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Chapter 7 - Capítulo 6

POV ALEXANDRA

Eran las cuatro y media cuando me desperté. Podía notar a Alison y Tessa encima de mí, y a pesar de que me dolía lo suficiente como para apartarlas no lo iba a hacer. "Ya decía yo que era demasiado que durmieses durante dos horas seguidas"

En cuanto escucho la voz de Hugo, miro en su dirección. Se levantó del sillón en el que estaba sentado y se vino a mi lado de la cama. Me dio un beso en la frente sin molestar a nuestras hijas y luego se sentó al borde de la cama.

"Nunca necesité dormir demasiado" dije. Cogió mi mano que estaba en la espalda de Tess y entrelazó nuestros dedos, dejándolas de nuevo en la espalda de ella. "Si que lo necesitas, pero o las pesadillas o tu ansiedad no te dejan dormir" en parte era cierto. Puede ser nunca supe lo que es dormir más de dos horas de un tirón. Desde que tengo uso de memoria no tenía momentos de calma, desde los maltratos de mi madre hasta que salimos del club. El único momento que tuve para relajarme fue desde que salimos de allí, pero el daño ya estaba echo ya que las pesadillas eran constantes y una rutina de dormir de ocho horas es demasiado para mí.

"¿Quieres que te las saque de encima?" preguntó acariciando mi mano con su pulgar. "Me gustaría estar aquí un rato más, pero me están matando en este momento" Con eso se levantó y con cuidado sacó a Tess y Alison de encima de mí. Teníamos suerte de que dormirían a través de un terremoto, no había nada en el mundo que las pudiese despertar.

Cuando las apartó, no tardaron mucho en acercarse a Megan que a pesar de que estaba rodeada de Ale y Axel, no le importaba el peso extra. Hugo cogió mi mano y me ayudó a levantarme. Salimos de la habitación sin hacer demasiado ruido y no despertar a David y Ale que eran los que tenían el sueño más ligero de todos. Bajamos las escaleras y salimos al jardín donde podía empezar a verse salir el sol.

"¿Por qué no estabas dormido, Hugo?" pregunté, porque no era normal que siguiese despierto. Se encogió de hombros y seguimos caminando hasta que decidió que era mejor sentarse, me ayudó a sentar y luego se sentó a mi lado. "Supongo que estaba preocupado de que nuestras hijas te estuviesen aplastando" me reí, pero sabía que no era por eso que estaba preocupado realmente.

"Estoy bien. Solo tengo un par de rasguños, pero no es nada del otro mundo, cariño" le di un beso y luego dejé mi cabeza sobre su hombro. "¿A dónde fuisteis y por qué no le dijisteis nada a nadie?" preguntó. Sabía que iba a querer saberlo, y no por controlarnos ni nada por el estilo, Hugo no era así, pero se preocupaba por las dos, siempre lo hizo.

"A Rusia" en cuanto esas palabras salen por mi boca me separa y se queda mirando para mí con más preocupación de la que tenía antes de por sí mismo. Sabía que odiaba Rusia más que a nada y que no había nada que pudiese hacerme pisarla, al menos eso es lo que pensábamos.

"Cuando llegamos a la casa de Cass el otro día escuché como algunos de ellos hablaban ruso… el mismo acento que tenían los dos hermanos… Cuando tuve la oportunidad de calmarme un poco pensé que lo había imaginado, pero Megan también lo escuchó… Según los informes, había rumores de que se estaban juntando todos los aliados para vengarlos"

Hugo no había despegado la mirada de mí y podía ver que había algo de furia en su mirada, no por lo que había hecho, sino por el simple hecho de que querían vengar a las personas que más daño nos habían hecho a mí y a Megan. "Megan propuso ir ella a Rusia, no iba a dejar que fuese sola… no me gustaba la idea de ir allí, pero menos que fuese sola" dije dándole un pequeño apretón en la mano "¿Qué es lo que pasó?"

"Cuando llegamos estábamos recogiendo información. Al parecer un hijo de Stefan quiere hacerse con el imperio, y para eso tiene que acabar con nosotras antes como muestra de respeto a ellos. De la nada llegó un grupo de hombres donde estábamos nosotras y empezaron a dispararnos. Acortando la historia, terminamos con ellos y nos escondimos en el edificio de al lado hasta que fue de noche y nos fuimos al helicóptero para ir a Polonia y coger nuestro avión." Dije, terminando de contarle. No le iba a decir que había puesto más en riesgo mi vida explotando las granadas, no era necesario que lo supiese.

