Al salir del auditorio, veo la sombra vacía que da un árbol de cerezo y decidí colocarme debajo, mientras espero a mi hermana."Mira cuántas razas diferentes que no conozco, me pregunto cómo se llamarán. Supongo que lo que dicen del mundo es cierto, es tan grande que no lo puedes recorrer completo en una vida."— Hola chico, ¿qué tal estuvo la ceremonia?Volteo al sujeto que me habla y me doy cuenta de que es el guardia que dio la orden de dejarme pasar.— Estuvo bien, supongo.Al mirarlo bien, parece un señor de unos 35 años, con pelo corto, un poco ondulado, de color castaño, y ojos color café.— Jajaja, supongo que hace falta más para impresionarte, chico."Supongo que tengo que darle las gracias por decirles a los guardias que me dejarán pasar, aunque realmente no quiero. Uno nunca sabe con quién trata."— Señor, muchas gracias por ayudarme antes.— No te preocupes, chico, dejarte pasar realmente no presenta problemas —lo dice mientras me agarra el hombro—. Ahora que recuerdo, chico, ¿no vas a ir a tu salón a la clase de introducción?— ¿Qué? No sabía que teníamos que ir a una clase de introducción.—Claro que sí, chico, ahí es adonde se dirigen todos. Si te das cuenta, no están tomando el camino hacia los dormitorios.— Gracias por decírmelo, solo esperaré a que mi hermana salga. Creo que ella tampoco lo sabía.— Como quieras, chico, solo no llegues tarde a tu clase.Después de decir eso, se aleja y me deja solo. Cuando veo la entrada, me doy cuenta de que mi hermana ya salió. Agitando mi mano, decido hacerle una señal para que vea dónde estoy; ella me localiza y se dirige hacia mí. Pero algo anda mal, a pesar de que está sonriendo, desprende un aura siniestra. ¿Qué será lo que la molestó? Se me está helando la sangre, mi hermana da miedo con esa actitud.— Hola, hermanito —dice con una sonrisa—, ¿acaso te divertiste en la ceremonia?— ¿A qué te refieres, hermanita? —respondió nerviosamente.— Vi que estabas sentado junto a una chica en el auditorio, HERMANITO.— ¡Ah! Así que hablas de Seraphine —menciono sin medir las consecuencias.Por alguna razón, mi hermana desprende cada vez más aura siniestra.— ¿Hmm? Así que sabes el nombre de esa lombriz.— Sí, nos presentamos antes de que comenzara la ceremonia, como tú me enseñaste, hermana.Después de decir eso, noto cómo su rostro se empieza a enojar, pero mantiene la sonrisa malévola.— Así que se presentaron. Escúchame bien, hermanito, no puedes volver a hablar con lombrices como ella, ¿me escuchaste? Te castigaré en el departamento cuando volvamos. Pero antes, tenemos que ir a nuestros salones, parece que nos darán una clase introductoria.— Cierto, hermana, el guardia que nos dejó pasar antes, me lo dijo hace un momento.— Muy bien, vamos a tu salón. Necesitas dejar una buena impresión, no debes llegar tarde.Después de esa charla tan tenebrosa, nos dirigimos hacia los edificios de los salones. El camino sigue siendo del mismo estilo, una acera delimitada por estos árboles de cerezo. Después de caminar un rato, llegamos a los edificios. Se podían ver cinco edificios amplios y grandes con letras de la B a la F en ellos. Nos paramos frente al que tiene la letra F y miro asombrado.— Muy bien, este es tu edificio. Adentro debe de estar tu salón —menciona mi hermana, muy cortante.— Eeeh, ¿cómo que este edificio es para mí salón?— Cada clase tiene un edificio designado. Son así de grandes para facilitar el entrenamiento.— Pero espera, aquí solo hay cinco edificios, y ninguno parece ser el de tu clase.