Después de llegar a un acuerdo con Idril, nos preparamos para el teletransporte. Pensé que iba a sacar un pergamino para hacerlo, pero, según pude ver, lo iba a hacer con su anillo mágico.
"Agárrate de una parte de mi cuerpo".
"Bueno".
'D, detén todas las tareas que estás haciendo y analiza a fondo el fenómeno'.
- ENTENDIDO.
Ahora, con D analizando dicho fenómeno, cabe la posibilidad de que pudiera replicar tal cosa, sin perder el tiempo. Me agarré de la pierna de Idril y, al hacerlo, noté lo suave que era su piel. Casi me arrepentí de haberla atacado antes. Bueno, no tenía alternativa. Sabía que mi victoria se debía a un hecho: ella no estaba tratando de matarme, más bien buscaba noquearme. Según D, la mujer es más aterradora de lo que pensábamos; su uso de maná es brutal. Lo que la llevó a perder contra mí fue por la característica 'ocultar'. Desde antes había notado esto mientras peleaba con el sujeto del báculo; de vez en cuando se quejaba de que no podía leer mis movimientos. Eso estaba relacionado entre sí. Para mi buena suerte, he adquirido un poco de experiencia gracias al sujeto del báculo; fue un buen aprendizaje. Poco después de agarrarme a la pierna de Idril, una luz verde empezó a fluir del anillo que tenía. Sin lugar a dudas, la luz verdosa era su maná. La luz, en poco tiempo, nos envolvió a Idril y a mí. No cerré los ojos ni un segundo; vi cómo el espacio se distorsionaba lentamente. El mundo perdió su color por unos momentos; todo se volvió negro por un instante y, pronto, el mundo que se había vuelto negro retomó color.
¡Ploc!
¡Ploc!
¡Ploc!
Al abrir los ojos, lo primero que notó Idril fue el sonido de algo goteando. Al mirar a su lado al niño humano que había traído con ella, se estremeció. La sangre estaba goteando de sus hermosos ojos azules. De inmediato supo lo que había pasado.
"¿Tú no cerraste los ojos?".
Le respondí a la alterada mujer que me estaba gritando:
"No te preocupes, algo de este nivel no me puede hacer gran cosa".
"¿Gran cosa dices? Por lo general, las personas pierden la visión instantáneamente por no cerrar los ojos. Sabes, es sentido común".
"No te preocupes, si algo como eso pudiera matarme o hacerme perder la visión de forma permanente, mi elemental hubiera intervenido".
Después de escuchar mi explicación, se calmó. Me miró un poco a los ojos y no vio nada fuera de lo normal, y no iba a encontrar nada; ya había usado 'reparador' en mis ojos. Mis ojos fueron quemados en ese breve instante que miré el vacío. ¡Qué experiencia tan loca, ser quemado por algo que no es fuego!
"Ufff, lo que tú digas. Vamos entonces a...".
"Espera un momento".
La detuve. Estaba claro que Idril estaba apurada hasta el punto que había olvidado el hecho de que sus pechos estaban al descubierto junto a toda su mitad superior.
"Mira tu pecho".
"¿Que mire mi pech...?".
Al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer, su cara se puso roja como un tomate. Inmediatamente salió corriendo. Menos mal que decidió teletransportarse dentro de su habitación y no directamente en la sala de estar. Como una bala, se dirigió a cambiar su ropa.
"Pero qué estúpida es".
- SIN LUGAR A DUDAS.
'¿Lo tienes?'.
- NECESITO ESE ANILLO.
'Ya veo'.
D no pudo replicar la teletransportación; faltaban datos. Después de que Idril saliera disparada como una bala a otra habitación, miré a detalle todo el lugar.
"Son ricos, sin lugar a dudas".
Después de esperar por unos minutos, me senté en unos muebles que se veían bastante cómodos. Allí esperé a Idril. La sensación de comodidad era la mejor del mundo.
En otra habitación:
¡Buaaaaaa!
"¿Qué mierdas fue eso?".
"¡Ese humano me vio desnudaaaaa!".
"Ya no me podré casar".
"¿Quién se querría casar con una vieja como yo que se dejó ver desnuda antes del matrimonio?".
¡Buaaaaaa!
Idril había hecho todo lo posible por contener su vergüenza, pero su voluntad llegó a su límite. Levantándose de su cama, que ahora estaba desordenada por culpa de su arrebato, y limpiándose las lágrimas, dijo:
"Todo es culpa del anciano Angrod. Si no me hubiera enviado a mí y fuese ido él, las cosas hubiesen sido diferentes".
"Hasta me vi obligada a firmar un contrato mágico".
"¿Y qué le pasa a ese elemental? ¿Cómo hizo para que al humano no se le quemara el cerebro?".
"¿Y qué le pasa a ese humano? ¿Cómo es que es tan hermoso? Casi lo confundí con una niña".