"Al menos estás bien y en casa. ¿Ahora que piensas hacer?" preguntó dándome un beso en la sien. "Megan y yo no hablamos aun de lo que haremos, pero lo más probable es que aumentemos la seguridad y mantengamos el oído ahí fuera para saber qué es lo que pasa" dije. Si algo iba a hacer, era proteger a mi familia antes de que pudiesen llegar a ella.

Estuvimos unos minutos en silencio cuando vemos pasar a Diego, que en cuanto se fija de que estábamos ahí, se acerca a nosotros. "Ale, tenemos que hablar" Su tono era más serio de lo normal y ni los buenos días dijo, por lo que algo no andaba bien. Tanto Hugo como yo nos levantamos y empezamos a caminar con Diego.

"¿Qué es lo que pasa?" preguntó Hugo sabiendo tan bien como yo que había algo fuera de lugar. "Ayer fui a mirar cómo estaba nuestro prisionero, y al salir había un hombre esperando fuera… Según él tienes algo que le pertenece…" dijo y yo fruncí el ceño, porque yo no tenía nada de nadie, y menos de ese hombre. "¿Quién coño es ese tipo?" pregunté cruzándome de brazos

"Daniel Hernández y según él tienes al chico que violó a su hermana" En cuanto dijo eso, me quedé mirando para él. No entendía que hacía el don de la mafia española en Italia y menos como nosotras no sabíamos de esto.

"¿Cómo coño no sabía yo de esto? ¿Cómo coño entró en el país sin que nos diésemos cuenta?" pregunté enfadada, porque no me gustaba llevarme sorpresas como esta por la mañana. "No lo sé, ya estoy investigando eso, pero preguntó si se podía reunir con alguna de vosotras dos para negociar lo del prisionero"

Negué y cerré los ojos por unos segundos intentando pensar que podía querer este tipo realmente. "Hoy mismo debe tener noticias mías porque según él, sino acabará con toda mi familia de manera dolorosa, ósea, con vosotros" dijo. Odiaba que amenazasen a mi familia, ya tenía suficientes problemas con los rusos, no necesitaba meter más problemas en mi vida precisamente.

"Está bien, dile que nos reuniremos Megan y yo con él esta noche. Para ese entonces debo tener toda la información de ese tipo en mi mesa. Como falte un solo detalle, acabo con todos ¿queda entendido?" dije mirando para él. Diego solo asintió y nos dejó solos de nuevo a mí y a Hugo.

"Parece que los problemas vuelven. ¿Quieres que vaya contigo esta noche?" preguntó pasándome la mano por la espalda y tranquilizarme un poco. "No, no es necesario, pero gracias igualmente cariño" dije dándole un beso en la mejilla.

"Tal vez deberías descansar hoy del viaje, no estás en tu mejor condición física en este momento Ale" asentí, pero eso no iba a cambiar lo que iba a hacer y él lo sabía. "Puede ser que lo veas así, pero estoy bien. Quiero resolver esto antes de que nos metamos de lleno con el problema de los rusos"

Asintió y me dio un beso. Apreciaba a este hombre más que a nada en este mundo y eso él lo sabía. Después de eso nos fuimos a desayunar para luego ir a entrenar un rato, que a pesar de que Hugo no estaba de acuerdo de que lo hiciese, también sabía que mis magulladuras no me iban a mantener en la cama durante todo el día.

POV DANIEL

Estábamos en el coche yendo a nuestro punto de encuentro para encontrarme con las reinas italianas. Debo decir que estaba ansioso por conocerlas, e iba desarmado y son protección. Puede ser que sea lo más insensato que uno puedo hacer, sobre todo si tenemos en cuenta de lo que son capaces ellas, pero era la única manera que tenía de demostrarle que no iba a por ellas, que solo quería a ese tipo.

Pedro iba conduciendo, y podía notar que estaba de lo más nervioso, supongo porque no estaba de acuerdo con que fuese solo y desarmado, pero me daba igual lo que pensase. "¿Estás seguro de lo que estás a punto de hacer, Dani?"

