POV ALISON
No sé qué hora era, pero cuando me desperté, solo sé que tengo un peso encima de mí, el cual supongo que correspondía con mi hermana. Empecé moverme para salir de debajo de ella. "Alison, estate quieta" dijo acomodándose de nuevo.
Intenté apartarme de ella, pero no sé cómo hacía que no pudiese hacerlo, por lo que la empuje, con intención de hacerlo suavemente, pero debíamos estar tan cerca del borde, que acabó por caerse al suelo, lo cual acabó por despertarla del todo.
"¿Se puede saber qué es lo que haces? Eso dolió" dijo enfadada y lista para lanzarse a por mí, pero me levanté rápidamente y me puse al otro lado de la cama, porque sé que cuando se enfada, es prácticamente imparable. "No era mi intención"
Dio un salto, poniéndose sobre la cama e iba a por mí, pero empecé a dirigirme a la puerta cuando aparece Ale por la puerta, haciendo que me ponga detrás de ella para evitar a Tessa. "¿Por qué siempre me usáis de escudo?" dijo ya sin estar sorprendida, porque si no era yo, era Tessa, pero realmente tampoco teníamos culpa de que siempre apareciese en momentos que lo necesitábamos.
"Sal de delante de ella, Ale, porque a esta yo la mato" dijo con uno de los puños cerrados y con la furia presente en su mirada. "Por mucho que me gustase que lo hicieses, mamá y la tía quieren hablar con los cuatro en el despacho"
Eso es lo que hace que nos paremos, porque no solía ser bueno que las dos quisiesen hablar con nosotros cuatro en el despacho. Tessa y yo pasamos a mirarnos sin entender que es lo que pasaba ahora. "¿Y por qué vienes a decírnoslo tu?" preguntó Tessa, cruzando los brazos sobre su pecho.
"Venía mamá a decíroslo, pero me encontró a mí por el pasillo y me preguntó si lo podía hacer yo, por lo que aquí estoy" dijo tranquilamente y apartándose para el lado "Ahora vestiros y espabilad, porque parece importante lo que nos tienen que decir"
Con eso, Ale salió de la habitación y mi hermana y yo nos quedamos mirando sin entender nada. "¿Querrán recordarnos lo de los guardaespaldas?" Me encogí de hombros, porque era una posibilidad, teniendo en cuenta lo que me había pasado ayer. "No tengo ni la menor idea, pero mejor vayamos a cambiarnos"
Salimos de la habitación de nuestros padres, que no tengo muy claro cómo es que habíamos acabado aquí y nos fuimos a la nuestra para cambiarnos. No más de veinte minutos más tardes, los cuatro estábamos en el despacho. Podía ver a mi madre mirando por la ventana y un vaso de lo que parecía tequila en mano, lo cual era extraño verla.
"Dime al menos que no es por lo de ayer mamá, porque te dije que estoy bien y ese tipo no se atreverá a hacerme algo" dije, pero ella ni se giró, solo apretó la mano alrededor del vaso y siguió mirando por la ventana, lo cual era extraño.
"No precisamente tiene que ver con lo que te pasó ayer, pero es para que entendáis el porqué de que queremos que salgáis con guardaespaldas a todos lados, sobre todo cuando lo hacéis de noche" Dijo tía Megan con una mano sobre el hombro de mamá. Lo único que hicimos fue asentir y esperar que hablasen, porque parecía no ser algo fácil de hacer por la cara de mamá y porque la tía tardaba algo en decir algo, centrándose en las reacciones de mamá.
"Para empezar, Ale y yo no somos italianas de nacimiento. Ella nació en Estados Unidos, mientras que yo nací en Rumanía" Dijo, lo cual hace que no entienda como se conocieron estando en distintas partes del mundo.
"Yo tenía entre tres y cinco años cuando me vendieron y Ale tenía seis si mal no recuerdo cuando la vendieron" En cuando esas palabras salen de la boca de tía Megan, me quedo clavada en la silla, por lo que supongo que el resto también lo había hecho.
"No sé cómo hicieron para llevar a Ale al club, pero a mí me taparon los ojos y me pincharon algo antes de subir al avión. Cuando llegué al club me metieron en un sótano lleno de chicas... yo no sabía inglés ni entendía nada, por lo que me acurruqué en una esquina y me quedé allí parada sin moverme ni un solo milímetro." Dijo tía Megan, y podía ver que le estaba costando hablar de esto más que a nada en la vida. Ni cuando nos hablaron de sexo estaban tan incómodas.
