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Rompiendo una relación

🇪🇸Antoni_Martz
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Synopsis

Chapter 1 - 1°. Rompiendo una relación

1º. Rompiendo una relación

Esa tarde el chico llegó solo al dojo, y no de buen humor, empezó a subir las escaleras para ir a su habitación.

-Hola Ranma, ¿Dónde está Akane? -Saludó Kasumi- creía que estaba contigo.

-No lo sé. Ni quiero saberlo. Ya no me importa donde esté. Ella misma se lo ha buscado. -contestó el joven.

Kasumi lo miró extrañada. Habían pasado dos meses del intentó de boda. Las semanas que sucedieron a este hecho fueron muy malas. La relación entre los dos prometidos había caído en picado, casi no se hablaban, los dos temían la reacción del otro. Aunque poco a poco fueron recuperando su amistad incluso se llevaban un poco mejor que antes.

Pero algo debía sucedido entre ellos. Parecía que ahora todo se había venido abajo. Ranma había vuelto a casa furioso. Tenía la mirada iracunda. Y los labios torcidos en un gesto de rabia. Y al mirarle a los puños, Kasumi se asustó. Tenía sangre en las manos y heridas en ellas. Ranma debió pegarle con fuerza a algo muy duro, tanto que se hizo daño en las manos. La chica se dio cuenta que había llorado.

- ¿Qué pasa Ranma? ¿Qué le pasa a Akane? - dijo asustada Kasumi.

Antes que dijera nada el chico hubo alguien que se adelantó.

-No le pasa nada a nuestra hermana. Tan solo Akane y Ranma se han vuelto a pelear-dijo Nabiki.

Nabiki impedía que el chico subiese a su habitación. Quería información.

-Nabiki, por tu bien déjame, pasar-Susurró el joven en un tono amenazante. - no estoy para bromas. Si quieres saber algo preguntarle a tu hermana cuando vuelva.

-Tú estás aquí, me lo puedes decir tú…

- ¡Nabiki! Te he dicho que salgas del medio o te saco yo- gritó el chico. Las dos chicas sintieron un escalofrió recorrerles la columna. Jamás el chico había sido insolente con ellas. Lo era solo con Akane. Lo que había pasado era grave si el joven estaba tan afectado.

Nabiki se apartó asustada y el chico aprovechó el momento para subir a su habitación y encerrarse en ella.

-Está vez te has pasado Akane. Has estado a punto de condenarnos a los dos. ¿Cómo te has dejado tomar el pelo así? NO TE LO PERDONARÉ NUNCA. -comentó el chico.

No quería saber nada de Akane nunca más. Sabía que ella era tan víctima como él… pero eso no impedía que ella pensase un poco. De los dos era la más inteligente, no debía haber picado en ese anzuelo como lo hizo. Que él cayese en ese tipo de trampas era normal… pero que fuese ella no era tan normal.

Pero no comprendía que fuese ella la que había provocado que su relación estallase en pedazos.

Se tumbó en el futón boca abajo. No entendía como esa niña tonta había estado a punto de destrozarle la vida tanto a él como ella misma. Pero en lugar de eso...

No pudo evitar que unas lágrimas se escapasen de sus ojos.

Kasumi y Nabiki se estaban mirando. Preguntándose qué había pasado. Cuando oyeron que se abría la puerta y cerraba de un portazo.

Se giraron y vieron a su hermana pequeña. Se estaba apoyando en la puerta y lloraba con mucho dolor, por su aspecto debía haber llorado durante horas. Tenía el vestido sucio. Entre ella y Ranma debió pasar algo terrible.

- ¡Akane! ¿Qué os ha pasado a ti y a Ranma?

-Nada, no ha pasado-dijo ella-nada solo que…

-Me apuesto todos mis ahorros que tu prometido te ha hecho algo malo.

-Ranma no me ha hecho nada -gritó la joven-y ya no es mi prometí…-no pudo seguir, sentía un vacío muy grande. No podía decirles la verdad.

-Akane somos tus hermanas cuéntanos lo. Nabiki no dirá nada.

-Puede vender lo quiera tarde o temprano se sabrá. Y con quien más ganaría no hará negocios ellos ya lo saben, o parte de ello. Son los responsables de todo-dijo Akane llorando.

- ¿Qué ha pasado? -dijo Kasumi asustada.

-Lo han conseguido. Al final lo han conseguido. Ahora deben estar celebrándolo. -contestó Akane.

- ¿Qué han conseguido? - preguntó Nabiki.

-Lo que siempre han querido… sepáranos.

- ¿Cómo…? - preguntaron asombradas las dos hermanas mayores.

-Que esos seis malditos… han conseguido lo que querían. Que yo y Ranma…. -No pudo seguir y se abrazó a su hermana mayor llorando. – Nos han destrozado por completo.

-Así que Ranma ha hecho algo con sus amiguitas- dijo Nabiki.

-No ha sido Ranma… he sido yo- y sus hermanas la miraron asustadas- No he… he tenido nada… con ninguno de los tres chicos. No temáis no me han tocado ni un pelo. Pero he traicionado a Ranma… y a mí misma. He estado a punto de hacer algo terrible. Algo en contra de Ranma y de mi… y de vosotros.

- ¡Akane!, serénate y cuéntanos que has hecho- dijo asustada Kasumi.

La hermana pequeña las miró e hipó y lloró con más fuerza que nunca. No sé atrevía a decir la verdad, quedaría como una tonta.

-He estado a punto de vendernos a Ranma y a mí como ganado a nuestros rivales, para que pudieran hacer con nosotros lo que quisieran… - no pudo seguir y salió corriendo a su habitación.

Sentía mucha vergüenza. Sus hermanas la tratarían como a una ramera, ella pensaba que se lo merecía. Comprendía que su ex-prometido la repudiase. No se lo echaría en cara si lo hiciese.

Como el chico se echó boca abajo en la cama y como él lloró por su relación rota.

-Ranma tiene razón soy tonta, me han tomado el pelo como han querido y ahora tengo que pagar las consecuencias. No quiero volver a ver a ninguno de esos… y a Ranma tampoco, hoy le hecho mucho daño y él a mi… pero esta vez me lo merezco. He roto nuestra relación.

No lejos de allí cinco jóvenes celebraban su triunfo. Sabían la ruptura de la pareja, los habían seguido y vieron como rompieron. El sexto no estaba para nada contento, pensaba que iban a tener problemas, ya los habían tenido, Ranma los descubrió mientras espiaban y lanzó su ataque del león, los seis tenían heridas. La bisabuela de una de ellas tuvo un escalofrió, algo malo se cernía sobre esos seis jóvenes. No debían haber desafiado a la pareja de dojo Tendo. No sabían que alguien se acercaba para darles una noticia que no querían oír.

Habían preparado un juego para quién debía quedarse con Ranma, aunque las perdedoras no acatarían el resultado. Los chicos se jugarían a Akane de la misma forma.

-De ahora en adelante Ranma será de quien gane en este juego. Y cada cierto tiempo nos lo volveremos a jugar

Y cogieron la botella y la hicieron girar cuando parase señalaría la futura novia de Ranma.

Pero la botella siempre se paraba entre dos de ellas. Siempre en el mismo punto.

