El día siguiente amaneció con un cielo despejado y una brisa fresca.
La casa de los Takahashi estaba llena de actividad, con Sayaka organizando un picnic familiar en el parque.
Yūto, Miyu y Akane estaban todos ocupados preparando lo necesario para la salida.
La atmósfera estaba llena de entusiasmo y alegría, en contraste con la tensión del día anterior.
Después de un desayuno animado, Sayaka preparó una cesta de picnic con una variedad de bocadillos y bebidas.
Miyu y Yūto se encargaron de empaquetar una manta y algunos juegos, mientras Akane se ofreció para ayudar en lo que pudiera.
—¿Puedo ayudar con algo? —preguntó Akane con una sonrisa.
—Solo relájate y disfruta —dijo Sayaka, moviendo una mano en señal de que no era necesario—.
Hoy es un día para pasarla bien en familia.
La familia salió de casa y se dirigió al parque cercano.
Durante el trayecto, Sayaka habló sobre los lugares favoritos de la familia en el parque, mientras Miyu y Yūto conversaban animadamente sobre los juegos y actividades que tenían planeados.
Llegaron al parque y encontraron un lugar ideal cerca de un lago.
Sayaka extendió la manta mientras Miyu y Yūto comenzaban a jugar con una pelota.
Akane, aunque un poco nerviosa, se unió a ellos y pronto comenzó a disfrutar del ambiente alegre.
—Este lugar es maravilloso —comentó Akane, admirando el paisaje y el entorno tranquilo.
—Sí, es nuestro rincón favorito para relajarnos —respondió Yūto—.
Cada vez que venimos aquí, es como si el mundo se detuviera por un momento.
Durante el picnic, la conversación fluyó fácilmente. Akane comenzó a compartir historias sobre su vida y sus pasatiempos.
La familia la escuchaba con interés, y las risas y los comentarios animados llenaban el aire.
—Así que te encanta el anime —dijo Sayaka con una sonrisa—.
¿Cuál es tu anime favorito?
—Es difícil elegir solo una —respondió Akane—.
Pero "Otonari No Tenshi-Sama" siempre ha tenido un lugar especial para mí.
Yūto se sorprendió gratamente.
—¡Esa es uno de mis favoritas también! Nunca imaginé encontrar a alguien que comparta el mismo entusiasmo por ese anime.
Es una historia de romance realmente conmovedora, ademas esa prota pelirroja es tan bella que me deja sin palabras.
Después de comer, Yūto sugirió dar a un mirador especial en el parque. un paseo por un sendero que llevaba
—Hay un lugar increíble para ver el atardecer —dijo Yūto—. ¿Te gustaría verlo conmigo?
Akane aceptó, y juntos comenzaron a caminar por el sendero. Mientras avanzaban, la conversación se volvió más personal.
—Gracias por este día —dijo Akane—.
Es muy diferente a lo que estoy acostumbrada.
—Me alegra que estés disfrutando —respondió Yūto—.
La verdad es que todos estamos contentos de tenerte aquí.
Cuando regresaban al área principal del parque, Akane recibió una notificación en su móvil.
Al revisar el mensaje, su rostro palideció. Los mensajes eran crueles y llenos de reproches:
—"¡¿Dónde estás?! Regresa a casa ahora mismo o te arrepentirás."
—"No tienes nada que aportar aquí. Eres un estorbo. Mejor no vuelvas."
El impacto de los mensajes fue inmediato. Akane comenzó a temblar y sus ojos se llenaron de lágrimas. Yūto, al notar su angustia, se acercó rápidamente.
—¿Qué pasa? —preguntó con preocupación—.
¿Estás bien?
Akane trató de contener sus lágrimas, pero la presión fue demasiado. Sollozando, se dejó caer en una banca cercana y cubrió su rostro con las manos.
—Mis... mis padres... ellos... —sollozó—.
No quieren saber nada de mí. Dicen que soy una carga, que no les importo.
Yūto se arrodilló a su lado y puso una mano reconfortante en su hombro.
—No estás sola en esto —dijo con voz suave—. Estamos aquí para ti. No tienes que enfrentarlo sola.
Sayaka, al ver la conmoción, se acercó con preocupación.
—Akane, querida, ¿qué sucede? —preguntó con ternura.
Akane levantó la vista con los ojos llenos de lágrimas.
—Mis padres... me han enviado mensajes horribles. Dicen que soy una carga y que no les importo.
Sayaka se arrodilló a su lado, y con una expresión de profunda empatía, le dijo:
—No te preocupes por lo que dicen.
Aquí estás en un lugar donde te valoramos y te apoyamos.
Si necesitas hablar o simplemente estar en compañía, estamos aquí para ti.
En ese momento, Miyu, que había estado observando desde la distancia, corrió hacia Akane y la abrazó con fuerza.
Su abrazo era cálido y reconfortante, y mostró una ternura genuina.
—¡No te pongas triste, Akane! —dijo Miyu con una voz suave pero decidida—. Todos aquí te queremos y te apoyamos. No tienes que estar sola.
Akane, sorprendida por el gesto, no pudo evitar llorar más mientras abrazaba a Miyu.
El calor y el apoyo que sintió en ese abrazo le ofrecieron una sensación de consuelo que no había experimentado en mucho tiempo.
A pesar de la tristeza de Akane, el resto del día continuó con un tono reconfortante.
Cuando regresaron a casa, la familia se sentó para cenar. La conversación fue ligera, con Sayaka y Miyu hablando de los eventos del día y compartiendo anécdotas divertidas. Akane, aunque aún afectada, se sintió reconfortada por el apoyo de su nueva familia.
Esa noche, antes de acostarse, Yūto se acercó a Akane con una expresión seria pero amable.
—Si necesitas hablar más, o si hay algo en lo que pueda ayudarte, no dudes en decírmelo —dijo—.
Te consideramos parte de nuestra familia, y queremos que te sientas en casa.
Akane le sonrió débilmente, agradecida por el apoyo. —Gracias, Yūto. Realmente significa mucho para mí.
Mientras se preparaba para ir a la cama, Akane sintió una mezcla de emociones.
Aunque los mensajes de su madre habían sido dolorosos, el apoyo y la calidez de la familia Takahashi le ofrecían una nueva esperanza y un sentido de pertenencia.