A lo largo de estos meses, Evil Victor se dedicó a aprender el arte del civismo bajo la estricta vigilancia de Victoria. Lecciones sobre comportamiento y etiqueta se convirtieron en parte de su rutina diaria, junto con sesiones donde practicaba el autocontrol y el respeto. Victoria, aunque aún mantenía una actitud firme, comenzó a notar un cambio genuino en él.
A pesar de la aparente dureza de las lecciones, había un vínculo entre ellos que no se manifestaba abiertamente. Era una conexión que se construía lentamente, oculta en las interacciones diarias y en los momentos compartidos fuera del campo de batalla. Las discusiones y los enfrentamientos de antaño dieron paso a un diálogo más suave y a momentos de entendimiento mutuo. Los intercambios de palabras se convirtieron en gestos de apoyo, y los pequeños detalles de la vida cotidiana revelaban un respeto y aprecio en crecimiento.
Mientras tanto, en la Tierra, Victor sentía el paso del tiempo con una mezcla de preocupación y esperanza. Los días pasaban con una rapidez inquietante, y la separación de Evil Victor era una carga constante en su mente. Sin embargo, sabía que el tiempo en su planeta no era el mismo que el de su contraparte, y con eso en mente, trataba de mantenerse enfocado en su misión y en el futuro que esperaban.
Victoria, a su vez, comenzó a ver a Evil Victor no solo como un adversario o una molestia, sino como alguien en quien se podía confiar, aunque el vínculo amoroso entre ellos aún permaneciera en las sombras. El cambio en Evil Victor, aunque sutil y no del todo evidente para los demás, reflejaba una evolución significativa, tanto en su comportamiento como en sus sentimientos.
Este tiempo de transformación y crecimiento para Evil Victor no solo había influido en su forma de actuar, sino también en la relación que compartía con Victoria, mostrando que incluso las almas más oscuras podían encontrar una chispa de luz en el camino.
Después de cuatro meses de entrenamiento y transformación, Evil Victor decidió dar un paso significativo en su relación con Victoria. Decidió invitarla a cenar en un elegante restaurante cercano al palacio, una señal de su aprecio y el progreso que había hecho en su comportamiento.
El restaurante, situado en un lugar apartado pero lujoso, ofrecía un ambiente íntimo y acogedor. Sus mesas estaban adornadas con velas y flores, y la iluminación suave creaba una atmósfera romántica y serena. La decoración estaba cuidadosamente diseñada para proporcionar una experiencia culinaria memorable, y el menú presentaba una variedad de platos gourmet preparados con esmero.
Evil Victor, vestido con un traje a medida que reflejaba su nuevo compromiso con los modales y el comportamiento adecuado, esperaba nervioso en la entrada del restaurante. Su mirada se posó en el reloj con frecuencia, ansioso por el momento en que Victoria llegaría.
Cuando Victoria llegó, la vio vestida con un elegante vestido que resaltaba su sofisticación y gracia. Sus ojos, aunque aún mostraban una chispa de desconfianza, también reflejaban curiosidad y una leve sonrisa al ver el esfuerzo que Evil Victor había puesto en esta ocasión especial.
—Victoria —dijo Evil Victor con un tono de voz más suave de lo habitual—. Me alegra verte. Espero que esta noche sea de tu agrado.
Victoria le devolvió la sonrisa, aunque todavía mantenía una actitud cautelosa. —No esperaba que invitaras a cenar a un lugar como este. ¿Qué ha motivado este cambio?
Evil Victor la condujo a una mesa reservada con una vista panorámica del paisaje nocturno. —He estado pensando mucho en lo que me has enseñado —admitió—. Y creo que es momento de mostrar mi gratitud y lo que he aprendido. Esta cena es un pequeño gesto para demostrarlo.
Durante la cena, la conversación fluyó de manera más natural y relajada de lo que ambos esperaban. Hablaban sobre temas que iban desde el entrenamiento hasta anécdotas personales, compartiendo risas y momentos de silencio cómodo. La cena también permitió a Victoria observar el cambio genuino en Evil Victor, su comportamiento más considerado y su esfuerzo por hacer de la noche algo especial.
A medida que avanzaba la noche, el ambiente en el restaurante se volvió aún más relajado. Evil Victor, con una mezcla de nervios y esperanza, se dio cuenta de que esta cena no solo era una oportunidad para mostrar su progreso, sino también para construir un vínculo más profundo con Victoria.