— Eso es porque el mío está en la otra dirección, está apartado de estos. Así que ya me voy, espérame aquí cuando acaben las clases, vendré a buscarte.Sin darme oportunidad de decir nada, se va. Supongo que sigue molesta porque le hablé a una de sus compañeras de clase. Qué más da, al rato se le quita."Primero que nada, debería ver dónde está específicamente mi grupo."Entro al edificio y noto que en la parte de arriba están los direccionales para llegar a todos los lugares dentro. Sigo el que me dirige al salón."Umm, esta debería de ser la entrada."Al abrir la puerta corrediza, veo un salón grande, aunque un poco viejo. Había una pizarra grande de color negro en la pared. Justo enfrente estaba un escritorio ligeramente elevado sobre una tarima de madera desgastada, con sillas largas que estaban acomodadas en forma circular, divididas en tres secciones por los pasillos, como si formaran una media luna, todas dirigidas al frente. Del lado derecho había grandes ventanas que iluminaban todo el salón. Noto que hay 19 estudiantes ya dentro del salón, sentados de forma dispersa; el salón no parece estar lleno. Calculo que pueden estar hasta 40 personas dentro, pero no hay ni la mitad.Después de observar el salón, decido sentarme cerca del lado de la ventana, justo en medio de la sección de asientos. Así no estaré muy arriba, pero tampoco al frente. Una vez sentado, miro por la ventana los demás edificios; por fuera, todos parecen iguales. ¿Será que sus salones también estén desgastados como este? Miro el cielo azul y pienso que las nubes se ven muy libres. Recuerdo que cuando era niño me gustaba acostarme en el piso y ver el cielo; me hacía creer que estaba volando junto a todas esas nubes que parecían tan libres.Al mismo tiempo, noto que van llegando más alumnos al salón, pero ninguno parece diferente. Supongo que las demás razas están en clases superiores. Veo que entra una chica de lentes redondos, de cabello corto y lacio, que le llega a los hombros con un pequeño fleco que cubre su frente, de color negro, y ojos de un amarillo oscuro, cubierta con un aura de inteligencia. Lleva el mismo uniforme que yo, pero en lugar de pantalón, usa una falda. Me percato de que está buscando un lugar. Ella mira hacia el área donde estoy sentado y camina hacia aquí."Oh no, ¿qué debo hacer? No quiero que se siente aquí, me gustaría estar solo. ¿Tal vez si me acuesto pueda ocupar todo el asiento? No, no, no, no debo ser tan obvio para que no se moleste o se sienta ofendida. Pero ¿qué debo hacer? ¿Debo hacerme el loco y decir estupideces? No queda tiempo…"— Disculpa, ¿está ocupado este lugar? —pregunta con una voz dulce.— (Un poco exaltado) No, claro que no, adelante, toma asiento."¿Por qué dije eso? Debería haberlo negado, como lo hice con esa chica de la clase A."— Muchas gracias, encantada de conocerte. Me llamo Akiyama Gisei, pero me puedes decir Gisei.—Mucho gusto, Gisei. Mi nombre es Hikaru, será un placer estar contigo.— ¿Hmm? ¿Solo Hikaru? ¿No tienes apellido?Me disgusta un poco este tipo de preguntas, pero ya me he acostumbrado a eso. Ella, con una cara preocupada, se da cuenta de que no debió preguntar algo tan personal y me habla arrepentida.— Perdón, no quería molestarte. Realmente no me contengo cuando algo me llama la atención, no era mi intención incomodarte.Noto que no lo dijo con malas intenciones, no parece ser una mala chica.— No te preocupes —se lo digo con una sonrisa—, realmente no me importa. La razón de por qué no tengo apellido es porque no tengo padres. No te sientas mal por eso."Por alguna razón estoy siendo más considerado con ella, ¿será porque me cayó bien?"— Perdón, solo se me hizo extraño. Ya sé, me puedes preguntar cualquier cosa y te responderé a cambio, ¿qué te parece?— Jajaja, realmente eres graciosa. No creí que fueras así, pero en este momento no sé qué preguntarte. Lo tendré que pensar, pero supongo que lo dejaré para después.En ese momento, se abre la puerta corrediza y entra una persona.