- ¿Sabéis que hay en la dirección que apunta la botella? -dijo Cologne y todos la miraron extrañados. - hacía allí está el dojo Tendo. Me temó que no habéis conseguido nada. La futura novia de Ranma es y será Akane. Y si vosotros dos-dijo mirando a Kuno y Ryoga- lo intentáis para saber quién será el novio de Akane la botella señalará en esa misma dirección. En dirección a donde está Ranma.

Lo intentaron y salió como Cologne predijo. Y de golpe se asustaron. La botella se movía sola.

-No os asustéis Ranma o Akane deben haber salido de casa. -dijo Cologne.

Estaban tan extasiados con la botella que no vieron entrar a alguien. Se acercó a la mesa, cogió la botella y la rompió. Todos miraron asustados a la visitante.

-Tengo un mensaje de parte de Akane y Ranma. No os acerquéis a ellos o sufriréis las consecuencias. No os recibirán con los brazos abiertos, sino con los puños preparados- dijo Kasumi y salió del Café-Gato dejando a todos asombrados.

Esa noche ni Ranma ni Akane quisieron bajar a cenar. Tenían miedo de enfrentarse a la familia y, pero sobre todo con quien habían estado prometidos hasta ese mismo día. Y eso se repitió cada día.

Los dos chicos ni siquiera se hablaban, las pocas veces que coincidían se miraban como si no se conocieran. El chico la miraba con desistimiento, y ella no podía aguantar esa mirada, se sabía culpable. Ni se desafiaban ni peleaban.

Ranma pensaba que tenía que irse, todo se había ido a la porra, su relación con Akane ya no valía nada. Y hacía los otros seis chicos sólo tenía sentimientos asesinos, no iba olvidar esta última jugarreta, como no olvidaba que destrozasen su boda…. Pero al comentar sus planes tanto a sus padres como a Soun, estos se negaron a que lo pusiera en práctica. Pensaban que los dos chicos harían las paces, pero los dos jóvenes no eran tan optimistas.

Conforme pasaron los días llegaron al dojo los presuntos pretendientes de los dos chicos. Las tres chicas huyeron asustadas, ese Ranma no eran quién ellas conocían, las persiguió con instintos asesinos. Y los dos pretendientes de Akane… fueron a cortejarla, fueron recibidos por Kasumi, esta los dejó en las manos de Ranma, que los mandó al hospital, Ranma no les perdonó su colaboración en los últimos hechos. Mousse ni se acercó, decidió irse a China hasta que se calmasen los ánimos.

Habían pasado algunos días del momento en que Akane y Ranma rompieron y nadie en el dojo, menos los dos implicados, sabían la razón de esta rotura. Y los mayores quisieron saber la verdad.

Estaban sentados los tres padres juntos a cada lado tenían una de las hijas mayores y enfrente a los dos más jóvenes. Estos dos se miraron. Parecía un juicio. Y ninguno de los dos defendería al otro… pero tampoco se acusarían mutuamente.

-Queremos saber qué ha pasado-dijo Soun- sabemos que ha pasado algo entre vosotros y queremos que nos lo digáis.

Ranma los miró y empezó a contarlo todo. Mientras Akane se resignó a recibir el castigo que se había ganado y merecía. Se le escaparon algunas lágrimas.

ROMPIENDO UNA RELACCÓN…

Tres semanas antes.

El día empezó como casi cada día. Con una discusión de Akane… pero esa vez fue distinta fue con su padre. Toda la familia la miraba fascinada. Soun había usado una de las faldas de su hija para limpiar el suelo del dojo y Akane tuvo un ataque de rabia. Ranma no prestaba atención a la pelea… en teoría. Pero disfrutaba, él no era un participante. Y aunque no lo dijera encontraba a su prometida muy guapa cuando se enfadaba. No sabía que él sería arrastrado a la pelea.

Entró Genma con un trapo en la mano, había limpiado con Soun el tatami del dojo y entonces Ranma se fijó en el "trapo" que llevaba su padre en la mano.

-Esa es mi camisa-dijo el joven enfadado-pero si estaba colgada para que se secase… junto con la falda de Akane y… y… -empezó a sospechar algo y salió corriendo al jardín, al volver estaba furioso- esos dos viejos con resaca, han limpiado el dojo con… la ropa limpia.

-Es lo primero que hemos encontrado y pensábamos que… -Entonces estalló una discusión de todos contra los dos viejos y….

…INTERLUDIO…

-Esa parte ya la conocemos-dijo Soun-continua más adelante.

-No queréis recordar como os castigamos-dijo Ranma con resentimiento-por haber ensuciado la ropa limpia... -Vale, continúo.

…CONTINUACION…

Los dos chicos hicieron clase normal y al salir de la escuela se separaron.

Ranma se giró y vio alejarse a su prometida y tuvo un escalofrío, se quedó parado y pensó en seguirla. Pero sus amigos se lo llevaron en otra dirección. Cuando estaba tomando algo con ellos. Vio pasar a sus rivales, el grupo completo y llevaban a su prometida. Y los oyó comentar algo, solo entendió unas palabras que fueron "Hoy, Acabaremos, Romperemos, Y Akane"

No pudo seguirlos en seguida. Y cuando los encontró, Akane no se había podido escapar y se introducían en la mansión de la familia Kuno. No pudo actuar de inmediato.

…INTERLUDIO…

- ¿Cómo es que lo cuentas en tercera persona, incluso cuando te refieres a ti mismo? -dijo Nabiki- No estar ya con Akane, te está volviendo loco.

-Por qué como lo estás grabando para después escribirlo. Lo hago en tercera persona para que no te hagas un lio-dijo Ranma- ¡Nabiki! Eres buena en números y estrategia…pero todos sabemos que eres pésima con las letras. Y basta de interrupciones, que ya van dos veces.

…CONTINUACION…

Akane había ido de compras y después fue a tomar algo. Había querido que su prometido la acompañarse… pero él ya había quedado con unos amigos. Y no podía echarse atrás. Pero la chica vio que él tenía ganas de ir con ella.

-No me voy a quejar, Ranma ya ha dado su palabra. -se dijo la chica un poco enfadada, estaba en un café tomando algo- y para él su palabra lo es todo.

-Akane ya habla sola, se debe estar volviendo loca al ver que Ranma no le hace ni caso-Shampoo había aparecido con sus otras dos rivales.

- ¿Y a quién invitó el sábado al cine? No fue a una de vosotras. No es la primera vez que me invita… ni será la última- contestó Akane irónica.

Las otras tres recordaron como el chico la invitó… delante de ellas. Ranma había ganado unas entradas para el cine. Y todas se ofrecieron, exigieron, ser la acompañante del joven… todas menos Akane. Ella si quería ir, pero no lo expresó como las otras tres. Pero Ranma la invitó a ella, por qué sabía que ella deseaba ir con él al cine, y por qué quería demostrar a las tres locas que para él Akane era muy importante. La chica no quiso ir en principio y… Ranma amenazó con romper las entradas.

"-SI no vienes conmigo. Estas entradas no sirven para nada, por qué yo tampoco iré"-había dicho él.

Y consiguió lo que quería. Ir con Akane al cine.

Todas miraron a Akane con rabia.

-Tenemos a Ranma detenido… si quieres volver a verlo síguenos.

-No es verdad-dijo la joven un poco asustada.

