El Ideal de Roxy
En una ciudad ubicada en algún lugar del Continente Demoniaco, había dos damas
sentadas lado a lado a un costado del camino.
"Esto también fue un fracaso, ¿eh?"
"En efecto. Aun así, definitivamente nos estamos acercando."
Roxy y Elinalise miraban de forma vacía hacia el camino, deprimidas por no haber
encontrado ninguna información valiosa en la última ciudad.
Ellas apenas se habían dicho algunas palabras. No había mucho de qué hablar. Ambas
mujeres parecían tener la mente en blanco mientras esperaban el regreso de Talhand, el
miembro final de su grupo que había estado recolectando información.
Sin embargo, al final, solo la cabeza de Roxy estaba vacía. Cuando Elinalise vio a un
hombre caminando por la calle, sus ojos se entrecerraron lascivamente. Ella incluso se lamió
los labios.
"Vaya. Ese es un buen hombre. Roxy, cariño, volveré enseguida."
Roxy detuvo a Elinalise antes de que pudiera transformarse en una mariposa nocturna.
"No te atrevas."
"Santo cielo. Sí que eres infantil, Roxy."
Ser llamada así provocó que una vena pudiera verse en la frente de Roxy. A pesar de que
su apariencia física era infantil en ciertas formas, ella era toda una adulta. "No me opongo al
propio acto. Solo digo que debemos esperar hasta que Talhand regrese y nos cuente lo que
descubrió."
"Cielos… bien," resopló Elinalise, volviéndose a sentar. Ella era una ramera que vivía
para tener sexo, pero era lo suficientemente inteligente como para concentrarse en sus
prioridades.
Y así, ambas mujeres volvieron a mirar en silencio hacia los transeúntes. El sol brillaba
intensamente dentro del cielo del mediodía. Sentarse a la sombra era lo suficientemente frío,
pero los rayos del sol eran fuertes, lo que provocó que muchas personas sudorosas estuvieran
caminando.
Los ojos de Elinalise se entrecerraron repentinamente. "Roxy, ¿ves a ese demonio de
piel negra a la derecha? ¿El que tiene la nariz grande?"
Roxy sintió que había algo fuera de lugar. "Veo que es parte de la Tribu Pozzo. ¿Qué
hay con él?" respondió ella, apretando la vara bajo su túnica.
La tensión endureció el rostro de Elinalise mientras continuaba, "A partir de su rostro y
su forma de caminar, no hay duda…" Ella se detuvo para dar paso a un silencio significativo.
¿Acaso él era un criminal famoso con una recompensa por su cabeza o algo así? Roxy
se tensó mientras lo pensaba. Ella y su grupo no tenían interés en las propias recompensas,
pero cualquiera comenzaría a sudar frío si supiera que un asesino serial estaba caminando
justo en frente.
"Él definitivamente tiene un buen grosor ahí abajo." Elinalise obviamente se estaba
refiriendo a su órgano reproductor.
Roxy casi se cayó hacia el frente. "¿Cómo puedes decir eso con una expresión tan seria?"
"Siempre evalúo las cosas con seriedad."
Esta respuesta dejó a Roxy momentáneamente sin palabras. Después de una larga pausa,
ella dijo, "¿Puedes saberlo con solo mirar?"
Elinalise volteó su rostro hacia Roxy. Ella se veía feliz, pero una sonrisa bastante
desagradable podía verse en sus labios, como la de un viejo ordinario. "¡Vaya! Roxy, ¿ahora
tienes interés en este asunto?"
"S-supongo que no haría daño saberlo para el futuro."
Elinalise dejó salir una risita. "En efecto. Por supuesto, no puedes saberlo todo solo
mirando…"
Y así comenzó la lección de Elinalise. Los hombres con narices grandes eran grandes
ahí abajo, los hombres con una forma de caminar agraciada tenían buena crianza, los hombres
que carecían de confianza en sus atributos tendían a ser demasiado entusiastas, y los hombres
bajos con frecuencia actuaban de forma desesperada.
Roxy escuchó atentamente las observaciones de Elinalise, las cuales ella no tenía forma
de verificar. "E-entiendo. Qué instructivo."
"Lo más importante es encontrar a alguien que se ajuste a tus gustos."
"Mis… ¿gustos?"
"Yo no soy muy quisquillosa cuando se trata de personas. Aun así, hay hombres que no
podría soportar físicamente como compañeros. Si tu pareja no encaja con tus preferencias,
eso podría tener un impacto negativo duradero en tu confianza."
¿De verdad? se preguntó Roxy, tomándose esto en serio. Era una prueba a su estudioso
corazón, ya que ella no dudaba de Elinalise.
"Roxy, ¿qué clase de hombre prefieres?"
"Veamos…"
Roxy reflexionó sobre la pregunta mientras miraba hacia el camino. Casi todos los que
estaban caminando por la calle eran demonios. Ella no podía ver otras razas —lo cual tenía
sentido, ya que este era el Continente Demoniaco.
"Prefiero a los humanos."
"¿De verdad?"
"Sí. La mayoría de los demonios no tendrían como pareja a un Migurd, ya que no nos
consideran estáticamente hermosos. Pero he escuchado que hay humanos a los que no les
molesta esta clase de cuerpo." Esa era una razón muy patética, por lo cual no pudo evitar
suspirar en voz alta.
Sin embargo, Elinalise no criticó a Roxy. Ella veía la importancia de escoger a tu pareja
basándose en la compatibilidad física. "Ya veo. ¿Algo más?"
"Mmm… Supongo que me gustaría un hombre alto. Sería genial alguien a quien pudiera
mirar hacia arriba. Ah, y debería tener un pecho firme, aunque no demasiado musculoso.
Preferiría que se viera delgado, y que cuando lo tocaras, te dieras cuenta de lo masculino que
es. En cuanto a su rostro, no me gustan mucho los supuestos chicos lindos del Reino de
Asura. Me gustaría un rostro que sea un poco más sencillo. Además, definitivamente
preferiría alguien que realmente me ame. Que siempre me esté mirando. O que, cuando de
casualidad yo mire hacia arriba, nuestras miradas se encuentren, y él sonría. Nada más se me
viene a la mente… Ah, pero no me molesta si él no es el sostén de la familia. De hecho, a mí
me gustaría seguir trabajando, así que espero que él pueda aceptarlo. Hay hombres que
quieren mantener a una mujer en casa después del matrimonio, pero yo prefiero mi libertad.
Por supuesto, haré lo que mi esposo dice si sale con algo como, 'Tú me perteneces. No
permitiré que te arriesgues a los peligros fuera de casa.' Pero…"
Roxy se dio cuenta de algo justo en ese momento. Elinalise estaba mirando hacia ella
con una sonrisa de oreja a oreja. "Roxy, cariño… Nadie te preguntó sobre una boda."
Roxy se había dejado llevar. Ella agarró la punta de su sombrero de bruja y lo bajó
mientras se ponía completamente roja.
Viendo a Roxy en tal estado, un pensamiento repentino apareció dentro de la mente de
Elinalise: pasará un tiempo antes de que ella encuentre a un hombre.
Roxy siguió soltera por muchos años más.