"Resumiendo... todas allí éramos violadas... los clientes de ellos tenían preferencias prácticamente mortales, por no decir que lo eran... En ese tiempo vuestra madre y yo nos llevábamos bien y ella me protegía prácticamente siempre... Un día llegué falta y ella cogió mi lugar para que a mí no me hiciesen nada..."
Me giré para ver a mi madre, la cual no dejó de mirar por la ventana en ningún momento y pude ver que el líquido de la botella había bajado más de lo que estaba hace un par de minutos. Cogí la mano de mi hermana la cual estaba derramando lágrimas y le apreté la mano.
"Estuvimos allí once años, pero un día logramos escaparnos. Digamos que la gente en la calle nos miraba con asco, pero no nos importaba porque nosotras estábamos contentas. Fue ese día en el que vuestra abuela nos encontró y nos trajo a Italia"
Yo sé que había nacido e Italia, y que mi madre no había estado con ningún hombre desde que tengo memoria... y eso solo quería decir una cosa... "Mamá..."
Mi madre giró un poco la silla mirando para mí, pero pronto pasó a mirar de nuevo por la ventana. La tía Megan se giró para mirar para ella y luego volvió a mirar para nosotros "Chicos, ambas necesitamos que llevéis a todos esos guardaespaldas para no perder nosotras la cabeza. No nos gustaría que os pasase algo, y menos por lo que tuvimos que pasar nosotras"
Los cuatro nos quedamos mirando para ellas. Después de unos minutos, la abuela llegó y se llevó a Tess, Axel y Ale con ella, dejándome a mí con ellas.
"Supongo que no hace falta que te contestemos la pregunta por tu cara" Negué, pero tenía miles de preguntas en mi cabeza. No entiendo cómo es que mi madre se había quedado conmigo teniendo en cuenta que yo había sido producto de una violación.
"¿Por qué te quedaste conmigo?" dije en un susurro, pero lo suficientemente alto como para que ella se girase. "¿Por qué no iba a hacerlo?" dijo, dejando el vaso en la mesa, y no sé en qué momento la tía Megan se había ido, dejándonos a nosotras solas.
"No lo sé. Soy hija de un violador, y entendería que no me quisieses" dije apretando uno de mis puños en mi regazo. "Ven aquí" dijo apartándose de la mesa para dejarme sitio y poder sentarme en su regazo lo cual hice sin dudarlo.
"Nunca, pero nunca pienses que por eso te quiero menos porque te quiero más que nada, Ali. Antes de que nacieses intenté quitarme la vida miles de veces, y no era por ti, pero no era capaz de que prácticamente nadie me tocase... Tenía pesadillas todas las noches y prácticamente no dormía... Cuando naciste lo intenté una vez más, pero luego no lo volví a hacer porque quería cuidarte de tipos como los que nos cruzamos tu tía Megan y yo"
Algunas lágrimas habían empezado a rodar por mi rostro, y mamá me las limpió. Me abrazó y nos estuvimos balanceando por unos minutos. Quería a mi madre, y ahora entendía el porqué de los guardaespaldas y todos los entrenamientos con armas y cuerpo a cuerpo.
"Te quiero mucho, mamá" dije. Ella me dio un beso en la sien y nos quedamos sentadas por otro par de minutos hasta que me levanté de su regazo. "Te prometo que no diré nada más sobre los guardaespaldas" dije, porque ahora que entendía el por qué y no quería que se estresase, que era lo más probable que hiciese, pero al menos estaría más tranquila.
"Lo apreciaría, pero créeme, entiendo que es un coñazo, y sé que es odioso gran parte del tiempo, pero es una manera de que estemos tranquilas tu tía y yo. Incluso tu padre se queda más tranquilo así" dijo, y estoy completamente segura de que lo de papá tenía algo que ver con su experiencia cuando lo secuestraron y de cuando trabajo para la DEA.
"Lo sé, y por eso lo voy a hacer. Pero ¿te puedo hacer la pregunta sin que te enfades?" dije. Por su cara sabía a lo que me refería. Siempre le hacía esa pregunta cuando era pequeña, siempre acababa sedada porque se ponía histérica, y a pesar de que no quería que eso pasase, también la podía notar más tranquila de lo que nunca estuvo hablando de este tema.
