden, quienes confiaban que, mientras los oficiales se encontraban en el palacio rodeados por decenas de caballeros, el ejército se mantendría en su campamento.
La lucha terminó más rápido de lo que demoró en iniciar, al sonar las 7 campanadas.
¡Waaaaah! ¡Hurra! Se escuchó de los invasores, quiénes después gritaron.
¡Aden ha caído! ¡El señor de la ciudad ha sido capturado!
¡Es imposible! ¡El señor de la ciudad está resguardado en el Pala... Sonó nuevamente la campana 7 veces, la cuál era señal de rendición de los caballeros del Reino de Mercia.
Sus dudas se desvanecieron y todos los caballeros de Aden, se rindieron tan pronto como sonó la séptima campanada.
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La ciudad era un caos, muchos caballeros eran arrestados, algunos llevados a prisión y otros llevados a la plaza principal de Aden.
En horas de la tarde, la ciudad se quedo en silencio, todos los nobles estaban nerviosos, los plebeyos siguieron trabajando normalmente, muchos de ellos felices de lo que sucedió en el palacio, Sneijder era un tirano con sus ciudadanos y un santo con los nobles, la ciudad de Aden se había convertido en un lugar dónde los plebeyos eran discriminados y tratados con puño de hierro.
— Señor, ¿Porqué hemos actuado ahora?, si no lo habíamos hecho durante mucho tiempo.
— Porque nuestro señor, no había tenido la suficiente fuerza para enfrentarse a todos los señores de su territorio que lo han traicionado.
— Es ahora después casi 6 años de obtener el ducado de Valen, que nuestro señor ha podido reunir fuerzas secretamente y planear los pasos que iba a dar una vez llegara el momento de actuar.
— Es una lástima que hayamos tenido que actuar antes de lo esperado, gracias a información obtenida por la señora Seredine. Hemos descubierto que el Reino Nórdic ha estado influenciando a los señores de distintas ciudades en nuestro territorio, para atacar silenciosamente al Reino de Mercia y apoderarse de gran parte del territorio.
— Es por eso que la señora nos pidió participar en una misión de suma importancia para la estabilidad del Reino.
— ¿Vamos a la guerra Phil? Dice el hombre todavía incrédulo de lo que había escuchado.
— Te equivocas Heregor, no vamos a la guerra, por ahora nuestro deber es evitarla.
Guíame a la plaza de los Guardianes, reúne a todos los caballeros disponibles en la ciudad, tengo un anuncio muy importante que hacerles.
— por supuesto general, me tomara algo de tiempo para poder reunir a todos, así que entre al cuartel y tome una tasa de té mientras yo me encargo de preparar todo lo necesario para el anuncio.
— Muéstrame el camino.
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Dos horas después en el gran salón de los caballeros.
— General Phil, ya he logrado programar la reunión con los caballeros en aproximadamente una hora antes del atardecer, si gusta puede ir camino a la plaza y visitar alguna de nuestras tiendas o probar nuestra comida tradicional.
— ¿Ya ha llegado la mayoría de ellos? Respondió.
— Si señor, están los comandantes y vice comandantes de segunda y tercera categoría, los caballeros de Shwarts bajo sus órdenes y también al menos 2 mil de los caballeros de las fuerzas de Aden.
— Acompáñame al escenario Franco, tu también Rock, debemos dar el anuncio lo más pronto posible.
Los tres caballeros subieron al escenario, ya habían cambiado sus armaduras, Phillipe portaba una armadura dorada con detalles de un gran León en su pecho, el cuál en sus ojos Cristales de Aurora de muy alta calidad que brillaban con el reflejo del sol. Por su parte Franco y Rock portaban armaduras negras, con detalles en dorado con un lobo en su pecho, tenían ojos de color rojo, piedras de Aurora de rango alto con elemento fuego.
Los murmullos surgieron por doquier.
¡Mira! El León de Shwarts ¡Es el comandante Phillipe!
Observa, ¿Quiénes son los que lo acompañan?
¡Son los Hermanos de los caballeros Lobo ardiente! ¡Son caballeros de primera categoría! ¡Uno de ellos es tan fuerte como 50 caballeros de segunda categoría!
— ¡¡SILENCIO!! ¡ESCUCHEN LAS PALABRAS DE NUESTRO GENERAL PHILLIPE!
¡¡¡ATENCIÓN!!! Gritó Phillipe.
¡¡SI SEÑOR!! Se escuchó la respuesta de todos los caballeros, luego el silencio se apoderó de la plaza.
— Caballeros, me disculpo de parte del General por tan repentino llamado, lamentablemente, en el territorio ha surgido algunos problemas que necesitan ser atendidos lo más pronto posible.