Rodé los ojos, porque no sé cuántas veces me lo había preguntado hoy, y siempre era la misma respuesta "Estoy seguro. No me van a hacer nada" le aseguré "Daniel, esas mujeres son peligrosas, no las debes subestimar por ser mujeres" negué, porque nunca subestimaría a una mujer "No digas estupideces, las mujeres son mucho mejor que cualquier hombre"

El resto del camino lo hicimos en silencio, y cuando llegamos me bajé del coche. Esperé un par de minutos cuando un coche llega y las dos hermanas bajan con un guardaespaldas detrás de ellas. Le hago una seña a Pedro para que se vaya y a pesar de que no estaba convencido, acaba haciéndolo.

"Asique tu eres el estúpido que se atreve a amenazar a nuestra familia" dijo la chica más baja, la cual acabó cruzándose de brazos. Podía notar que ambas estaban enfadadas, por lo que levante mis manos en el aire para que viesen que no era una amenaza para ellas. "En ningún momento me atrevería a amenazar a vuestra familia, solo quería hablar con vosotras, por lo que te agradezco grandullón que pasases mi mensaje" dije en la dirección del hombre con el que me había encontrado y este gruñe, lo que me deja más que claro que no estaba contento con esto.

"No tengo toda la noche para charlas, di lo que tengas que decir, y que sea rápido" dijo la otra chica que estaba de brazos cruzados "Esta bien. Quiero que me entreguéis al chico que cogisteis hace un par de días"

Ambas se miraron por un momento y luego centraron su mirada de nuevo en mí "¿Y por qué se supone que debemos hacer eso? Mejor ¿por qué no nos cuentas por qué estás en Italia?" preguntó otra vez la primera, y supuse que ella es la que más solía hablar de las dos. "Estoy en Italia por ese chico. No sé qué es lo que le ha hecho a mi hermana, pero la violó y lleva semanas sin dormir, sin hablar y sin dejar que nadie la toque, ni siquiera mi madre y eso la está matando" dije. Si quería conseguir de ellas algo, tenía que ser sincero.

La chica de ojos marrones miró a su hermana la cual supongo que la estaba ignorando, pero en la mirada de la primera podía ver como algo de reconocimiento, algo en lo que pensaría luego "¿La revisó un médico?" preguntó la segunda y negué "No deja que nadie desconocido se acerque a ella a más de cinco metros. Casi no nos deja a mí y a mi madre acercarnos a ella"

Era algo que me dolía. Mi hermana no era así, ella era la persona que siempre iba dando abrazos a todo el mundo que conocía y que no callaba para nada en el mundo. Echaba de menos a mi hermana y quería recuperarla. Creo que acabar con ese tipo es la única manera de que vuelva a ser ella misma.

"Yo te lo doy, pero te recomiendo algo, espera a que tu hermana se recupere y que sea ella quién decida lo que hacer con el chico" dijo la mayor y me quedé mirando para ella "Creo que mi hermana se sentirá mejor si acabo con ese tipo"

Ambas asintieron y la verdad es que no estaba entendiendo nada "Es probable que se sienta mejor, pero por experiencia, sabemos que una se siente mejor si lo hace ella misma" dijo la pequeña y la otra chica asintió. "Al menos quiero poder partirle la cara a esa escoria"

Otra vez compartieron una mirada en la que supongo que estaban diciendo más cosas de las que esperaba y luego el chico me hizo una seña para que los siguiera, lo cual acabé haciendo, pero tampoco estaba tranquilo sin saber a dónde íbamos a ir.

Detrás de unos árboles, apareció una edificación la cual estaba vigilada tanto con cámaras como con guardaespaldas que en cuanto ellas aparecen, se apartan. Esto empezaba a sacarme más de quicio, pero las seguí igualmente y cuando giraron y entraron en una habitación, pude ver al tipo que había violado a mi hermana, y debo decir que habían hecho un gran trabajo con él.

"¿Acaso me vais a soltar de una puñetera vez?" dijo el tipo. Una sonrisa amenazadora apareció en el rostro de Alexandra y de la nada le da un puñetazo en el rostro consiguiendo que este gire su rostro. "Mucho mejor estúpido, te entregaré a alguien que te tiene muchas más ganas de las que te tengo yo en este momento, a pesar de que son muchas las ganas que tengo de acabar contigo" dijo encogiéndose de hombros.