Sabía que había ido a un café cercano. Pero decidió acompañar a las tres chicas. Fuera les esperaban los tres rivales de Ranma.

-Me habéis mentido, pero ya lo sabía. -Comentó Akane con mucha ironía.

-De todas formas, nos seguirás. No puedes escapar de los seis.

-De acuerdo. Pero necesito comprar algo. Si no acedéis gritaré que me secuestran, cosa que es verdad. Ni me toquéis.

Tuvieron que acceder a la petición de la chica. La verdad es que quería pasar por delante de Ranma y ponerlo en guardia. Y el plan le salió bien… en parte.

La llevaron a la mansión de los Kuno. Y fueron a una sala.

-Akane. Nosotros seis hemos decidido que tu relación con Ranma ha acabado, desde ahora en adelante no tenéis ninguna relación, como máximo buenos amigos o si queréis casi hermanos. Pero no sois ni seréis prometidos. -dijo Shampoo.

- ¿Con que derecho habéis elegido por nosotros? No tenéis ningún derecho. Somos personas libres no podéis obligarnos a romper.

-Si podemos -gritó Shampoo-hemos votado y nuestra propuesta ha ganado. De ahora en adelante tú has dejado de ser…

-Iros a tomar viento. -dijo Akane. Y se dirigió hacia la puerta de salida, pero fue detenida por Ryoga y Kuno.

- ¿Cómo os atrevéis a detenerme? -contestó la joven con rabia- cuando esto se sepa…

-No nos pasará nada-dijo Kodachi- pero tu familia si sufrirá.

- ¿Mi… ¿Mi familia? -respondió la chica asustada.

-Nabiki se dedica a vender fotos tuyas y de la chica pelirroja, eso es pornografía infantil. Y a parte se dedica al chantaje.

-Tu hermano compra las fotos y tú la de Ranma.

-Demuestra eso. No encontraran ni una sola foto-dijo Kodachi- Sigamos Kasumi está limpia, pero podemos hacer creer que se dedica a vender su cuerpo a los hombres.

- ¡Te voy a matar! -amenazó una enrabiada Akane.

-Cálmate Akane y… no saldrás dañada- aconsejó Ukyo.

-Ukyo esta no te la perdono y no solo yo seré la dañada-aseveró Akane. - cuando esto acabe, nadie os reconocerá de la paliza que os llevaréis.

-Que violenta eres. Nos dejaras a Ranma y tendrás para ti a Ryoga y Tatewaki, incluso si quieres a Mousse-dijo Shampoo- es un buen cambio.

-No es un buen cambio. A esos tres te los regalo para ti. Yo no los quiero para nada. Ranma vale mucho más que esos tres juntos

Ryoga se sintió como caído al infierno. Akane había manifestado que no lo quería.

-Tu padre y el de Ranma son unos estafadores, no sería difícil encontrar víctimas. Y la madre de Ranma siempre va con un arma encima…

-Y vosotras tres también-le respondió Akane. Vosotras dos siempre lleváis encima sustancias ilegales, drogas o somníferos- dijo mirando a Shampoo y Kodachi. Y se giró y miró a Ukyo- y tú pequeños explosivos, que los metes en unas tus tortitas.

-Akane Tendo firma ahora o dentro de diez minutos tu familia será detenida- y le entregó un documento donde renunciaba a Ranma, y tanto ella como su prometido adquirían unas obligaciones con los seis jóvenes que no le fueron comunicadas. Unas obligaciones que empujarían a los dos chicos a la… pero eso ella lo sabría después de firmar.

Akane miró el documento, si no firmaba…su familia sería… destrozada. No tenía alternativa. Ranma la entendería.

¡No, no lo haría! Sabía que eso era mentira, Ranma no estaría de acuerdo en firmar eso. Él encontraría la solución adecuada sin tener que firmar ese documento. Pero ella no era su prometido y ahora no podía pensar con claridad. Cogió el bolígrafo y cuando iba a firmar… la puerta se desintegró. Si Ryoga hubiese utilizado su golpe de la explosión la puerta se hubiera roto en trocitos, pero con ese golpe la puerta literalmente se desintegró y apareció Ranma más furioso que nunca.

-Hola Airen. Has venido a ver a Shampoo…- dijo la chinita intentando lanzarse a los brazos de Ranma, pero este se apartó y la chica abrazó sin querer a Ukyo.

-Suéltame que pensaran que somos…- empezó a decir la chica de la espátula, pero al mirar a Ranma sé calló asustada. Los miraba a todos con odio. Nunca los había mirado así. Los tres chicos estaban paralizados y el miedo sé pintaba en sus rostros. Ellos que jamás habían temido a Ranma ahora los atemorizaba.

- ¡Akane! ¿Estás bien? ¿Estos animales te han hecho daño?

-Un poco de respecto nena. Como se te ocurre entrar en una reunión sin ser invitado…-No pudo continuar, Ranma le dio un puñetazo en la cara. Un puñetazo flojo, sin aparente fuerza. Ryoga puso una sonrisa idiota-No me has hecho daño. Te has vuelto de…bil. -y cayó al suelo noqueado.

Shampoo se acercó al caído y lo miró.

-Está… está desmayado-y miró a Ranma con miedo. ¿Cuándo y de quien había aprendido esa técnica? Ni Cologne la sabía hacer.

El recién llegado se acercó al documento y lo leyó y su ira fue en aumento.

- ¿Se puede saber que ibas a firmar, Akane? ¿Lo has leído? ¿Sabes a lo que nos condenabas a nosotros y a nuestra familia, niña idiota? - la miró con rabia. Nunca la había mirado de esa forma.

-Era para salvar a nuestra familia. Me amenazaron con destruir nuestra familia.

-Ellas destrozaron la casa de mis padres y siguen libres. -dijo Ranma- Podías haber quemado el documento.

-No importa tenemos más-dijo Kuno.

- ¿De verdad? -dijo Ranma irónico. He hizo el intento de romperlo y vio como todos se asustaban- Sois idiotas, es el único. Iba a destruirlo… pero me lo quedo.

Todo lo miraron asombrados.

-Sí, me lo quedo. Mañana empezaran las obras de reparación de casa mi madre. La pagaran la familia Kuno, El café Gato y el Ucchan...

-No es justo-cortó Kuno- firmareis el documento y lo firmareis ahora…

-Tu hermana y las "OTRAS DOS" destrozaron mi casa…

-Es cierto, la destrozamos-dijo Ukyo.

-Peleamos por ti sin impórtanos nada-siguió Kodachi.

-Era una casa vieja. Se rompió con nuestros golpes-Acabó Shampoo.

-Fue un daño colateral sin importancia- dijo Ryoga que había despertado.

-Si-dijeron Kuno y Mousse.

-Perfecto, habéis confesado-dijo Ranma sacando una grabadora. - los seis. Si no reparáis mi casa… os denuncio por destrozos a vosotras y a vosotros por complicidad. Vosotros tres trabajareis arreglando la casa si no, os espera la cárcel.

-No te atreverás…

-Y enseñaré este documento y la grabación. Y os denunciaré por chantaje y otras cosas…

Y cogió a Akane de la mano y se la llevó de la mansión. La chica lo seguía como un autómata. Le había gritado y ella no le había contestado. Ranma la llevó a un parque poco concurrido y la empujó a un banco.

