El extraño ser soltó una información que me dejó frío.
"¿Qué quieres decir con 'dragón'?"
"Oh, cierto, esa raza se deja ver poco. Es normal que no los conozcas. Bueno, para resumir las cosas, un dragón me dio una paliza y me encerró en esta biblioteca."
"¿Cómo se ve el dragón que te encerró?"
"Ya hiciste muchas preguntas. Es momento de que te vayas."
Cuando pregunté por el sujeto que lo encerró, fui echado por el ser casi al instante.
"Cálmate, no preguntaré más sobre ese individuo, pero en serio quiero que me ayudes a desarrollar mi autoridad."
Si conseguía aprender los conceptos básicos de ese extraño poder llamado autoridad, podría acabar con este demonio fácilmente.
"No te puedo ayudar con eso; mi autoridad es heredada, por lo tanto, no la desarrollé."
"Entonces, si alguien te asesina, ¿podría quedarse con esa autoridad?"
El silencio reinó por varios minutos. Mi pregunta dejó en shock al extraño ser. Pronto, el silencio fue roto por él.
"Kukuku, si alguien lograra hacerlo, sin lugar a dudas, sería capaz de obtener mi autoridad."
"Ya veo."
Después de pensar en lo que me había dicho ese ser, contemplé las cosas y pronto se me ocurrió una maravillosa idea.
"Oye, ¿puedes disminuir la influencia que tiene tu autoridad sobre mí?"
"¿?????"
"Escuchaste bien. Se me ocurrió una idea que me puede ayudar a desarrollar mi autoridad."
"Kukuku, está bien. Muéstrame de lo que eres capaz, Lucien."
Después de llegar a un acuerdo, las restricciones en mí se debilitaron drásticamente. Gracias a eso, las características se podían utilizar al mínimo de potencia.
'D, analiza todo el espacio y la fuerza que nos oprime. No importa lo que tardes.'
- ENTENDIDO.
Sin perder el tiempo, caminé hacia una mesa en la distancia y me senté en una silla. Se podían ver grandes estantes llenos de libros que se veían súper antiguos. Otra cosa que noté fue el techo; parecía estar pintado de negro, pero mirándolo bien, dentro del negro se podían ver pequeños puntos blancos. Sabía que eran esos puntos blancos.
"Me tomaré mi tiempo. Cuando termine de desarrollar mi autoridad, me iré."
"Haz lo que quieras, pero no tardes mucho, porque puedo cambiar de opinión y matarte. Kukukuku."
"Qué miedo."
Ya sentado en una silla de madera, crucé mis piernas y cerré los ojos. Ahora que ya no estaba siendo oprimido en gran medida por ese ser, podía concentrarme en analizar sus poderes. Mi plan no solo era aprender las bases para desarrollar una autoridad; iba a replicar su autoridad sin que se diera cuenta. Mis probabilidades eran de un 10%. Mis poderes aún seguían débiles. Después de todo, sabía que podía funcionar. La razón detrás de mi confianza se debía a lo que ese ser me dijo en cierto momento: me indicó que no tenía un cuerpo físico.
'Tal vez no tengas un cuerpo físico, pero hay una cosa que sé: me estás tocando de alguna manera, y si me estás tocando 'extracción', debería funcionar de alguna forma.'
- ES POSIBLE.
'D, usa 'extracción'. Si no tienes cuidado, es posible que se dé cuenta de mis intenciones. No importa el tiempo que te tome; debes replicar ese poder para mí.'
- ENTENDIDO.
Había hecho una apuesta. Aposté que D replicaría con éxito la autoridad de ese ser. En el peor de los casos, ese ser me descubriría y me mataría.
Un mes después.
En una gran sala de estar, donde los rayos del sol se filtraban por las ventanas de vidrio, se podían ver tres figuras y una masa transparente. Las tres figuras no tenían muy buena cara.
"Idril, ¿estás segura de que el contrato dejó de funcionar?"
"Sí, desde ese día recuperé el control de mi cuerpo."
Idril se había recuperado; ahora estaba libre de las manos de D. No sabía qué había pasado. Lo último que recordaba era la pequeña fiesta del té que había hecho Eryn. Después de eso, no lograba recordar nada.
"Tsk, si tan solo no lo hubiéramos provocado."
La voz de Angrod tenía un rastro de tristeza; estaba arrepentido de sus decisiones pasadas.
"Suegro, mi esposo recuperará la conciencia. Él es fuerte."
El cuerpo de Maedhros fue sanado en su totalidad. Le salvaron la vida, o eso pensaron al principio.
"Ha pasado un mes y tres días desde aquel incidente. No es normal que mi hijo aún no haya recuperado la conciencia."
Los cortes hechos por D no eran una broma. Según reportes de los sanadores que examinaron el cuerpo de Maedhros, no se encontró maná residual en él. Eso, por sí solo, fue extraño; la magia curativa de la que los elfos estaban tan orgullosos fue superada.
"Y para empeorar las cosas, ese elemental desapareció."
"¿Dónde cree que pueda estar?"
"No lo sé, Idril. Siendo sincero, no entiendo el modo de operar de ese elemental; es tan extraño e impredecible."
- Por eso les dije que no lo provocaran.
Flurris estaba molesto con la situación. En su ausencia, dejaron al borde de la muerte al rey Maedhros. Al enterarse de la situación, preguntó al árbol del mundo sobre ese elemental con el que se había encontrado, pero no recibió una respuesta; solo recibió silencio de parte del árbol del mundo. Eso sorprendió a Flurris.
"Si mi hijo no despierta pronto, las diez casas de nobles no se quedarán calladas. Ya empiezan a sospechar que algo anda mal."
"No importa si arman un escándalo o intentan algo; si lo hacen yo..."
"Idril, no podemos permitirnos perder la confianza de las personas que nos apoyan. Una guerra no nos traerá nada bueno."
"Entiendo."
La situación no era buena para nadie. Sin Maedhros al mando, las cosas se pueden poner feas en el reino. Lo último que querían era una guerra entre elfos; suficiente tenían con los humanos atacándolos implacablemente.
"Idril, Eryn y Flurris, si se llegan a encontrar con ese elemental, no lo provoquen. La guardia real tiene instrucciones de no tocarle un solo cabello. Debo admitir que me equivoqué con él; lo subestimé demasiado."
La cara de Angrod era seria y su voz imponente resonó en la sala.
"No estoy dispuesto a poner en riesgo a otro miembro de la familia; y que si un humano pactó con un elemental, y que si las reglas lo condenan, no me importa si alguien quiere juzgar a ese ser; no seremos nosotros."
El silencio cayó en la sala de estar. Esa declaración sorprendió a Eryn, que abrió la boca de par en par, y Idril no se quedó atrás. Flurris solo guardó silencio; él tampoco quería exponer a las personas que debía proteger al peligro por una estúpida regla.
"Si ese elemental vuelve, le entregaremos eso. Si pide otra cosa, se la damos; esa será nuestra forma de disculpa. Después de todo, nosotros empezamos esto."
"Entendido, suegro."
"Entendido."
Angrod tuvo tiempo suficiente para reflexionar en estos últimos días. Los prejuicios que tenía hacia los humanos casi le causan la muerte a su hijo. Si no hubieran intentado separar al elemental del humano, las cosas habrían sido completamente diferentes.