A su lado, Megan tenía una gran sonrisa en su rostro y de estar en la situación del desgraciado ese, me hubiese cagado de miedo, pero en este momento lo único que me importaba era acabar con ese tipo.

"Sois unas zorras… vosotras lo que necesitáis es que os diesen lo vuestro… estáis amargadas" empezó y es en ese momento que empecé todo rojo. Rápidamente me acerqué a él y lo cogí por el cuello "¿Acaso también era lo que necesitaba mi hermana?" pregunté intentando contener mis ganas de acabar con él ahora mismo.

"No sé quién es tu hermana, pero te aseguro que pasó uno de sus mejores momentos de su vida" aseguró y le di un puñetazo lo más fuerte que podía y acabando por dejarlo inconsciente. Acabé por soltarlo y girarme en dirección a las hermanas.

"¿Puedo llamar a alguien para que venga por él?" les pregunté algo más tranquilo y ellas intercambiaron una mirada y luego asintieron. Saqué el móvil de mi bolsillo y marqué a Pedro. La conversación fue corta y cuando este entró, le dio un puñetazo y salió con el tipo.

Yo lo seguí después de unos segundos. Podía notar pasos detrás de mí, no sé si de la gente que estaba postrada en el pasillo o de las hermanas, pero cuando salgo y me doy la vuelta para despedirme, veo tanto a Alexandra como a Megan cruzadas de brazos en la entrada, y es en ese momento que se me ocurre algo.

"Sé que no nos conocemos de nada, pero ¿creéis que os puedo pedir algo?" pregunté, metiendo mis manos en los bolsillos del pantalón. Ambas asintieron y tomé una respiración profunda, preparándome para la más posible que negativa.

"Quiero sacar a mi hermana de España… Ella siempre quiso venir a Italia, pero quiero que esté a salvo… y espero que mejore…" empecé no encontrando las palabras que quería decir exactamente, al menos de una manera que ellas aceptasen "Al grano Daniel" dijo Megan y suspiré una vez más "¿Podríais echarle un ojo a mi hermana y mi madre cuando vengan?" pregunté directamente

Ambas se quedaron mirando para mí un momento y luego volvieron a intercambiar miradas, al parecer no necesitaba palabras entre ellas lo cual me alucinaba de cierta manera "¿Qué es lo que le pasa a tu hermana?" preguntó Megan con algo que no sabría decir en su mirada.

"No tengo ni la menor idea, solo sabemos que la violaron… No habla desde ese día… Odia España a muerte…" El nudo en mi garganta había aparecido, ya era algo normal en lo que se refería a mi hermana.

"Podemos hacerlo, pero te podemos ofrecer algo mucho mejor si quieres" dijo Alexandra, y tanto yo como su hermana nos quedamos mirando para ella sin entender a lo que se refería "¿Podemos?" preguntó confusa Megan y Alexandra asintió.

"Sé cómo se siente tu hermana en este momento. Podría ayudarla más de lo que piensas. El lugar más seguro en Italia te aseguro que es cualquiera de nuestras casas. Si quieres, podría vivir con nosotras" dijo y si mi mandíbula no llegó al suelo, fue puro milagro. ¿Acaso me estaba ofreciendo más de lo que le pedía? ¿Qué sabía lo que sentía Carmen?

"No tienes por qué aceptar, pero cualquiera de nosotras la podemos ayudar" dijo con una pequeña sonrisa en su rostro, y casi podría asegurar que era una sonrisa maternal "Mi hermana no soporta estar cerca de un hombre" ambas asintieron y se descruzaron de brazos, adaptando una postura algo menos intimidante. "Me puedo hacer una idea, pero te aseguro que ningún hombre se acercará a ella a no ser que quiera ella, conocen la situación, sobre todo nuestro padre"

Me quedé mirando para ellas y me lo pensé durante un rato. Es verdad que no podía encontrar nada mejor y más seguro Italia que su casa. Nadie sabía nada de lo que había dentro de los muros, pero tampoco tengo claro que me pudiese fiar de ellas completamente, al final eran grandes capos de la mafia a nivel mundial.