- ¿Sabes lo que has estado a punto de hacer? ¿No has pensado el daño que has estado a punto de hacernos a nosotros y a nuestra familia? -dijo Ranma muy enfadado.

-Pensaba en salvar a nuestra familia. -contestó la chica.

-No podían hacernos nada. Nabiki sabía cómo librarse de su acusación y devolverla en contra de ellos. Contra Kasumi no tienen ni pruebas ni nada. Contra mi madre no tienen nada y con los dos viejos tienen razón… pero no me voy a sacrificar por ellos... y tú tampoco. - ¿No has leído el documento?

Ranma se lo dio y conforme la chica fue leyendo su cara fue cambiando hacía el horror. El chico se giró no quería verla, si lo hacía no podía hacer lo que lo que...

-Nos han seguido-dijo furioso y lanzó su golpe del león más fuerte en una dirección y se oyó gritar a seis jóvenes. Los habían seguido y se habían escondido… pero Ranma los descubrió y les golpeó con su mayor fuerza. Le dio igual que la mitad fueran chicas, los seis se lo merecían.

- ¿Qué he estado a punto de hacer? -Dijo Akane llorando. Había leído las condiciones abusivas que no le habían dicho sus rivales- ¿Cómo he podido dejarme engañar por esos?

-Yo confiaba en ti. Te... te creía más inteligente, que no caerías en una trampa tan facilona, en ese tipo de trampa suelo caer yo. Nunca pensé que nos traicionarías a todos. Sé que no lo has hecho por maldad. Pero eso no te exculpa de tu fallo. Te tenías que haber negado a seguir su juego. -dijo el chico con pena. Pero enseguida se enfadó- Esto se acabó, tú y yo ya no está… estamos prometidos. No quiero seguir siendo tu amigo y no sé si un día te perdonaré.

Ella cayó al suelo llorando. El chico la miró con tristeza, había perdido su confianza en ella. Ella no se quejó ni le dijo nada. Sabía que él tenía razón. Su equivocación estuvo a punto de condenarlos a los dos. Vio como Ranma daba media vuelta y se iba sin mirarla.

Ella se quedó de rodillas llorando en el suelo mientras él se alejaba. Akane pensaba que lo había perdido y que era la única culpable. Él también lloraba se sentía perdido, se daba cuenta que la necesitaba, pero por ahora no podía perdonarla y tal vez nunca lo hiciera. Y llegaron cada uno por su lado a casa.

-Pero, ¿Qué demonios pone en ese documento? -preguntó Nabiki.

Y Ranma se sacó de un bolsillo unos papeles doblados y los lanzó a la mesa. Y Nabiki los cogió y leyó en voz alta. En ellos se disolvía la promesa de Ranma y Akane. Y transformaba a la pareja prácticamente en los esclavos de los otros seis chicos… para lo que ellos quisieran.

- ¡Akane! ¿Cómo pudiste caer en una trampa tan burda? Lo normal hubiese sido que cayese Ranma. -dijo Nabiki

-Os quise salvar. Os amenazaron. -Se defendió llorando la chica. -Yo no sabía las condiciones…

-No deberías haber pensado en hacerlo. Nos hubiéramos librado de las acusaciones fácilmente-dijo Nabiki. -de haber firmado hubieras traído deshonor a nuestra familia. Tú sería una ramera en manos de esos chicos. Y Ranma un gigolo en brazos de esas tres locas.

-Este documento significa vuestra prostitución y el deshonor para las familias Tendo y Saotome. Hay que destruirlo. Debéis tener cuidado de no firmar nada que venga de esos locos- dijo Nodoka- Ya veis a lo que están dispuestos hacer por conseguiros.

-A parte ellos tampoco son inocentes. Destrozaron la casa de Nodoka y varias veces el dojo. Kuno os acosa a ti y a Ranma-chica. -dijo Kasumi- también pueden salir escaldados. Y cuantas veces han entrado aquí sin permiso, rompiendo todo a su paso.

-Eres demasiado confiada Akane-dijo Ranma- Sabias que te seguía, cómo pudiste pensar que no llegaría a tiempo. Solo una vez estuve a punto de no salvarte… nunca volverá a pasar eso- y bajo la vista.

Akane vio que el chico aún sentía algo por ella, aunque él dijera que no quería saber nada de ella.

-Yo, yo no… -dijo la chica. No pudo seguir, lloraba con amargura. Una amargura que empezó cuando el chico le entregó el documento y había ido en aumento durante los días que habían pasado desde entonces. Ranma le dio pena, tenía ganas de consolarla… pero no podía hacerlo.

Y entonces habló Soun.

-Akane tuvo un tropezón y ahora se ha de levantar y seguir adelante. Yo y Saotome decidimos que… tanto ella como Ranma siguen siendo prometidos. -por menos de un segundo los dos chicos se alegaron, pero enseguida recuperaron su aspecto serio.

- ¿Qué? No estoy de acuerdo. Nos traicionó…- dijo Ranma.

-Yo tampoco lo estoy. No quiero volver a ser la prometida de alguien tan poco…-dijo ella a vez que el chico.

- ¡Callaos los dos! y esta discusión se ha acabado-ordenó Nodoka con furia. -En el momento que se os ha dicho que seguís siendo prometidos, por un instante os habéis alegado los dos. Ha sido un segundo, o menos, y al momento habéis disimulado. No podéis engáñanos, los dos deseabais volver a ser amigos.

Los dos prometidos se miraron con rabia. Pero Nodoka tenía razón, los dos chicos deseaban hacer las paces y seguir la relación que tenían antes de pelearse. Pero no lo hicieron en ese momento.

Esa tarde Ranma estaba en el tejado pensando bajar a pedir disculpas a su de nuevo prometida.

- ¿Puedo sentarme aquí o te molestó? -dijo una voz con timidez.

-Haz lo que quieras, es tu casa. Pero no me voy a ir a otro sitio.

-Que antipático que eres. -contestó ella un poco picada- yo que…-y se cortó.

-Tú ¿Qué? …

-Yo quiero… pedir… yo quiero...- y no pudo seguir tenía la cara roja como un tomate.

-Entiendo-contestó él, sabía que quería pedirle ella. Él también estaba rojo- y yo… yo te…

-Tú ¿Qué? …

-Yo también quiero… también quiero...- tampoco pudo seguir.

-Entiendo-contestó ella.

Y pasaron algunas horas allí los dos unos al lado del otro. No se dirigieron la palabra, no necesitaban hablar para encontrar agradable la compañía del otro. Ni para pedirse disculpas.

- ¡Akane, Ranma! La cena está lista-los llamó Kasumi. Ellos se miraron y siguieron sentados unas horas más.

- ¿Dónde estarán estos críos? Se retrasan, comerán la cena fría.

-Dejadlos, se están reconciliando. Están en el tejado sentados sin hablarse. Es una de las formas que tienen ellos de reconciliarse. En unas horas bajarán y tendrán la cena preparada.

-Si no llegan ahora no les dejaremos nada ¿Verdad Saotome?

-Cierto amigo Tendo.

Kasumi los miró y se calló. La cena para los dos jóvenes ya la había separado. Sabía que los dos chicos no bajarían aún. Y que los dos patriarcas no dejarían nada ni para Ranma ni para su prometida.

