Mi nombre es Sylphiette. ¡Soy una chica de diecisiete años que asiste a la preparatoria!
El nuevo semestre comenzó hoy. ¡Es hora del segundo año! Tenía que actuar como un
ejemplo positivo para los estudiantes más jóvenes.
"¡Oh, no! ¡Voy a llegar tarde!"
¡La idea me había motivado, pero tendría un comienzo horrible si me quedaba dormida
el primer día! Ni hablar de dar un buen ejemplo. ¡Me convertiría en un ejemplo sobre qué no
hacer!
Atravesé la puerta de un salto y corrí hacia la escuela, con un pan tostado en mi boca. Si
seguía corriendo, probablemente llegaría justo a tiempo. Pero, en ese momento…
"¡Auch!"
Alguien dobló la esquina y se estrelló contra mí.
Yo caí sobre mi trasero, con mis ojos pegados al pan tostado volando a través del aire.
Giró, y predeciblemente, la mermelada se desprendió. ¡Ahora no podía comérmela! Ah,
esperen. De todas formas sería incomible cuando tocara el suelo.
Escuché un gruñido de dolor. "Eso dolió…"
Al mirar hacia arriba, vi que el joven con el que había chocado también estaba sobre su
trasero. Él tenía el cabello castaño claro y rasgos atractivos… Oh, dios. ¡Él era atractivo!
"Er, um, lo siento. ¿Estás bien?" pregunté lo más rápido que pude.
"¿Eh?" Él levantó la mirada y me vio. "Ah." Su rostro se iluminó en un instante.
¿Por qué puso esa expresión? me pregunté.
"¡Ha pasado mucho tiempo!"
¿Mucho tiempo?
"¡Soy yo! ¿No me recuerdas?"
¿Acaso esta era una de esas famosas estafas? Dudaba haber olvidado a alguien tan
apuesto. Por otro lado, él usaba el uniforme de mi escuela, así que no sería extraño que
fuéramos conocidos. A decir verdad, yo tenía la sensación de que ya lo había visto antes en
algún lado.
"¿Eh? Supongo que me olvidaste," agregó él. "Um, tú eres Sylphie, ¿cierto?"
"Mm-hmm…" Sí, ese era mi nombre.
El chico se rascó la parte posterior de su cabeza. Él parecía estar buscando las palabras
correctas. Sus ojos iban de un lado a otro mientras pensaba —pero se detuvieron en un punto
en concreto.
¡Ah, no puede ser!
Cuando caí, mi falda se había levantado, exponiendo mis bragas al mundo. Crucé
apresuradamente mis piernas. Él apartó la mirada en el momento exacto que yo me cubrí. A
juzgar por esa reacción, yo ni siquiera necesitaba preguntarle qué había visto.
"¡Hiiiiiiiiiii!"
Ese día llegué tarde a la escuela, y me perdí el comienzo de la ceremonia de inicio, pero
no tuve que quedarme de pie en el pasillo ni nada parecido.
Cuando comenzó la clase, todos se presentaron frente al salón, por orden de asiento; esa
era una tradición. Algunos creían que era una tradición pasada de moda, pero a mí me
gustaba.
"Mi nombre es Sylphiette," dije brevemente, con una voz ligeramente alta. "Soy buena
en la magia de agua y viento, y estoy en el Club de Magia de Invocación. ¡Encantada de
conocerlos a todos!"
Mis compañeros de clase aplaudieron. A pesar del incidente de esta mañana, yo había
podido presentarme animadamente, para así comenzar sin problemas mi vida como
estudiante de preparatoria de segundo año.
Ahora que lo pienso, yo en el pasado no había sido buena hablando en público. Había
sido acosada durante mis primeros años de primaria. Eso fue en parte porque mi familia era
pobre, y que mi color de cabello era diferente al de los demás niños, pero la razón principal
fue mi inseguridad.
Un niño llamado Rudeus me había sacado de mi caparazón. Yo lo seguía recordando con
cariño. Rudy había enfrentado a todos esos bravucones por mí. Él me había enseñado magia,
y cómo sentir confianza en mí misma. Él también me había bajado las bragas de la nada
porque pensó que yo era un niño. Pero de verdad quería olvidar ese último recuerdo…
En cualquier caso, él se había transferido cuando estábamos en segundo año. Ah… Ahora
que pienso en él, ese chico de esta mañana se parecía a Rudy.
Mis oídos repentinamente captaron la presentación de un compañero de clase. "Me llamo
Rudeus Greyrat. Fui transferido desde la Preparatoria Asura. Soy bueno en la magia de tierra
y agua. Todavía no sé a qué club voy a unirme. Espero que podamos llevarnos bien."
"¿Eh?" Al escuchar el nombre del chico que se presentó, mi cabeza instintivamente
apuntó en su dirección.
"¿Mm?" Quien habló era el chico con el que había chocado esta mañana. No me había
fijado que estábamos en la misma clase, tal vez porque iba tarde.
"¿Rudy?"
"Ah, ¿ya me recuerdas? Lamento lo de esta mañana." El chico —Rudy— sonrió de oreja
a oreja.
Ver la escena atravesó mi corazón. ¡El Rudy que yo siempre había amado de niña se
había convertido en un chico apuesto! Él sonrió, mirándome directamente a los ojos.
"¡Vamos, Sylphie! ¡Si lo miras tan apasionadamente, harás que el estudiante transferido
se sienta incómodo!"
La clase estalló en risas ante las palabras de Luke.
Yo cerré mi boca con fuerza y mi rostro se puso completamente rojo. Rudeus sonrió
incómodamente mientras tomaba su propio asiento.
No pude contener la sonrisa que apareció en mis labios. Rudy se había transferido a mi
escuela. Ahora, yo podría pasar un año junto a él. Mi corazón latía descontroladamente dentro
de mi pecho con la sola idea.