— El señor Sneijder ha sido juzgado por el General, por actos de traición a su Reino y por maltratar y esclavizar a su pueblo. Así cómo él, en distintas ciudades de nuestro territorio ha estado sucediendo lo mismo. Nuestro deber es proteger nuestro Reino, nuestro territorio y lo más importante, a nuestros habitantes. Nuestro pueblo ha estado sufriendo por mucho tiempo, ya no podemos hacer de oídos sordos y ojos ciegos.
— Se necesita de nuestra ayuda para poder lograrlo. A continuación el General de los caballeros Shwarts Phillipe, dará un anunció importante, escuchen atentamente sus palabras.
— Gracias a todos por asistir lo más pronto posible a pesar de lo repentino del llamado.
— A los caballeros de Aden que se han unido a nuestra causa y tienen el honor de reconocer el error de su señor. Bienvenidos, quiero informarles todo lo más detallado posible, pero me temo que no tenemos mucho tiempo, así que les daré un resumen de la situación.
— Hemos recibido de parte de nuestros agentes de espionaje y supervisión del ducado de Valen, información que víncula a algunas ciudades al norte de la cordillera Ryub, con otros Reinos, provocando la desestabilización de la Región, asesinando a quienes se resisten y esclavizando a los ciudadanos de manera, asumiendo un rol de juez y verdugo de manera indiscriminada.
— Cómo consecuencia de las decisiones tomadas por los Lords de éstas ciudades, el duque Valens ha promulgado un decreto de emergencia, dónde convoca a los caballeros de Shwarts, Aden y de las distintas ciudades que son fieles al Reino, para atacar y aplastar a los invasores y señores de la ciudad que se aprovechan de los ciudadanos en pro a sus beneficios personales.
— Para realizar ésta misión, 6 de cada 10 de los caballeros que se encuentran en Aden deben ser despachados inmediatamente hacia Greenwich, Denim Village y por último Memphis, debemos someter a los señores de la ciudad y apoyar a la señora Seredine.
—Tenemos 4 días para hacerlo, no podemos darles una oportunidad de organizarse y contrarrestar nuestro ataque.
—En ese momento Phillipe levanta su mano derecha hacia el pecho cerrando el puño hablando una vez más. Antes de partir en este viaje, deseo que todos repitan el juramento que alguna vez hemos hecho, cómo caballeros de Mercia.
— Juro ante tí, Dios de la Luz protector del Reino, ante el Rey, ante mi señor y ante mi pueblo, proteger, el honor de mi estirpe, la justicia de estas tierras y la vida de los inocentes. Que mi espada se alce solo por la verdad, y que mi escudo detenga las sombras que amenacen nuestra paz. En tiempos de guerra, seré el escudo de los indefensos; en tiempos de paz, seré el guardián de la justicia. Con mi vida, mi honor y mi sangre, cumpliré este juramento hasta mi último aliento. Que la traición nunca toque mi corazón, ni el miedo a mi espada, pues mientras respire, ¡mi lealtad será inquebrantable!
— ¡¡MI LEALTAD SERÁ INQUEBRANTABLE!!
Todos y cada uno de los caballeros repitieron al unísono. La tierra tembló y se escuchó en toda la ciudad.
— Caballeros descansen ésta noche, partiremos mañana después del amanecer, hagan los preparativos necesarios y pidan a los dioses de la Luz y la Justicia, para salir victoriosos y regresar con vida.
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Al día siguiente, en la plaza de la ciudad.
Caballeros de Valen, caballeros de Shwarts y los cientos de nobles que hoy nos acompañan, ésta misión es muy importante, tomará algunos días de viaje hasta que lleguemos a nuestro objetivo final, necesito de que todos avancen firmemente, descansen cuando sea necesario y mantengan sus fuerzas lo más posible.
— ¡Avancen!
— ¡Por nuestro Reino!
— General Phil, déjeme acompañarlo señor. Dijo un caballero, con un tono amable y de familiaridad.
— Oh General Gregory, pensé que le tomaría más tiempo el llegar con nosotros y que nos encontraríamos en Greenwich.
— Ja Ja Ja, por quién me tomas, así tenga que dejar a mi ejército atrás, nunca puedo llegar tarde, vine con alrededor de 500 jinetes, detrás de mi a medio día de distancia vienen mis subordinados, pude reunir 3 mil caballeros, 2 mil arqueros y mil soldados encargados de los suministros.
— Vine lo más rápido que pude para advertirte, obtuve información de que cerca de Memphis hay un ejército de al menos 15 mil, provenientes de Nórdic.
— No se qué está planeando mi señora, pero debemos apresurarnos para salvaguardar su vida.
— No debes preocuparte, confiemos en ella.
— Nuestro Duque Vincent, confía plenamente en el plan de Seredine.