Unas horas después.

-Yo bajo, tú haz lo que quieras. Kasumi tendrá preparada la cena para los dos. Pero si no bajas enseguida me la comeré yo toda. -Dijo Ranma intentando sonreírle, pero no le salió bien del todo, e inició el camino para bajar.

Akane lo miró. Sabía que él le mentía. No la dejaría sin cena. Lo que ocurría era que él no quería cenar solo. Ella tampoco quería cenar sola y sé levantó.

-Ranma-dijo ella-espérame… te acompaño.

Habían pasado unos días y Ranma y Akane casi habían vuelto a ser los mismos de siempre. Pero los dos notaban que a su relación le faltaba algo y no sabían él que. Bromeaban, se peleaban. Pero no era igual que antes…

La casa de Nodoka había sido reparada, gracias a las donaciones de las tres rivales de Akane. Los tres rivales de Ranma habían trabajado como mano de obra en la reconstrucción, sin cobrar nada. Y las ganas de venganza hacía los dos prometidos aumentaron. Ellas odiaban a Akane y ellos a Ranma.

Los días pasaban y el director anunció que se haría un intercambió con otra escuela el siguiente trimestre. Era una escuela femenina con de fama de rigurosa, aunque entre el alumnado tenía muy mala fama. Todos habían oído historias de esa escuela. Los chicos estaban contentos de no poder ir a esa escuela. Pero las chicas tenían miedo. Pero aún faltaba un mes para saber quién serían las desafortunadas que irían.

Durante días todo se tranquilizó, pero Akane vio algo sospechoso en el comportamiento de Ranma. Algo que no vio nadie más.

-Kasumi, tía Nodoka. ¿No veis algo raro en Ranma? -preguntó a las dos mujeres una tarde que no estaba el chico.

-No, es el mismo Ranma de siempre-dijo Kasumi.

-No veas fantasmas donde no los hay Akane. A Ranma no le pasa nada.

La chica asintió, pero no se quedó tranquila, sino todo lo contario, su intranquilidad fue en aumento.

Y un día en la escuela, vio en el comportamiento de Ranma lo que se proponía hacer. Y que lo haría pronto.

Esa noche mientras en el dojo Tendo todos dormían. Había alguien que se mantenía despierto y se preparaba para irse de él… con toda posibilidad para siempre.

Saltó la valla y se alejó. Se paró y miró al dojo. Se llevaba todas sus cosas en su mochila y un motón de recuerdos.

Le daba pena separarse de su madre. Después haber estado tanto tiempo separados y recuperarla, ahora no le gustaba dejarla sola.

Sabía que Kasumi se apenaría, la había llegado a apreciar. No era como el resto de la familia, su calma e inocencia la hacía única. Que la chica estuviese rodeada de tantos locos le daba pena.

Nabiki se quedaría sin negocio. Ya no podía vender fotos suyas, como chico a Kodachi y como chica a Kuno.

De los dos viejos… le daba igual separarse. Estaban los dos locos. Soun era un simple y ya era hora que echase a su padre a la calle, aunque en el fondo era tan sinvergüenza y cobarde como Genma. Y su padre era un vividor, un pésimo padre y un peor ejemplo. Era un buitre que vivía a costa de Soun y si viviese en su propia casa viviría a costa de su propia mujer.

Y…Akane… Akane… era de la quién más le costaba separarse. La iba a echar mucho de menos. Le divertía pelearse con ella, y sabía que a ella también le gustaba eso. La apreciaba mucho, había sido una buena amiga, su mejor amiga. Siempre estaba a su lado, en los malos momentos y en los buenos. Pero irse era lo mejor.

-Adiós Akane, espero que seas feliz, no sé si no volveremos a vernos y tampoco sé si entenderás que debo irme. Pero es lo mejor para ti. -dijo el chico con pena.

- ¿Para quién es lo mejor? ¿Huyes como un ladrón sin despediste? - oyó una voz detrás suyo, y el chico se giró.

- ¡Aka… Akane! ¿Cómo…? ¿Qué haces…? -la chica estaba vestida y con una mochila como si se fuese de viaje.

-Ya me quieres abandonar. Me quieres dejar sola con esos seis locos.

- ¿Cómo has sabido… que me…?

-No lo sé. -dijo ella extrañada- Lo he sabido y ya está… tú también sabias que te seguiría. Y tampoco sabes cómo lo sabias -era verdad, Ranma estaba seguro que ella sabía lo que planeaba y que lo seguiría.

-Si, es como dices... en el fondo sabía que me seguirías y no quiero que lo hagas, si no estoy aquí no te molestaran. -se defendió el chico.

-No me lo creo. Saben que yo me puedo imaginar donde te puedes esconder. Y… hoy he comentado con mis amigas que te veía extraño, y Ukyo me ha oído. Mañana cuando no aparezcas, yo seré la principal sospechosa de ocultar información. Y no quiero que me molesten esos seis, seguro que vendrá a por mí.

El chico se la quedó mirando no podía llevársela, pero tampoco dejarla.

-No quiero que me sigas. Puedes ir donde quieras, pero no me sigas-dijo el chico.

-No te sigo, voy en la misma dirección que tú-contestó ella y comenzaron a andar en la misma dirección, peleándose por llevar el mismo camino. Pero ninguno pudo ni tampoco quería dejar solo al otro… y desaparecieron de Nerima… durante un tiempo.

Al día siguiente.

Kasumi subió a despertar a los dos jóvenes, llegarían tarde a la escuela, y se encontró las dos habitaciones vacías y en cada una encontró una carta.

- ¡Ranma y Akane se han ido de casa! -dijo Kasumi a su familia.

-Se han fugado por amor-dijo llorando Soun.

-Creo que no. Ranma se ha fugado. Akane adivinó sus intenciones y lo ha seguido-dijo Nodoka.

-Akane fue la única que se dio cuenta que Ranma estaba extraño. Es quien mejor lo conoce-dijo Kasumi-pero leamos las cartas y abrió la de Ranma.

Querida familia:

He descubierto que soy un peligro para vosotros, por mis rivales y por mis tres presuntas prometidas. Me veo obligado a alejarme del dojo por tiempo indefinido. No me sigáis. Y eso va sobre todo por mi padre y por Akane, que sé que intentará seguirme. No le dejéis seguirme, esos seis locos me perseguirán y la podrán en peligro. No sé si volveré. Os echaré de menos… algunos de vosotros. Si no nos volvemos a ver ser felices. Akane cuídate. KASUMI quema esta carta, que Nabiki no haga negocio con ella.

Atentamente:

Ranma.

-Que atento, se despide solo de Akane-dijo irónica Nabiki.

-Mi hijo es todo un hombre quiere alejar el peligro de nosotros-comentó Nodoka- No como su padre que se escondería.

-Y ha secuestrado a mi hija-dijo Soun llorado.

-Leamos la carta de Akane. -dijo Kasumi. No había leído en alto la petición que le puso Ranma, pidiéndole que quemase la carta. Ni tampoco dijo nada de la carta de Ranma que encontró dirigida a Akane.

