Después de una noche reconfortante, llega el día después de la ceremonia. Al despertarme, me doy cuenta de que mi hermana no está en la habitación.
"Qué raro que mi hermana no siga dormida en un día de descanso. Como sea, ¿qué hora es?"
Miro el reloj que está colgado en la pared y veo que son las 10:00.
— Vaya, realmente se puede dormir muy bien en estas camas. Siento como si mi energía se hubiera recuperado. Bien, hoy iré a entrenar.
Me preparo para salir, poniéndome el uniforme de entrenamiento: un pants gris, con una playera negra que me queda un poco grande y unos tenis blancos. Al salir de la habitación, con la esperanza de encontrar a mi hermana afuera, veo un plato de comida y una nota encima de la mesa.
"Veamos qué es lo que escribió Haruki."
Nota de Haruki: "Hermanito, salí con una amiga. Te dejé el desayuno en la mesa, probablemente llegué tarde, así que no me extrañes demasiado. Te quiere, tu linda hermana mayor."
"Me dejó preparado el desayuno, le agradeceré cuando la vea. No me importa que salga, pero... es un poco raro ¿desde cuándo tiene una amiga? Creo que es la primera vez que la escucho decir que tiene una. Normalmente no se expresa así de la gente. Le preguntaré quién es cuando regrese."
Me siento en la mesa y me dispongo a comer el desayuno que preparó para mí. Después de un rato termino satisfactoriamente el desayuno.
"Gracias por la comida. Bien, después de un gran desayuno toca ir a entrenar. Supuestamente el edificio debería estar abierto."
Después de acabar el desayuno, salí del departamento rumbo al edificio F. En el camino noté que había más gente que en otros días.
"Mi hermana tenía razón. Ella me dijo anoche que hasta el día de ayer empezaron a llegar la mayoría de estudiantes, y que a nosotros, al no tener un lugar donde quedarnos, nos permitieron estar aquí tres meses antes de que los dormitorios recibieran a los demás."
Con solo echar un vistazo, este lugar se ve más animado, con más gente. Incluso ya es muy notorio que hay diversas razas por los alrededores.
"También debería estudiar un poco de cultura. Es bueno saber qué razas son antes de presentarme a alguna. Por ejemplo, esa chica de allá parece humana, pero no lo es: tiene el globo ocular totalmente negro, con el iris rojo y unas orejas ligeramente más largas que las de un humano. Es un Demon, lo sé porque alguna vez he visto algunos en los barrios bajos. Ahí también hay un chico con orejas muy largas y puntiagudas, parece estar hablando con una chica que tiene cola y orejas de animal... ni idea de cómo se les llama."
Después de un rato caminando, llegué al edificio F. Los alrededores de este parecían vacíos.
"Supongo que no mucha gente viene por aquí, después de todo no éramos muchos alumnos ayer."
Me coloqué frente a las puertas del edificio y las abrí. Al entrar, miré hacia arriba para ver las indicaciones de cómo llegar exactamente a dónde estaba el gimnasio.
"Veamos, según esto, tengo que dar vuelta aquí, luego a la izquierda... y debería ser aquí. Bien, la voy a abrir."
Al intentar abrir la puerta frente a mí, se sentía dura, como si algo la estuviera trabando, así que decidí aplicar más fuerza. Cuando finalmente la pude abrir, salió una bocanada de polvo acumulado, aparentemente porque no se había usado en un tiempo. Al inhalar el polvo, comencé a toser y me tapé la boca y nariz con el brazo para no seguir inhalándolo.
(Cof, cof, cof).
"¡¿Pero qué demonios?! Esto está muy sucio."
Una vez que la nube de polvo se despejó, bajé el brazo y miré el panorama.
— Parece que el entrenamiento tendrá que esperar un poco –mencione un poco desanimado.
Al observar, vi el amplio salón con algunas máquinas cubiertas de polvo e incluso algunas cajas encima de estas, como si nunca las hubieran usado. Me di cuenta de que, aunque el lugar no estaba mal, el suelo y las paredes se veían corroídos.
"El lugar está desordenado, me tomará un rato limpiar todo. Debo apurarme y conseguir las cosas de limpieza."
Salí en busca de utensilios de limpieza. Después de un rato, regresé con una cubeta y una escoba en cada mano, y con un delantal puesto.
— ¡Bien, es hora de la limpieza!
Con una actitud positiva, comencé a limpiar y, como si fuera un experto, después de unas horas logré dejar todo reluciente y limpio. Mirando nuevamente el lugar desde una esquina, me di cuenta de que todo parecía casi nuevo y apenas usado.
— Ahora sí parece un gimnasio —dije con orgullo.
(Mientras me estiraba) — Ese fue un buen calentamiento, supongo que empezaré corriendo en esa máquina.
Antes de subirme a la máquina, la encendí oprimiendo un botón. Al experimentar con ella un rato, descubrí cómo usarla correctamente.
"Ahora sí, ya le agarré el truco a esto. Aunque no estoy corriendo rápido, pero por algo se empieza."
Después de correr un rato en la máquina, la apagué y me bajé. Con la respiración agitada, me detuve a descansar unos segundos para tomar un respiro.
— Ah, ah, ah.
"Después de correr un rato ya me cansé. Incluso estoy muy sudoroso, pero debo seguir. Bien, debo darlo todo. Yo le ganaré al cansancio."
Después de eso, me puse a hacer entrenamientos básicos: sentadillas, abdominales, lagartijas, entre otros. Al cabo de unas dos horas logre terminar.
— ¡Fuaa! —Grité tirado en el suelo—. Qué cansado estoy. Nunca había hecho estos ejercicios. Cuando veía a los sujetos del gimnasio de boxeo parecían hacerlo muy fácil, pero no lo es.
"El gimnasio de boxeo era un lugar muy concurrido en los barrios bajos. Estaba a una calle de donde trabajaba. Siempre pasaba por ahí y los observaba un rato. Incluso creo que, de no haber llegado a esta academia, Haruki hubiera tenido su primera pelea como boxeador. Supongo que descansaré unos minutos aquí."
Después de descansar unos minutos, salí del gimnasio y, a un lado, vi un letrero.
"Umm, ahí dice 'Duchas'. Creo que no me vendría mal tomar una."
Después de pensarlo, me dirigí a tomar una ducha, la cual solo tenía agua fría, pero no me importó. Después de terminar de ducharme, me preparé y salí del edificio.
"Una buena ducha después del ejercicio se siente bien. ¿Qué debería hacer ahora? Todavía no es tarde."
Pensando en qué hacer a continuación, se me ocurrió una idea.
"Creo que iré a ver cómo es la biblioteca... pero ¿por dónde será? Tal vez si le pregunto a alguien..."
A lo lejos vi a alguien conocido, era una chica: Gisei.
"Tal vez ella sepa dónde está la biblioteca. Correré y le preguntaré."
Después de eso, di una pequeña zancada y comencé a correr, al mismo tiempo grité su nombre para que volteara.