"Sé que no te fías de nosotras completamente, pero te aseguro que sabemos a lo que nos enfrentamos con tu hermana, te lo aseguro. Estará bien y tu madre podrá vivir con nosotras también. Podrás visitarlas y llamarlas las veces que quieras, pero apreciaríamos que nos avisases antes en caso de visitar"

No estaba entendiendo muy bien que es lo que estaba pasando, pero era lo mejor, y lo sabía. "Está bien. Me volveré a España esta misma noche y las traeré cuanto antes" dije, ambas asintieron y luego Alexandra estiró su mano con un papel en mano "Llámame cuando vengas y prepararemos todo" Asentí y confundido me fui hacia el coche, hasta que recordé que aún tenía al tipo en el coche "¿Puedo dejar a este tipo aquí?" Ambas asintieron y volví al coche para que lo bajasen.

"¿A dónde vamos ahora, Dani?" preguntó mi primo que cada pocos segundos miraba por el retrovisor "Al aeropuerto. Dejaremos a este tipo aquí" Pude ver como Pedro frunció el ceño, pero le hizo el gesto a uno de los chicos que estaban con nosotros en el coche para que lo hiciesen "¿Está todo bien con tu hermana?" preguntó preocupado y asentí "Si desde que hablé con ellas, solo quiero volver a casa y preparar todo para que se vengan"

Podía ver que estaba más confundido, pero no iba a profundizar en nada de eso ahora mismo. Tenía que hacer todos los planes para traer a Carmen aquí y que estuviese lo más cómoda posible, y rezaba para que fuese cierto que ellas la podían ayudar.

Cuando llegamos al aeropuerto, me monté en el avión y poco más tarde ya estábamos en el aire y yendo a casa. Después de dos horas y media, estaba metido en el coche de camino a mi casa a la cual no tardé en llegar más de una hora, y en el momento en que entré por la puerta, mi madre aparece por la puerta.

"Dani, pensé que no llegarías hoy" dijo dándome un abrazo el cual le devolví. Podía ver que mi madre estaba triste, lo más probable que por lo que estaba pasando con Carmen en este mismo momento, y verla así, me convenció aun más de era lo mejor para Carmen.

"No era la intención, pero encontré un lugar donde os podéis quedar tu y Carmen. Es el sitio más seguro de Italia, te lo prometo" le aseguré y ella frunció el ceño "¿Tan rápido encontraste un lugar donde nos podamos quedar tu hermana y yo?" preguntó incrédula y asentí "Las jefas de la mafia italiana os pueden ayudar, y cualquiera de sus casas es la más segura que pueda haber en Italia…"

Mi madre levantó la mano en el aire para que dejase de hablar. Podía ver algo de enfado en su mirada, y lo entendía en parte "¿Me estás diciendo que nos quieres meter a mí y a tu hermana en la casa de una mafia italiana?" negué, porque no era tal como sonaba "No es cualquier mafia, mamá. Es la mafia más grande de Italia, y te aseguro que es la más segura. Allí nadie podrá llegar a vosotras" le aseguré cogiendo su mano.

"¿Acaso no son tus enemigos o algo por el estilo?" preguntó y negué, porque no teníamos ni un solo problema con la mafia italiana "No mamá. Ellas no llevan una mafia como cualquier otra… Ellas aseguran que pueden ayudar a Carmen" dije lo último en un susurro y pidiéndole con la mirada que por favor no le diese más vueltas.

"¿Te convencen de que puedan ayudar a Carmen?" preguntó con tristeza invadiendo su mirada "Ellas aseguran que sí. Me aseguraron que ellas mejor que nadie podía ayudarla porque la entienden. No sé a qué se referían con eso, pero algo en su mirada me lo dijo"

Se quedó pensando por un par de minutos mientras yo esperaba su respuesta. "Podré visitaros siempre que quiera, mamá y si se atreven a haceros algo, no dudaré un solo segundo en acabar con ellas" Suspiró y cerró los ojos.

"Si es lo mejor para tu hermana, entonces iremos" Solté un suspiro de alivio y empecé a organizar todo para que se fuesen mañana mismo. Luego de tener todo organizado, llamé a Alexandra para decirle que llegarían mañana y que yo iría con ellas el cual no dudó en aceptar y luego me puse a ayudar a mi madre a guardar las cosas que se llevaría Carmen. Al menos esperaba que eso la ayudase a mejorarse.