Querida familia:

Si leéis esta carta es que me he ido de casa. Ranma está planeando fugarse para alejar el peligro de nosotros. Yo iré detrás de él para llevarlo conmigo de vuelta a casa. No pienso volver hasta que él regrese, tarde lo que tarde. Sé que me comporto como una mala hija y hermana… pero es mi prome… mi mejor amigo y no lo dejaré solo. No sé cuándo volveré. Pero no lo haré sola… quiero decir que iré con Ranma. Cuidados y no sufráis por nosotros. KASUMI quema la carta que deje Ranma y la mía. Que Nabiki no haga negocio con ellas.

Atentamente:

Akane.

-Esta es de Akane, lo sé por qué conozco su letra. Ha debido seguir a Ranma. Supo desde el primer momento que él se iría. Vio algo extraño en el comportamiento de su prometido, algo que no vimos los demás. -tampoco leyó en alto la petición de Akane, idéntica a la del chico.

-Sí, Akane debe conocer bien a mi hijo para darse cuenta de un pequeño cambio en su comportamiento y saber lo que significa.

-Lo conoce mejor que nadie, de la misma forma que quien mejor conoce a Akane es Ranma. Los dos saben cómo reaccionaría el otro en ciertas situaciones. -contestó Kasumi.

-Kasumi darme las cartas-pidió Nabiki.

Kasumi miró a su hermana y sonrió. Nabiki en eso era previsible, los dos prometidos habían previsto esto, ella también lo hubiese adivinado. Miró las cartas y las rompió en pedazos y las quemó.

- ¿Porqué? -casi lloró Nabiki.

-Por qué me lo pidieron Ranma y Akane, para que tú no hicieras negocios. Te conocen bien. Si me entero que haces negocio con la fuga de esos dos, te quedaras sin comer durante una semana. Puedes decir que se han ido de entrenamiento, pero no venderlo.

Nabiki miró a su hermana asustada. Le haría caso, pero sabía que los seis rivales irían a ella. Y entonces…

Ese día en el Furinkan se supo que los dos chicos habían desaparecido. Muchos acudieron a Nabiki que dijo la verdad… gratis. Para ella fue una pena, hubiese conseguido buenos beneficios. Pero como ella pensó los seis que provocaron la huida de Ranma y Akane fueron a verla. Después de hablar con ella salieron a buscar a los dos chicos, estuvieron una semana fuera… pero no los encontraron.

Akane y Ranma estaban en las montañas. Ninguno de los dos había estado allí nunca, Ranma había estado en otra zona de esas montañas. Era como si esas montañas los atrajesen. Parecían que conocían el camino a un prado al que nunca habían estado. Y al que sólo volverían en el futuro cuando quisieran escapar de sus perseguidores. Allí se sintieron a salvo de sus penalidades.

Durante los primeros días de la fuga iban de un lado para otro, no estaban dos días en un sitio. Se sabían y sentían perseguidos y se convirtieron en dos fugitivos. Pero al llegar a ese prado algo los motivo a quedarse.

Ranma montó las tiendas de campaña, se oía el ruido de un rio cercano. Ya había aceptado a Akane como acompañante y se alegraba de tenerla con él. No se aburría tanto y no tenía que hablarle al viento.

-Parece ser un sitio muy agradable y tranquilo-dijo el chico- un buen sitio para entrenar o descansar. -miró a su alrededor extrañado- es curioso, he estado alguna vez por la zona y nunca había llegado aquí.

-Estoy de acuerdo contigo. Es el mejor sitio para descansar. No me apetece entrenar. Si no, disfrutar de la tranquilidad que se respira aquí.

-Pues eso haremos, descansar. Que después del jaleo que nos metieron esos seis nos lo merecemos.

-Me voy a bañar en el rio. No me espíes mientras me pongo el bañador.

- ¿Quién quiere verte como te cambias? -dijo el chico. Ella se enfadó y se dirigía a él para darle un golpe… pero- No sabes la suerte que tienes. Te puedes bañar y ponerte un bañador o un bikini… yo en cambio cada vez que me quiero bañar me tengo que poner un bañador de chica… y hay gente que es aún peor. Pero lo que les pase a esos no me importa, ellos mismos se lo han buscado.

-No te preocupes por eso y vamos a bañarnos. Tú siempre serás Ranma no importa el aspecto que tengas. -dijo ella y le tendió la mano, para que se levantarse. Él la aceptó y se levantó y cada uno fue a su tienda a cambiarse.

Al salir de las tiendas, Akane se asombró, Ranma salió con un bañador de chico.

-Pero Ranma. Si te bañas con eso, al convertirte en chica…

-No pasará nada. Estamos solo tú y yo. O ¿te escandalizaras de ver el pecho a una chica? No es la primera vez que me lo ves.

-Tienes razón. Pero tienes tan poco pudor femenino.

-Puede que sea por qué soy realmente… ¡un hombre! -dijo él riendo.

Y los dos fueron al rio al llegar se metieron en el agua y disfrutaron de ella. En cierto momento, Ranma se sumergió en el agua y Akane empezó a buscarlo asustada, se temía una broma de su prometido.

- ¡Ranma! No te escondas, por favor... No me asustes… ya sabes que no sé nadar…

En ese instante, el chico apareció por su espalda, la cogió por la cintura y la metió bajo el agua. Ella logró separarse de él y empezó a perseguirlo bajo el agua. No se dieron cuenta de algo muy extraño. Algo que tenía que pasarle al chico cuando se metió en el agua... y no le pasó y que ella hizo algo que realmente era incapaz de hacer.

Salieron a la superficie y ella corrió detrás de él. No estaba enfadada, había aceptado la broma de él. Llegaron a la orilla y se persiguieron hasta un bosquecillo cercano. Y allí siguieron jugando, corriendo y escondiéndose entre los árboles.

Pero en lugar de cogerlo, fue él quien la cogió. Ella se estaba apoyando en un árbol. Él la miró y le apartó un mechón de la cara de la cara y dejó esa mano en la cara de la chica, acariciándosela. Ella bajó un poco la cabeza y cerró un poco los ojos y lo miró tentadora. Él le sonrió, la cogió por la cintura y el atajo hacía él. Ella paso los brazos por el cuello del chico.

Y entonces se besaron. Era algo que no pudieron reprimir, algo que les pidió el cuerpo y el alma, algo que querían hacer desde mucho tiempo atrás. Se besaron con pasión y como si quisieran devorar al otro, o como si fuera el fin del mundo, Jugueteando con sus lenguas y cuando separaron sus labios se miraron y se sonrieron.

Él la cogió en brazos, ella le volvió a pasar los brazos por el cuello, y se volvieron a besar. Cuando se separaron, los dos se miraron sorprendidos como si se acabasen de despertar. Cerraron y abrieron los ojos y…

- ¿Cómo es que me tienes cogida en brazos? ¿Cuándo me has cogido? -dijo ella con timidez.

-No lo sé Akane... No logro acordarme cuando te he cogido. Lo último que recuerdo es que jugábamos a pillar acercándonos a este bosquecillo… y nada más.

-Igual que yo-contestó ella. Desviando la mirada sonrojada- ¿Me puedes dejar en el suelo?

-Si… sí. -contestó él, aunque se dio cuenta que no quería hacerlo.

La dejó en contra de su voluntad. Y se apartaron los dos con las caras coloradas. Se miraron con timidez. Los dos esperaban que el otro se enfadase, pero esto no ocurrió.