"Sé quién es, y la verdad no tienes por qué saber quién" dijo, dejándome ver enfado en su mirada. "No, no tengo porque hacerlo, solo quiero saber otra cosa" dije cogiéndole la mano "¿El que?" preguntó disipándose casi por completo el enfado "¿Está muerto?" pregunté, porque a pesar de que era lo más probable, me hubiese encantado matarlo yo misma por lo que hizo pasar a mamá.
"Lo está, al igual que prácticamente gran parte de la gente que se atrevió a ponernos un dedo encima" dijo con una sonrisa. Sabía lo que mi madre hacía, y que a veces asesinaba a gente, pero también sé que cuando lo hace, tiene motivos. Sé que nunca mataría a nadie sin una razón importante, lo que la hacía una persona buena dentro del mundo de las mafias, y de lo cual no podía estar más que orgullosa.
"Ahora que ya sabes por qué tu tía y yo somos tan paranoicas, ¿por qué no me cuentas que tal tu día?" dijo, dándome un beso en la sien. "Pues bien. Debo decir que estaba enfadada por lo que había pasado por la noche con ese tipo, pero luego me di cuenta de que no ibas a dejar las cosas como las había dejado yo, por lo que te pregunto mamá, ¿Qué le hiciste a ese estúpido?" me levanté y pasé a mirarla, porque si algo tenía más que claro, es que mamá no había dejado las cosas como las había dejado yo.
"De momento nada, pero eso no implica que no le vaya a hacer nada" pasó a mirar para la ventana, dejándome claro que no me iba decir mucho más. "No me importa lo que le vayas a hacer mamá, solo te digo que no es necesario que lo mates por lo que ha hecho, estoy completamente segura de que no hará nada más contra ninguna mujer en este mundo" asintió y es en ese momento en el que entró la abuela de Cass en el despacho, lo que hace que no entienda que hace aquí.
"Francesca, ¿necesitas algo?" preguntó mi madre, tensándose de repente. "Cass se ha despertado, pero parece que no reacciona" En cuanto las palabras de Francesca salen de su boca, entiendo mucho menos lo que está pasando. ¿Acaso Cass estaba en casa y no me había dicho nada? Pero eso no era posible, porque de haber sido así, hubiésemos venido las dos juntas, pero al parecer mamá sí que entendía de que estaba hablando porque se levantó rápidamente y salió del despacho sin decir una palabra más. Yo no tardé demasiado en seguirla y cuando veo que entra en una de las habitaciones que no usamos, me paro durante unos segundos, pero no tardo mucho más en entrar tras de ella y es cuando la veo que tiene a Cass abrazada.
"¿Cas? ¿Por qué no me dijiste que vendrías a casa?" pregunté, pero después de unos segundos que no me contestase, me fijé que tenía la mirada perdida, lo cual no era normal en ella. Paso a mirar a mamá para ver si podía ver algo, pero es en ese momento en el que me fijo en la abuela de Cass, la cual tenía golpes por todos lados, lo que hace que rápidamente empiecen a andar por mi mente miles de pensamientos.
"Francesca, el doctor llegó y necesitamos que te vea cuanto antes" dijo mi tía detrás de mí. Francesca asintió y salió de la habitación. Yo me quedé allí plantada y después de unos segundos noto la mano de alguien en mi hombro, lo que hace que rápidamente coja la mano y haga el intento de tirar a la persona en el suelo, pero la que acaba con las manos tras de la espalda soy yo. "Solo soy yo y no voy a hacerte nada Ali"
Cuando escucho la voz de mi tía, me calmo y no mucho más tarde, me suelta el brazo. "Dejémoslas un rato a solas" Iba a protestar, pero la tía me saca igual de la habitación "No te preocupes, estará bien y yo te contaré que es lo que ha pasado" asentí y la seguí. Antes de dirigirnos a donde sea que fuésemos, paró en la habitación de al lado y le dijo al doctor que la avisase en el momento supiese algo, lo cual se me hacía raro, porque normalmente era el tío Diego el que hacía estas cosas.
