Después de que llegamos a un acuerdo, Angrod se fue; una vez que cumpliera mis peticiones, dejaría a Idril en libertad. Sabía que aún me quería muerto. La razón de esto fue simple: casi asesiné a su hijo. Su molestia estaba más que justificada, pero eso no me importaba.
"Ahora solo debo esperar a que él cumpla"
Le había dicho las tres cosas que quería a Angrod: la primera cosa que le pedí fue que me trajera el cadáver de la bestia pájaro; la segunda cosa que pedí fue que me hicieran un traje con la bestia. La razón detrás de esto fue simple: quería una armadura extremadamente resistente. Sabía que las plumas del alfa eran tan duras como el hierro. La tercera petición fue la más sencilla de cumplir: le pedí que me trajera el producto con el que hicieron los dulces de antes. Cuando le pedí dicho producto, la cara de Angrod se arrugó; parece que empezaba a creer mi declaración pasada. De esta manera, pasaron tres días. Todo ese tiempo me la pasé durmiendo; bueno, más bien fingí estar durmiendo. De vez en cuando sentía a Anna entrar con comida; yo no comía; en su lugar, hacía que Idril comiera. Ella no era como yo; ella necesitaba comer para vivir. La idea de hacerme el dormido y fingir tener la guardia baja fue con intención. Quería ver si tenían las agallas de atacarme. Había dos sujetos observándome; era obvio que me podían ver. El que hubiera paredes no parecía ser un obstáculo para ellos.
'¡Esos idiotas creen que no me he dado cuenta de que se la pasan vigilándome?'
- NO SE RECOMIENDA UN ENFRENTAMIENTO DIRECTO.
'Lo sé; esos dos bastardos no son fáciles de tratar.'
Era molesto estar rodeado de gente fuerte, pero para mi buena suerte no estaba prisionero en esta habitación. No es que no pudiera salir de aquí; con mis capacidades, podía ocultarme perfectamente y dar un paseo sin ser molestado. Otra cosa a tener en cuenta fue que en estos tres días D volvió a la normalidad; ya no se burlaba de mí y obedecía todo lo que yo le ordenaba. Según lo que me dijo, la razón del cambio se debió a la influencia de las cinco personas que asesiné con anterioridad. Parece que en el proceso de extraer recuerdos, D se vio influenciado por estos. Actualmente, dentro de mí habitan esos dos egos; bueno, llamarlos así no les hace honor. Después de pensar bien las cosas, decidí llamar a la creación de D como 'espíritu artificial'; esas cosas ocupaban fragmentos de mi alma; se sentía extraño. Cuando D terminó de crearlos, pensé en los usos que podía darles. Meterlos en cuerpos muertos fue mi primera idea, pero eso no funcionó.
No era tan simple como lo pensaba. Otra cosa a tener en cuenta eran las personalidades de esos dos. La personalidad del hombre era la de alguien que cree que está por encima de todas las personas. Tuve una pequeña charla con él y me mandó a la mierda, literalmente hablando; el sujeto era arrogante y orgulloso. No sabía de dónde venía ese orgullo, pero tampoco me importaba. Y con respecto a la mujer, ¿qué podía decir de ella? No me dejó hablar. Cuando traté de comunicarme con ella, me bombardeó con sus quejas. Según lo que pude sacarle, parecía ser bastante recta y su moral estaba a otro nivel. Después de hablar con esas entidades, le prohibí a D crear más de ellas. No me quería volver loco. Como estaban pegados a mi alma, podía escucharlos directamente en mi cabeza; eso era muy molesto, así que tuve que ordenarle a D que los callara. Podía eliminarlos si lo deseaba, pero me pareció interesante el poder de crear tales cosas. Ya era alrededor de la una de la tarde y me encontraba acostado en la cama de Idril. Con respecto a ella, no la había dejado recuperar su cuerpo desde que partí a la mitad a Maedhros. La razón de esto se debía a que cabía la posibilidad de que me atacara a muerte, y no estaba de humor para una pelea con ella. Después de un tiempo de estar haciendo nada, me aburrí y tomé una decisión.
'Voy a dar un paseo.'
Sin perder el tiempo, activé 'manto de invisibilidad'; no hacía falta activar 'ocultar', ya que siempre estaba activa. En el momento que activé la habilidad, casi al mismo tiempo entraron en la habitación los dos guardias que me vigilaban. Sus rostros eran de pura sorpresa; perdieron de vista a su objetivo, que simplemente se esfumó de repente. Habló uno de los elfos.
