Derecha e Izquierda
Consideren la palabra derecha. El kanji utilizado está escrito con dos trazos sobre un
cuadrado que se ve como la letra en katakana para ro. Cuando estás posicionado hacia el
norte, el este está a tu derecha. Una persona diestra usa su mano derecha para sostener los
palillos, y la sociedad en general está hecha a la medida para las personas diestras.
Ahora consideren su antónimo, izquierda. El kanji utilizado está escrito con dos trazos
sobre una forma que se ve como la letra en katakana e. Cuando estás posicionado hacia el
norte, el oeste es tu izquierda. Una persona diestra usa su mano izquierda para sostener un
pocillo de arroz, y la sociedad en general es prejuiciosa hacia las personas zurdas.
A pesar de que existen pequeñas discrepancias entre la derecha y la izquierda, puedes
considerarlas dos caras de la misma moneda, como el yin y el yang. Donde existe la derecha,
también debe hacerlo la izquierda. Cuando nace la derecha, también la izquierda. Y cuando
la derecha desaparece, también desaparece la izquierda.
Cuando las personas ven dos cosas juntas, ellas automáticamente tienden a asignar esas
cosas a una jerarquía. Deciden cuál va primero y cual segundo, si prefieren la derecha o la
izquierda. Por arbitrario que suene, algunos pares en este mundo deben ser valorados en
conjunto.
Como, por ejemplo, las dos enormes cosas frente a mí.
Estos no lo hacían evidente, pero definitivamente tenían que venir en pares. Desde una
perspectiva funcional, uno era suficiente para el trabajo —pero desde una perspectiva
artística, un par era esencial.
De acuerdo a cierta forma de pensar, el izquierdo y el derecho eran sutilmente diferentes.
Sin embargo, la única forma de probar eso sería tocarlos con mis propias manos. Permítanme
introducir esto diciendo que era simple curiosidad intelectual. Definitivamente no tenía
ninguna mala intención.
"Mm."
Sin más rodeos, yo comencé a sobar a Eris, quien roncaba junto a mí.
Sus pechos todavía eran planos, aunque los bultos que sentí fueron una clara señal de
que estaban creciendo. Aun así, no podía evitar preguntarme si de verdad había una diferencia
entre su teta izquierda y la derecha.
Esperen un momento. Yo era diestro, así que tal vez mi mano izquierda solo era más
sensible
Probé cruzar mis brazos y tocar cada pecho con la mano opuesta. Recordaba
perfectamente cómo se habían sentido antes. Sin duda alguna ambos eran suaves.
"¡Mm!"
Lo hice de nuevo. Los resultados fueron… los mismos. En efecto, eran tan suaves que
honestamente sentí que podría pasar el resto de mi vida aquí. El problema era que yo no podía
diferenciarlos. Izquierdo y derecho, derecho e izquierdo… ¿qué los diferenciaba?
Ah. Sentí que me había tropezado con una verdad fundamental del mundo. El corazón
del universo… ¡de la galaxia! El secreto que yacía dentro de las palabras izquierda y derecha
era—
"Eh…" Me di cuenta de que no debí haber bajado la guardia ni por un instante.
Los ojos de Eris se abrieron de golpe y me dejó inconsciente con un golpe al mentón
antes de montarse sobre mí. Sus rodillas inmediatamente sometieron mis dos manos en una
posición muy característica de la lucha libre.
"¿¡Cómo te atreves a tocar a alguien mientras está durmiendo plácidamente!?"
Sus puños descendieron sobre mí, apretados tan fuerte que parecían martillos. Derecho,
izquierdo, derecho, izquierdo, derecho, izquierdo. Ella golpeó mi rostro sin contenerse. Tal
vez tenía la intención de golpearme por cada apretón de sus pechos. ¿Cuántas veces lo hice?
No podría decírselos. Había perdido la noción del tiempo comparando su pecho derecho con
el izquierdo.
Fingí tranquilidad, pero en mi interior, yo sentía que los ataques de Eris estaban
amenazando mi vida. ¿No sería este un buen momento para que Ruijerd intervenga? Por otro
lado, yo estaba recibiendo mi merecido. El intercambio equivalente era una ley de la
naturaleza.
Derecho, izquierdo, derecho, izquierdo.
Ah… Mi consciencia se estaba desvaneciendo.
En ese punto, me golpeó la verdad con la que me había tropezado hace unos momentos.
En el kanji para izquierda y derecha, las letras katakana e y ro eran visibles. Ero. En otras
palabras, el concepto de izquierda y derecha era inherentemente erótico.
Pasé a mejor vida justo después de esa revelación.
Entonces abrí mis ojos. "¿¡Eh!?"
A mi lado, Eris roncaba mientras se sacudía y deba vueltas durmiendo.
Mi rostro no tenía moretones. Yo era el mismo hermoso Rudeus de siempre.
El pecho de Eris subía y bajaba gentilmente con cada respiración que daba. Todavía era
plano, aunque podía ver los montículos. Normalmente, ver esos montículos gemelos me
provocaría ganas de tocarlos y pasar mi lengua por ellos. Aun así, ahora ambos —izquierdo
y derecho— me provocaban terror.
Los pechos eran eróticos porque venían en pares.
Volví a dormir sintiéndome bendecido de haber llegado a esa profunda realización sin
tener que tocar los pechos. Esta vez esperaba tener un sueño erótico que no involucrara
recibir una paliza.