Después de asegurarse de que Francesca estaba bien y decirle que estaría al final del pasillo, nos dirigimos a mi habitación, entramos y se sentó en la cama. Yo me quedé de pie porque no estaba entendiendo lo que estaba pasando, y tampoco quería creer que pasó algo como lo que se me estaba cruzando por la cabeza, porque entonces tendría que matar a alguien.
"Como supongo que supones… ayer después de lo que te pasó en el club tu madre se fue a por ese chico. Sé que no es necesario que lo hagamos, porque ese tipo está acojonado con lo que le pueda pasar, y está en lo cierto, lo más probable es que no salga de ahí vivo… y dejo de desvariar. La cosa es que cuando estábamos por llevarnos al tipo, el móvil de Ale recibió una alerta de seguridad y salió pitando. Casi ni me da tiempo a meterme en el coche con ella."
Lo que estaba diciendo no me estaba encajando. En casa no había pasado nada como para que le saltase la alerta de seguridad, y de haber sido así, tanto el tío David como el abuelo y papá acabarían con la amenaza.
"Hace un tiempo, cuando Cass nos contó cómo eran sus padres, decidimos ponerle seguridad a la casa en la que vive con su abuela. Cuando llegamos a la casa había dos o tres coches y gente alrededor de la casa. Los matamos a todos los de fuera de la casa. En la entrada fue cuando vimos a la abuela de ella golpeada, por lo que me quedé con ella mientras tu madre se fue a por Cass… De vez en cuando se escuchaban disparos, y ayudé a Francesca a levantarse para buscar a tu madre y ayudarla, aunque no era necesario porque estaba hecha un basilisco."
Cuando mi madre estaba molesta no era gran idea andar cerca de ella, pero cuando estaba enfadada, sobre todo al nivel que decía la tía, era lo menos que debíamos hacer. Casi ninguno de nosotros podíamos acercarnos a ella.
"La cuestión es que había un tipo al lado de ellas y tu madre estaba susurrando a Cass. Dejamos a su abuela con ella mientras fuimos a revisar la casa, y cuando volvimos nos la trajimos a casa…" dijo, pero sabía que había algo que no me estaba diciendo. "¿Qué le pasó a Cass para tener esa mirada, tía?" pregunté y me paré delante de ella.
"A Cassandra la violaron, cariño" En cuanto esas palabras salieron de su boca me congelé y me quedé mirando para ella pensando que había sido mi imaginación la que me estaba jugando una mala pasada, pero por la cara de la tía, no era así, lo que hacía que me enfadase y antes de que pudiese hacer algo, mi tía me abraza desde atrás.
"Alison, sé que en este momento quieres acabar con todo lo que tienes a tu alrededor, pero ese tipo está muerto… no podrá hacerle nada a nadie" Me calmé un poco, porque al menos todos los tipos que se había atrevido a entrar a casa de mi mejor amiga habían muerto, y no tardé nada en echarme a llorar y acabar sentada en el suelo contra el pecho de mi tía.
"Sé que no te gusta ver cómo está en este momento Cassandra, y créeme que a mi menos, pero en este momento necesitará a su abuela y a ti para ayudarla." Dijo pasándome la mano por el pelo. "A… a quién necesita… es a mamá"
Noté como asintió y continúo pasándome la mano por el pelo. "Y la tendrá, eso te lo puedo asegurar, pero esta noche y no sé por cuanto tiempo te tendrá a ti y al resto de la familia" En cuanto esas palabras salieron de su boca, me separé de ella sin entender a que se estaba refiriendo.
"¿De qué hablas?" pregunté separándome de ella "A lo que me refiero es que esta noche tu madre y yo nos marchamos. No tardaremos demasiados días en volver, pero tampoco te podría decir exactamente cuándo volvemos"
Era raro que se fuesen por a saber cuánto tiempo las dos. Desde que tengo memoria no recuerdo que se hayan ido las dos por algún tiempo, lo cual era extraño que lo hiciesen ahora. "¿Por qué?" pregunté. La tía Megan suspiró y se levantó del suelo. "No voy a entrar en detalles porque no es necesario que los sepas, solo es algo para que nosotras podamos estar tranquilas y en parte tiene que ver con lo que le pasó a Cass"
Me quedé de pie pensando que mierda estaba pasando, pero también sé que no me iba a dar más detalles de lo que iban a hacer, solo esperaba que no les pasase nada, porque entonces sí que conocerían mi furia.