"¿Qué pasó?"
"No lo sé, tal vez se teletransportó con el anillo de la señorita Idril."
"Imposible, ese anillo solo puede ser usado por la realeza."
Los dos elfos tuvieron una acalorada discusión. Después de echarle una mirada rápida a Idril, que estaba parada como una estatua y no se movía, se fueron a informar rápidamente a Angrod de la novedad. Rápidamente, descartaron la posibilidad de que D se teletransportara usando el anillo, ya que Idril aún lo tenía puesto en su mano. Después de que los dos se fueron, una voz se escuchó desde un lugar donde no se veía a nadie.
"Interesante, así que tienen una visión similar a la mía."
- CORRECTO.
Al parecer, no podían percibirme por medio de mi maná, pero sí por mi apariencia física; debían de tener visión mejorada o algo por el estilo.
"Bueno, vamos."
Abrí la puerta de la habitación y salí al pasillo. Después, empecé a caminar por los pasillos en mi estado invisible. Dejé en la habitación a Idril; no la necesitaba para esto, y no tenía miedo de que me atraparan. Desde que uso 'ocultar', nunca me han atrapado a menos que los deje hacerlo. De esta forma, pasé las siguientes dos horas explorando el lugar con mis ojos. Fue extremadamente fácil ver dentro de cada habitación; la mayoría de habitaciones estaban solo de lujo, no había nadie en ellas. Todo el piso y las paredes parecían estar hechos de mármol.
"Sin lugar a dudas están nadando en dinero."
El palacio era enorme: 100 habitaciones, cada una con sus baños y todas las necesidades primarias. Identifiqué tres salas de estar muy bien hechas y adornadas. Algo que noté fue que a los elfos parecía gustarles el color blanco y el verde. De vez en cuando, podía ver a los guardias correr como locos de un lado a otro; todos estaban buscándome. Tenían al menos 30 elfos buscándome por todo el castillo. Según lo que pude notar, la familia real abandonó este castillo; no pude encontrar a Angrod, Eryn, Maedhros y a la niña elfo.
"Buena jugada, Angrod; los sacaste del castillo."
- ¿QUÉ DESEA HACER?
"¿Debería volar en pedazos todo el castillo con 'onda expansiva'?"
- SÍ APLICAMOS UN EQUIVALENTE A MIL VECES NUESTRA ENERGÍA BASE, PODEMOS VOLAR TODO EL LUGAR.
"Era broma."
- ENTENDIDO.
Después de cierto tiempo de estar caminando, noté cierto espacio fuera del palacio en el que me encontraba. Era una especie de campo de entrenamiento que pude ver gracias a mis ojos, pude ver a través de la pared gruesa del palacio. En el campo de entrenamiento había una hermosa mujer elfo; tenía un hermoso par de ojos negros y su cabello era tan negro como sus ojos. Su piel era pálida, casi blanca; su altura rondaba el metro con 90 centímetros.
"Oh."
- SE DETECTÓ UNA CRIATURA EXTREMADAMENTE PODEROSA DENTRO DE ESE ELFO.
"¿Qué, en serio?"
- SÍ. ALGO OSCURO SE ESCONDE EN SU CUERPO; EL ELFO NO PARECE DARSE CUENTA DE DICHA EXISTENCIA.
"Interesante."
- ESA EXISTENCIA SE COMPARA CON AQUELLA CRIATURA.
Al escuchar lo que D me dijo, me quedé frío. Sabía a lo que se refería.
"Hay que matarla."
- ENTENDIDO.
Justo cuando tomé mi decisión de matar a esa cosa, algo se interpuso: uno de los diez tipos de antes se le acercó a la elfo de cabello negro.
"Tsk."
Hice un chasquido con mi lengua. Enfrentar a uno solo de ellos ya era un problema, pero había aparecido otro más.
"Dejémoslo para otra ocasión, mejor."
No tenía ganas de que me asesinaran, así que decidí seguir mi camino. El motivo por el que salí fue para dar un pequeño paseo; solo quería relajarme un poco, pero había una molestia en mi cabeza. Cierto pensamiento me había invadido.
"¿Todos en este mundo son así de peligrosos o caí en el peor de los lugares posibles?"
Ya estaba harto de estar rodeado de mucha gente fuerte; me sentía mal.