Al final de la cena, mientras los dos compartían un postre y una copa de vino, Evil Victor le dijo con sinceridad: —Gracias por darme la oportunidad de demostrar que puedo cambiar. Y gracias por estar aquí esta noche.
Victoria, viendo el genuino esfuerzo de Evil Victor, respondió con una sonrisa más cálida. —Quizás no sea el mismo de antes, pero has demostrado que estás dispuesto a esforzarte. Eso significa mucho.
La noche terminó con una sensación de cierre y renovación, marcando un paso importante en su relación. Aunque el futuro seguía siendo incierto, ambos podían sentir que habían dado un importante primer paso hacia un entendimiento y respeto mutuo.
Después de la cena, Evil Victor y Victoria salieron del elegante restaurante, disfrutando de una noche clara y tranquila. Sin embargo, la calma pronto se vio interrumpida por la reacción negativa de algunos de los transeúntes que se encontraban cerca.
Un grupo de personas, al reconocer a Evil Victor, comenzó a murmurar y a lanzar miradas de desaprobación. Los comentarios despectivos no tardaron en surgir.
—¡Mira quién está aquí! —gritó un hombre desde la acera—. ¿No es el genocida que arrasó con tantas vidas? ¡No debería estar aquí, disfrutando de una cena!
—¡Es una maldición! —añadió una mujer con furia—. ¡Debería pagar por lo que ha hecho, no ser tratado como un invitado de honor!
Evil Victor se detuvo en seco, su rostro endureciéndose ante los gritos y miradas de odio que recibía. Aunque había intentado cambiar y adaptarse, el peso de su pasado aún era palpable y no podía escapar de la sombra de sus acciones pasadas. Victoria, a su lado, notó la tensión y se preparó para intervenir.
—¡Basta! —exclamó Victoria, con una firmeza que hizo que el grupo se quedara en silencio momentáneamente—. Pido que respeten el espacio y la dignidad de las personas. Está aquí conmigo por un motivo, y no es para ser sometido a juicio público.
Algunos de los presentes, sorprendidos por la intervención de Victoria, comenzaron a murmurar entre ellos, pero el descontento no se desvaneció por completo. Evil Victor, sintiendo el peso de los ojos de los demás sobre él, intentó mantener la calma, pero su malestar era evidente.
Victoria se acercó a Evil Victor y le puso una mano en el hombro en un gesto de apoyo. —Vamos, mejor volvamos al palacio. No mereces esto. Hemos dado un paso importante, y no dejaremos que esto arruine nuestra noche.
Mientras se dirigían de regreso al palacio, el silencio entre ellos era pesado. Evil Victor, con la cabeza agachada, se esforzaba por no dejarse afectar por las palabras de odio. Victoria, observando su silencio, comprendió la magnitud de la carga que Evil Victor llevaba consigo.
—No dejes que te afecten —dijo Victoria con suavidad—. Sabes que tu pasado no define todo lo que eres ahora. Lo importante es el esfuerzo que estás haciendo para cambiar.
Evil Victor asintió lentamente, agradecido por el apoyo de Victoria aunque no lograra deshacerse por completo del peso de las miradas y comentarios. Al llegar al palacio, ambos se retiraron a sus habitaciones con un sentimiento de alivio mezclado con la dura realidad de enfrentar los fantasmas del pasado.
La noche, que había comenzado como una oportunidad para el cambio y la conexión, se había visto empañada por la resistencia del mundo exterior. Pero, en medio de todo, el gesto de Victoria y el esfuerzo de Evil Victor mostraron que el camino hacia la redención y el entendimiento mutuo estaba lejos de ser fácil, pero no imposible.
Victoria, con el rostro palidecido y la mirada desorbitada, abrió las puertas del palacio con un tirón desesperado. El ruido de las bisagras chirriantes resonó en el aire, y lo que encontró al otro lado congeló su corazón.
Evil Victor, debilitado y tambaleante, se encontraba de pie en la entrada, su cuerpo ensangrentado y la expresión marcada por una mezcla de dolor y sorpresa. La katana de Marlon, afilada y letal, había perforado su pecho y se destacaba como una siniestra señal de su fatal destino.
Victoria, con las lágrimas a punto de desbordarse, gritó con voz quebrada. — ¡¿Qué es esto?! ¡¿Qué ha pasado?!
Evil Victor, apenas capaz de sostenerse, giró su cabeza lentamente hacia el joven que se había presentado ante él. La agonía en su voz se entremezclaba con un toque de resignación. — ¿Me buscabas...?