- ¿Vamos... a preparar la comida? -dijo él.

-Si… si… de acuerdo- contestó ella. Y empezaron a caminar hacía sus tiendas de campaña.

No se dieron cuenta que los observaban dos seres extraños.

- ¿Por qué le has borrado de la memoria de cuando se han besado? -dijo el ente femenino.

-Era necesario, no deben descubrir hasta el final la posibilidad.

- ¿No sería bueno contarles todo?

-No. Si lo saben se lanzarán de lleno a buscarlo y no lo harían de verdad, con eso no conseguirán nada. Deben llegar a ello cuando se lo pida el corazón y no la cabeza. Tienen que hacerlo como ha pasado ahora.

-Hay que proponerles el trato. No lo rechazaran, nadie lo ha hecho hasta ahora.

-Son diferentes a los otros. Los demás querían progresar como luchadores. Estos dos jóvenes quieren sobre todo tener una vida más tranquila de la que han tenido. Y eso es algo que no podemos darles.

- ¿Insinúas que no aceptaran nuestra propuesta? -dijo ella. -Son especiales y dignos, si no lo fueran, no habían entrado en este valle sagrado.

-No lo sé. Son muy diferentes a los demás. Sobre todo, a los dos últimos. Él era un mujeriego pervertido, te acosó incluso a ti. Y ella era muy dominante y manipuladora, me acosó a mí.

-Ahora están preparado la comida. Cuando ya hayan comido nos haremos presentes. Y les hablaremos. Me apuesto un barril de vino que aceptan la propuesta-dijo ella.

-No, les dejaremos tranquilos unos días, han venido a descansar. Dejaremos que lo hagan. Después ya veremos.

Y los dos seres desaparecieron, se esfumaron en el aire como si no hubiesen existido.

Mientras los dos jóvenes disfrutaban de un buen día, allí pasarían muy buenos momentos, ignoraban que dos seres los observaban y que sus rivales andaban muy cerca.

-Han pasado por aquí-dijo Shampoo. -pero su rastro se pierde aquí. -Dijo señalando el fin de las huellas. Ranma y Akane habían pasado después de que lloviese y dejaron sus huellas en el barro.

-Este camino termina aquí al pie de la montaña y no lleva a ninguna parte. - era cierto el camino llevaba a la pared de la montaña.

-Mirad las huellas continúan y…-todo se miraron asustados. Había la parte trasera de una huella, de una zapatilla, cortada por la pared de la montaña. Como si la montaña hubiese caído después que el poseedor del calzado hubiese pasado, dejando oculta medía huella.

-Puede que haya una entrada secreta-dijo Ryoga esperanzado, salvaría a Akane del orgulloso Ranma.

Pero, aunque buscaron no encontraron nada. Y al cabo de un rato se giraron y volvieron a Nerima. Habían olvidado por completo que hacían o lo que buscaban allí. Pensaban que Ranma y Akane estaban en el dojo y no podían dejarlos solos. Los padres podían intentar casarlos de nuevo, y no estarían ellos para impedirlo.

Mientras la pareja desaparecida, estaba a salvo de sus rivales.

Pasaron varios días, los dos prometidos estaban más tranquilos y en calma que nunca, se reían por nada y de todo, bromeaba y no se peleaban.

Estaban sentados comiendo. Y ella vio que miraba hacía ella con una sonrisa.

¿Qué miras con tanto interés? - preguntó ella.

-Nada Akane, nada.

-Si no fuese por nada no podrías esa sonrisa perversa.

-De aquí tengo unas estupendas vistas de un paisaje.

- ¿Unas buenas vistas? -Preguntó ella y se giró a mirar detrás de ella y volvió a preguntar sorprendida- ¿Yo no veo nada? ¿Debes tener una alucinación? Te debe haber dado mucho el sol.

-No tengo ninguna alucinación. Es que con esa falda tan corta que llevas, tengo unas buenas vistas de tus braguitas…-dijo él riendo. - es un buen paisaje.

- ¡Pervertido!, cuando te coja, te daré una paliza. -ella lo empezó a perseguir. Aunque su pelea parecía en serio, una sonrisa apareció en el rostro de ambos.

Cuando ella lo atrapó.

-Ahora te voy a castigar por mirón y pervertido-Dijo ella con una sonrisa perversa.

- ¿Qué me harás pervertida? Eres tú la que llevas una falda corta y enseñas todo. -dijo él divertido.

-Te voy a dar por mirón. Eres demasiado joven para ser un viejo verde.

-Pero si te he visto en bragas más veces. Y cuando llevas bikini ¿qué? O cuando las cuelgas recién lavadas que se sequen. Es como si yo te echase en cara que me miras los calzoncillos, cosa que has hecho, te he visto mirando cuando me cambio.

-Estas dándole la vuelta a todo para quedar como inocente. Pero no te salvaras- lo que había dicho el chico era cierto lo había visto en ropa interior, él no tenía tanta vergüenza como ella.

Siguieron así durante un rato, se estaban divirtiendo.

-Nada te salvará de…-empezó ella y se quedó mirando atrás de él asustada. El chico se giró y vio lo que asustó la chica. Notó que no recibiría ningún ataque. Aunque parecían dos personas que ellos conocían, no lo eran, y los dos jóvenes se dieron cuenta de eso al instante, tan solo habían copiado su aparecía. Los dos seres que lo espiaban aparecieron ante ellos con una propuesta, que pensaban que los dos chicos aceptarían.

Horas después. Los dos jóvenes estaban cenando y él chico se la quedó mirando.

-Akane, no me gusta decirte esto. Pero es hora… de volver a casa. Hemos estado muy bien aquí. Nos hemos divertido, hemos descansado y no nos hemos peleado.

- ¡NO QUIERO! ¡Nos podemos quedar a vivir aquí… para siempre! -suplicó ella- Lejos de todo y todos. Sin que nos molesten unos padres tontos, obsesionados con casarnos. Unos rivales que solo quieren alejarnos, para que vivamos como ellos quieran. Aquí estoy bien… contigo. No quiero perder la tranquilidad que tengo… que tenemos aquí.

-Te entiendo y pienso lo mismo que tú. Pero me he dado cuenta que estamos huyendo. Nosotros nunca lo hemos hecho, Akane. -la cogió por las manos y la miró a la cara- Me gusta tan poco como a ti dejar este paraíso. Hemos estado una semana y hemos disfrutado de la estancia aquí, pero… eso ya se ha acabado. Tenemos obligaciones, debemos estudiar y luchar por nuestro futuro. Y no tenemos que rendirnos antes nuestros rivales. No debemos ceder antes ellos, ¡nunca!

-De acuerdo, volveremos. Prometí llevarte conmigo de nuevo a casa y un poco más y me rindo, y te obligo a quedarte conmigo. Volveremos a casa. Pero como vuelvas a fugarte… sin mí, te mato-amenazó la chica.

Al día siguiente los dos chicos se pusieron en camino de vuelta a casa. Mientras se alejaban dos seres lo miraban.

-Es increíble, son los primeros que deciden irse por su propia voluntad del Valle. Y es más son los primeros que…

-Te lo dije son algo más que especiales. Volverán y en eso también serán los primeros. Y creo que conseguirán sus objetivos antes de regresar.