Después de terminar de quejarse como una loca en su habitación, Idril por fin se calmó. Su orgullo como mujer había sido herido en muchos sentidos el día de hoy. Tenía que terminar lo que había empezado. Después de darse un baño para quitarse el polvo y la sangre que tenía pegados en su cuerpo, procedió a cambiarse de ropa. Después de al menos 1 hora de preparativos, salió de su habitación, estaba extremadamente limpia.
"?????"
"Oh, veo que ya terminaste de llorar en tu habitación, señorita Idril".
Al salir de su habitación, lo primero que vio Idril fue al humano sentado en el sofá escupiendo cosas que no debía saber.
"Tú, tú, tú, tú...".
"Sí, te vi y escuché perfectamente".
La cara de Idril tuvo muchos cambios en muy pocos segundos.
- SE LO ADVERTÍ. NOS VAN A MATAR.
- LA PROBABILIDAD DE QUE NOS MATEN ES DEL 100%.
- SI NOS ESCONDEMOS DENTRO DEL CUBO PODEMOS EVITAR LA MUERTE.
- ¿QUÉ DESEA HACER?
'Por supuesto que dejaré que me ataque. Si me lastima, yo gano. Tú solo asegúrate de que no nos mate de un solo ataque'.
Este era el momento que había estado esperando. Si ella me atacaba, rompería su parte del contrato. Me preguntaba si ocurriría lo que creía. Idril, en su estado actual, estaba como loca y no medía su fuerza.
"Muere".
Idril se me lanzó como una bala. Su mano izquierda se envolvió en una llama y, cuando estuvo lo suficientemente cerca de mí, me dio un potente golpe. Pude escuchar todos los huesos de mi cuerpo hacer sonidos extraños. En ese momento, mi cuerpo atravesó varias paredes debido al tremendo golpe que me acababan de propinar.
"Fuuuuu".
Después de atacar al humano, Idril recuperó la compostura. Pocos segundos después, se dio cuenta del error que había cometido; había asesinado a su invitado en un arrebato.
"Noooooo".
Corriendo por los agujeros que había hecho, pronto se dio cuenta de la cantidad tremenda de maná que usó; se había excedido. Después de pasar por varias habitaciones, finalmente lo encontró: el cuerpo del humano.
"¿Pero qué?".
El humano estaba ileso. Lo encontró sentado en una de las camas de huéspedes como si nada hubiera pasado. Todo lo que tenía era un hueco en el abdomen, o más bien, en la túnica que usaba.
"Qué fuerte, lograste arañarme un poco".
"Imposible".
"Rompiste tu parte del trato, resulté lastimado".
"Espera, eso fue...".
"Nada de espera. Sin lugar a dudas, te haré pagar por esto. Ahora me perteneces, Idril".
"Espera, fufufu. ¿Acaso pensaste que por poner esa condición extraña de verdad mi cuerpo y mente te pertenecerían?".
"La respuesta es que sí, ahora eres mía".
"Fufu, permíteme informarte, he visto a otras personas poner la misma condición, ¿y sabes cuál fue el resultado?".
"Obviamente, no pudieron controlar a la otra parte".
"Oh, ¿así que lo sabías?".
"Claro que lo sé".
"Entonces, ¿por qué dijiste que te pertenezco?".
"¿Recuerdas cuál es la condición que involucra a tu cuerpo?".
"Si recibías al menos un rasguño, mi cuerpo formaría parte de tu propiedad".
"Correcto. Tú lo interpretaste a tu gusto; creíste que yo buscaba controlarte a ti, pero lo que en verdad buscaba era control sobre tu cuerpo".
"¿Entiendes la diferencia, Idril?".
"Sé lo que tratas de decir, pero sigue sin servirte".
"Oh, ¿es así?".
"Arrodíllate".
"???????"
Idril quedó en shock; su cuerpo se puso de rodillas por sí solo. No entendía qué había sucedido. Mirando en shock al humano, dijo:
"¿Qué fue lo que hiciste?".
"Controlar mi cuerpo".
"¿Espera, qué?".
"Sé que escuchaste bien. Dije que controlé mi cuerpo".
"Ufff, no puede ser".
"Veo que por fin entendiste la situación".
Idril entendió demasiado tarde mi intención, no es lo mismo tratar de controlar un alma y un cuerpo. Si bien tener la propiedad de un cuerpo vivo es inútil para la mayoría, no lo era para mí. Este método era muy arriesgado y no estaba seguro de si funcionaría; el plan estaba 50/50, aunque nunca me esperé que la misma Idril sería la que me atacaría. Gracias a esta situación, la teoría de D fue puesta en práctica. Ahora contaba con una poderosa guerrera. Eso es lo que pasa cuando firmas papeles sin leerlos en detalle.