Marlon, con una sonrisa cruel y satisfecho, dio un paso adelante. Su katana, ahora pequeña como un cuchillo, perforó el cuello de Evil Victor con precisión mortal. El joven, con una mirada de triunfo en sus ojos, continuó su obra sin piedad, multiplicando su arma y hiriendo las piernas de Evil Victor. Finalmente, con un último movimiento, perforó el cerebro del ahora extenuado guerrero.
Con una frialdad implacable, Marlon extrajo la katana de la herida, dejando a Evil Victor caer inerte al suelo. Se llevó el filo a sus labios, lamiendo la sangre con una sonrisa perversa, satisfecho con el resultado de su misión.
Victoria, con la voz rota por la desesperación, se precipitó hacia el cuerpo caído de Evil Victor. — ¡No! ¡Por favor, detente! ¡No puedes hacer esto!
Marlon, sin inmutarse, miró a Victoria con desdén. — La tarea está completa. El dinero ya ha sido enviado, y mi deber ha terminado. No hay nada más que hacer aquí.
Victoria, con el corazón destrozado y un grito desgarrador, intentó detener al asesino. — ¡Vuelve aquí! ¡Esto no puede terminar así!
Pero Marlon, desafiando el clamor de Victoria, se alejó con paso decidido, dejando tras de sí un rastro de muerte y desesperación. Su misión estaba cumplida y el joven luchador de artes marciales se marchó con la satisfacción en su rostro.
Victoria, con el rostro desencajado por la desesperación y la tristeza, se arrodilló junto al cuerpo inerte de Evil Victor. Las lágrimas corrían libremente por sus mejillas mientras observaba cómo la vida se le escapaba a su compañero. La escena era una cruel paradoja: el suelo del palacio, que antes había sido un lugar de belleza y esplendor, ahora estaba manchado por la sangre de Evil Victor.
Marlon, con una sonrisa de satisfacción en los labios, dio un último vistazo a su víctima antes de alejarse. Se sentía triunfante, sabiendo que había cumplido con su misión. Sin embargo, su sonrisa se desvaneció al ver el dolor en los ojos de Victoria. Decidió no gastar más tiempo y se dirigió con paso firme hacia el horizonte, dejando atrás un campo de devastación.
Victoria, en un acto de desesperación, sostuvo la mano de Evil Victor, con la esperanza de sentir algún rastro de vida. Su voz temblaba al pronunciar las últimas palabras que le dirigía a su compañero. — No... No puede ser así... No te vayas...
Las lágrimas caían sin control mientras miraba la expresión serena y, a la vez, dolorosa en el rostro de Evil Victor. A pesar de su crueldad y los conflictos que habían tenido, en ese momento, todo se reducía a una dolorosa pérdida personal.
El silencio que siguió era absoluto, roto solo por el sonido de los sollozos de Victoria y el eco distante de los pasos de Marlon, que se desvanecían en la distancia. Victoria se quedó allí, aferrada a la mano fría de Evil Victor, mientras el mundo que conocía se desmoronaba a su alrededor.
— "¡Demuéstrame que eres el más fuerte y no mueras!" — clamó, su voz temblando con la fuerza de su angustia.
En ese instante, el tiempo parecía haberse detenido, y el mundo a su alrededor se sumió en una oscuridad abrumadora. Las lágrimas de Victoria caían libremente sobre el cuerpo de Evil Victor, mezclándose con la sangre que había empapado el suelo.
Con la mano aún aferrada a la de Evil Victor, Victoria inclinó la cabeza, susurrando en medio de sollozos desgarradores:
— "No puedes irte así... No después de todo lo que hemos pasado... No puedes dejarnos..."
Las palabras de Victoria eran una súplica desesperada, un ruego que atravesaba el abismo entre la vida y la muerte. A medida que sus lágrimas se mezclaban con la sangre en el suelo, el lamento de su corazón se elevó en el aire, una mezcla de esperanza y tristeza que resonaba en los rincones más oscuros de su ser.
El cuerpo de Evil Victor se desvaneció en el aire, y en un parpadeo, reapareció ante Marlon, su presencia envuelta en una aura de euforia y poder renovado. Sus ojos, ahora brillantes con un resplandor inhumano, reflejaban una mezcla de satisfacción y furia. La sonrisa que adornaba su rostro era una mueca triunfal, casi macabra, que hablaba de su resurgimiento.