- ¡Ranma y Akane! El viento nos ha traído durante mucho tiempo sus historias. No me las creí, ¡sólo son humanos! pero veo que todo era verdad.

-No los desprecies. Me caen bien, y pocos son los humanos que consiguen caerme bien.

Los dos seres se desvanecieron, desaparecieron de la historia de Ranma y su prometida…

Los dos chicos estaban sentados en sus respectivos asientos en el tren, uno al lado del otro. Y mirando el paisaje y hablando.

-Nos van a castigar por fugarnos -dijo Akane.

- ¿Te da miedo? -preguntó él, ella negó con la cabeza. - El castigo no será grave. No es la primera vez que lo hacen ni será la última.

La chica sonrió y lo miró.

-Hemos pasado unas buenas semanas sin preocupaciones y ahora de vuelta a la rutina…-dijo ella- Esta es nuestra parada bajemos y…

Él la paró.

-No, bajaremos en la siguiente. -dijo él serio. Señaló el andén y allí estaban sus rivales y Cologne.

-No Ranma, hay que hacerles frente, es lo que tú dijiste en el valle. No huyamos.

Un rato después se encaraba a sus perseguidores.

- ¿Dónde escondites a la bella Akane? ¡Secuestrador! -dijo Kuno.

-Ranma no me secuestró, fui yo quien lo siguió y lo obligué a llevarme.

Cologne los miraba extrañada. Estaban extraños como si hubiesen tenido contacto con... No podía ser, aquellos dos seres habían contactado con Ranma y Akane. Tenía que hablar con Happosai. Y encima parecía que…

-Hola a todos, salimos de vacaciones. No creo que merezcamos que nos vengáis a recibirnos- dijo el chico con mucha ironía.

- ¡Ranma! Tú no mereces…-Empezó Ryoga, pero se calló. Veía a los dos chicos muy tranquilos y relajados, tanto que le asustaban.

- ¡Shampoo! ¡Mousse! Volvemos al Café del Gato, no me hagáis perder el tiempo. -Si lo que pensaba era cierto, no podía separar a Ranma y Akane. Al llegar a Nerima le pareció poco probable hacerlo, ahora era una tarea casi imposible. Y los dos chicos habían dado el primer paso para…

Los dos chicos chinos tuvieron que seguir a la anciana.

- ¿Qué le pasara a la anciana? -le preguntó Akane a Ranma-Nos ha mirado de forma extraña.

-No lo sé Akane, pero no me gusta, nos ha mirado como si ocultásemos algo. -contestó el chico en voz baja-No tengo ganas de pelearme con esos. Vamos para casa.

-Si. Sí montamos algo aquí habrá heridos-dijo la chica y dirigiéndose a sus rivales – Ranma y yo estamos cansados, dejarnos pasar o llamaremos a la seguridad de la estación y diremos que nos acosáis. Si nos seguéis os denunciaremos a la policía. Aún tengo el documento que me quisisteis hacer firmar y lo enseñaré y os acusaré de chantaje.

- "No resultará, es una trampa demasiado fácil de esquivar. Solos los idiotas caerían"- pensó el chico.

-De acuerdo, os dejaremos en paz, pero solo diez minutos.

Los dos prometidos se quedaron miraron sorprendidos y aprovecharon la ocasión para escapar. Cuando acabaron los diez minutos, ya estaban en el dojo Tendo.

-Venga entremos, y soportemos la que nos viene encima-dijo él asustado.

- ¡Ranma!... y si nos volvemos a fugar aún no se han dado cuenta que estamos aquí-dijo la chica espantada. Quería escapar de la reprimenda que le esperaba.

-Venga una chica tan poco femenina como tú…-ella se empezó a enfadar- y un chico tan bocazas, prepotente y machista como yo, podemos… podemos…-miró a la chica asustado- ¡ESCAPANOS! ¡Y volver cuando seamos mayores de edad! ¡Corre antes de que se den cuenta que estamos aquí!

Y cuando iban a huir de nuevo, se abrió la puerta y apareció Kasumi.

- ¡Akane, Ranma! Habéis vuelto, que alegría. Ya veréis cuando os vean mi padre y los tuyos Ranma. -dijo la chica abrazándolos.

-Eso es lo que queremos evitar-dijeron los dos chicos con voz baja.

- ¿Qué habéis dicho? -preguntó la chica extrañada.

-Nada, nada, ¿verdad Akane? -dijo él con una risa falsa

-Sí, nada. -contestó ella. Riendo igual que él.

Cinco minutos estaban sentados enfrente de sus padres.

- ¡Sois unos hijos ingratos! ¡Habéis traído el deshonor a la familia! Escaparos de casa, siendo un chico y una chica-y los miró enfadado. Los dos jóvenes aguantaron la mirada- No sé qué le habrá hecho a mi pobre e inocente hija…

Ranma se enfadó y estalló furioso.

-No le he hecho nada a Akane. No soy como tú o mi padre, he respetado a tu hija y ella a mí.

- ¿Qué insinúas que yo y Genma nos hubiésemos comportado como unos animales?

-Y tanto que si-fue toda la familia que contestó.

- ¡Kasumi! Mañana llevaras a Akane al ginecólogo, si Ranma le ha hecho algo a mi hija… mañana por la tarde estará casado con ella… Si sobrevive

-Otra cosa, tenemos lagunas en la memoria… es decir, algo de amnesia… tenemos que sométenos a una revisión más exhaustiva que esa-dijo Akane.

Todos se asustaron. No esperaban eso. Les preguntaron por el viaje y ellos contaron todo lo que recordaban. Que habían hecho, sus viajes y describieron el extraño valle donde creyeron pasar una semana. Fue entonces cuando se dieron cuenta que para la gente de Nerima había pasado casi cuatro semanas desde que desaparecieron, para ellos solo había pasado dos semanas.

Al día siguiente fueron con Kasumi y Nodoka al médico y fueron sometidos a un intenso examen que no encontró nada extraño. Solo que parecían desconcentrados con la fecha, para ellos no habían pasado tanto tiempo como decían los demás.

Una vez en casa.

-No tienen nada, solo debió ser que se lo pasaron tan bien lejos de los problemas que siempre tienen, que no se dieron cuenta que el tiempo pasaba más deprisa que se imaginaban-dijo Kasumi-Y otra cosa. Ranma respetó a su prometida. El ginecólogo no encontró que hicieran algo indebido para su edad. -y miró a su padre enfadado, ella creía en Ranma, el chico podía ser maleducado con Akane. Pero nunca le haría algo que ella no quisiera, y si lo hubiese intentado, ahora el chico estaría muerto.

-De acuerdo-dijo Soun y miró a los dos jóvenes que estaban enfadados, Soun y Genma habían dudado de ellos, y los dos chicos tenían ganas de revancha.

-Sé que estáis enfadados y os pido disculpas. Pero estáis castigados por escapaos, durante una semana… no mejor dos, estaréis castigados sin salir. Después de acabar las clases volveréis a casa de forma inmediata. Haréis vuestras tareas escolares y después entrenareis y ayudareis en las tareas de la casa.

Fue ese su castigo, pero ellos lo aprovecharon para disfrutar, lejos de sus rivales y entrenarse para ser más fuertes y vengarse de sus rivales y de sus padres por desconfiar de ellos