— "¡Finalmente, me has dado lo que tanto anhelaba!" — exclamó Evil Victor, su voz resonando con una intensidad sobrenatural. — "La muerte me ha fortalecido más allá de lo que imaginaba. Ahora, mírame, Marlon. Soy más poderoso que nunca."
Marlon, al notar el cambio radical en Evil Victor, frunció el ceño con sorpresa y una pizca de inquietud. La actitud del ahora rejuvenecido Evil Victor era casi desbordante de confianza.
— "¿Qué es esto?" — preguntó Marlon, su tono mezclado con incertidumbre. — "¿Cómo es posible que estés aquí después de lo que te hice?"
Evil Victor se acercó con una gracia inquietante, sus movimientos fluían con una agilidad renovada. Su sonrisa se ensanchó mientras observaba a Marlon.
— "La muerte no es un final, sino un nuevo comienzo," — dijo Evil Victor, su voz resonando con una mezcla de solemnidad y júbilo. — "Y lo que has hecho solo ha servido para reforzar mi poder. Gracias por tu contribución, Marlon. Ahora, estamos a punto de empezar un nuevo capítulo."
Marlon, sintiendo el cambio en la atmósfera, se preparó para lo que podría ser una batalla aún más feroz. La mirada de Evil Victor era de pura determinación, una señal de que la lucha estaba lejos de haber terminado.
Evil Victor, ahora con un renovado resplandor de poder y energía, se materializó tras la caída de Marlon. Su mirada estaba cargada de determinación y una sonrisa eufórica iluminaba su rostro. Con un movimiento ágil, lanzó el "Final Blaster Solar," su ataque más devastador.
El ataque fue una explosión de luz intensa, cargada de energía pura, que avanzó rápidamente hacia Marlon. Este último, al darse cuenta de la magnitud del peligro, intentó defenderse con una barrera de energía. Sin embargo, el "Final Blaster Solar" atravesó la barrera con facilidad, mostrando el verdadero alcance del poder de Evil Victor.
— "¡Este es el poder que he adquirido!" — gritó Evil Victor, su voz resonando con un eco de triunfo. — "¡Ahora lo verás en todo su esplendor!"
El ataque impactó directamente en Marlon, desatando una explosión que iluminó el campo de batalla con una luz cegadora. La fuerza del impacto sacudió el terreno, lanzando escombros y creando una ola de calor que envolvió a Marlon. El joven, atrapado en el centro de la explosión, fue golpeado con una fuerza brutal que hizo que su cuerpo se tambaleara.
El resplandor del "Final Blaster Solar" comenzó a desvanecerse, revelando a Evil Victor en el centro del caos, su cuerpo vibrando con la energía recién desatada. Marlon, visiblemente herido y tambaleándose, trató de recobrar el equilibrio, pero el daño infligido fue significativo.
Evil Victor avanzó lentamente hacia él, su presencia imponente y su sonrisa desafiando a Marlon a levantarse y enfrentar el nuevo nivel de poder que había alcanzado.
Marlon, con la katana alzada, intentó asestar un golpe mortal a Evil Victor, pero su habilidad para esquivar se mostró magistral. Cada movimiento de Marlon fue contrarrestado con una agilidad impresionante por parte de Evil Victor. Finalmente, con un golpe certero, Evil Victor lanzó a Marlon a varios metros de distancia, dejándolo tendido en el suelo.
Con una mirada de determinación y frialdad, Evil Victor se preparó para el siguiente ataque. — "¡Blaster Solar Hole!" — exclamó, liberando un torrente de energía devastadora hacia Marlon. El ataque, cargado con una intensidad inigualable, perforó el hombro y la mitad del pecho de Marlon con una precisión letal.
Marlon, sin poder reaccionar a tiempo, se quedó de pie, atónito, mientras la energía abrasadora atravesaba su cuerpo. La katana cayó de sus manos, y él mismo se desplomó, agarrando su torso en un intento vano de mitigar el dolor. La sangre comenzó a fluir, y el joven luchador miró con horror el vacío en su pecho.
— "No… no puede ser…" — murmuró Marlon, la desesperación en sus ojos.
Evil Victor observó el resultado con una frialdad calculadora. Su sonrisa de triunfo se desvaneció mientras el joven guerrero se daba cuenta de su derrota. — "Aprendí muy bien de mi esposa," — dijo Evil Victor con un tono calmado y ligeramente burlón, mirando a Marlon con desdén.
La sangre de Marlon caía lentamente, un reflejo de la furia interna y la rabia por haber perdido. Con una última mirada a su oponente derrotado, Evil Victor giró sobre sus talones, dejando a Marlon con su dolor y derrota.
Evil Victor se acercó lentamente al joven caído, observando cómo la vida se desvanecía de sus ojos. La determinación en su mirada contrastaba con la derrota de Marlon. Con un tono frío y calculador, Evil Victor dijo:
— "Antes de que tu vida se extinga por completo, ¿tienes alguna última palabra que desees decir?"
Marlon, con la respiración entrecortada y los ojos llenos de un desdén resignado, intentó hablar, pero sus palabras eran apenas un susurro.
— "Nunca… debí… subestimarte…"
Evil Victor inclinó ligeramente la cabeza en señal de respeto por el valor de su oponente, aunque sus labios esbozaban una sonrisa fría.
— "Una lección aprendida demasiado tarde. Que tu muerte sirva como recordatorio para quienes se crucen en mi camino."
Con esas palabras, Evil Victor se dio media vuelta, dejando a Marlon con su destino inevitable, mientras él mismo se preparaba para seguir adelante con sus propios propósitos.
Marlon quedó tendido en el suelo, inmóvil y sin vida. La sangre se extendía alrededor de él, formando un oscuro charco sobre el suelo. La batalla había llegado a su fin, y el joven guerrero, una vez desafiante y feroz, ahora yacía en silencio.
Evil Victor observó el cuerpo sin vida de Marlon, el cual ahora era solo un recordatorio de su propia fuerza y la justicia de su venganza. La serenidad en su rostro contrastaba con la brutalidad de su reciente victoria. Se giró hacia el lugar donde había quedado Victoria, quien había sido testigo de la escena, y con una expresión que reflejaba tanto el alivio como la determinación, murmuró:
— "No habrá más amenazas para nosotros. Todo ha terminado."
Con una última mirada al joven derrotado, Evil Victor se alejó, dejando atrás la escena de la batalla y el silencio que ahora llenaba el lugar.
Victoria corrió hacia Evil Victor con una mezcla de alivio y desesperación. Sin dudarlo, lo abrazó con una intensidad que hizo que ambos cayeran al suelo. Rodaron por el suelo, el polvo se levantaba a su alrededor mientras sus cuerpos se entrelazaban en una abrazada desesperada.
Victoria, con lágrimas en los ojos, apretó a Evil Victor con una fuerza casi desesperada, como si temiera perderlo en cualquier momento. Su voz temblaba con emoción mientras decía:
— "¡No puedo creer que lo hayas hecho! Pensé que te perdería... Te lo dije, te lo grité, pero tú lo lograste... Te lo agradezco tanto."
Evil Victor, aún recuperándose del esfuerzo, la abrazó de vuelta. Su expresión era un reflejo de la complejidad de sus emociones, entre la satisfacción por su victoria y el profundo agradecimiento por el apoyo de Victoria. Su voz, aún cargada de agotamiento, respondió:
— "No podía permitir que te pasara nada. Lo hice por ti, por nosotros. No quiero que vivas en miedo ni por mi culpa."
Los dos permanecieron en el suelo, aferrándose el uno al otro en un momento de íntima conexión, donde el amor y el alivio se entrelazaban. A pesar de las batallas libradas y los peligros enfrentados, en ese instante todo lo demás parecía desvanecerse. Solo quedaban ellos dos, juntos, en la tranquilidad que solo el abrazo de un ser querido puede proporcionar.
En medio de la tormenta emocional y el caos que acababan de vivir, Victoria y Evil Victor se miraron a los ojos, sus corazones palpitando con la intensidad del momento. La conexión entre ellos era palpable, un vínculo forjado a través de pruebas y tribulaciones.
Victoria, con lágrimas aún en sus mejillas, se inclinó hacia Evil Victor. Él, con un suave suspiro, la acercó más a él. Sus labios se encontraron en un beso profundo y lleno de significado. Era un beso que hablaba de amor, sacrificio y la esperanza de un futuro mejor.
El mundo parecía desvanecerse a su alrededor mientras se entregaban a ese instante de ternura y pasión. En ese beso, encontraban consuelo y una promesa silenciosa de que, sin importar lo que les esperara, lo enfrentarían juntos.
Finalmente, se separaron lentamente, mirándose con una nueva determinación en sus ojos. A pesar de las dificultades que enfrentaban, sabían que su amor les daría la fuerza necesaria para superar cualquier obstáculo.
Fin.